30 de octubre de 2018
YUKIO SEKI: UN SOPLO DEL “VIENTO DIVINO”
El
teniente de navío Yukio Seki nació en Japón, en 1921, en un pequeño pueblo de
la Isla de Shikoku, llamado Iyo Saijo.
Pueblo
de Iyo Saijo
Isla
de Shikoku
Tuvo
una infancia sin mayores sobresaltos. Sus padres, que eran propietarios de una
tienda de antigüedades, se preocuparon por que tuviera una cuidada educación.
Mientras
cursaba su escuela media o secundaria, probablemente influido por el creciente
auge del militarismo en su país, Yukio participó en algunos cursos de
entrenamiento naval y fue allí donde concibió la idea de seguir una futura
carrera en la Armada Imperial.
Concluida
su etapa escolar y coherente con la idea que había forjado, en 1938, Seki (con
17 años) ingresó en la Academia Naval de Eta-Jima. Se graduó en 1941, en el mes
de noviembre, y fue inmediatamente comisionado al acorazado “Fusõ”, pues la tensión
con Estados Unidos iba en aumento. Al mes siguiente, el 7 de diciembre, se
produciría el ataque a Pearl Harbor y la guerra entre ambos países daría
comienzo.
Acorazado
“Fusõ”
Fue
promovido de rango y transferido al antiguo portaaviones “Chitose”, pero
únicamente participó en acciones navales de un rol secundario.
Portaaviones
“Chitose”
Fue
precisamente por ese motivo que Seki decidió retornar a Japón y enrolarse, en
1942, en la Academia de Vuelo de la Armada. Habiendo completado su
entrenamiento como piloto, fue transferido a la base naval ubicada en la ciudad
de Usa, perteneciente a la prefectura de Oita, donde se capacitó como piloto de
bombardero en picada.
Prefectura
de Oita
En
1944, conoció a la joven Mariko Watanabe, de la cual se enamoró y le propuso
matrimonio. Se casaron el 31 de mayo de ese mismo año.
En
el mes de septiembre, Seki recibió la orden de trasladarse a la ciudad de
Tainan, por lo que debió separarse de su esposa que permaneció en Japón. Apenas
arribado a su destino, fue nuevamente transferido, esta vez como líder de la
Unidad 301 de cazas Zero, que formaba parte del Grupo Aéreo 201 con asiento en
Mabalacat, Filipinas, y cuyo comandante era el capitán de fragata Asaiki Tamai.
Fue
durante el mes de octubre de 1944 que se hizo presente en la base el almirante
Takijiro Onishi, comandante de la Primera Flota Aérea, y solicitó una reunión
de urgencia con los oficiales en jefe del Grupo 201 en su cuartel general. En
esa reunión, el almirante Onishi hizo una clara referencia a que Japón estaba
perdiendo la guerra y adelantó que una batalla decisiva estaba por librarse en
el Golfo de Leyte. Por tal causa, una flota naval, al comando del almirante
Takeo Kurita, se dirigía al mencionado golfo para enfrentar a las unidades
norteamericanas. La Primera Flota Aérea debía prestar apoyo a las operaciones
de Kurita. Onishi hizo una pausa, miró a los ojos a cada uno de los oficiales
que escuchaban sus palabras, y les señaló que la situación era de tal gravedad
que se había decidido abandonar los métodos convencionales de combate. Cerró su
exposición con las siguientes palabras: “En mi opinión, nuestro único medio de
detener al enemigo y asegurar la máxima eficiencia de nuestras reducidas
fuerzas, es estrellar nuestros cazas Zero, armados con bombas de 250
kilogramos, contra la cubierta de vuelo de sus portaaviones”.
Pasada
la conmoción inicial, el capitán Asaiki Tamai decidió transmitir las palabras
del almirante Onishi a sus jefes de escuadrilla y al resto de sus hombres con
el propósito de conseguir voluntarios para tales misiones. Todos los pilotos,
con excepción de dos, se ofrecieron como voluntarios para participar en estas
unidades de ataque suicidas. Tamai organizó entonces el llamado Cuerpo de
Ataque Especial, dividido en cuatro secciones o escuadrillas: 1) “Shikishima”
(nombre poético de Japón); 2) “Yamazakura” (cerezo silvestre); 3) “Asahi” (sol
naciente); 4) “Yamato” (nombre antiguo de Japón).
Emblema
Escuadrilla “Shikishima”
Emblema
Escuadrilla “Asahi”
Emblema
Escuadrilla “Yamato”
Otra
versión afirma que fue Seki quien creó las escuadrillas, por encargo de Tamai.
En cualquier caso, ese Cuerpo de Ataque Especial recibió el nombre de “Unidad
Shimpu” y Tamai denominó a sus pilotos como “pilotos kamikaze” o “pilotos del
Viento Divino”.
“Unidad
Shimpu”
Casi
enseguida, se dispuso el ataque a la “Taffy 3”, el contingente naval al mando
del vicealmirante Clifton Sprague, que ya se había enfrentado a los acorazados
del almirante Kurita. El capitán Tamai le comunicó a Seki que la escuadrilla
Shikishima había sido seleccionada para efectuar la primera incursión y que él
había sido elegido para dirigirla.
Cuando
recibió esta comunicación, Seki se inclinó sobre la mesa a la cual estaba
sentado, cerró sus ojos, apretó fuertemente sus puños. Probablemente toda su
vida haya pasado por su cabeza en esos instantes: su infancia en Iyo Saijo, sus
padres, la tienda de antigüedades, la escuela naval y Mariko, su joven esposa,
con la que se había casado tan sólo cinco meses atrás. Luego levantó la vista,
observó a su comandante y le expresó: “Estoy dispuesto a dirigir el ataque”.
El
25 de octubre de 1944, a las 7,25 hs. de la mañana, cinco aviones Mitsubishi
Zero A6M5 (modelo 52), pertenecientes a la Escuadrilla Shikishima, al mando del
teniente de navío Yukio Seki, cada uno cargando una bomba de 250 kilogramos,
partieron del aeródromo de Mabalacat.
Mitsubishi
Zero A6M5 (modelo 52)
Ceremonia
de despedida de la Escuadrilla Shikishima
A
las 10,50 hs. aproximadamente hicieron contacto con la Taffy 3. El avión del
teniente Seki, habiendo elegido como blanco en principio al “USS White Plains”,
cambió abruptamente su rumbo (probablemente con el propósito de desorientar a
la artillería antiaérea) y se estrelló contra el portaaviones “USS St. Lo”. El
impacto fue tan descomunal que atravesó la cubierta de vuelo, volando por el
aire fragmentos de la misma. Instantes después se sucedieron una serie de
explosiones e incendios en el hangar, junto al ascensor de popa y por otras
secciones del buque. Pese a los esfuerzos desplegados, la situación pronto
quedó fuera de control y, en un momento, estalló la santabárbara del
portaaviones, provocando una aterradora explosión final, acompañada de una
gigantesca llamarada y una inmensa columna de humo que se elevaron hacia el
cielo.
Estallido
de la santabárbara del “USS St. Lo”
En
unos pocos minutos el "USS St. Lo" se hundió. Habían transcurrido treinta
minutos desde que el teniente Seki estrellara su avión contra esta nave.
Las
flores de cerezo fueron el símbolo de los guerreros samurai y también de los
pilotos kamikaze. Su característica, quizá más significativa, es la de ser una
de las flores de más corta duración: muere en la lozanía de su esplendor, en lo
mejor de su belleza. Un antiguo Haiku (aforismo) anónimo expresa lo siguiente: “La
vida se asemeja a una flor de cerezo. Su fragancia no puede perdurar en la
eternidad”.
Mujeres
despidiendo a un piloto kamikaze con flores de cerezo
El
25 de octubre de 1944, un soplo del “Viento Divino” golpeó duramente al enemigo
norteamericano. Ese soplo se llamaba Yukio Seki. Tenía 23 años. Como la flor de
cerezo, murió en lo mejor de su juventud. Y lo hizo con honor, con valor, y por
su patria.
Fuente: www.aviacionargentina.net