16 de noviembre de 2022

PLANEADORES MILITARES NORTEAMERICANOS DE LA II GUERRA MUNDIAL - WACO CG-4A (HADRIAN)

 

 

The Fighting Falcon - AirZoo Museum, Michigan

 

Este fue el mayor planeador aliado de las fuerzas aerotransportadas durante las invasiones llevadas a cabo por las Fuerzas Aliadas en la II GM. Los Estados Unidos nunca antes habían diseñado en su historia un avión que la única misión de su piloto era la de estrellarse contra la tierra y luego ir al combate junto a los hombres que transportaba.

 

Todo se puede resumir en las palabras del General William C. Westmoreland, del Ejército de los Estados Unidos (retirado).

 

“Cada aterrizaje era una situación de vida o muerte genuina para los pilotos del Waco. Era su gran responsabilidad arriesgar sus vidas en varias ocasiones con un avión demasiado pesado con equipo y soldados, en campos desconocidos, en territorio enemigo y a menudo en una total oscuridad. 

Eran los únicos aviadores de la Segunda Guerra Mundial que no tenían motores, no cargaba paracaídas y no tenían una segunda oportunidad.”

 

The Fighting Falcon - AirZoo Museum, Michigan


Aviones de remolque C-47 alineados en Membury


Diseño y Desarrollo

 

¿Cómo nació la idea de este planeador? Esta idea nació de la necesidad de tener un medio de transporte masivo, que pudiera dejar su carga en espacios reducidos, de bajo costo y que pudiese ser reutilizable. Para tal efecto el Ejercito de los Estados Unidos se dirigió a una pequeña compañía en Ohio, la Waco Aircraft Company de Troy. Esta compañía recibió las especificaciones directamente del Cuerpo Aéreo del Ejército en total sigilo. Nadie debía saber que se estaba buscando la forma de colocar hombres y equipo en regiones remotas o de manera masiva. ¿Pero cómo se podía cumplir con la misión de hacer esto realidad? Este trabajo fue tomado de manera directa por Francis Arcier, vicepresidente y jefe de diseño de la Waco. Hoy en día se le reconoce como el padre del CG-4A.

 

Las condiciones del Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos era que este nuevo avión no usara aluminio, no podía ser fabricado por compañías que se dedicaran a la fabricación de aviones a motor y no podían participar las compañías que ya estaban trabajando para el Ejército en la fabricación de otros complementos de campaña. ¿Por qué este requerimiento? El aluminio tenía alta demanda en otros proyectos y las principales compañías ya estaban comprometidas fuertemente con sus recursos y proyectos. Así que la Waco llamó a participar en la producción de sus partes a la Heinz (Salsa de tomate), Steinway Company (pianos), Roebling Wire Rope (puentes) y muchas más por el estilo, para fabricar las 70.000 partes que componían al CG-4A.

 


Interior de la cabina de un CG-4A

 

Como resultado su padre lo diseñó usando madera, tela, plástico, pintura, cuerdas, nailon, pegamentos caseros, algunas barras de acero (pocas porque pesaban mucho) y algún otro material que no estuviera en la lista del Ejército como indispensable.

 

El resultado fue un feo avión, que parecía más de los inicios de la aviación y no de la II GM, que se cargaba por el frente, una cabina muy ancha para un piloto y un copiloto que solo tenía como instrumentos un indicador de velocidad, altímetro, el control de dirección, dos bancos, sistema de comunicación por cable con su nave nodriza y una imagen de algún Santo, que al final, según muchos de ellos, sería el que volaría el Waco.

 

No tenía protección contra el impacto, nada de blindaje para el fuego AA, solo cargaban con ellos lo necesario para el combate en tierra si, sobrevivían al “suave” aterrizaje. Su transporte a Europa desde los Estados Unidos se hacía en unas enormes cajas, con un manual de instrucciones para su ensamblaje y 70.000 partes en algunos casos sin marcar y sin una guía de instalación.

 

C-47 y CG-4A Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Dayton, Ohio


¿Pero quién lo volaría? El primer paso se dio en la busca de instructores civiles de planeadores. Solo se encontraron 25 que reunieran la suficiente experiencia para ser instructores y de inmediato se seleccionaron los hombres que serían sus pilotos y se empezó esta parte del programa. Mientras tanto en 1942, el programa del Planeador había estado en espera de una confirmación del Ejército para seguir adelante, ya que era considerado innecesario y demasiado costoso.

 

Para finales de 1942 ya se habían adelantado muchas prácticas, principalmente en el área de la recogida del Waco por su nave nodriza. Este sistema fue basado en el usado por los aviones del sistema de correo de los Estados Unidos y que estaba en uso desde muchos años atrás y solo necesito de su adaptación.

 

El C- 47 pasaría volando a baja velocidad (225 km/h) y en una caída controlada hasta llegar a la altura del cable de nailon de 110 metros de largo que era sostenido por dos hombres con la ayuda de unas varas, en ese momento un gancho recogería el cable del Waco y su tripulación solo debía esperar el fuerte jalón que les daría el impulso para empezar su vuelo a más 450 metros de altura para evitar turbulencias, unido a su madre que luego los dejaría a su suerte al soltar el gancho a unos 120 de altura para minimizar el tiempo que su tripulación y carga estarían expuestos al fuego AA o de armas cortas del enemigo.

 

Pronto llegaría la aprobación del Ejército al necesitar un medio que pudiese ser utilizado en la invasión a Sicilia. Sería justo decir que antes de la época del helicóptero los Waco representaron lo máximo de un avión furtivo (no ruido), precisión al aterrizar (pensando en que algunas millas de más en ese tiempo eran aceptables) y capacidad de carga.


Historia Operativa en la Segunda Guerra Mundial

 



Exhibiendo sus capacidades de carga


En Julio de 1943, se presenta la oportunidad que la Waco había estado esperando y su avión recibiría el bautismo en combate en Italia. En la invasión a Sicilia demostró su fiabilidad a pesar de luchar contra fuertes vientos que hizo que muchos de los planeadores aterrizaran en puntos distintos a los planeados y la ubicación de los hombres fuera al principio casi imposible de determinar, el Waco cumplió ampliamente con su misión. Muchos de los planeadores quedaron destruidos y esto hizo que el Ejército ordenara 15.000 unidades adicionales, número que no logró completarse dado el fin de la guerra, en 1945.

 

Para Febrero de 1944 un total de 2.100 CG-4A habían sido despachados a Inglaterra desde las fábricas americanas. Las únicas personas disponibles para su ensamblaje fueron civiles no entrenados, lo que hizo que el Waco se convirtiera en una trampa mortal para algunas de sus tripulaciones y le añadía un poco más de picante, si era que hacía falta, a su experiencia. Esto hizo que para Abril de 1944, con tan solo unas semanas para el Día “D”, los miembros de la IX de Servicios de la Fuerza Aérea, como también muchos de sus pilotos y pasajeros, se encargaran del ensamblaje de 910 unidades. Es necesario anotar que muchos de los pilotos del Waco, eran aquellos aspirantes a piloto de los aviones convencionales, que habían sido rechazados. 



C-47 y CG-4A Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Dayton, Ohio


El Día “D” los planeadores salieron con rumbo hacia Francia, a campos desconocidos y solo con la luz de la Luna o de alguna bengala prendida por algún miembro de la resistencia o de algún expedicionario solitario, para iluminar y señalar su punto de aterrizaje. Esto dio como resultado que muchos de los planeadores se pasaran su sitio, obligando a sus pilotos aterrizar a ciegas, solo con la ayuda de la imagen del Santo de su devoción. Casi todos los Waco se perdieron en esa aventura, pero la mayoría de ellos cumplieron la misión de dejar en tierra a sus hombres listos para el combate. Entre su carga ese día podemos encontrar hombres, jeeps, obuses, munición y miembros de la sanidad.

 

Al ver su gran valía en el frente de batalla, inmediatamente las fábricas americanas incluidas las grandes compañías que en un principio habían sido dejadas por fuera, entraron en una alocada producción de día y noche para cubrir la necesidad del Ejército de este feo, desestimado pero confiable amigo. Es así que para Septiembre 15 de 1944 los Aliados contaban con 2.160 CG-4A, para la invasión de Holanda pero solo con 2.060 pilotos. Este hueco se cubrió con los copilotos, dejando a la suerte que si el piloto era imposibilitado durante su viaje de 4 horas de pilotear el Waco, su carga quedaba en manos de la imagen del Santo de turno. Como era de esperar, el Waco cumplió su misión pero ninguno sobrevivió a sus aterrizajes. El planeador estuvo presente en todos los escenarios de la WWII en Europa después de 1943 así como en el Pacifico, China, Burma e India.

 

Muchos de los pilotos americanos del Waco fueron enviados de regreso a sus bases para poder ser usados de nuevo con la experiencia adquirida mientras que los pilotos ingleses fueron entrenados para combatir inmediatamente aterrizado el planeador, que cuando era usado por ellos recibió el nombre de Hadrian. MacRae que voló con el Escuadrón Nº 37 de Transporte de Tropas, dijo que el Waco tenía algunas cosas para garantizar la seguridad de la tropa, poca para los pilotos y nada de confortable. El mismo dice, que muchos buscaban una chaqueta extra, no para ponérsela, sino para sentarse en ella y evitar que durante el aterrizaje algo los hiriera por debajo y penetrara hasta sus entrañas.

 

Como sabemos todos los pilotos de los cazas, bombarderos y demás aeronaves los apodaban o lo nombraban en honor a alguien o algo, pues los Waco no fueron la excepción y algunos de sus nombres fueron “Ataúdes voladores”, Dos objetivos” pero el más común fue “Alas silenciosas”. Refiriéndose al último apodo, uno de sus pilotos, que participó en el Día “D” y en la invasión de Holanda, comentó “Para nosotros era tan ruidoso como el infierno”, haciendo referencia que carecían de un aislante contra el ruido de los motores del C-47, del medio ambiente y del ruido de las AA del enemigo. Otro comentaba que “ Volar y aterrizar un Waco era una penitencia y que volvía al hombre religioso”. El General Williams, comandante del el IX Grupo de transporte de Personal, firmó una orden el 5 de Julio de 1945, autorizando el derecho a la Medalla del Aire a todos los pilotos del CG-4A que participaron en la invasión a Normandía. Esta orden decía.

 

“El magnífico espíritu y entusiasmo mostrado por estos oficiales, combinado con sus habilidades, coraje y devoción a su deber, fue reflejado en su brillante desempeño al operar unos planeadores totalmente indefensos, de constitución frágil y mínimas capacidades de vuelo con un clima no favorable, volando sobre el mar y en la cara de un poderoso enemigo, sin posibilidad alguna de realizar maniobras evasivas y aterrizando con éxito en territorio hostil y desconocido, como punta de lanza de la invasión aliada al continente. Sus respectivos deberes asignados, fueron realizados de manera admirable con el resultado excepcional de lograr el más exitoso desembarco aéreo de la historia mundial de la aviación.”


 The Fighting Falcon


Este modelo fue encontrado en un garaje en una ciudad de Michigan y fue restaurado y pintado como el mítico Fighting Falcon

 

Este CG-4A fue donado por los colegios de Michigan al Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos a través de una colecta que realizaron donde se intentaba recoger 17.000 dólares para la compra de un planeador. Su labor fue tan ejemplar que llegaron a obtener la suma suficiente para adquirir 4 planeadores Waco. El Fighting Falcon y los otros tres fueron construidos por la Gibson Refrigerator Company de Greenville, Michigan. Esta compañía construía ataúdes y refrigeradores hechos de madera antes de la WWII.

 

El Fighting Falcon fue el primer Waco CG-4A que desembarco en Normandía en la Zona de Aterrizaje “W”, piloteado por el Teniente Coronel Mike Murphy, el Oficial en Jefe del Grupo Nº 9 de Transporte de Tropas. El Brigadier General Don F. Pratt, y el Teniente copiloto John M Butler, murieron al momento de estrellarse el Waco Fighting Falcon a las 3:45 AM. El pasto no proporciono la suficiente fricción para que el planeador frenara y se estrelló contra un árbol a una velocidad aproximada de 128 km/h. Su piloto el Teniente Murphy sobrevivió pero con fractura en ambas piernas.

 

La historia de este episodio del desembarco de Normandía llego brevemente a la pantalla grande en la película, Salvando al Soldado Ryan (Saving Private Ryan).

 

 

Variantes

 

Más de 14.000 unidades del CG-4A fueron construidas durante la II GM por 16 compañías. Este planeador no fue la excepción en la búsqueda de la perfección y por lo tanto se realizaron más de 7.000 modificaciones para acomodar al Waco de acuerdo al uso predestinado a ese planeador. Algunas de sus variantes son:

 

  • CG-4A: Producto principal, del cual se realizaron 13.906 unidades.
  • XCG-4B: Construido totalmente de madera. Una sola unidad.
  • XPG-1: Se le adaptaron dos motores Franklin 6AC-293-N3.
  • LRW-1: Versión para la US Navy. 13 unidades.
  • Hadrian MkI: Modelo para la Real Fuerza Aérea. El primer Hadrian marco su lugar en la historia al realizar el vuelo desde Montreal hasta el Reino unido, cargado de vacunas y material médico, detrás de su nave madre, un C-47, durante 28 horas de vuelo en varias etapas. Este sería el primer planeador de la primera orden de 25, que debían llegar al Reino Unido.

 

Planeador CG-4A en vuelo cerca de Wilmington, Ohio, Estados Unidos, a finales de 1943


Waco también realizo dos magnificas mejoras en su modelo original. La primera de ellas el XCG-13 para un total de 30 hombres y la XCG-13A para 42 hombres. De estas dos versiones se produjeron unas 130 unidades por la Ford y la Northwestern.

 

 


Un C-47 despega, remolcando un planeador Waco CG-4 durante la Operación Market Garden


Operación Varsity 1945


Verano de 1944 durante el desembarco en Normandía


El Fighting Falcon original con su tripulación


Desembarcando en la Operación Varsity cerca a Wesel






Especificaciones técnicas



 

País: Estados Unidos.

Tipo: Planeador.

Constructor: Waco Aircraft Co. of Troy, Ohio. Otras 14 compañías compartieron su proceso de producción.

Tripulación: Piloto y copiloto.

Largo: 14.8 m.

Envergadura: 25.5 m.

Altura: 4.7 m.

Peso Vació: 1.769 kg.

Peso cargado: 3.402 kg – Peso máximo 4.082 kg (13 hombres completamente equipados, jeeps, obuses, munición o todo lo que entrara por su “boca” y no sobrepasara mucho su peso de carga.

Velocidad: Cuando estaba conectado a su remolque el Waco podía bordear los 241 km/h, una vez liberado su velocidad oscilaba en los 115 km/h. Su velocidad nunca podía ser inferior a 79 km/h.

Espacio de aterrizaje: Entre 180 y 240 metros.


Fuente: https://www.lasegundaguerra.com