10 de enero de 2024

EL ESCUADRÓN DE ALTA ACROBACIA CRUZ DEL SUR.

 

 

Por Hernan Longoni

 

Línea de SU-29AR con sus numerales. Foto: Hernan Longoni.-

 

Un poco de historia

 

Un referente, desde el punto de vista de la institucionalización, para encontrar un punto de partida a la historia de las escuadrillas acrobáticas en la Fuerza Aérea Argentina podemos encontrarlo ya en el año 1957, en ocasión de la visita al país de la mundialmente conocida agrupación "Thunderbirds" de la USAF, con motivo de la invitación cursada para participar en la "Semana Aeronáutica" de ese año llevando a cabo evoluciones en la Costanera de Buenos Aires.

 

Para demostrar la madurez alcanzada en la operación de reactores la FAA conformó para dicho evento una escuadrilla de aeronaves Gloster MkIV Meteor, que produjo con su presentación el delirio de los presentes y eclipsó, al decir de los testigos presenciales, la actuación norteamericana.

 

El año 1962 marcó dos hitos importantes, en primer lugar el cincuentenario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina, y en segundo el alcance de la madurez operacional del SDARM Sabre, cuyos primeros aviones habían llegado a su unidad de revista el 26 de septiembre de 1960.



 

Por ese aniversario, el alto mando de la Fuerza decidió disponer la creación de varias sub-unidades acrobáticas. La IV Brigada Aérea hubo de crear la que a la postre sería la más famosa y prestigiosa de ellas, utilizando sus F-86F que en número de seis (cinco titulares y un suplente) equiparon a la "Escuadrilla Acrobática Cruz del Sur" dándose comienzo a los ensayos en enero de 1962, estando entre ellos los C-108, C-113, C-116, C-101, C-124 y C-126, aunque la integración nunca fue homogénea y se podía usar en tal cometido a cualquiera de las aeronaves de este tipo en servicio conforme su disponibilidad.

 

El llamativo esquema pintado sobre las aeronaves contribuía a resaltar la parte estética de la presentación y a su vez a favorecer la visualización de las evoluciones desde tierra. Durante su período de servicio regular la aeronaves mantenían el mismo, participando de ejercicios de simulación de combate, tal como sucedió en el concurso de tiro Aire-Tierra desarrollado en 1962 en Las Lajas, en el cual participó nuestro país (ganando el mismo con 937,50 puntos), EEUU (segundo con 552,75 puntos) y Perú (tercero y último con 420,00 puntos), en el cual se pudo ver al C-113 luciendo sus galas de "artista" pero combatiendo.

 

El F-86F-40 Sabre C-106 restaurado en homenaje al C-113, en su estado actual en el MRISR. Foto: Hernan Longoni.

 

Ya desde sus comienzos se empleó la metodología de "bautizar" con nombres de la constelación cruz del sur a los aviones, siendo el C-108 "Alfa Centauro", el C-124 "Delta", el C-113 "Gamma" y el C-101 "Beta", restando el C-126 sin bautizar utilizado como solista.


 


El debut oficial se llevó a cabo con notable éxito el 12 de enero de 1962 en Tandil, provincia de Buenos Aires.

 

La vida de dicha escuadrilla fue corta pero no pasó para nada desapercibida, al punto que cualquiera pensaría que su duración en el tiempo fue mucho más prolongada. Sin embargo, los hechos que quebraron la vida institucional del país el 28 de marzo de 1962, con el derrocamiento del Presidente Frondizi, marcaron el comienzo de una situación de inestabilidad institucional y el fin de la Escuadrilla poco tiempo después.

 

Espejo formado por dos EMB T-27 de la "Escuadrilla del Humo" (o fumaça). Foto: Hernan Longoni

 

Un nuevo comienzo

 

La desactivación de la Escuadrilla dejó a la FAA sin un representante en el campo acrobático. En tal sentido, las fuerzas aéreas más representativas de la región tienen la suya, como es el caso, por citar un ejemplo, de la "Fumaça" de la Força Aerea Brasileira (con sus EMB 312/T-27 Tucano) o "Los Halcones" de la Fuerza Aérea de Chile con los Extra.

 

Mucho tiempo pasó antes de que las condiciones presupuestarias y políticas posibilitaran la incorporación de una aeronave acrobática pura a las filas de la FAA, y fue nuevamente la IV Brigada Aérea, emplazada en la Base Aérea Militar "El Plumerillo", de Los Tamarindos, Provincia de Mendoza, la encargada de llevar adelante esta extraña puesta en servicio cuando se dio la oportunidad. Decimos extraña y lo es por partida doble, primero porque nunca se había adquirido material de origen ruso y segundo porque tampoco se había hecho lo propio con aviones especialmente diseñados para alta acrobacia.



 

La elección de la aeronave recayó sobre el más reciente (en ese entonces) producto de la casa Sukhoi, el SU-29.

 

Esta aeronave, cuyas características más sobresalientes resaltamos en el cuadro infra explicitado, es un desarrollo de dos plazas de su antecesor, el SU-26 y sigue la tradición de los pura raza acrobáticos de doble comando, iniciada con el Pitts S-2B y continuada con la saga de la serie de la OKB (oficina de diseño) de Sukhoi, con el SU-31. Voló por primera vez en 1990 y desde entonces se lo fabrica en serie y se vende a un costo que ronda los 190.000 dólares.

 

Preparativos de los aviones en Rusia. Foto: ???/Coleccion Horacio J. Clarià.

 

En la FAA

 

En el año 1996 comienzan las tratativas para la adquisición de aeronaves acrobáticas con Sukhoi, arribándose a un acuerdo por el cual en 1997 llegarían a nuestro país ocho aeronaves del tipo SU-29EB nuevas, bautizadas para la FAA como SU-29AR (en una línea nomencladora iniciada con los Fightinghawks), cuyos C/N (construction number) se corresponden a la serie 100-01 a 100-08.

 

Puesta en marcha de motor en Rusia, previo a la entrega a la FAA. Foto: ???/Coleccion Horacio J. Clarià.

 

Con la asistencia de la fábrica se ensamblan las unidades en Rusia para ensayos, mientras que se decide el traslado de los aviones desarmados por vía aérea al país, los cuales serían armados en la propia IV Brigada Aérea.

 

Los primeros dos aparatos en arribar a la Argentina fueron el AC-101 y el AC-103 en octubre de 1997, estrenando de esta manera la serie de matrículas "AC" (acrobático) en la FAA. Fueron presentados en una ceremonia llevada a cabo en Mendoza el 28 de octubre de ese año ante el Sr. Ministro de Defensa, Lic. Jorge Domínguez. En dicha ocasión el piloto instructor ruso Yuri Vaschik realizó una exhibición de vuelo, demostrando que tanto la tripulación como el material estaban en su elemento.



 

Si bien el aparato posee tres tanques de combustible, durante las maniobras acrobáticas se emplea solamente el central, teniendo una capacidad total de 275 litros de combustible de aviación, con un punto de carga ubicado en la parte superior y anterior al parabrisas.

 

En el ala izquierda existe una tapa con el objeto de llenar el tanque de aceite usado para formar la estela de humo blanco característica en las evoluciones, quemando el mismo en los escapes del motor. 

 

El primer piloto argentino en volar el modelo en una exhibición pública fue el entonces Capitán José Arce, quien en ocasión del 40º aniversario de la creación de la IV Brigada Aérea dio cuenta que el personal argentino estaba a la altura de las circunstancias, hecho ocurrido el 7 de agosto de 1998. 

 

Desde el punto de vista logístico, el encargado de asesorar y poner en vuelo los SU-29AR fue el Teniente Coronel (Re) Vladimir Massolikov, estando en capacidad la Unidad de origen de llevar adelante las inspecciones de 100 hs. siendo derivados los aviones al Área de Material Río IV para efectuarles las de 500. 

 

En un primer momento, las aeronaves tenían un esquema azul, celeste y blanco con cheat lines y la matricula en las alas y laterales traseros del fuselaje, siendo la constelación Cruz del Sur referenciada sólo en la deriva mediante un ideograma, acompañado por la bandera nacional. Mas adelante ese ideograma se pintó al revés, siendo visible el mismo en su presentación tradicional cuando el aparato vuela invertido.


Con el advenimiento de la designación definitiva de la formación, "Escuadrón de alta acrobacia Cruz del Sur", se pintó a los aparatos sus nombres, tal como ya describimos que existían en la vieja integración y un número interno suprimiéndose las matrículas en grandes dimensiones de la parte trasera del fuselaje aplicándoselas en la parte anterior de la cabina en reducido tamaño.

 

De esta forma, el interno 5 es "Epsilon" (nueva designación no registrada en ningún F-86F del anterior período), el 4 es "Delta", el 3 es "Gamma", el 2 es "Beta" y el 1 es "Alfa centauro".

 

Un detalle a tener en cuenta es que más allá de ser un avión de alta acrobacia competitiva, el mismo no fue ideado para acrobacia en formación (siendo extremadamente brioso y sensible), ostentando dotes para el entrenamiento (tarea para la cual también fue pensado), ya que su puesto de pilotaje, que por razones de centrado es el trasero, incluye moderno y completo instrumental, siendo reproducido en el puesto delantero sólo en lo que a elementos indispensable para el vuelo se refiere, ya que el "alumno" no puede controlar el encendido del motor, fusibles, magnetos ni tiene acceso al sistema GPS (opcional). Carece también de horizonte artificial en sus dos puestos. Los comandos, pedales y asientos (que tienen una inclinación de respaldo de 40º) son regulables a gusto y tamaño del piloto.

 

La escuadrilla en acción



 

La presentación al gran público de la nueva formación tuvo lugar el 8 de agosto de 1998, en ocasión de celebrarse el 86º aniversario de la creación de la FAA, cuyos festejos se llevaron a cabo en la I Brigada Aérea de El Palomar, magno evento que tuvimos la ocasión de presenciar.

 

Si bien no estaban aun definidos los perfiles del grupo en el aire, ya se insinuaron como verdaderos artistas en lo suyo, impresionando muy favorablemente a quienes tuvimos el raro privilegio de asistir a su debut.

 

Prueba del sistema de humo previo a la iniciación de una rutina. Foto: Hernan Longoni.-

 

Desde entonces el Escuadrón participó de casi todas las jornadas de puertas abiertas llevadas a cabo en el país, así como en incontables eventos mientras permaneció activo.

 

El público en general, y los niños en particular, acceden a través del número de acrobacia presentado a una ocasión especial, que nunca olvidaran, sazonada con una refinada rutina de sutil concepción artística, careciendo la misma de lugares comunes ni impresionantes e innecesarios movimientos bruscos ni grandes "tiradas de g" (que a nuestro juicio contribuyen a dar cuenta de la resistencia y capacidad física de máquinas y pilotos pero que no evidencian sensibilidad en el vuelo).

 

Maniobra "la argentina" o "viva argentina" efectuada en puertas abiertas Palomar 98. Foto: Jorge leonardi.

 

Por el contrario, las evoluciones de este escuadrón daban cuenta de la aguda fineza y sensibilidad de vuelo, plasmadas en prolijos patterns, en suaves transiciones y en figuras que están lejos de ser sobrecargadas.

 

A la fecha, esta sub-unidad especial formada por pilotos voluntarios, que operaba en el seno de la escuela de caza de la FAA ha cosechado aplausos y arrancado exclamaciones de admiración en todo el país y en países limítrofes, llevando bien alto el prestigio que se iniciara hace 40 años, enalteciendo con sus excelsas presentaciones la calidad de nuestros pilotos que con sus buzos azules tan dignamente representan a las alas de la patria.

 

Desgraciadamente, en fecha 4 de febrero de 2003, en ocasión de un vuelo de entrenamiento, uno de estos aviones se precipito a tierra a la altura del km 16,5 de la Ruta 52, en el departamento de Las Heras, y se cobró la vida del jefe de la escuadrilla, el Vicecomodoro Rubén Alejandro Cortés (40 años), y el Primer Teniente Danilo Pedro Soldera (32 años), ambos experimentados aviadores.

 

Este accidente había sido precedido por un incidente en el cual el Vicecomodoro Cortès sufrió lesiones al desprenderse la cúpula del AC-101 en vuelo, pese a lo cual pudo volver a tierra y salvar la vida y el material.

 

La fatalidad, sumada a los constantes recortes presupuestarios, pusieron el tierra al Escuadrón, estando durante largos periodos almacenados en el Área Material Rio IV a la espera de su recorrida, permaneciendo uno o dos aparatos en Plumerillo.

 

A la fecha se ha rumoreado respecto del traslado de la Sub Unidad a la BAM Morón, sin que por el momento se haya concretado o confirmado.

 

Su-29 AR varios, almacenados en el hangar "Montaje Mirage" del AMRIV junto a, entre otros el M-IIIC(J) C-717 del CEASO. Foto: Hernan Longoni

 

Fuente: https://historiasdeaviones.blogspot.com