31 de octubre de 2018
LA SEMANA GRANDE DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Entre el 20 y el 25 de febrero de
1944, las Fuerzas Aéreas estadounidenses y la RAF británica lanzaron una serie
de bombardeos contra la Alemania nazi que se conocería como “Semana Grande”
Por José PARDINA
Si bien los primeros ataques
aéreos masivos sobre las ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial
comenzaron en marzo de 1942 con el bombardeo nocturno de Lübeck y fueron
ejecutados exclusivamente por la británica RAF (Royal Air Force), entre el 20 y
el 25 de febrero de 1944 los Aliados descargaron una auténtica lluvia de bombas
sobre el Tercer Reich que pasaría a ser popularmente conocida por
estadounidenses e ingleses como la "Semana Grande".
Llevada a cabo por las Fuerzas
Aéreas Estratégicas de los Estados Unidos, la oficialmente llamada Operación
Argumento planificó una serie de ataques masivos contra la industria
aeronáutica y de armamento alemana con el propósito de atraer a la élite de los
pilotos de la fuerza área nazi (Luftwaffe) a una batalla decisiva en el cielo:
si los alemanes no respondían, correrían el riesgo de perder sus fábricas de
tanques y aviones; pero si lo hacían, se enfrentarían a los nuevos cazas de
escolta norteamericanos.
Los Aliados, por su parte, si derrotaban a la
Luftwaffe lograrían la ansiada superioridad aérea y podrían proceder a la
invasión de Europa. Pero los alemanes no necesitaban ninguna provocación y su
Reichsverteidigung (Fuerza de Defensa del Reich) estaba preparada para hacer
frente a cualquier ataque. La campaña de bombardeos diurnos tuvo el apoyo del
Mando de Bombardeos de la RAF que operaba contra los mismos objetivos durante
la noche.
Uno de los acontecimientos
decisivos de la Semana Grande fue la entrada en combate del caza monomotor de
largo alcance North American P-51 Mustang, que escoltaba a los cuatrimotores de
la USAAF hasta el objetivo y en el regreso. Los Mustang superaban a cualquier
caza alemán con motor de pistón y tenían la suficiente potencia de fuego como
para destruirlos. El número de Mustang aumentó sin cesar después de la Semana
Grande. Por parte alemana, los ataques de la "Semana Grande" demostraron
que el arma estrella anti-bombarderos de la Luftwaffe, el cazabombardero pesado
Me 410 Hornisse, era absolutamente vulnerable contra los nuevos cazas aliados.
El balance de la Semana Grande
fue de grandes pérdidas para ambas partes. Los aliados perdieron más de 378
bombarderos y el potencial operacional de sus unidades de combate aéreo se
redujo al 60%. La Fuerza de Defensa del Reich perdió 355 cazas y unos 100 pilotos
de élite. Pero la batalla de desgaste supuso que la Luftwaffe sólo pudiese ir a
peor al serle muy difícil recuperarse de sus pérdidas humanas.
La falta de pilotos hábiles,
ocasionada por una guerra en tres frentes, fue el factor que más erosionó la
capacidad de su aviación de combate. La Luftwaffe tuvo que abandonar su táctica
del "máximo esfuerzo defensivo" contra las misiones diurnas de
bombardeo aliado en favor de misiones de interceptación "disparar y
marchar".
Debido a la efectiva protección
que ofrecían los nuevos y versátiles cazas americanos, se introdujo un cambio
en la táctica: los cazas alemanes formaban ante los bombarderos aliados B17,
realizaban un frente único de paso en medio de la oleada, y desaparecían
rápidamente. Esto dejaba a los Mustang de escolta poco tiempo para reaccionar,
con el inconveniente de que unos pocos impactos alemanes en la zona de la
cabina del bombardero podían abatirlo en una sola pasada.
La "Semana Grande" también
reforzó la confianza de las tripulaciones de las fortalezas volantes
estadounidenses B17 y B29. Hasta ese momento los bombarderos aliados evitaban
el contacto con la Luftwaffe; sin embargo, la robustez de estos aparatos, unida
a la sensación de seguridad proporcionada por los Mustang de escolta, les dio
la capacidad de aguante y la de soportar impactos de importancia durante el
combate; sus cuatrimotores tenían además la increíble capacidad de regresar a
casa, con tres, dos y hasta un motor.
En definitiva, después de la
Semana Grande, la superioridad aérea pasó irrevocablemente al bando aliado. Sin
embargo, los daños causados a la industria armamentística alemana fueron muy
limitados: durante todo 1944, impulsada por el todopoderoso ministro nazi de
Armamento Albert Speer, las fábricas del Reich lograron mantener unos niveles
altos de producción, comparables a los de la industria estadounidense o
soviética.
Fuente: www.muyhistoria.es
AVIONES RUSOS - POLIKARPOV I-16

Cuando el prototipo de avión de combate (designado
TsKB-12 por la Oficina Central de Diseño) emergió de la Fábrica de Aviones del
Estado No. 39 una mañana de 1933, tenía una curiosa designación en su fuselaje:
las letras VT inscritas audazmente dentro de una estrella roja. La estrella
roja era, por supuesto, familiar como el símbolo de la Revolución bolchevique,
pero VT representaba a Vnutrennaya Tyur'ma o "prisión interna", que
indicaba que el caza había sido construido bajo circunstancias dudosas.
Ubicada cerca de Moscú, la fábrica estatal de
aviones No. 39 era en realidad una prisión soviética. El avión no solo fue el
producto del trabajo de convicto, sino más notable, los dos internos que lo
diseñaron se encontraban entre los ingenieros aeronáuticos más talentosos de la
nación. Uno fue Dmitri Grigorovich, creador de los barcos voladores que habían
servido a la Armada del Zar en la Primera Guerra Mundial. El otro fue Nikolai Polikarpov,
quien había sucedido a Igor Sikorsky en la supervisión de la producción de los
bombarderos Ilya Muromets en la Fábrica de Ferrocarriles Russo-Báltica.
Polikarpov había diseñado varias embarcaciones de gran éxito, entre ellas el
biplano Polivarpov Po-2 omnipresente. Pero en 1927, el dictador Joseph Stalin
exigió un caza de diseño ruso superior, construido por Rusia para la Fuerza
Aérea. Cuando pasaron dos años y ni Grigorovich ni Polikarpov habían producido
un luchador útil,
Trabajos de diseño en el I-16 Tipo 1, o Ishak (Little
Donkey) como se le dio el nombre, comenzó durante el verano de 1932 en el
Instituto Central Aero e Hidrodinámico. En esta coyuntura, Polikarpov estaba en
el tipo de situación que solo podía ocurrir en la Unión Soviética. Su carrera,
que había supuesto un rápido ascenso al puesto más alto de la OSS (el
departamento para la construcción de aviones terrestres experimentales), se
había desplomado repentinamente con motivo de su arresto durante la purga de
1929. Sin embargo, en lugar de un pelotón de fusilamiento o un gulag,
Polikarpov y su equipo de diseño fueron condenados a una "prisión
interna", para continuar su trabajo bajo la estrecha supervisión y el
escrutinio del estado. Evidentemente, sus fiscales lo juzgaron demasiado vital
para el futuro de la destreza militar soviética para infligir las penas
habituales de ejecución sumaria o muerte lenta en un campo de trabajo.
El primer vuelo del I-16 fue el 31 de diciembre de
1933, y estaba muy por delante de cualquier diseño de caza en ese momento.
Presentaba un tren de aterrizaje retráctil, un ala en voladizo, una cabina
cerrada y una hélice de paso variable. Mientras que el arriostramiento de
cables y los puntales fueron eliminados por otros países en etapas, los aviones
avanzados de este tipo se estaban desarrollando en Rusia desde 1932. Aunque no
se encontraba entre los aviones más recordados de la década de 1930, era una
máquina muy capaz y robusta. Destaca en los acontecimientos de la época.
La construcción consistió en un fuselaje monocasco
de madera rechoncho, circular o similar a un barril, con un dosel deslizante
delantero que incluía el parabrisas. Las alas estaban compuestas por dos
largueros de acero al cromo con costillas de duraluminio, y estaban cubiertas
de tela. La sección central del ala era una parte integral del fuselaje y
estaba provista de aletas divididas. El tren de aterrizaje se retrajo
manualmente, a través de un cable que el piloto arrastró a los pozos de las
ruedas ubicados en la sección central. En una emergencia, se proporcionó un
cortador de cables para que el piloto extienda el tren de aterrizaje.
Fue impulsado por un motor radial M-22 (Gnome Rhône
Júpiter construido por licencia) que desarrolló un modesto 450 hp (335 kW).
Estaba armado con dos nuevas ametralladoras ShKAS de 7,62 mm desarrolladas por
BM Shpitalny e IA Komaritsky, que ofrecían el doble de potencia de fuego que la
PV-1 estándar y se montaban fuera de los puntos de conexión del tren de
aterrizaje. También ofreció protección de blindaje para el piloto, que en ese
momento se consideraba un lujo.

El caza Polikarpov I-16 de diseño ruso tuvo mucho
éxito en España.
A pesar de tener poca potencia, el I-16 todavía
logró una increíble velocidad de 234 mph (376 km / h) y se puso de inmediato en
producción junto con el caza biplano Polikarpov I-15. El desarrollo
eventualmente llevó al I-180, que fue impulsado por un motor M-88 de doble fila
más poderoso de 1,100 hp (820 kW). El I-180 fue capaz de alcanzar una velocidad
máxima de 342 mph (550 km / h).
Primero entraron en combate en España en noviembre
de 1936 y, si no fuera por el estallido de la Guerra Civil Española, el I-16
podría haberse desvanecido en la oscuridad. Esta guerra atrajo el apoyo de todo
el mundo. Los nacionalistas, apoyados principalmente por las fuerzas alemanas e
italianas, fueron los mejores equipados. Gran Bretaña, Francia, los Estados
Unidos, los Países Bajos, Checoslovaquia y Turquía enviaron una variedad de
aviones a las fuerzas republicanas, directa o indirectamente. Pero, con mucho,
el principal partidario de los republicanos fue la Unión Soviética, que
suministró 1409 de los 1947 aviones aportados por otros países. De estos
aviones, 475 fueron Polikarpov I-16s.
En España, la I-16s (Tipo 6), la extraordinaria
maniobrabilidad, la potencia de fuego y la velocidad de ascenso, sorprendieron
al enemigo que llevó al apodo de la oposición Rata (Rata) y al nombre amistoso
Mosca (Mosca). Ahora equipado con un motor M-25A de 730 hp (545 kW), (el
equivalente soviético del ciclón Wright), fue el arma para aviones más poderosa
en servicio de primera línea con cualquier nación. Tenía una tasa de fuego muy
alta y era extremadamente confiable. En muchos casos, pilotados por pilotos
soviéticos, demostraron ser más que un rival para los combatientes alemanes
Heinkel He 51 y Arado Ar68, pero se encontraron con sus iguales en los biplanos
italianos CR32 y fueron superados por Messerschmitt Bf 109Bs. Desde marzo de
1937, todos los I-16 restantes se concentraron en el Grupo de combate 31, y
este fue, con mucho, el más exitoso de todas las unidades equipadas con equipos
soviéticos.
A partir de las lecciones aprendidas en España, el
I-16 Tipo 10 se desarrolló con dos ametralladoras ShKAS adicionales de 7,62 mm
instaladas en el fuselaje superior, sincronizadas para disparar a través de la
hélice. La potencia se incrementó con un motor M-25V mejorado de 750 hp (560
kW). Más tarde, los modelos Tipo 10 tuvieron una mejor vista de la pistola
reflectora del colimador tubular anterior. Las cabinas de los I-16 tendían a
atascarse, por lo que los pilotos generalmente volaban con la cabina abierta, y
los aviones Tipo 10 se construyeron con carlingas abiertas y parabrisas fijos.
El I-16 Tipo 10 llegó a España en 1937 y, en comparación con el Messerschmitt
Bf 109B, tenía una mejor velocidad de giro, una mejor velocidad de ascenso y
una mayor potencia de fuego. Esto hizo que el resultado de los encuentros entre
los dos aeroplanos dependiera en gran medida de la habilidad del piloto. El
Tipo 10 también introdujo el primer uso de cohetes RS 82 que se probaron por
primera vez en julio de 1937.
Los primeros entrenadores de dos asientos fueron
designados como UTI-4 o I-16 UTI. Fueron desarrollados en paralelo con el caza
tipo 10. Los primeros entrenadores se convirtieron en aviones tipo 4. Se les colocó
una segunda cabina en la parte delantera del tanque del fuselaje y el tren de
aterrizaje de los primeros modelos se bloqueó en la posición hacia abajo. Las
versiones posteriores fueron equipadas con tren de aterrizaje retráctil.

En la invasión soviética de Finlandia en 1939-40,
los I-16 capturados fueron pintados con marcas finlandesas.
Cuando los alemanes invadieron Rusia en junio de
1941, el I-16 seguía siendo el luchador más importante de Rusia y, a pesar de
ser obsoleto, más de la mitad de los 8644 construidos fueron lanzados en acción
hasta 1943. Uno de los usos más sorprendentes del I-16 fue la Taran o ataques
apisonando. Equipados con hélices revestidas de acero, a los pilotos se les
enseñó a golpear las superficies de la cola de los bombarderos alemanes.
Si los pilotos alemanes decidían superar la
maniobra del I-16 en las peleas de perros, que invariablemente perdían
velocidad, generalmente los sorprendían cuando el piloto ruso rápidamente
tomaba la delantera. Sin embargo, contra los ataques de escalada y buceo, el
I-16 estaba en problemas. Una vez que se introdujeron los modelos Messerschmitt
Bf 109E y F, no hubo competencia para los alemanes contra el I-16.
China compró los I-16 para luchar contra los
japoneses, sorprendiendo de nuevo al otro lado con un excelente rendimiento.
Los aviones soviéticos habían desempeñado un papel importante tanto en el
conflicto japonés como en el mongol, pero el I-16 finalmente fue superado por
el Mitsubishi A5M de engranaje fijo, que fue un antecesor directo del A6M Zero.
En 1938, las feroces batallas aéreas se ubicaron entre las batallas aéreas más
grandes que se hayan librado en ese momento. El 29 de abril, 67 combatientes de
Polikarpov lucharon contra 18 G3M escoltados por 27 A5M. Cada lado reclamó la
victoria, mientras que el lado chino reclamó 21 aviones japoneses derribados y
los japoneses reclamaron al menos 40 aviones chinos derribados.
Los soviéticos han sido durante mucho tiempo
acusados de ser copistas por el oeste. (Lo mismo se dijo de los japoneses
antes de la Segunda Guerra Mundial). En algunos casos, esto ha sido cierto,
pero en 1935, cuando el I-16 hizo su primer debut público en las celebraciones
del Primero de Mayo, Inglaterra aún tenía que ordenar el Gladiador Glouster.
Biplano en producción. En Alemania, el caza biplano Heinkel He 51 acababa de
ser entregado al Jagdgeschwader Richthofen. En Francia, los aviones de
engranaje fijo Dewoitine D.500 acababan de entrar en servicio con la Armée de
l'Air y el Curtiss Modelo 75, precursor del P-36 que aún no había realizado su
primer vuelo. El I-16 en realidad estaba experimentando vuelos de prueba antes
de que el primer Boeing P-26 fuera entregado. Lejos de ser una copia de un
diseño occidental, el I-16 fue en cambio la vanguardia de una revolución de la
aviación.

Polikarpov I-16 Tipo 24.
Si bien algunas fuentes afirman que el número total
de I-16 producidos fue de cerca de 18000 a 20000, la estimación actual es de 8644.
Es difícil obtener detalles precisos sobre muchos aviones soviéticos debido a
la naturaleza secreta de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, los
registros desplazados o destruidos durante la Segunda Guerra Mundial y la
cantidad limitada de documentos rusos que se han traducido al inglés.
La aventura final para el I-16 se produjo durante
la primera parte de la Segunda Guerra Mundial, pero para entonces estaban
eclipsados por tipos extranjeros más avanzados. Sufriendo la peor parte de la
invasión alemana, los restantes fueron reemplazados por luchadores más modernos
en 1942-1943.
Especificaciones técnicas
Dimensiones:
Envergadura: 9.18
m
Longitud: 6.13
m
Altura: 2.57 m
Pesos
Vacío: 1412 kg
Operacional: 1831
kg
Velocidad
Máxima: 463
km/h
Techo de servicio: 8998
m
Alcance: 805
km
Motor
Shvetsov M-62R radial de 9 cilindros y 1000 hp
(746 kW).
Armamento:
Dos ametralladoras Shkas de 7,62 mm con dos cañones
de 20 mm.
Fuente: http://www.aviation-history.com
LA CAZA AÉREA, INICIOS Y I GUERRA MUNDIAL
Por Carlos GÓMEZ-MIRA
A España también le cupo el honor de emplear los
aviones en la Guerra de Marruecos, en una de las primeras acciones de
bombardeo, en 1913. No había ni visores para lanzar las bombas ni nada
parecido. La misión de los aviones era vigilar al enemigo, y dejar caer sobre
él unas bombitas a mano como quien tira una piedra.
Ser aviador era algo singular y extraño. Había
pocos en el mundo, y los de ambos bandos, solían ser amigos de antes de la
guerra ya que habían coincidido en festivales y en presentaciones aéreas.
A ojos de un profano, la aviación de caza, puede
ser el último reducto caballeresco que ha quedado de las confrontaciones entre
los hombres. Se asemeja, en cierta forma a esos combates o justas que se hacían
entre los señores de los castillos en los cuales se luchaba como auténticos
gladiadores, pero con unas normas establecidas y una nobleza en los finales
respetando el honor del contrario.
Pero la realidad es bien distinta. En la lucha
aérea y como en todas las acciones de guerra, han sido los combates aéreos algo
sanguinario y duro, y no precisamente muy caballeresco.

Gráfico: Imperial War Museum
INICIOS
La guerra en el aire, descontando a los globos que
también tuvieron su importancia, se inició con los aviones en la guerra
italo-turca aproximadamente hacia 1912.

EMPIEZAN LOS COMBATES EN EL AIRE
En los inicios de la Primera Guerra Mundial, ambos
bandos seguían utilizando el avión como lo habían hecho los españoles o los
italianos antes de esta gran contienda. Los vuelos de observación eran más
productivos que el reconocimiento que se podía hacer con los globos e incluso
en las primeras fases de la guerra, cuando dos aviones enemigos se cruzaban en
el aire se saludaban caballerosamente, respetándose el uno al otro.

Hasta que un día, uno de los pilotos sacó de su
bolsillo una pistola, y se lío a tiros contra el contrario con la intención de
derribarlo. A partir de ahí se acabó la caballerosidad.
El problema era que los biplanos de entonces no
estaban preparados para la guerra en el aire. En un principio, los tiros eran a
golpe de escopeta, de pistola o incluso lanzándose ladrillos, pero los
diseñadores intentaron poner en los aviones ametralladoras que tirasen fuera
del arco de la hélice. Comenzaron situándolas por encima del plano superior, y
era realmente difícil apuntar con ella.
Un piloto francés llamado Rolland Garros, ideó un
sistema para tirar a través de la hélice bastante poco refinado. Simplemente,
recubrió las palas por donde iban a pasar las balas con placas de acero, y principalmente,
puso unos deflectores de manera que cuando una bala chocase con la hélice,
saliera desviada de lado, sin causar daño a esta. La puntería mejoró muchísimo
con este artilugio, y de hecho Garros consiguió abatir cuatro aviones enemigos
en combates aéreos.
Pero desgraciadamente, un día de abril de 1915, su
motor falló y tuvo que aterrizar pasadas las líneas enemigas. No le dio tiempo
a destruir su avión en tierra incendiándolo, pues fue hecho prisionero e
inmediatamente los enemigos se dieron cuenta del artilugio que llevaba en su
avión y que le daba tan buenos resultados en los combates aéreos.
Los restos de la máquina de Rolland Garros, se los
llevaron a Antony Fokker, que decidió mejorar el sistema y sincronizar las
ametralladoras con la hélice. De esta manera, ésta tenía más rendimiento al
quitar las placas blindadas y además mejoraba la cadencia de tiro, y la
puntería del piloto.
A partir de aquí empezó la auténtica aviación de
caza.

Detalle del sistema de Antony Fokker, mostrando el
engranaje Stangensteuerung conectado directamente al accionamiento de la bomba de
aceite en la parte trasera del motor.
LOS HÉROES DEL AIRE
Se trataba de derribar los aviones de bombardeo que
machacaban a las fuerzas terrestres y sobre todo a los aviones de observación,
que dirigían a la artillería, aumentando la exactitud de sus disparos. Pero
estas escuadrillas, iban protegidas por otros aviones. Cuando los enemigos
trataban de derribar a las máquinas de reconocimiento que ayudaban a los
artilleros en tierra a machacar las trincheras enemigas y a destruir sus
cañones, los aviones que los defendían y los que trataban de derribarlos, se
empezaban a enzarzar en luchas aéreas que acababan en lo que conocemos como los
combates en el aire.
Pronto empezaron a conocerse a pilotos que habían
vencido en estas “justas” aeronáuticas y que, habiendo derribado aviones
enemigos, salieron vencedores en la pelea.
La propaganda ensalzaba a esos guerreros
victoriosos para aumentar la moral de la gente, adjudicando a aquellos que
habían derribado o destruido más de 5 aviones el término de “as”.
Pero en un principio los alemanes nada más
reconocían a aquellos que habían podido derribar más de 10 aviones. Los
llamaban Überkanone, o gran pistola. Sus nombres aparecían en la prensa, y eran
agasajados como grandes gladiadores, invictos en esa lucha cuerpo a cuerpo
contra otro aviador.
¿Era esta una lucha noble y caballeresca? Pues
juzguemos por estas palabras de un antiguo cazador.
“De lo que se trata para tener éxito (en derribar
aviones) es sorprender al contrario sin que éste note nuestra presencia. Si hay
nubes y no podemos subir por encima del avión enemigo, lo que hay que intentar,
es volar aproximándonos por debajo y por detrás del otro avión, de manera que
éste no nos llegue a ver. Si está despejado hay que volar por encima y por
detrás, jugar con el sol, y cuando calculemos que lo tenemos totalmente en nuestra
espalda, deslizarnos hacia el avión enemigo que no nos podrá descubrir por
estar deslumbrado por la luz del astro rey.
Si nos aproximamos sin que noten nuestra presencia,
no abrir fuego hasta estar a unas decenas de metros, y disparar no al avión,
sino al piloto y a ser posible a su cabeza, para matarlo en el acto sin que
pueda defenderse…”
No parece muy edificante. Algo bastante distinto a
lo que se ve en las películas del oeste, o en las justas medievales, en donde
los hombres se miden de frente, con honestidad, no como lo que contaba este
viejo cazador, sorprender por la espalda y a hurtadillas, al contrario, sin
darle la más mínima oportunidad de defenderse.
LAS MÁQUINAS
A los diseñadores se les pidió entonces que
construyeran aviones con más potencia, más maniobreros y cada vez más rápidos.
El culmen de la técnica fue pasando de un bando a otro. En primer lugar, lo
tuvieron los alemanes con el Albatros. Los ingenieros ingleses a la vista de
que este avión era superior a los que tenían las fuerzas aliadas, llegaron,
después de sesudos estudios a construir el SE-5 y el Camel. La respuesta
alemana fue el Fokker DR-1 y principalmente el Fokker D-7, seguramente el mejor
avión de la contienda, pero llegó ya demasiado tarde, cuando le guerra ya se
decantaba en contra de los alemanes.

Gráfico:
The Barons Last Sunset by Steve Anderson (http://www.fokkerdr1.com)
Lo curioso es que Anthony Fokker, que aunque había
nacido en la isla de Java era holandés, construyó aviones para Alemania a
partir de 1910 (con poco más de 20 años de edad)… y un poco antes de la Gran
Guerra ofreció sus servicios a Gran Bretaña, siendo declinado su ofrecimiento,
¡tremendo error!
De las primeras máquinas aéreas al comienzo de la
guerra en julio de 1914, hasta que finalizó en noviembre de 1918, a las que
había al final de la contienda, el salto tecnológico fue abismal.
Hay que tener en cuenta que, al empezar el
conflicto, la aviación tenía tan solo diez años de historia, de hecho, los
generales de ambos bandos, apenas creían que esos artefactos que eran como
veletas, sirvieran para algo. Al principio había unas decenas de aparatos por
cada contendiente. Cuando acabó la guerra los aliados disponían de miles de
aviones.
Curiosamente, aunque la aerodinámica, los motores y
la potencia de estos y la maniobrabilidad mejoraron exponencialmente, el
armamento de los aviones de caza progresó muy poco. En general estaban
equipados con dos pequeñas ametralladoras de bajo calibre y con sistemas de
puntería muy básicos, no existían visores sofisticados y se apuntaba con todo
el avión a base de acercarse lo más posible al enemigo. Nadie pensó en poner
cañones y sistemas de mira más exactos para poder disparar a distancias
superiores.
LOS ASES
¿Por qué los pilotos de caza tuvieron ese aura de
guerreros medievales? ¿Conocemos los nombres de los valientes soldados que
fueran “especiales” en las trincheras? Pues no. La lucha aérea se idealizó en
la prensa por parte de ambos bandos. Parecía a ojos del público que un aviador,
que ya en esa época tenía la fama de ser una persona deportiva, moderna, y
audaz, ¡eso solo por montarse en un avión! para que decir si encima se
enzarzaba en duros combates en el aire, era un hombre pleno de valentía.
También algo que motivó al “publico” es que no
todos los pilotos provenían de la aristocracia y la nobleza o familias
pudientes, como Richthofen, o Guynemer. Otros como Mick Mannock, o Boelcke,
tenían una extracción humilde, y gracias a su valor destreza, y ¿por qué no?
suerte, se hicieron famosos. Es curioso que, al principio, el objetivo de los
pilotos de caza era tan solo impedir, fundamentalmente, que los aviones de
observación pudieran dar instrucciones a la artillería para mejorar sus
disparos contra el enemigo.

Edward
“Mick” Mannock 1917
Pero al final de la guerra, ya había auténticas
“justas” aéreas, en las cuales uno y otro piloto se buscaban en el aire para
desafiarse y entablar combate, sin el propósito de derribar los aviones de
reconocimiento, tan solo intervenían en esas luchas los aviones de caza de
ambos contendientes.
No hay que menospreciar en absoluto a estos pilotos
de un valor enorme. En primer lugar, los aviones eran muy poco fiables y la
instrucción pobrísima, lo cual hacía que la vida media de un piloto desde que
llegaba a un escuadrón, no solía sobrepasar un par de semanas. Si después de
este tiempo seguía vivo, la experiencia le ayudaba a continuar adelante.
Como hemos dicho el armamento era de muy bajo
calibre, y esas balas, del tamaño de las que dispara un mosquetón lo único que
hacían era agujerear la tela de la estructura del fuselaje, sin más daño, a no
ser que se le diera al cuerpo del piloto o a alguna parte sensible del avión
como el depósito de gasolina o el motor.
Por otra parte, los pilotos volaban sin paracaídas,
pues se consideraba un “deshonor” que alguien intentara escapar en el fragor de
la batalla. No se daban cuenta de que era mucho más fácil sustituir un avión
que un piloto.
Hablando con un amigo mío, antiguo piloto
republicano durante la guerra civil, él me contaba como en el “Chato” o en el
“Rata/Mosca” el armamento era de muy bajo calibre, 7.62, el mismo que el de un
fusil de infantería, pero los aviones eran mucho más veloces y acercarse al
enemigo a muy corta distancia era francamente difícil. También un cambio
drástico era que los pilotos tenían en el cockpit un blindaje que les protegía
de los disparos laterales o desde atrás.
Este amigo me decía que, en los combates durante la
Guerra Civil Española, lo normal era que, aunque pudieras mandarle buenas
andanadas de balas a tu enemigo, muchas veces lo único que hacías era agujerear
la chapa o la tela de la estructura del avión, pero no mucho más.

Portada de un libro de Osprey antiguo sobre la
guerra aérea. Polikarpov I-16 Mosca
Fuente: http://www.hispaviacion.es
EL ARTILLERO CUYA ORINA SALVÓ LA VIDA DE SUS COMPAÑEROS DURANTE UN COMBATE CONTRA CAZAS NAZIS
Cuando Maynard H. Smith se quedó sin extintores
para apagar el fuego que se había extendido en su avión, decidió orinar sobre
él para apagarlo

La Segunda Guerra Mundial está llena de historias
que, 70 años después de su finalización, nos siguen asombrando de forma
irremediable. Una de ellas es la de Maynard H. Smith, el artillero de un
bombardero estadounidense que, en 1942, salvó a sus compañeros cuando –en pleno
combate contra varios cazas nazis y tras quedarse sin extintores- logró apagar
un fuego que se había generado en su avión mediante su propia orina. A su vez,
su valentía le llevó a seguir disparando a los enfurecidos enemigos mientras trataba
por todos los medios de evitar que las llamas se extendiesen en el aeroplano.
Todo ello, mientras atendía a los miembros de la tripulación que habían sido
heridos de gravedad durante el ataque.
El camino de Smith en el ejército del Tío Sam
comenzó en 1942, año en que este estadounidense de Michigan se alistó en las
fuerzas aéreas tras completar una formación básica en la escuela de artillería
aérea. Por aquel entonces contaba 31 años, una edad algo elevada para la media
de los soldados de la época, pero eso no le impidió ser trasladado a Inglaterra
y entrar a formar parte del 423 Escuadrón de Bombardero. En esta unidad no
tardó en ganarse cierta fama de compañero “odioso”, aunque también valeroso y
decidido a hacer lo que fuera por expulsar a los alemanes de los cielos
aliados.
El 1 de mayo de 1943 le llegó su primera misión.
Como destacó el propio militar en los años posteriores, por entonces más de la
mitad de los soldados que volaban en un bombardero no regresaban a la base. Su
objetivo, así como el de otros tantos B-17 (llamados las “fortalezas volantes”
por su gran tamaño y su resistencia), era soltar miles de explosivos sobre la
base alemana ubicada en Saint-Nazaire (Francia). Una zona fuertemente defendida
por cañones antiaéreos nazis y que era conocida por su irreductibilidad. A
nuestro protagonista se le asignó el puesto en la cúpula que hacía las veces de
torreta inferior, equipada con una potente ametralladora destinada a derribar
pequeños cazas enemigos.
En principio, el B-17 de Smith no tuvo problemas
para llegar hasta la zona. Sin embargo, cuando los aeroplanos estaban
regresando a Gran Bretaña, la base de operaciones, comenzó el calvario. Y es
que, fueron avistados por los cazas de la “Luftwaffe”, los cuales se hicieron a
los cielos y no tardaron en dañar de forma severa el avión. “Fuimos alcanzados
por FW-190 y cañones de 88 milímetros. Uno de los tanques de combustibles se
rompió y vertió gasolina en el avión, que se incendió. Yo estaba en la torreta
y, aunque no entendía que sucedía exactamente, sabía que algo iba mal […].
Cuando abrí la escotilla […] vi que el avión estaba en llamas”, explicó el
propio militar en una entrevista al historiador Wayland Mayo.
La situación era dantesca. Y es que, mientras los
alemanes derribaban varios B-17 (unos 8 o 9, según el militar), los tripulantes
del B-17 de Smith luchaban por mantenerse en vuelo. Desesperado, nuestro
protagonista se puso la máscara de oxígeno e intentó apagar de forma rápida el
fuego que se extendía por una buena parte del aeroplano mediante extintores.
Según afirmó posteriormente, llegó a usar su orina para poder extinguirlo
completamente cuando se quedó sin agua. Mientras, atendió a los heridos y
disparó a los cazas nazis que, sucesivamente, hicieron pasadas con la intención
de derribarles.
“Mientras, el avión comenzaba a descender, fui a la
cabina para ver cómo estaban el piloto y el copiloto. Les hice unos torniquetes
para que pudiesen mantener el control del avión, añade el estadounidense. La
suerte y su pericia hicieron que, aunque tres de sus compañeros murieron por
arrojarse a las aguas desde el bombardero, otros seis se salvaran y pudieran
llegar hasta Gran Bretaña. Eso sí, el B-17 se hizo añicos una vez que aterrizó,
pues contaba con unos 3.500 impactos de bala en su fuselaje. Smith, por su
parte, recibió la Medalla de Honor del Congreso por su actuación.
Fuente: www.abc.es
30 de octubre de 2018
LA ESCUADRILLA AZUL – EL EJÉRCITO DEL AIRE ESPAÑOL EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Pilotos de la Escuadrilla Azul en el aeródromo de Bjelov, octubre de 1941
Se denomina Escuadrilla Azul al grupo de pilotos
voluntarios del Ejército del Aire Español que, durante la Segunda Guerra Mundial, combatieron al lado de la Luftwaffe de la Alemania Nazi en el Frente Ruso como
contrapartida a la ayuda de los alemanes con su Legión Cóndor, durante la
Guerra Civil Española, al denominado bando nacional.
COMIENZOS
Se ha dicho a menudo que la Guerra Civil fue el
prólogo de la Segunda Guerra Mundial; no es demasiado cierto si nos referimos
al significado histórico global de ambos conflictos. Pero sí que es muy cierto
que para los españoles que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, ésta era
una prolongación de los combates de la Guerra Civil, ya que la gran mayoría de
quienes participaron en ella la interpretaron en clave anticomunista (los
nacionales) o antifascista (los republicanos).
Nada hay de extraño en que los veteranos del bando
vencedor se unieran como voluntarios a las fuerzas armadas del país que había
sido uno de los grandes apoyos a su causa, el Tercer Reich, cuando este país se
lanzó a una campaña contra la Rusia soviética, ni que veteranos del bando
derrotado se integraran en las Fuerzas Armadas de la URSS y, aún en más
cantidad, en las organizaciones de resistencia anti-alemanas creadas por
distintos partidos comunistas en la Europa ocupada por los alemanes,
especialmente en Francia.

Me-109 perteneciente a la Escuadrilla Azul
Hasta aquí, la génesis y las motivaciones de las
que oficialmente se bautizaron como Escuadrillas Expedicionarias españolas no
difiere para nada de las que originaron la División Azul, pero en el caso del
componente aeronáutico hay que valorar también el gran interés que mostraba el
Ministerio del Aire, creado tras la victoria de Franco por recibir el apoyo
alemán para poner en pie, tanto el Ejército del Aire, como la industria
aeronáutica. El primer ministro del Aire, el falangista y germanófilo General
Yagüe, y su sucesor, el monárquico General Vigón, apostaron abiertamente por la
carta alemana.
Del Reich esperaban recibir repuestos para los
aviones germanos que había dejado en España la “Legión Cóndor”, aviones nuevos,
tecnología, patentes, asesoramiento etc. Pero, en una situación de guerra generalizada
como la que vivió Alemania a partir de septiembre de 1939 debiendo atender
tantos frentes bélicos, era impensable que la Luftwaffe prestara ningún tipo de
concurso sin recibir alguna compensación.
En mucha menor medida de lo que el Gobierno español
hubiera deseado, Alemania acabó vendiendo aparatos modernos, cazas Me-109,
bombarderos JU-88 y patentes del Me-109, del He-1 11 y el JU-52. En esta
decisión alemana concurrieron muchos factores, algunos de ellos muy
importantes. Pero también debieron pesar los lazos de la “Waffenbruderschaft”
(“hermandad de armas”), algo a lo que los alemanes daban mucho valor Esta
“hermandad de armas” se inició con la Legión Cóndor y se mantuvo con las
Escuadrillas Azules. Sin duda fue uno de los elementos que tuvieron su peso a
la hora de explicar las cesiones de aviones o tecnología aeronáutica por el
Reich.

Piloto de la Escuadrilla Azul posando con su Me-109
No puede ser casualidad que la firma de los
acuerdos más importantes, relativos a transferencias de tecnología aeronáutica
por parte alemana coincidiera con la presencia en el Reich de autoridades de la
Aviación española para presenciar la jura de bandera de una de las Escuadrillas
Expedicionarias españolas. En todo caso, para las autoridades aeronáuticas
militares españolas, la ocasión que ofrecía la campaña de Rusia era inmejorable
tanto para presionar a Berlín con el fin de obtener las ayudas que necesitaban como
para formar pilotos en las más modernas técnicas y tácticas, ya que la
Luftwaffe era una de las mejores, si no la mejor, de las Fuerzas Aéreas de los
países en liza, al menos a la altura del año 1941.
PRIMERA ESCUADRILLA AZUL

El Escuadrón Aéreo Expedicionario Español, fue otra
unidad que sirvió con honor, esta vez en las filas de la Luftwaffe. Fue el
Comandante Salas Larrazábal, mano derecha del mítico García Morato, el
designado por el Ministerio del Aire para mandar la 1ª Escuadrilla Azul de
Caza, que sale el día 25 de julio de 1941 por tren hacia Alemania, despedida
apoteósicamente en Madrid, con asistencia de personalidades y numeroso público.
En Alemania se le rinden honores militares, con
poca fortuna en su preparación pues la banda germana les dedica los compases...
¡del himno de Riego! Es adiestrada en la JadgFliegerSchüle de Werneuchen en
Berlín. La espera en la escuela de caza fue considerada como muy prolongada por
los pilotos voluntarios, que se sometieron de mala gana al curso de adaptación
a los nuevos aparatos y a los usos del ejército al que pertenecerían por unos
meses.
Fue su carácter de pilotos veteranos lo que les
hizo poco soportable el tener que pasar por dicho curso, más aún teniendo en
cuenta el papel destacado que habían desempeñado muchos de ellos en nuestra
Guerra Civil. Como prueba la anécdota del teniente mecánico Urtasun, agotando
hasta el último minuto el tiempo concedido para encontrar tres defectos en un
motor, enumeró al instructor alemán cinco defectos, con la apostilla final:
"los tres primeros eran los que yo tenía que ver y los otros dos son los
que no tenía que ver porque ustedes no sabían que existían".

Emblema de la 1ª escuadrilla
Al Frente
El 22 de agosto parece que, por fin, se dirigirán
al frente, aunque esto se retrasa y empiezan a recibir material de invierno el
5 de septiembre; hubo de aguardar hasta el día 26 del mismo mes, en el que al
fin parten hacia el aeródromo de Minsk con doce aviones ME-109E, vía Bialystock.
El escalón de tierra realizó en tren el traslado,
vía Sieldce, y salió cuatro días antes de Werneuchen, al mando del Capitán
Arístides García, la expedición aérea iba mandada por el jefe de la
escuadrilla, el Comandante Ángel Salas. A Minsk llegaron solo once aparatos,
pues una avería hizo regresar al Comandante Muñoz, designado para la jefatura
de la segunda escuadrilla y que insistió a agregarse a esta primera, alegando
las ventajas que le supondría la experiencia para cumplir mejor la futura misión
encomendada.
En Minsk deberían haber esperado ocho días, pero
una contraorden del día 30 les ordenó la urgente salida del aeródromo de
Moschna, donde llegaron al día siguiente siete de los aparatos a la vez que el
escalón de tierra arribaba a Minsk, donde encuentran los cuatro aparatos que no
pudieron partir por encontrarse en revisión.

Comandante Salas Larrazábal
La Escuadrilla actuó con el título de 15º Staffel
(Span), agregada al JG27 (JagdGeschwader nº27) del VIII FliegerKorps al mando
de Von Richthofen, encuadrado a su vez en la Luftflotte 2, del
Generalfeldmarschall Kesselring.
Formaban el Escalón de Vuelo además del Comandante
su segundo, el Comandante José Muñoz Jiménez, inventor de la "cadena"
que hoy usan todas las fuerzas aéreas del mundo en ataques al suelo; tres
capitanes y doce tenientes, todos ellos veteranos de la Guerra Civil; manda el
Escalón de Tierra el hermano del Comandante Salas, Ramón Salas. Si bien la
primera escuadrilla partió de España días después que la División Azul, entró
en combate dos semanas antes realizando principalmente labores de protección a
los bombarderos alemanes y de caza libre (en dos parejas -líder y punto-,
formación de invención alemana y hoy de aplicación en todo el mundo - llamadas
schwarm -) en las operaciones aéreas de apoyo al cerco de Vjasma, en soporte a
la acción de dos cuerpos del III Ejército Acorazado; cumpliendo el día 2 de
octubre un total de 8 servicios de guerra, con 23 salidas individuales.

Comandante José Muñoz Jiménez
El 3 de octubre ya cuentan con todos los cazas
operativos. En la tercera salida, tras un combate sin resultados contra 22
aparatos soviéticos tipos I-18 y DB-3, tras tomar tierra fuera del campo por
quedarse sin combustible, capota el avión del Teniente Alcocer, resultando
muerto en el acto. Fue su segundo servicio en Rusia, pero realizó 128 en la
Guerra Civil, con 5 victorias. Sus restos se trasladan al Cementerio de Héroes
de Werneuchen.
Tras 6 nuevas misiones cumplidas con éxito en su
segundo día, la Escuadrilla recibe la felicitación del Jefe de Grupo, el
Comandante Weiss. En el primer servicio del día 5 se consiguen dos victorias a
manos del Comandante Salas, al derribar un I-16 y un PE-2; al final del día, el
General Von Richthofen (que mandó la Legión Cóndor en España), condecora al
comandante español con la Cruz de Hierro de 2ª Clase; durante el día se ataca
al suelo y se persigue un "Douglas" americano sin resultados (la
ayuda norteamericana empieza a hacerse patente).
Dos días más están los españoles en Moschna, pero
el día 7 son trasladados al aeródromo de Byelov; en estos días se realizan un
total de 42 salidas individuales (123 totales desde Moschna) y el Comandante
Salas derriba su tercer rival, un I-18. En Byelov sólo se permanece durante
cuatro días, no operando el día 8 por mal tiempo (la primera nevada); aun así,
realizan 62 servicios y se incorporan el Comandante Muñoz y el Teniente
Bartolomé.

Focke-Wulf Fw 190 e la Escuadrilla Azul
El 12 de octubre se trasladan a Konaja desde donde
actúan los días 13 al 16, sin contar el 15 por mal tiempo y vivaqueando en tiendas
de campaña pese a las nevadas; pero sonríe la suerte a la Escuadrilla y el 13,
en servicio de Salas, Muñoz, Bayo e Ibarreche, éste último incendia y derriba
un biplano sobre Kalinin, y Bayo persigue tres I-18 hasta conseguir que uno se
estrelle. El 14 Salas, Bayo, Lacourt y Busquets en un servicio de caza libre
sobre Kalinin persiguen y derriban 3 "Douglas", dos por Salas y uno
por Bayo, cuyo impetuoso ataque ocasiona una colisión con el aparato de Salas,
destrozándole parte del timón. Ese mismo día, el Mariscal Kesselring llega a la
base para felicitar a la Escuadrilla.
Kalinin
El aeródromo de Kalinin estaba situado en plena
vanguardia del avance alemán sobre Moscú; el rápido avance germano provocó el
distanciamiento de la vanguardia del grueso de sus fuerzas, lo que tenía que
ser suplido por apoyo aéreo constante, bajo el continuo acoso y hostigamiento
de los cazas y de las defensas artilleras rusas, lo que obligó a los españoles
a permanecer en constante alerta. Los primeros días llegan a la nevada pista de
Kalinin, los aparatos de Salas, Muñoz, Arístides, Bayo, Ibarreche, Lacourt y
Cesteros; más tarde llegaron Carracido y Busquets y entrado el mes Mendoza,
Ruibal y Kindelán.
Esta llegada escalonada de los aparatos complica la
operatividad española, máxime teniendo el escalón de tierra bloqueado en Cholm.
El 17 de octubre es derribado un DB-3 por Bayo en labores defensivas. El 19,
Weiss dicta órdenes de alerta máxima a los aparatos, debiendo quedar el
personal de tierra comprometido en la defensa de las pistas cuando los aviones
estén en operación "...yo espero que bajo cualquier sacrificio mantengamos
la parte sur del campo" termina diciendo la orden. Se encarga a la
Escuadrilla proteger el repliegue de los Stukas.
El 21 son averiados dos aparatos españoles en un
ataque ruso a la base; el 22 llegan refuerzos con munición y combustibles y se
obliga a los rusos a retirarse del campo oeste, pasando la aviación española al
contraataque, localizados algunos aparatos I-18 en el aeródromo de Klin, se
ametralla el campo en dos servicios realizados por Salas, Muñoz y Bayo
acompañados de mañana por Ibarreche, Lacourt, Cesteros y Carracido,
consiguiendo abatir tres aparatos en el suelo y en la tarde por Busquets y
Arístides, no pudiendo sorprender a los rusos esta vez.

Miembros de la 1ª Escuadrilla Expedicionaria. El
primero por la derecha es Otto Weiss Comandante Jefe del II grupo de asalto
El 27 Salas derriba un DB-3 sobre el campo ruso y
al volver ametrallan un tren ruso al que obligan a detenerse. Dos misiones de
ataque al suelo contra el fuego de batería ruso sobre Kalinin son encomendadas
"expresamente" por Richtofen a los "veteranos españoles".
El día 31, ya trasladada a Staritza, Von Richtofen
impone al Comandante Salas, la Cruz de Hierro de 1ª Clase, y el 1 de noviembre
llega la felicitación de Kesselring. La pausa del mes de noviembre El frío se
acentúa y para cada misión se pica el hielo de las alas, trasladándose el día 6
al aeródromo de Rusia sólo seis de los nueve aparatos ME-109 E desplazándose
los pilotos restantes en JU-52.
Por una intensa nevada no puede reanudarse la
actividad hasta el 12 de noviembre, aprovechándose ese momento para reemprender
la ofensiva hasta el 18, en que por causa de la niebla se detienen las
operaciones hasta el 25, en que se reanudan los vuelos en último y desesperado
intento de alcanzar Moscú.
El 13 protegen la autopista y atacan los aeródromos
de Nekoliskoje y Jubiskoje ya a 22ºC bajo cero. El día 14, Salas, Muñoz y
Lacour escoltan unos ME-110 en su ataque al aeródromo de Rubinza, sobrevolando
por primera y única vez y bajo fuerte fuego antiaéreo, el cielo de Moscú. Ese
mismo día se incorpora por fin el Escalón de tierra desde Cholm, donde quedó
inmovilizado por el barro.
Los días 15 y 17 se apoya el intento de ruptura del
frente hacia Klin y el mismo 17 se celebra la imposición de la Cruz de Hierro
de 2ª Clase a Muñoz, Ibarreche y Lacour, con la presencia de Von Richtofen y la
ausencia de Bayo y Busquets que han partido a Varsovia en avión de transporte a
recoger dos ME-109; aquí consiguió Salas su 7ª victoria certificada al derribar
un biplano.
Orden de Asalto a Moscú
El 25 se reanudan los movimientos de tropas en el
que sería el último empujón del Reich hacia Moscú. Los pilotos españoles operan
sobre los lagos de Istra, donde intentan abrirse paso los XL y XLVI Cuerpos de
Ejército Acorazados hacia el cinturón exterior de la capital roja.
El 27 es un día negro para los españoles que
pierden al Comandante Muñoz mientras apoyaba un bombardeo; cae su avión en
llamas alcanzado por intenso fuego antiaéreo y salta el piloto en paracaídas
que no se abre hasta muy cerca del suelo, desconociéndose todavía hoy si
pereció en la caída o fue capturado aun herido grave por los rusos. Era el
designado para comandar la 2ª Escuadrilla e íntimo amigo del Comandante Salas.
Cayó también el Capitán Arístides García López, en circunstancias desconocidas
en misión de ataque al suelo, al no apercibirse su compañero de vuelo sino por
la falta de comunicación por radio.

Capitán Arístides García López
El 28 se traslada la Escuadrilla al magnífico
aeródromo de Klin, tomado sólo cinco días antes por el impetuoso avance alemán,
contando allí con ocho pilotos disponibles, con un aparato cada uno, más el que
dos días después traerá Bartolomé.
En un combate aéreo que tiene lugar el día 4 de diciembre,
se da a Salas por desaparecido, pues tomó tierra entre líneas y no es rescatado
hasta el día siguiente, y ese mismo día, en la última misión, se lanza
Bartolomé en paracaídas por razones desconocidas, siendo hecho prisionero por
los rusos que iniciaban sus contraataques. El día 5 empeora la meteorología
definitivamente, alcanzándose los 35º bajo cero, e impidiendo arrancar los
motores de los aparatos que, indefensos en tierra, soportan el ataque de los
rusos.
En la misa celebrada el domingo día 7 se hiela el
vino en el cáliz y tiene que licuarse al fuego de las velas... Las tropas
españolas celebran el día de su Patrona, la Virgen de Loreto, combatiendo pie a
tierra con todos sus efectivos, incluidos los oficiales, empeñados todos en la
defensa del campo que los rusos atacan en ardoroso y efectivo contraataque a
las líneas alemanas más avanzadas, aprovechando el frío reinante. Lo más
indispensable se traslada en camiones hacia Vysokovski y Volokolamsk. Cuando
tras varios días de tentativas, despegan algunos aparatos, sólo dos pueden
proseguir el vuelo, el de Ibarreche que aterriza en Spaskoje fuera del campo y
el de Mendoza que llega a Scitraschna y luego a Rusa.
En acción de ayuda, el Cabo Robustiano se gana la
EK de 2ª Clase. El 11 de diciembre ocupan las tropas rusas los hangares del
campo, donde son detenidos en su avance por Bayo, Allende y Kindelán que
comandan las tropas que les cierran el paso; al día siguiente se da la orden de
retirada a Rusia, donde se reagrupan en dos días llegando el Teniente Salas muy
enfermo de pulmonía, teniendo que ser hospitalizado; de allí pasan a Duguino.
Retroceso Alemán y Regreso de la 1ª Escuadrilla
Aquí en Duguino coinciden en unos días de
tranquilidad con la Escuadrilla de Stukas del conocido as alemán Hans Heinrich
Rüdel, hasta principios de enero en que los rusos alcanzan Surash, a 30 km del
aeródromo. El 6 de enero se recibe por teléfono la orden de repatriación,
trasladándose a Vitebsk, donde el 11 se recibe la visita del General der
Flieger Wilfred Von Richthofen que impone al Comandante Salas la Cruz de Oro
Alemana y despide a la Escuadrilla... En resumen, se efectuaron 460 servicios
de guerra, siendo sus pilotos más activos Salas e Ibarreche, con 70 y 50
servicios respectivamente.
El 12 inicia la Escuadrilla su regreso a Alemania
llegando el 17 a Werneuchen y el 28 por tren a la frontera española. Fue
recibida calurosamente el primero de marzo en la Estación del Norte de Madrid
por una gran multitud encabezada por tres ministros y el Jefe de EM del Aire.
Componentes de la 1ª Escuadrilla
Comandante Ángel Salas Larrazábal
Comandante José Muñoz Jiménez
Capitán Arístides García López
Capitán Javier Allende Isasi
Capitán Carlos Bayo Alessandri
Teniente Alfonso Rubial Sabio
Teniente Luis Alcocer Moreno-Abella
Teniente Esteban Ibarreche Arriaga
Teniente Ángel Mendoza Catraín
Teniente José Lacourt Macia
Teniente Emilio O’Connor Valdivieso
Teniente Ricardo Bartolomé Clavería
Teniente Javier Busquets Sindreu
Teniente Manuel Kindelán Núñez
Teniente Abundio Cesteros García
Teniente Alfonso García-Rodríguez
Teniente Demetrio Zorita Alonso
Derribos
Comandante Salas (6 + 2 en tierra)
Capitán (pr) Bayo (3 + 1 en tierra)
Teniente Ibarreche 1
Teniente Zorita 1
Fallecidos
Comandante José Muñoz Jiménez - KIA (2 de
noviembre)
Capitán Arístides García López - MIA (27 de
noviembre)
Teniente Luis Alcocer Moreno-Abella - KIA (2 de
septiembre)
Teniente Alfonso Rubial Sabio - KIA (4 de
noviembre)
Teniente Ricardo Bartolomé Clavería - MIA (4 de
diciembre)
Teniente Abundio Cesteros García - WIA (25 de
octubre)
SEGUNDA ESCUADRILLA AZUL

Miembros de la División Azul el acto del juramento
de fidelidad a Hitler
La 2ª Escuadrilla se constituyó en Morón el 6 de
febrero de 1942, completando su instrucción en La Tablada. Iba a su frente como
Inspector Jefe, el Comandante Julio Salvador, siendo jefe de Escuadrilla el
Capitán Noriega Labat y de las patrullas, los Capitanes Bengoechea, Serra y
Frutos. A finales de febrero se trasladan a Madrid, cruzan los Pirineos el 2 de
marzo y dos días después se incorporan a la JadgFliegerSchule de Werneuchen,
donde permanecerán aún más tiempo que sus predecesores.
Orel
La Escuadrilla Española, es destinada al aeródromo
de Orel y sigue denominándose "15 Spanische Staffel" 15º Staffel
(Span) y está encuadrada esta vez en el JagdGeschwader 51 "Mölders"
perteneciente al VIII FliegerKorps, encuadrado a su vez en la LuftFlotte 4
comandada por el Generaloberst Alois Löhr. Llega allí el 8 de junio, poco antes
del comienzo de la ofensiva alemana de verano. Quedaban tan sólo en Rusia
cuatro Escuadras (54 en el Norte; 51 en el Centro y en el Sur las 3 y 52)
compuestas cada una por cuatro grupos de tres escuadrillas cada una y una
escuadrilla de Plana Mayor, dependiente del Comodoro de la Escuadra y usada
para reforzar los efectivos del sector más comprometido.
Para la defensa contra incursiones enemigas, cada
Escuadra disponía de enlace telefónico secreto con la "red Freya" y
puestos de observación propios organizados en Rgtos de tres Bon´s que se
desplegaban en la línea de combate; cada Escuadra. contaba con un transceptor
de fonía, en comunicación constante con la Escuadra, así como con los aviones
en vuelo. A la 2ª Escuadrilla Española se le asignan aparatos ME-109F cuando
los alemanes pilotaban ya los nuevos FW-190. Al comenzar el mes de julio los
rusos empiezan a bombardear intensamente Orel, saliéndoles al encuentro los
pilotos españoles y cayendo abatido en los primeros combates el Capitán Noriega
que, alcanzado, no puede abandonar el aparato. Es enterrado el día 3.

Comandante Julio Salvador Benjumea
Como contrapartida el Capitán Frutos derriba un
LAGG-3 confirmado y el Teniente Escudé otro probable, recibiendo por ello el
Capitán español la Cruz de Hierro de 2ª Clase de manos del General Ritter Von
Greim. Dos días más tarde se producen varios combates y la Escuadrilla. abate
tres aviones seguros y uno probable: El Teniente Garret derriba un LAGG-3 al
enfrentarse a diez aparatos enemigos en compañía de Urquiola; el Capitán
Bengoechea, que asume el mando de la Escuadrilla, derriba un DB-3 y el Teniente
Barañano le da a un PE-2 que cae incendiado y en este movidísimo día, el Teniente
Escudé se apunta un PE-2 probable, siendo alcanzado después y recogido tras
lanzarse en paracaídas en terreno propio por el propio Comandante Salvador.
El 18 de julio se supera la brillante actuación del
día 5: En salida de escolta a un FW-189, los Capitanes Bengoechea y Arango y
los Tenientes Arraiza y Navarro se enfrentan a cinco aparatos enemigos,
logrando un derribo cada uno, pero siendo reconocidos solamente los de Arango y
Arraiza.
El balance del primer mes de combate es alentador.
El día 7 el Alférez Navarro choca con su pareja en una misión de escolta y
muere en la colisión. En este mes de agosto los Tenientes Bengoechea y Escudé
derriban dos IL-2 seguros y la Escuadra se apunta un DB-3 y un LAGG-3 probables
a cargo de los Tenientes Frutos y Bengoechea otra vez. En la persecución a un
IL-2 es alcanzado el Teniente Barañano por la antiaérea enemiga en el plano
izquierdo y regresa con dificultad a la base, donde anteriormente también hubo
de realizar un aterrizaje forzoso por falta de combustible. Se espacian los
combates y en septiembre sólo se consiguen dos nuevas victorias, derribando un
PE-2 el Teniente Frutos el día 9 y el Teniente Barañano un IL-2 el 13.

Capitán Arístides García López
El 29 de octubre el Teniente Bengoechea derriba un
LAGG-3 y el Capitán Serra un LAGG-3 y probablemente otro, no confirmado. El 11
de noviembre consiguió su último derribo la 2ª Escuadrilla: un PE-2 logrado por
el Teniente Medrano y en este mes se produjo el segundo relevo de expedicionarios
españoles que, para evitar el bache originado en la anterior sustitución, se
organizó de la siguiente forma: Constituida la 3ª Escuadrilla en Morón el
primero de septiembre, sale el día 15 hacia Alemania un primer contingente
formado por 2 suboficiales, 6 cabos y 9 soldados al mando del Teniente Larraz,
que permanecen el Werneuchen un mes, incorporándose el 31 de octubre a Orel;
las patrullas de los Capitanes Asensi y Alós y el Comandante Ferrándiz, cruzan
la frontera a mediados de octubre y pasan a concentrarse al aeródromo francés
de D. Jean d´Angeli, mientras el resto de la 3ª, mandada por el Capitán García
Menéndez continua algún tiempo más en España.
Relevo en Orel
El último día de noviembre el Comandante Salvador
transmite el mando al Comandante Ferrándiz y se decide que continúen agregados
a la 3ª Escuadrilla los Tenientes Beriain, Barañano, Bengoa, Garret, Urquiola,
Martínez Pérez-Galdós, componentes todos de la Tercera Patrulla; el resto de
los pilotos regresan definitivamente a España.
Componentes de la 2ª Escuadrilla
Comandante Julio Salvador Díaz-Benjumea
Capitán Antonio Noriega Labat
Capitán Manuel Bengoechea
Capitán Carlos Serra
Capitán Juan Frutos Rubio
Teniente Emilio Barañano Martínez
Teniente José Mª Ripollés Aznares
Teniente Federico Garret Rueda
Teniente Ramón Escudé Gisbert
Teniente Andrés Robles Cebrián
Teniente Antonio Urquiola Antúnez
Teniente José Arango López
Teniente Javier Arraiza Goñi
Teniente J. Mª Martínez Pérez Galdós
Teniente Luis Medrano de Pedro
Alférez Antonio Navarro Pérez
Alférez Fernando Bengoa
Alférez Ramón González
Alférez Francisco Javier Beriain
Derribos de la 2ª Escuadrilla
Capitán Bengoechea 3
Capitán Frutos 2
Capitán Serra 1
Teniente Barañano 2
Teniente Garret 1
Teniente Arango 1
Teniente Arraiga 1
Teniente Escudé 1
Teniente Medrano 1
Fallecidos de la 2ª Escuadrilla
Capitán Antonio Noriega Labat - KIA (3 de julio)
Alférez Antonio Navarro Pérez - KIA (7 de agosto)
TERCERA ESCUADRILLA AZUL

El equipo de tierra moviendo un Fw 190 de la
Escuadrilla Azul
Al mando del veterano Comandante Ferrándiz
Arjonilla llega esta unidad el 30 de noviembre de 1942 al aeródromo de Orel con
los mismos aparatos ME 109F sigue denominándose "15 Spanische
Staffel" [15º Staffel (Span)] y está encuadrada también en el
JadGeschwader 51 "Mölders".
Con mal pie inicia esta 3ª Escuadrilla su andadura
en los cielos de Rusia, pues en uno de sus primeros servicios, el 1 de
diciembre, el Teniente Asensi se ve obligado a tomar tierra por avería de motor
en territorio enemigo y allí permanecerá hasta 1953, prisionero.
El 27 del mismo mes, el Teniente Lacruz logra
"el primero" en la cuenta de la 3ª Escuadrilla un IL-2, mientras su
compañero, el Teniente Barañano consigue otro probable y debe aterrizar
forzosamente en terreno propio por una fuga de aceite. El Alférez Benga se
apunta ese mismo día un PE-2.
El 12 capota el Teniente Lacruz en una salida por
alarma, resultando herido y causando baja por todo el resto de su estancia en
Rusia. El frío invierno no es tan crudo como el pasado año, pero se dan
temperaturas "normales" para la tierra rusa, alcanzando 20 y 30
grados bajo cero.

Un miembro de tierra ayuda al encendido de un
Messerschmitt Bf 109
Se reciben con alborozo los "macutazos"
que se refieren a la "muy próxima" entrega de los flamantes FW-190
que aumentarán la operatividad española y "jorobarán" a los mecánicos
del escalón de tierra, ya familiarizados con el ME-109 y su mecánica. El 27 de
enero, en plena ebullición de los combates, se obtiene la mayor victoria hasta
entonces: los Tenientes Barañano, Martínez Vara de Rey derriban dos PE-2 cada
uno; Beriain dos LAGG-3 y uno más a cuenta de Hevía; siete victorias en un solo
día.
Tres días después el Teniente Gavilán derriba un
I-153. Duros días los de febrero para los camaradas de la División, que se
enfrentan al ataque ruso de Krasni Bor. A finales de ese mes; en tres días, del
22 al 24 se apuntan 11 victorias: 5 IL-2 para los Tenientes Pérez Muñoz, Hevía,
Gavilán, Vara de Rey y Luca de Tena; 2 PE-2 para el Comandante Ferrándiz y el
Teniente Azqueta y 3 LAGG-3 entre los Tenientes Gavilán (dos) y Aldecoa y un
LAGG-5 para el Teniente Azqueta (con ayuda de Aldecoa), la mayoría bombarderos,
lo que refleja la tendencia defensiva general en el frente del este.

Tablero con las anotaciones de la situación de sus
aviones
Del 7 al 10 de marzo logra la Escuadrilla otras
siete nuevas victorias en combate aéreo: cinco cazas (dos LAGG-5, dos YAK-1, y
un LAGG-3) y dos IL-2 a cargo de Ferrándiz, Gavilán y Alós con dos derribos
cada uno y el otro adjudicado a Calleja. El 13 y el 19 del mismo mes se
redondea el éxito con tres LAGG-3 a cargo de Hevía, Roselló y Pérez Muñoz, que
se apunta también otro aparato no identificado. Pero este mes también sufrieron
bajas. En un bombardeo al aeródromo cae el soldado Narciso García y el 11, en
lucha contra numerosa caza enemiga, el Capitán Antonio García Menéndez; recién
llegado al frente con la Tercera Patrulla de la 3ª Escuadrilla (con Ozores,
Meneses, Guibert, Aldecoa y Pérez González) que permitió volver a la Patria a
los agregados de la 2ª Escuadrilla.
Llegan los nuevos FW-190
Ya en abril se suman dos nuevos derribos, ambos a
la cuenta de Hevía: un YAK-1 y un PE-2, si bien el último se contabiliza al
jefe de la patrulla (un brigada alemán). Se suceden los ataques diurnos y nocturnos
al aeródromo y en uno de ellos, aprovechando la salida al frente de los cazas,
llegan ocho IL-2, diecisiete PE-2, quince LAGG-3 y doce cazas de tipo
desconocido, saliendo una única pareja en la alarma, que provoca la retirada
del enemigo.
A finales de abril se produce el cambio de los
ME-109 por los más modernos FW-190. Si con los Messerschmitt se han conseguido
33 derribos en cinco meses, con los Focke Wulf se abatirán 29 enemigos en sólo
dos meses, ¡únicamente con seis días de combates! Con el cambio, Hevía y
Gavilán conservan su eficacia, Alós su regularidad y ganan dianas Azqueta y
Meneses.
El 8 de junio se supera la marca del 27 de enero,
consiguiendo los pilotos españoles la cifra de 10 victorias, la mayor parte de
ellas sobre el aeródromo de Sechtschinskaja; falleciendo en combate el Teniente
Pérez González; y dos días después, en otro gran día para las alas de España,
se contabilizan 9 seguros y uno probable, resultado de un ataque enemigo con 60
aparatos y del sonido a tiempo de la alarma. Los primeros de mayo se habían
abatido dos LAGG-3, uno sobre el aeródromo y otro en el frente, y el 5 es
alcanzado el Teniente Roselló que, lanzándose en paracaídas, muere en la caída
al rasgarse este.

El Oberstleutnant Werner Molders, a quien vemos
junto al Comandante Muñoz
El 6 de mayo se repitió la actividad abrumadora de
ataques enemigos, pese a los malos resultados obtenidos, sobre el inmenso
aeródromo de Sechtschinskaja, centro de resistencia de todo el sector aéreo
alemán...esto facilitó la labor de los cazas del Eje, publicándose una
"Orden del Día del Cuartel General" del JagdGeschwader 51
"Mölders" con la notificación de 4.394 aparatos rusos abatidos. El 4
de junio, el Teniente Meneses, "tocando" un LAGG-5 consigue el último
derribo oficial de la 3ª Escuadrilla. El 23 de junio se incorporaba la Primera
Patrulla de la 4ª Escuadrilla, iniciando el regreso escalonado a España los
aviadores de la tercera expedición, seguidos el 28 por el escalón de tierra.
Componentes de la 3ª Escuadrilla
Comandante Carlos Ferrándiz Arjonilla
Capitán Andrés Asensi Álvarez-Arenas
Capitán Antonio Alós Herrero
Capitán J. A García Menéndez-Conde
Teniente J. R Gavilán Ponce de León
Teniente Gonzalo Hevía Álvarez-Quiñonez
Teniente Ruy Ozores Ochoa
Teniente Rafael Calleja Glez-Camino
Teniente Ramón Luca de Tena y Laso
Teniente Bernardo Meneses Orozco
Teniente Narciso García
Teniente Luis Azqueta Brunet
Teniente Alejandro Pérez González
Teniente Julio Pérez Muñoz
Teniente Carmelo Lacruz Cuervo
Teniente Juan Roselló Simonet
Teniente Miguel Martínez Vara de Rey
Alférez Vicente Aldecoa Lacanda
Alférez Carlos Teixidor Rodríguez
Alférez Javier Mª Guibert Amor
Derribos de la 3ª Escuadrilla
Comandante Ferrándiz 3
Capitán Alós 5
Teniente Hevía 11
Teniente Gavilán 9
Teniente Azqueta 6
Teniente Meneses 4
Teniente Luca de Tena 1
Teniente Callejas 3
Teniente Vara de Rey 4
Teniente Pérez Muñoz 4
Teniente Lacruz 1
Alférez Aldecoa 1
Teniente Roselló 1
Teniente Pérez González 1
Alférez Roselló 1
Alférez Teixidor 1
Alférez Guibert 1
Colectivo 1
Teniente Beriaín (2ª Escuadrilla) 2
Teniente Barañamo (2ª Escuadrilla) 2
Teniente Bengoa (2ª Escuadrilla) 1
Fallecidos de la 3ª Escuadrilla
Capitán J. Antonio García Menéndez-Conde - KIA (21
de marzo)
Capitán Asensi Álvarez- Arenas - MIA (diciembre)
Teniente Carmelo Lacruz Cuervo - WIA (12 de enero)
Teniente Narciso García - KIA (21 de marzo)
Teniente Alejandro Pérez González - KIA (8 de
junio)
Teniente Juan Roselló Simonet - KIA (7 de agosto)
Soldado Primitivo Jiménez - KIA (7 de agosto)
CUARTA ESCUADRILLA AZUL
Desde el 2 de abril se había estado preparando esta
Escuadrilla en el aeródromo de Alcalá de Henares con asesoramiento de oficiales
pertenecientes a expediciones anteriores. La patrulla de Galarza salió de
España poco después de la capitulación de los italo-alemanes en Túnez. Llegó el
18 de mayo al aeródromo de Colomier (Francia) donde permaneció hasta el seis de
junio, fecha en que se encaminó a Berlín. El 15 de junio a bordo de un JU-52,
parten hacia Sechtschinskaja y el mismo día sale de Alcalá de Henares la
segunda patrulla, con el Comandante Cuadra y la Plana Mayor, quedando en España
sólo la tercera patrulla, en espera de incorporarse. Quedan agregados de la 3ª
Escuadrilla Ozores, Meneses, Guiber y Aldecoa; estos cuatro veteranos serán los
más destacados en los primeros momentos.
Llegada al frente: Operación Zitadelle
Continúa el [15º Staffel (Span)] encuadrado en el
JG51 del mayor Werner Mölders (JadgGeschwader nº51 "Mölders")
perteneciente al VIII FliegerKorps traspasado a la recién creada LuftFlotte 6
que estaba comandada por el General der Flieger Ritter von Greim. El número
teórico de aviones que representaba esta Flota, no se correspondía con la
realidad. Durante la Batalla de Orel, el Comandante Cuadra tuvo que ir un día a
la Plana Mayor de la Escuadra. con la amarga noticia de que sólo disponía de
cinco aviones en vuelo, y allí escuchó con sorpresa: "...pues al menos ya
tenemos cinco...".
La 4ª Escuadrilla dispuso de una media del 58,6 %
de aviones operativos, lo que supuso en estas jornadas un lugar destacado en la
Escuadra. Debido a las continuas misiones, los servicios de caza libre se
hacían exclusivamente por parejas, para poder atender el mayor número posible
de ellas; se operaba desde Jarzewo hasta Kursk, con cientos de kilómetros de
distancia, por lo que fue necesario destacar ocho aparatos a Brjansk entre el
12 y el 21 de julio, y luego otros tantos a Vitebsk y Jarzewo.
Los españoles usaban la versión A-3 del FW-190,
disponiendo los aviadores alemanes de la más moderna versión A-4, mejor
artillada. Este avión resultó magnífico, pero perdía gran parte de sus
cualidades por encima de los 7.000 mts de altitud, circunstancia ya conocida
por los rusos, por lo que fue sustituido por el ME-109 G, cuyo ritmo de
fabricación se había acelerado; el FW-190 se reveló, sin embargo, muy adecuado
como avión de ataque al suelo, misión en la que se mostró eficientísimo. Las
extraordinarias cualidades del ME-109 G a gran altura, se debían en parte
importante al excelente motor Daimler-Benz DB-605.

Al segundo día de comenzar su actuación la 4ª
Escuadrilla sufrió su primer contragolpe, siguiendo la tradición de empezar las
acciones de guerra con mal pie, al resultar gravemente herido en accidente el
Teniente Lacalle, que tomó tierra en Brjansk por parada de motor el 6 de julio.
La primera victoria la logra el Alférez Mateos al día siguiente, en pareja con
el Teniente Lucas, al derribar un LAGG-5 en combate contra nueve aviones
contrarios. Este modelo y el LAGG-3 eran los más frecuentes en esta época en el
bando ruso para las misiones de protección directa, mientras en caza libre
predominaban los YAK-9.
El día 11, fecha en la que el Comandante Ferrándiz
emprende el regreso, consigue el Cuerpo de Ejército Acorazado Alemán vencer la
resistencia rusa en Kursk y penetrar en cuña hasta Oboian, pero los ataques de
la reserva rusa, al mando de Rotmistrov llegan antes que los del refuerzo
alemán al mando de Kempf: La ofensiva ha fracasado.
El 13 de julio, ya iniciado el ataque local ruso al
saliente de Orel, que resistió hasta el 5 de agosto, la patrulla Llaca, en dos servicios
sucesivos derriban un LAGG-5 y un LAGG-3 a cargo de los pilotos Aldecoa y
Lucas. En otro combate contra veintiséis aparatos LAGG-5 e IL-2, el Teniente
Arango recibe numerosos impactos de la antiaérea enemiga que le producen
importantes averías en el alerón derecho y le destrozan la radio; este Teniente
pertenecía a la patrulla Ozores, que con Galarza a su frente estuvo destacada
en Brjansk hasta el día 21.
Dos días después se encarga a dos parejas (Cuadra y
García Amigó por un lado y Sánchez Tabernero y Aldecoa por otro) la misión de
proteger a catorce HE-111. Son atacados por quince LAGG-3, abatiendo a dos de
ellos Cuadra y Sánchez Tabernero.

Teniente Enrique Rubial antes de un vuelo
El Alférez García Amigó desaparece en esta jornada
y Sánchez Tabernero cae ileso en terreno adversario, escapando por la noche a
las líneas alemanas. El 16, Sánchez Arjona se estrena con un LAGG-5, mientras
Lucas logra su tercera victoria.
Sánchez Arjona repite el 19, derribando esta vez un
PE-2, y Lucas tiene que tomar tierra en Shisdra.
Los días se han alargado tanto y las horas de luz
son tan numerosas que este día 19 la actividad comienza a las 05:00 h y no se
detiene el ajetreo en la base hasta casi veinte horas después; esto dificulta
el descanso de la Escuadrilla y, sobre todo, el ya apretado trabajo del
personal de tierra, máxime cuando el día 20 de ordena un servicio de alarma
permanente a cargo de un schwarm y un equipo auxiliar de tierra.
Galarza, que ha vuelto con su patrulla a
Sechtschinskaja el día 21, abate el 26 un YAK y Arango, el 30, un LAGG-5. En el
intermedio, exactamente el día 27, el JadgGeschwader 51, celebra sus 6.000
victorias en combate; cuatro días antes había ordenado Mölders que, en caso de
bombardeo nocturno del aeródromo, todo el personal de la Escuadrilla acudiese
al refugio provisto de armamento, equipo antigás y casco. A finales de julio
conocería la Escuadrilla Expedicionaria Española el escalafón definitivo de los
Tenientes provisionales integrantes de los diversos grupos de la 1ª Promoción
del Arma de Aviación (Escala del Aire); publicados en el Boletín Oficial del
Aire núm.87 del 22 de julio de 1942.
La actividad de la 4ª Escuadrilla en este agotador
mes de julio fue intensísima, realizando 391 servicios de guerra, con 583 horas
de vuelo, en las que se lograron once victorias, casi todas sobre cazas.
Éxitos españoles en la retirada del 43
El primero de agosto, sobre las 03:00 horas de la
madrugada, se encomienda a tres grupos de HE-111 una importante misión en el
sector de Schestaschinskaja, en cuya protección interviene Cuadra, Galarza,
Arango y Mateos.
Numerosos LAGG-3 y LAGG-5 intentan interceptarlos y
provocan un gran combate sobre territorio enemigo, pero no pueden impedir el
bombardeo. Cuadra derriba un LAGG-3. Este día son diecisiete las horas de vuelo
y más de veinte las del servicio del personal del escalón de tierra, mientras
los rusos bombardean el aeródromo en las pocas horas nocturnas que restan para
el descanso. Del 3 al 8 de agosto se suceden seis días de éxitos, en los que se
consiguen 12 victorias por los sectores de Jarcevo, Duchorvchina, y
Spas-Demensk.
El día 3 Mateos derriba un LAGG-3 y al día
siguiente los Tenientes Escalante y Sánchez Arjona dos LAGG- 5. El día 5,
Aldecoa logra el primer doble conseguido en la 4ª Escuadrilla sobre dos LAGG-5,
hazaña repetida el día 6 por el Teniente Valiente; día en el que Aldecoa y
Sánchez Arjona abaten además un LAGG-3 cada uno y Guibert, en lucha con veinte
LAGG, derriba otro. Con esta última victoria Aldecoa obtiene la quinta de su
cuenta particular, marca igualada por Meneses al día siguiente al batir un
PE-2. el Teniente Dámaso Arango remata este ciclo derribando un LAGG-5 el día
ocho.
La racha victoriosa se detiene el 9, pero la pausa
dura una sola jornada, ya que el día 10 se destruyen otros cuatro LAGG-3,
manteniéndose el promedio de dos derribos por día. Aldecoa, Sánchez Arjona,
Lucas y Guibert, los derribadores, alcanzan sus victorias aéreas sexta, quinta,
cuarta y tercera respectivamente; Sánchez Arjona a su vez, fue abatido sin
consecuencias graves.
El día 11 Meneses logra su sexto derribo en cielo
ruso y Sánchez Tabernero su segundo, ambos a costa de cazas LAGG-3. Anunciada
ya la llegada de la Tercera Patrulla de la 4ª Escuadrilla y prevista la
retirada de los pilotos agregados de la 3ª Escuadrilla. La Escuadrilla se
reorganiza el 12 de agosto, pasando el Teniente Lucas de la patrulla Llaca a la
patrulla Ozores (para ir preparando la sustitución al veterano y eficaz
Teniente Meneses) e intercambiándose de patrulla los Tenientes Arango y
Escalante. Este mismo día 12 se repite el éxito del día 6; Aldecoa, Valiente,
Sánchez Tabernero y Escalante abaten cuatro LAGG-5 y Llaca un LAGG-3
En el mismo combate resultó herido grave Escalante
por ametrallamiento al lanzarse de su avión en llamas, cayendo en el sector de
Spas-Memensk donde lo recoge una patrulla alemana. El día 14, los recién
incorporados sustituyen a los que vuelven a España (los agregados Ozores,
Meneses, Aldecoa, Guibert y Vigueras) y a los heridos Lacalle y Escalante. En
la primera patrulla forman, junto a los veteranos Cuadra, Llaca, Sánchez
Tabernero, Sánchez Arjona y Arango, el Tte. Cabanillas y los Alféreces
Estébanez y Chicharro.

Comandante de la 4º Escuadrilla Mariano Cuadra (10
derribos) junto al Oberst Trautloft
En la segunda patrulla a Galarza, Lucas, Valiente y
Mateos se les unen el Capitán Borrás, los Tenientes Serra y Pareja y el Alférez
Recasens; siguen pues, dieciséis pilotos en activo. Sánchez Arjona y Lucas, con
cinco y cuatro victorias respectivamente son los máximos realizadores que
permanecen en Rusia; les siguen Valiente y Sánchez Tabernero con tres derribos
cada uno. La renovación de los pilotos no cortó la racha de aciertos, pues este
agosto de 1943 marcó el cenit de la actuación española en los cielos rusos.
En la segunda quincena del mes, se lograron otros
veinte derribos certificados, que elevan el total mensual a cuarenta y cuatro,
notable cifra que es indicadora de la intensidad de los combates que en este
mes se desarrollaron, en un momento de gran superioridad numérica rusa, que
costó a los miembros de la Escuadrilla española dos muertos, ambos de la última
expedición incorporada, el Alférez Chicharro y el Capitán Borrás, caídos los
días 21 y 31 respectivamente. Esta última expedición pagó un alto tributo, pues
como veremos más adelante, Estébanez desaparecería el 18 de septiembre;
Recasens resultará herido grave el 12 de octubre; Pareja fallecerá el 21 de octubre;
y Cabanillas, con cuatro victorias, desaparecería el 10 de enero del 44.
El único miembro de esta expedición que salió sano
y salvo fue Serrano, experimentado cazador de la guerra española. Los derribos
de la segunda quincena de agosto tuvieron el resultado siguiente: El 28 se
consiguen cinco victorias (con un doble de Cuadra); cuatro el 18 (con otro
doble del Comandante Cuadra sobre un LAGG-3 y un IL-2); tres el 21 y el 31; dos
el 29 y uno los días 14, 19 y 24.
En este periodo los máximos realizadores fueron
Cuadra y Arango con cinco y tres victorias respectivamente. A finales del mes la
lista era encabezada por el Comandante Cuadra con siete derribos, al que le
seguían Sánchez Arjona con seis, Lucas y Arango con cinco y Sánchez Tabernero
con cuatro.
En septiembre prosigue la agotadora actividad de la
Escuadrilla Española, que a pesar de los inconvenientes de tres traslados
sucesivos de base a Smolensko, Orscha y finalmente a Star-Vychow, en donde se
instala el día 21 de septiembre, efectúan 376 servicios de guerra, con 525
horas de vuelo y 575 salidas que dan lugar a 57 combates donde logra 15
derribos.
El día 1 de octubre, Llaca derriba un IL-2; el 5,
Cuadra y Sánchez Arjona otro, en servicio de escolta a los FW-189, apuntándose
Arjona otro LAGG-5 en el sector de Spas-Demensk. el mismo día Recasens y Lucas
dispersan treinta IL-2, destruyendo uno Lucas.
El 10, Mateos abate un IL-2 y Sánchez Arjona en
plena racha, un LAGG-5. Dos días más tarde, Serra derriba un globo de
observación ruso.
El día 15, el Comandante Cuadra derriba dos de los
aviones de una numerosa formación, un LAGG-5 y un P-38 Airacobra, en un
servicio de protección a un JU-88 en el sector de Jenlja. Arango, el mismo día
acierta a un IL-2 en otro servicio. De nuevo se logran el 17 cuatro victorias,
tres IL-2 (dos de Sánchez Tabernero y una de Valiente) y un LAGG-5 obra de Cabanilles,
éxito que tuvo su contrapartida al día siguiente en que no regresa a base el Alférez
Estébanez después de un combate con cazas rusos, sin que volviese a saberse
nada más de él.
En el frente del Dnieper
Madrid decide al final retirar la División Azul y
mantener una fuerza menor, denominada Legión Española, al mando del Coronel
García Navarro y continuar con la Escuadrilla en el frente; lo que supone un
apaño político de última hora, por ello, el día 3 parte el Comandante Cuadra
para España, vía Berlín, regresando el día 17. En su ausencia asume el mando
Galarza, recién ascendido a comandante. La estabilización del frente central se
nota en los resultados del mes de octubre (recibiendo los primeros y flamantes
ME-109G), en el que sólo se logra una victoria aérea, conseguida por Arango el
día 21 sobre un IL-2; ese mismo día muere en combate el Teniente Pareja.
En el combate más importante del mes mantenido el
día 14 por Galarza, Lucas, Pareja y Recasens frente a veintiún aparatos LAGG-5
e IL-2 no se produjeron derribos. Sigue esta tónica en noviembre, mes en el que
no se alcanza ninguna victoria, sufriéndose la tremenda pérdida del Teniente
Sánchez Arjona, que se apuntó nueve victorias, marca sólo superada en Rusia por
el Comandante Cuadra y el Teniente Hevía. El día 25 de noviembre se traslada la
Escuadrilla al aeródromo de Bobruisk, donde el Teniente Valiente derriba un
Douglas Boston, el 5 de diciembre. Llegan este mes a Bobruisk los componentes
de la primera patrulla de la 5ª Escuadrilla: Comandante Murcia, Capitán Carbó,
Tenientes Sacanelles, del Río y Martínez, Gil y Alférez Tassara y Orúe.

Capitán Gonzalo Hevia Álvarez Quiñones en un Fw 190
El 10 de enero de 1944 tiene lugar uno de los
mayores combates aéreos sobre tierra rusa con participación española, en el que
se oponen los ocho ME-109G de escolta a veintiséis JU-87 a más de 150 aparatos
enemigos. Intervienen los Tenientes Lucas y Cabanilles junto a seis pilotos
alemanes y logran que ningún Stuka fuese alcanzado, lo que parecía imposible,
pero pagaron el alto precio de perder cinco cazas, entre ellos el de
Cabanilles. Lucas, agotada la munición y tocado, inicia el regreso hacia
Bobruisk, pero al comprobar que no le sigue su punto, vuelve al lugar de la
batalla, sin encontrarlo, volviendo a base con sus reservas de combustible
agotadas. Dos días después, el Teniente Valiente obtiene la última victoria
aérea española en Rusia sobre un Douglas Boston. Era la sexta de su cuenta
particular y la 74ª de la 4ª Escuadrilla.
Componentes de la 4ª Escuadrilla
Comandante Mariano Cuadra Medina
Capitán Felipe Galarza Sánchez
Capitán José Llaca Álvarez
Capitán Álvaro Borrás Marimón
Teniente Lorenzo Lucas Fernández
Teniente Manuel Sánchez Tabernero de Prada
Teniente Salvador Serrano Alorda
Teniente Francisco Valiente Zárraga
Teniente Pedro Lacalle Orellana
Teniente José Cabanilles Berreterra
Teniente Fernando. Sánchez-Arjona
Teniente Diego Vigueras Murube
Teniente Enrique Pareja Núñez
Teniente Gerardo Escalante de la Lastra
Teniente Dámaso Arango López
Alférez Enrique Estébanez Vela
Alférez José Mateos Recios
Alférez Eduardo García Amigó
Alférez José Recasens Garriga
Alférez Luis Chicharro
Derribos de la 4ª Escuadrilla
Comandante Cuadra 10
Capitán Galarza 3
Capitán Llaca 4
Teniente Arango 7
Teniente Valiente 6
Teniente Sánchez-Arjona 9
Teniente Lucas 6
Teniente Cavanilles 4
Teniente Sánchez-Tabernero 6
Teniente Escalante 2
Teniente Serrano 1
Teniente Pareja 1
Alférez Chicharro 1
Alférez Mateos 4
Teniente Aldecoa (3ª Escuadrilla) 6
Teniente Meneses (3ª Escuadrilla) 2
Alférez Guibert (3ª Escuadrilla) 2
Fallecidos de la 4ª Escuadrilla
Capitán Álvaro Borrás Marimón- KIA (31 de agosto)
Teniente Pedro Lacalle Orellana - WIA (6 de junio)
Teniente Gerardo Escalante de la Lastra - WIA (14
de agosto)
Teniente Enrique Pareja Núñez - KIA (21 de octubre)
Teniente Fernando Sánchez-Arjona Courtoy - KIA (19
de noviembre)
Teniente José Cavanilles Berreterra - KIA (10 de
enero)
Alférez Eduardo García Amigó - KIA (14 de julio)
Alférez Luis Chicharro Lammamié de Clairac - HIA
(21 de agosto)
Alférez Enrique Estébanez Vela - KIA (17 de
septiembre)
Alférez José Recasens Garriga - WIA (noviembre)
QUINTA ESCUADRILLA AZUL

Mapa de operaciones Escuadrilla Azul
El 23 de febrero se efectúa la transmisión del
mando al Comandante Murcia, cuando ya se había incorporado la 2ª Patrulla de la
5ª Escuadrilla La tercera patrulla no llegaría a trasladarse a Rusia, y los de
la segunda hubieron de salir casi a escondidas de España. Los pilotos de la 4ª
Escuadrilla regresan a Berlín el 28 de febrero y el 7 de marzo lo haría el
escalón de tierra. A la 5ª Escuadrilla le tocó jugar un desagradable papel,
aunque demostró en ello un espíritu admirable, dadas las difíciles condiciones
en que desarrolló su labor.
Al clima de derrota que se vivía en Alemania, se
sumaba en los españoles, la consumada retirada de la División Azul y el
completo cambio de actitud de la Administración Central y los medios de
comunicación con respecto a los expedicionarios. Salen de España los
componentes de esta última Escuadrilla en reducidos grupos, que se concentran
en la escuela alemana de Berguerac. De la estancia en dicha escuela, relata el
Teniente García Infiesta: "Dados los ataques aliados constantes, no fueron
pocas las dificultades de alimentación y alojamiento, transcurriendo este
periodo previo de entrenamiento en condiciones muy precarias, muchas veces en
estado de alarma y en algunas ocasiones tuvieron que suspenderse vuelos para
que los instructores alemanes salieran a combatir con formaciones de
bombarderos aliados que se dirigían al campo...".

Uniforme de piloto perteneciente a la escuadrilla
azul
Ya en el frente hubo de sumarse una dificultad más:
se les proporcionaron aparatos ME-109G, cuando toda la preparación de los
pilotos había sido llevada a cabo para pilotar los FW-190. Este cambio agravaba
las dificultades, cuando también por la escasez de mecánicos, uno de ellos
mantenía dos aparatos a la vez. Otro enemigo fue la climatología, con un frío
intenso.
El número de servicios realizado fue de 86 en
Shlobin, Rogatschev, Paritschy y Gomel, pero todos ellos con considerable
peligro, pues la aplastante superioridad cuantitativa aérea soviética era
evidente. El acoso era constante y la escena del piloto sentado en su aparato,
con el personal de tierra a pie del mismo, esperando salir en misión de combate
por "alarma inmediata" estaba a la orden del día. Sólo entró en
combate en seis ocasiones, sin contar derribo alguno, siendo derribado en uno
de ellos el Teniente Segurola.
En mayo de 1944, casi un mes después de que la
Legión Azul recibiese la orden de retirada del frente ruso, le tocó a la 5ª
Escuadrilla. Se acababa la Segunda Guerra Mundial y España ya había jugado su
papel, con Honor. Era el turno de la política.
Componentes de la 5ª Escuadrilla
Comandante Javier Murcia Rubio
Capitán Isaa Ahornes Larios
Capitán Juan Carbó Amiguet
Capitán J. José Díaz de Arcaya
Teniente Eduardo Vega de Seoane
Teniente Antonio García Carretero
Teniente Manuel Alonso
Teniente Antonio Del Río Amado
Teniente Francisco Sacanelles Cerveró
Teniente Esteban Martínez Gil
Teniente Estanislao Segurota Guereca
Teniente Jaime Maura Pieres
Alférez Alonso Cuadra Medina
Alférez Guillermo Palanca Morales
Alférez Miguel Tarasa Fernández-Barrón
Alférez Ramón Gómez Aranalde
Alférez Jesús Orúe Puga
Alférez Ángel Sanz Piña (Substituido por el Alférez
Pedro Santa Cruz Barceló)
Alférez Ramón Salto Peláez
Fallecidos de la 5ª Escuadrilla
Teniente Estanislao Segurola Guereca
BALANCE
Las Escuadrillas Azules habían tenido que pagar
durante su servicio en Rusia un alto precio en vidas humanas: 19 pilotos
murieron (por la acción enemiga o por accidente; incluyo en esta cifra aquellos
oficialmente dado por desaparecidos, pero de los que nunca se volvió a saber
nada); otro tuvo que pasar largos años de cautiverio en la URSS y cinco más
sufrieron heridas tan graves que les impidieron seguir actuando en aquella
campaña. Es una cifra de bajas realmente impresionante, si recordamos que los
pilotos de caza de la Aviación “nacional” tuvieron que lamentar 31 muertos
durante todo el periodo de la Guerra Civil (en un plazo de tiempo más dilatado
y sobre un grupo de hombres más amplio; en esa cifra no se computa, téngase en
cuenta, los pilotos de caza alemanes e italianos fallecidos en nuestra Guerra
Civil). También tres soldados de los escalones terrestres perdieron la vida en
aquella aventura. Fue el precio que hubo que pagar por derribar 160 aeronaves
enemigas.

Emblema de la 1ª Escuadrilla en la nariz de uno de
sus Bf-109E.3
Dadas las cifras absolutamente alucinantes de
victorias aéreas que lograron algunos “ases” de caza de la Luftwaffe alemana,
el número de derribos obtenido por nuestros pilotos puede parecer modesto. En realidad,
la Luftwaffe consideraba como un “as” (un “Experte” decían ellos) a todo piloto
que derribaba más de cinco aparatos enemigos. Unos 1.000 pilotos de caza
alemanes superaron los 20 derribos y otros 2.500 más superaron los 5 derribos.
Pero en la Luftwaffe sirvieron unos 30.000 pilotos de caza y muchos miles de
ellos no alcanzaron a derribar ni un sólo aparato enemigo. En realidad, la
Luftwaffe concedió la categoría de “Experte” a un 12 % de sus pilotos de caza,
mientras que del personal integrado en las Escuadrillas Azules entraría en esa
categoría un 15 %.
Los máximos “ases” españoles en Rusia obtuvieron
sobre la decena de victorias (11 10, 9, según los casos), pero debe tenerse
presente que su periodo de servicio fue siempre muy limitado en el tiempo y
que, normalmente, cuando alcanzaban su madurez como pilotos de caza, ya debían
regresar a España, puesto que uno de los objetivos de las Escuadrillas Azules
era hacer rotar, al mayor número de pilotos para que adquirieran experiencia de
combate. Lo mismo había ocurrido, pero a la inversa, en nuestra Guerra Civil,
donde el máximo “as” de caza del bando. “nacional”, el español García Morato
tuvo muchas más victorias que “ases” alemanes de la categoría de Werner Móldérs
o Adolf Galland.

Cavanilles bromeando con un compañero tras
aterrizar con su avión averiado
Las Escuadrillas Azules suponen un episodio
pequeño, minúsculo incluso, en la historia de la Segunda Guerra Mundial. Pero
no por eso deja de ser interesantes en bastantes aspectos. Fue una de las muy
pocas unidades de voluntarios extranjeros que se integró en la Luftwaffe a
diferencia de la División Azul, que coexistió en el seno del Heer alemán con
numerosísimas unidades de reclutamiento no alemán (por no hablar de las que
pertenecían a las Waffen SS). Esto tiene mucho que ver con el hecho de que,
obviamente, un instrumento bélico tan valioso como es un avión de caza no se le
entregaba a cualquiera.
Al admitirles en el seno de sus formaciones
volantes, y concretamente en la muy prestigiosa “Jagdwatte” (Arma de Caza), la
Luftwaffe estaba concediendo a los españoles toda una distinción. Por otra
parte, dadas las fuerzas realmente escuálidas con las que operaba la
“Jagdwaffe” en Rusia a partir del invierno de 1941-1942, la presencia de una
Escuadrilla española, lejos de ser un hecho anecdótico, tenía una relevancia
operacional real. Algunos autores españoles se han preguntado por qué habiendo
operado en Rusia una División y una Escuadrilla Española: los alemanes no
asignaron a la segunda para apoyar a la primera. Este comentario supone el
ignorar que en Rusia servían muchísimas más divisiones terrestres da todo tipo
que Escuadrillas de Caza (la proporción aproximada es de 4 a 1) por lo que
resultaba manifiestamente imposible asignar una Escuadrilla a cada división.

Focke-wulf 190 A3 de la escuadrilla española en
vuelo sobre el frente ruso
Las Escuadrillas Azules supieron ganarse el respeto
y aún la admiración de sus compañeros de armas alemanes y quizás la mejor
prueba de ello es que cuando en 1991, después de la reunificación alemana,, se
rindió un homenaje al legendario Werner Mólders, el piloto más emblemático de
la Aviación de Caza de la Luftwaffe en la Segunda Guerra Mundial, cuya tumba se
encontraba en el antiguo Berlín-Este, Los veteranos de la Escuadrilla Azul
fueron invitados por la actual Luftwaffe por haber pertenecido a la prestigiosa
“Jagdgeschwáder 51 ‘Molders”.
El recuerdo de nuestros pilotos no se había perdido
en el seno de la moderna Aviación militar germana. Puede parecer extraño, pero
la experiencia rusa iba a servir para que los pilotos de caza españoles se
mantuvieran en primera línea a la hora de adaptar las modernas tácticas del
combate aéreo.
En efecto las modernas tácticas de caza fueron
desarrolladas por los pilotos alemanes a partir de su experiencia en España,
aplicadas después con, gran éxito en las. Primeras fases de la Segunda Guerra
Mundial y finalmente imitadas por el resto de las Fuerzas Aéreas. Pero cuando
acabó la Guerra Civil la Aviación española no había hecho suyas esas tácticas,
germanas, que si acabaron. Incorporándose a la doctrina de empleo española fue
gracias a los veteranos de las Escuadrillas Azules.

Teniente Demetrio Zorita Alonso
Uno de nuestros pilotos en Rusia, José Ramón
Gavilán Ponce de León, que obtuvo nueve derribos en Rusia y después fue uno de
los primeros profesores de la recién creada Academia General del Aire (AGA) de
San Javier, no dudaría en afirmar cuando ya era un Teniente General: “creo que
en esa primera época y en base a nuestras experiencias (en Rusia) se puso la
primera piedra en la formación de futuros oficiales del ejército del
Aire". Si, en definitiva, las Escuadrillas Azules no suponen sino una nota
a pie de página en una historia de la Segunda Guerra Mundial, en cambio en la
historia de la Aviación Militar española consiguieron marcar un hito
significativo.
Muchos de sus veteranos han tenido un, papel
estelar en la génesis de la moderna Aviación española de combate, y aunque
excede los límites de esta traba reseñar sus excepcionales hojas de servicios,
habrá que apuntar que quienes dieron el paso adelante para marchar a Rusia
fueron, en muchos casos, los mismos que después tripularon los primeros
reactores llegados a España. No es de extrañar que el emblema que usaron en
Rusia, con la avutarda, el mirlo y el halcón y la leyenda “Vista, Suerte y al
Toro”, heredado de las unidades de García Morato en la Guerra Civil, volviera a
lucirse sobre reactores de caza que fueron la punta de lanza de nuestra
Aviación militar.
Fuente: www.lasegundaguerra.com
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