Sin embargo, una historia alternativa recogida en diversos medios, webs y correos electrónicos, dice que en realidad a bordo de la Soyuz 2 estaban el Coronel Ivan Istochnikov y una perra llamada Kloka, y que los dos desaparecieron misteriosamente mientras la nave estaba en órbita sin que nunca se haya logrado averiguar el motivo de esta desaparición ni qué fue de ellos.
En plena carrera espacial las autoridades rusas habrían querido silenciar a toda costa este asunto, y más después de la muerte de Vladimir Mikhailovich Komarov a los mandos de la Soyuz 1, con lo que procedieron a eliminar toda referencia a su participación en esta misión y a reescribir los registros de modo que la versión oficial pasó a ser que Istochnikov habría fallecido debido a una enfermedad meses antes de la misión. Familiares, amigos y colegas habrían sido aislados, chantajeados y en general obligados a mantener el secreto.
Aunque al principio las autoridades rusas parecieron salirse con la suya, con el tiempo la existencia de Istochnikov habría acabado por salir a la luz de forma casual tras la adquisición por parte del periodista norteamericano Michael Arena de material del programa espacial ruso en una subasta, pues el lote adquirido por el periodista incluía escritos y fotografías de Giorgi Beregovoi, el tripulante de la Soyuz 3, y entre las fotografías había una que le llamó en especial la atención a Arena porque en ella salen seis cosmonautas, en lugar de los cinco que salen en la versión “oficial” de la foto.
Picado su interés, Arena se puso a investigar, y ayudado por el clima de apertura informativa de la perestroika, consiguió sacar a la luz la verdadera historia del vuelo de la Soyuz 2, como se puede leer en la web de la Fundación Sputnik, una organización dedicada a sacar a la luz los secretos del programa espacial soviético, organización de la que es miembro Michael Arena…
Pero el único problema de esta segunda historia es que es totalmente falsa, pues tanto Istochinikov como las fotos y los textos que acompañan su historia no son más que una elaborada creación de Joan Fontcuberta, quien convencido de la capacidad de los ordenadores de manipular la imagen y con esto la “realidad” viajó a Rusia para documentarse y tomar las fotos que luego utilizaría como “pruebas” una vez convenientemente alteradas.
De hecho, la cara de Istochnikov en las fotografías es la del propio Fontcuberta, e incluso el significado del apellido del cosmonauta es una pista de que todo es un elaborado engaño, ya que significa aproximadamente lo mismo que Fontcuberta, es decir, fuente oculta o cubierta.
El resultado final de todo este trabajo fue presentado en Madrid en 1997 en una exposición llamada “Sputnik: La odisea de la Soyuz 2”, exposición que luego ha ido itinerando por muchos lugares del mundo y pillando a más de uno despistado, pues aunque en la web de la Fundación Sputnik se puede leer, eso sí, en rojo sobre rojo: TODO ES FICCIÓN - TODO ES FICCIÓN - TODO ES FICCIÓN, mucha gente no se da cuenta de esto y la historia ha sido dada como cierta en muchos lugares, medios e Internet, lo que al parecer divierte mucho a Fontcuberta, quien se dedica a recopilar recortes de prensa al respecto.
Hay más información acera del proceso de creación de Istochnikov en Ground control to Comrade Ivan, Ivan Istochnikov Phantom cosmonaut, o Fotografía y conocimiento, aunque, claro, si nos ponemos conspiranoicos de todo siempre puede ser que las páginas que dicen que todo fue un montaje sean las que en realidad son un montaje.
Fuente: www.microsiervos.com
La versión de la Fundación Sputnik.
SPUTNIK
En este tema, la Fundación Sputnik quiere centrarse en uno de los eventos más impactantes de la cosmonáutica. El 25 de octubre de 1968, la Soyuz 2 fue lanzado desde el centro de la aeronáutica de Baikonur, con un piloto a bordo, el cosmonauta Coronel Ivan Istochnikov.
La nave iba a participar en el espacio de una maniobra llevada a cabo por el Soyuz 3 que, pilotado por el Teniente Coronel Giorgi Beregovoi, iba a intentar un acoplamiento orbital de las dos cápsulas.
En aquellos días, los Estados Unidos y la URSS corrían contra el reloj para ser los primeros en llegar a la Luna. La presión política prevalecia sobre las consideraciones técnicas y la carrera espacial ya había reclamado algunas de las víctimas. Por ejemplo, el vuelo de la Soyuz 1. Partiendo mal, finalmente terminó en tragedia cuando el cosmonauta Komarov se estrelló en su regreso debido al mal funcionamiento del paracaídas.
Para la próxima misión, las precauciones que se llevaron a cabo fueron hasta el extremo y todas las señales apuntaban a un resultado satisfactorio. Pero no fue así. Después de un intento fallido de acoplamiento espacial, la Soyuz 2 y la Soyuz 3 se separaron y perdieron el contacto con los demás. Cuando se encontraron, al día siguiente, Istochnikov había desaparecido y su módulo presentaba señales de haber sido golpeada por un meteorito. En verdad, lo que había sucedido realmente nunca se supo con certeza y el enigma inspiró una serie de conjeturas. Sin embargo, las autoridades soviéticas estaban decididas a no admitir un error. Idearon una solución adecuada a su estilo, al declarar que la Soyuz 2 había sido un vuelo no tripulado. Oficialmente, Ivan Istochnikov nunca había existido y nadie podía contradecir esta versión, se limitaron los comentarios de su familia, se chantajearon a sus colegas, se manipularon archivos y las fotografías fueron retocadas. La realidad había superado a la trama de ciencia ficción más fantástica.
Ivan Istochnikov saluda con los técnicos de MIK trabajando en su nave espacial.
Un Soyuz durante los preparativos para el despegue .
Vista frontal de la Soyuz 2 .
La Soyuz circumnavegando la Tierra
a una altitud de más de 200 km.
Metabólicas de adaptación y pruebas de resistencia durante el
proceso de selección de los animales.
El perro es " Kloka " .
Iván y Kloka en sus aspectos histórico
actividad extravehicular .
Transmisión de imágenes de la Soyuz 2
llevado en barco de Beregovoi .
En el módulo de mando
durante una sesión de entrenamiento.
Sin embargo, cuando terminó el miedo, también lo hizo el pacto de silencio. Con la Perestroika, los documentos secretos fueron desclasificados y los investigadores pudieron reconstruir el curso de los acontecimientos. Con la información actualmente disponible, la Fundación Sputnik, solicitó al académico Piotr Muraveinik del comisariado que durante una exposición itinerante, relatara la historia de este episodio emocionante y trágico en la historia de la cosmonáutica.
En el texto introductorio del catálogo, Laila Ishi-Kawa, director artístico de la Fundación Arte y Tecnología, escribe: "Ivan Istochnikov, la figura central de esta muestra, es un personaje salido de un relato mítico. Una figura desconocida que, debido al descubrimiento de pruebas tangibles y hechos reveladores, de repente se ha hecho visible. Un poco de Orfeo rescatado de los infiernos cuya dramática historia de las crisis y las intrigas nosotros... La delgada línea entre la verdad y la apariencia de la verdad permite a los escépticos, y oportunistas, a pensar que en el mejor de los casos la verdad es imposible de conocerse y lo peor es que no existe. Pero están equivocados. Sólo tienes que usar el sentido derecho a percibirla. O en las palabras de Sant Exupery: "Es muy simple: sólo el corazón puede ver con claridad. Lo esencial es invisible a los ojos”.
Fuente: http://www.fundacion.telefonica.com