8 de febrero de 2021

EL AERO CLUB ARGENTINO CELEBRA 113 AÑOS SURCANDO LOS CIELOS ARGENTINOS

 

El 13 de enero de 1908, un grupo de entusiastas amantes de la aeronáutica comandados por Jorge Newbery, fundaba la primera institución aerodeportiva de la Argentina y una de las pioneras de este tipo en el mundo entero. Repasamos su rica historia.

 

Su primer presidente fue el doctor Aarón Félix Martín de Anchorena.

 

Un día como hoy, pero del año 1908, se creaba el Aero Club Argentino (A.C.A), la primera institución aerodeportiva de la Argentina y una de las pioneras de este tipo en el mundo entero.

 

Presidida inicialmente por el doctor Aarón Félix Martín de Anchorena, dos años más tarde de su fundación de la cual Jorge Newbery fue uno de sus grandes inspiradores, la entidad  inició sus actividades mediante el uso de aviones, organizando en el aeródromo del barrio porteño de Villa Lugano el primer espectáculo aeronáutico en la historia del país.

 

Durante esa histórica jornada, el piloto francés Emilio Aubrun logró alcanzar, en vuelo, una altura de 112 metros mientras que su colega, Alfredo Valleton recorrió 2 kilómetros en 27 minutos, es decir, a una velocidad de 44 kilómetros por hora, algo totalmente impensado por entonces.


 

A lo largo de su larga vida institucional que hoy la encuentra celebrando 113 años de vida, sus distintas autoridades tuvieron el honor de reconocer con los premios Brevets a pilotos argentinos de la talla de Jorge Newbery, Aarón de Anchorena, Florencio Parravicini, Alfredo Valleton, Waldimio Correa y Eduardo Newbery, entre tantos otros grandes propulsores de la aviación argentina que hicieron sus primeras armas en esa entidad.

 

A finales de 1907, Aarón de Anchorena, que había realizado varios estudios sobre aeronáutica en Francia decidió regresar a la Argentina, trayendo un globo aerostático de 1.200 metros cúbicos que llevaba su nombre pintado en grandes letras rojas: Pampero. El globo fue llevado al por entonces estadio de la Sociedad Sportiva Argentina ubicado en el barrio porteño de Palermo donde lo inflaron gracias a una cañería de emergencia que tendió la Compañía de Gas del Río de la Plata.

 

La primera ascensión tuvo lugar el 25 de diciembre de 1907 cuando, comandado por Jorge Newbery y ante la mirada atónita de la multitud que se había dado cita en el lugar, el Pampero logró atravesar el Río de la Plata a una altura de 2.000 metros y después de dos horas de navegación descendió en una estancia del Uruguay.

 

Esa proeza no hizo más que animar a muchos otros amantes de la aeronáutica a juntarse para fomentar lo que entonces era apenas un incipiente deporte. Y así, al año siguiente, veía la luz el Aero Club Argentino, que, en sus primeros meses de vida, se dedicaba fundamentalmente a realizar ascensiones en globos que eran tripulados por jóvenes y entusiastas amantes de la aeronáutica, entre los que se destacaban Florencio Parravicini y Alfredo Palacios.

 

Lamentablemente, en octubre de 1908 la audacia de los primeros pilotos se vio truncada cuando en una de sus tantas incursiones aéreas, el aerostato Pampero, piloteado entonces por Eduardo Newbery y por Eduardo Moreno desapareció en pleno vuelo, sin dejar rastro alguno de sus ocupantes.

 

A pesar del inmenso dolor, las actividades aéreas no se suspendieron y el Aero Club Argentino siguió funcionando bajo la presidencia de Jorge Newbery, al tiempo que los globos les dejaron su lugar a los primeros aparatos mecánicos. Ya en noviembre 1910 la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), con asiento en París, le otorgó a la joven entidad la afiliación y delegación en nuestro país. De esta manera, se la habilitaba para extender certificados deportivos, registros de marcas y la homologación de las tentativas de récords de todo tipo que se hicieran dentro del territorio argentino.



 

En 1922 el Aero Club Argentino trasladó sus instalaciones de escuela de pilotaje a la localidad bonaerense de San Isidro, en dónde, tras varios años de actividad debió mudarse a Morón, llamado entonces “Aeropuerto Presidente Rivadavia”, hasta que, debido al cada vez mayor incremento de la actividad comercial, finalmente, en 1943 se instaló en el actual campo que ocupa en la localidad bonaerense de San Justo en donde posee una numerosa flota propia y un gran número de asociados que siguen soñando con surcar los cielos, como sus creadores.

 

Fuente: https://weekend.perfil.com