Por Nataniel
Peirano
Avión MiG-41 ruso
Desde
hace varios años, las potencias mundiales llevan adelante la concepción de los
aviones de la próxima generación. Los Estados Unidos es el que más avances
mostró con su B-21 Raider.
Por
Nataniel Peirano
La sexta
generación de aviones militares, como se determinan los proyectos que
reemplazarán los modelos actuales, está más cerca de lo que parece. Los
desarrollos para el período 2035-2040 no comenzaron en partes iguales y hay
países que ya cuentan con años de ventaja. El Raider de los Estados Unidos ya
tuvo su primer vuelo y parece aventajar al mundo entero. ¿En qué etapa se
encuentran las potencias militares del siglo XXI?
Bombarderos
furtivos y aviones de caza: las incorporaciones a las Fuerzas de los EE.UU Northrop
Grumman, el cuarto mayor contratista de defensa militar de los Estados Unidos y
el constructor número uno de buques de guerra, lleva adelante el desarrollo del
B-21 Raider desde 2015 y ocho años después tuvo su primer vuelo de prueba. La
empresa destaca por aportar los propulsores para el Artemis I de la NASA y el
navegador WSN-7/12 para la naval estadounidense.
El
próximo bombardero furtivo de largo alcance pretende ser un paso hacia adelante
en términos de autonomía, ciclo de vida, sigilo, digitalización; y funcionará
como un elemento disuasorio por su abanico armamentístico, que incluye armas
nucleares. El Raider alcanza una velocidad máxima de 1.000 km/h y tiene un
rango de acción cercano a los 11.000 km.
Los Estados
Unidos planea que esté operativo para mediados de la década y estima gastar al
menos 200 mil millones dólares para sumar 100 ejemplares en el proceso de
modernización de la flota aérea.
Como
parte del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), la Fuerza Aérea
también trabaja con Northrop Grumman en el Boeing F/A-XX, un avión de caza
tripulado para la sexta generación que ya finalizó la etapa de concepto y se
encuentra en proceso de diseño. Este cazabombardero tomará el relevo de los
Boeing F/A-18E/F Super Hornet Block II cuando llegue al final de su ciclo de
vida útil en la próxima década.
¿La
tecnología actual puede verse opacada por el proyecto estadounidense?
Si bien
se estima que la sexta generación vea acción dentro de 10 años, los avances del
B-21 Raider estadounidense parecen agilizar el desarrollo de nuevos aviones.
El
propio Estados Unidos sigue fabricando en masa los aviones de la quinta
generación, como el Lockheed F-35, al igual que Rusia con el Sukhoi Su-57 y
China con el Chengdu J-20 que se introdujeron cerca del final de la década
pasada.
La
generación actual sigue vigente y se caracteriza por la capacidad furtiva y la
integración de un sistema de comunicación superador, necesario para seguir los
pasos marcados por la evolución armamentística. Pero todos los países ya
enfocan recursos y personal en los aviones de la próxima generación.
El Reino
Unido, Italia y Japón están colaborando en el desarrollo del Tempest, un avión
de caza a reacción que pretende ser disruptivo. Investigan metodologías de
combate para sumar la inteligencia artificial, armas de energía dirigida,
drones enjambre y la posibilidad de una alternativa no tripulada.
El
proyecto, principalmente impulsado por los británicos, ya tiene 150 horas en un
simulador virtual. En simultáneo se están realizando las pruebas aerodinámicas
de motores y el testeo de un nuevo sistema de escape para la tripulación.
Por su
parte, Rusia finaliza el Mikoyan Gurevich-41 en un contexto de economía de
guerra por el conflicto con Ucrania. El MiG-41 está pensado como un interceptor
supersónico, capaz de volar cerca del espacio y transportar misiles
antisatélite. Además, se espera que alcance velocidades de Mach-4,3 o incluso
Mach-5, es decir, en un rango de entre 1.230 y 6.150 km/h. Está proyectado que
tenga su vuelo inaugural antes de fin de año y que esté operativo en un plazo
máximo de tres años.
China
no es ajeno a las intenciones de desarrollar un ejemplar para la sexta
generación, pero es el que menos información al respecto da. En noviembre de
2022 presentaron un modelo en el Salón Aeronáutico celebrado en Zhuhai: similar
al J-20 de quinta generación, pero sin cola y con alas más pronunciadas, el
proyecto del gigante asiático no pasa de un simple concepto, al menos
públicamente.
Aunque
todavía quedan muchos años de desarrollo y pruebas de fuego, los Estados Unidos
parece aventajar a todos con el bombardero furtivo B-21 Raider, sobre todo a
China y Rusia, las dos potencias militares más importantes. El avance
estadounidense puede llegar a acelerar los tiempos de todos los proyectos
militares a nivel global.
Fuente:
https://defonline.com.ar