30 de septiembre de 2021

PIONERAS DE LA AVIACIÓN ESPAÑOLA - MARÍA JOSEP COLOMER Y LUQUE

 

 

Nació: El 31 de marzo de 1913 en Barcelona, España.

Murió: El 25 de mayo de 2004 en el Surrey, Reino Unido

Nacionalidad: española

Ocupación: Aviadora

 

María Josep Colomer y Luque​, más conocida como Mari Pepa Colomer, es una de las pioneras de la aviación española. ​ Con frecuencia es considera la primera española en obtener la licencia oficial de piloto en 1931 y la primera mujer instructora de vuelo de España, ​ sin embargo, el 24 de noviembre de 1928, María Bernaldo de Quirós obtuvo la licencia de piloto en la Escuela Nacional Aeronáutica de Madrid. ​

 

Estudió en el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de la Mujer, institución que había fundado en 1909 Francisca Bonnemaison, con la intención de dar instrucción a las mujeres obreras para que pudieran aprender un oficio y ejercer después su profesión. De pequeña, ya quería volar y se iba en bicicleta al aeródromo de Catalunya y allí probaba los aviones vigilada por los mecánicos.

 

En mayo de 1930, ingresó en la Escuela de Aviación de Barcelona. Con tan solo 17 años, y tras realizar las sesenta horas de vuelo reglamentarias, el 19 de enero de 1931, obtuvo la licencia oficial de piloto. Su nombramiento generó una gran expectación, apareció en la portada del diario La Vanguardia y la Diputación de Barcelona le hizo un homenaje.

 

Tras la obtención del título, para conseguir experiencia profesional y demostrar que estaba al mismo nivel que el resto de pilotos hombres que la rodeaban, participó en varios concursos de pilotos amateurs y en el II Concurso de Aviación de Cardedeu, en aquella época muy reconocido en el mundo de la aviación civil.

 

En 1932, se creó la Escola de Pilots Militars de la Generalitat y en octubre de ese mismo año, saltaría a la fama al lograr aterrizar un Zeppelin en el aeródromo de Barcelona. Fue todo un acontecimiento. Entre las muchas personas asistentes al evento se encontraba una joven, Dolors Vives Rodón, conocida como Lolita Vives, quien no tardará en seguir sus pasos como otra de las pioneras de la aviación española. Tres años después, en 1935, Mari Pepa se convertiría en la primera mujer instructora de vuelo española. En 1936 creó, junto con otros compañeros, la primera Cooperativa de Trabajo Aéreo de Cataluña y la Escuela Catalana de Aviación, donde dio clases también.

 

Con el estallido de la Guerra Civil Española, empezó a formar parte de la Escuela de Pilotos de la Generalitat de Cataluña, con el rango de auxiliar de primera categoría del Servicio Aeronáutico donde trabajaba formando nuevos pilotos para las Fuerzas Aéreas de la República Española. Llegó a tener rango de oficial del Ejército y desarrolló funciones como instructora de pilotos de guerra, piloto de abastecimiento, ambulancia y propaganda. Tras ayudar a cruzar la frontera hispano-francesa a miles de exiliados republicanos, al final de la guerra es ella misma la que se exilia, junto al que había sido su profesor, el piloto Josep María Carreras y Dexeus, que se convertiría posteriormente en su marido. Primero se trasladarían a Toulouse y después a Inglaterra, en donde vivió el resto de su vida. No volvió a pilotar nunca más un avión y cuando se le preguntaba por qué, su respuesta siempre fue que en Inglaterra no había trabajo para ella como piloto.

 

El mes de marzo del año 2003, la Secretaría General del Deporte de la Generalitat de Cataluña rindió un homenaje a su trayectoria deportiva en el mundo de la aviación. Sus cenizas fueron llevadas al cementerio de Reus.

 

Reconocimientos

 

Hay una avenida que lleva su nombre en El Prat de Llobregat (Barcelona) y en Getafe (Madrid), una calle en Castelldefels (Barcelona), unos jardines en Barcelona (Barcelona) y una escuela de educación infantil, primaria y secundaria en El Prat de Llobregat (Barcelona).

En julio de 2018 la Asociación “Herstóricas. Historia, Mujeres y Género” y el Colectivo “Autoras de Cómic” creó un proyecto de carácter cultural y educativo para visibilizar la aportación histórica de las mujeres en la sociedad y reflexionar sobre su ausencia consistente en un juego de cartas. Una de estas cartas está dedicada a Colomer i Luque. ​

 

 

Fuente: https://es.wikipedia.org

AVIADORES ESPAÑOLES DISTINGUIDOS - JOSÉ CALDERÓN GAZTELU

 



Por Emilio Herrera Alonso

 

Nació: El 31 de mayo de 1904 en Pamplona, Navarra

Murió: El 14 de septiembre de 1938 en el Frente del Jarama, Madrid

Profesión: Aviador militar

Premios: Cruz Laureada de San Fernando

 

Miembro de una familia de tradición militar, de la que los tres hermanos resultaron muertos en campaña, José Calderón Gaztelu ingresó en la Academia Militar de Ingenieros de Guadalajara, en 1922, siendo promovido a Teniente cuatro años más tarde; su primer destino fue el Regimiento de Minadores Zapadores N° 1, en el que permaneció prestando servicio hasta 1928, en que realizó el curso de observador de aeroplano, pasando destinado al grupo 21 de la 1ª escuadra, en el aeródromo de Cuatro Vientos. Un año más tarde realizaría en el murciano de Alcantarilla el de piloto, y ya como tal, fue destinado a Logroño, al aeródromo de Recajo, al grupo de Breguet XIX.

 

Con él tomó parte en las operaciones para reducir a los revolucionarios en octubre de 1934, y en aquel destino continuaba, ya ascendido a Capitán, al producirse el levantamiento de julio de 1936 en el que desde el mismo día 18 actuó intensamente, acudiendo a uno y otro frente, ya que el escaso número de aviones y de tripulaciones con que contaban inicialmente los alzados obligaba a éstas a multiplicarse para atender las necesidades de las varias columnas que operaban en los diversos frentes; en los de Guipúzcoa, Vizcaya, Somosierra y el Alto del León realizó misiones el Capitán Calderón.

 

De su valor dio pruebas el 10 de agosto, cuando, pilotando un trimotor Fokker F VII-B en misión de bombardeo del aeródromo de Lamiaco, en Bilbao, fue interceptado por un Bristol Bulldog, avión de caza enemigo que, pese a superar ampliamente al suyo en velocidad y armamento, no pudo evitar que rematara el servicio, realizando con gran precisión el bombardeo.

 

A principios de febrero de 1937 se dio la primera gran batalla en campo abierto de la guerra: el mando gubernamental, tratando de aliviar la situación de la capital de España, preparó una importante ofensiva al oeste del río Jarama; para ello, dispuso de una masa de maniobra de más de cincuenta mil hombres, bien equipados y poderosamente armados con carros, artillería y aviación, Simultáneamente, el General Mola, al frente de cuarenta mil hombres, intentaba cortar la carretera Madrid-Valencia, tratando de completar así el cerco de Madrid.

 

Iniciada la ofensiva por las fuerzas "nacionales" el día 6, llevaron éstas la iniciativa, avanzando con mala meteorología que impedía la actuación de la aviación, pero un cambio de tiempo que se produjo el 12 permitió a las fuerzas republicanas contraatacar en la Cuesta de la Reina, apoyadas por su importante masa de aviones; se produjeron varios combates aéreos en los que hubo derribos por ambas partes y en los que los republicanos se manifestaron superiores.

 

En la noche del 15, después de dos días en que la caza republicana había impedido el bombardeo de sus posiciones por la aviación "nacional", el Capitán Calderón, que se encontraba al mando del Grupo 2-G-22, reunió a los jefes de patrulla, y tras hacerles ver la importancia que para la moral de las tropas de tierra tenía la actuación del grupo, pronunció la frase que se ha hecho legendaria: “Mañana bombardearemos, caiga quien caiga”. Con esta consigna despegó el grupo el día 6, con Calderón a la cabeza de la formación, escoltada por una escasa fuerza de la aviación legionaria italiana, que al llegar a la línea de contacto del frente se retiró siguiendo las órdenes de su jefe, Faroni, dejando abandonadas a su suerte a los lentos trimotores que fueron atacados por más de treinta cazas, al tiempo que se abría ante ellos una densa barrera antiaérea. Calderón continuó su marcha hacia los objetivos asignados, bombardeando con serenidad y precisión el primero de ellos, bajo un fuego infernal, y al dirigirse a atacar el segundo, su aparato, cogido de frente por varios biplanos I.15 Chato, resultó incendiado y derribado, perdiendo entre sus restos la vida el Capitán Calderón que no abandonó los mandos de su avión consecuente con su arenga y reivindicando para la aviación "nacional" el dominio del aire. El resto de la unidad ignoró la desproporción de las fuerzas y cumplió todos sus objetivos, haciendo buena la consigna recibida.

 

En octubre de 1939 se abrió el expediente de juicio contradictorio para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al Capitán Calderón, y en las declaraciones de los testigos resaltó su elevado espíritu militar y aeronáutico, su alto concepto del deber y su capacidad de sacrificio. Pero se tardó casi nueve años en resolver el expediente, ya que el acto de Calderón no se ajustaba a uno de los requisitos del artículo 58 del anacrónico Reglamento de la Orden: no era posible que regresara con el avión indemne aquel que había entregado su vida entre los restos calcinados de su aeronave.

 

Finalmente, pensándose quizá más en el espíritu que en la letra de la disposición, el 14 de enero de 1948 le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando al Comandante José Calderón Gaztelu, y en el decreto de concesión se decía:

 

“El alto espíritu militar, valiosas dotes de mando y gran muestra de sacrificio del Capitán Don José Calderón Gaztelu, quedan plenamente demostrados a través de su actuación durante la Gloriosa Campaña de Liberación Nacional; con sus servicios de guerra prestados en los frentes de Guipúzcoa, Bilbao, Somosierra, Alto de los Leones de Castilla, felicitado por su brillante actuación por el General Mola con ocasión del bombardeo de Ochandiano, distinguiéndose notablemente por su acometividad que culminó el día 16 de febrero de 1937 en el frente del Jarama, al ordenar a su formación “bombardear a toda costa” determinadas posiciones enemigas, no obstante las malas condiciones atmosféricas, el considerable número de baterías antiaéreas contrarias y la permanencia constante sobre el teatro de operaciones de una masa de cazas republicanos en número de cuarenta aproximadamente, consiguió bombardear el primer objetivo pese al ataque de treinta aviones enemigos, siendo alcanzado su aparato al dirigirse al segundo, de cuyas consecuencias resultó muerto. Habiendo conseguido su misión de bombardear las baterías enemigas, y con ello haber colaborado en el alto cometido de conseguir la supremacía aérea nacional”.

 

Fuente: https://dbe.rah.es

25 de septiembre de 2021

CARTAGENA: EL BOMBARDEO DE LAS CUATRO HORAS Y LOS PRIMEROS MESES DE GUERRA (1936).

 


 

La Guerra Civil española tuvo unos comienzos complejos, difíciles de analizar de forma global, puesto que como en toda contienda civil intervinieron elementos ajenos al ejército. En principio no hubo frentes definidos. La sublevación triunfó en diversas provincias y de la misma manera quedó sofocada en otras. Tal fue el caso de Cartagena, la principal Base Naval de la República que permaneció fiel al Gobierno.

 

La plaza fuerte de Cartagena quedó bajo las órdenes del Gobierno Republicano, y muchas poblaciones colectivizadas por el modelo anarcosindicalista (destacó La Aparecida, cuyos habitantes cambiaron el nombre del pueblo por “Caserío Francisco Ascaso”), a pesar de que el Alzamiento también tuvo adeptos, en el Arsenal, por ejemplo, donde la situación estuvo dudosa durante 36 horas y también en la cercana base de la Aeronáutica Naval, en Santiago de la Ribera. Finalmente, los oficiales sublevados fueron reducidos tras una encarnizada escaramuza dentro del arsenal de la marina, afuera decenas de cartageneros y cartageneras esperaban en las puertas a la espera de ver como terminaban los acontecimientos.

 

Objetivo de la maquinaria militar fascista, el puerto:

 

Razones

 

Cartagena posee un puerto natural extraordinario equipado, militar y mercantemente hablando, al completo, y fue el imán que atrajo las bombas de la aviación Nacional. En la Base Naval de Cartagena fondeaba lo mejor de la escuadra naval española. La marinería, anarcosindicalista y comunista en su mayoría, hicieron fracasar el golpe de estado que sus oficiales de a bordo llevaron a cabo, reduciéndolos en sus camarotes o directamente en sus puestos de mandos, muchos oficiales, respaldados por suboficiales, protagonizaron una encarnizada resistencia en cubierta y en el interior del arsenal. Una vez comenzadas las hostilidades empezó a haber tránsito de barcos de forma extensiva por todo el puerto, y se decidió dispersar los numerosos buques de la armada, de manera que no se acumularan en ningún punto del puerto varias de las unidades de guerra.



 

Así el acorazado Jaime I solía atracar en el dique de la Curra, al final, y más al principio del mismo dique el crucero Libertad. El crucero Méndez Núñez estaba en el club de Regatas, aunque algunas veces también atracaba en la Curra, mientras que el crucero Miguel de Cervantes amarraba frente al Hospital Naval, en el muelle Alfonso XII. La flota de destructores y submarinos se dispersaba por los muelles del Arsenal, dique de la Curra, muelles de la zona de Santa Lucía y no eran raras las veces que había destructores en el centro de la dársena, o incluso fuera de las aguas interiores.

 

Muchas unidades menores y auxiliares también iban ocupando distintos emplazamientos por los recovecos del puerto, dejando el muelle de Alfonso XII para la carga y descarga de buques mercantes.

 


 

Militarización

 

Batería de defensa naval de La Parajola (Roldán, Canteras)

 

En septiembre de 1936 fue militarizado todo el muelle y sus aledaños con cañones de defensa naval Vickers, un entramado de fortalezas que recorría la costa desde Mazarrón a Cabo de Palos, teniendo éstas defensas un alcance máximo de disparo de 20 kilómetros, cubriendo una amplia zona que va más allá de Águilas y La Manga del Mar Menor.

 

El mes de agosto fue un mes de mucha actividad mercantil con grandes barcos como el Ita que luego fue requisado en el Puerto de Mazarrón, el Recca italiano, el Aldecoa requisado también, el Campeche y el Elcano. La presencia militar también quedó reflejada en los registros de entrada, como el día 7 el destructor José Luis Díez, el 8 el submarino B-5, o el 24 que lo hicieron el destructor inglés Galatea, el submarino B-6 y el acorazado Jaime I. Todo tipo de cargas entraron y salieron, pero aún no había empezado a recibirse el material de guerra.

 

Infantería de marina desfilando por la ciudad de Cartagena.

 

En los meses de septiembre y octubre de 1938 sí se recibieron buques con material de guerra en el puerto de Cartagena, que como se ha indicado, entraban directamente a las instalaciones del Arsenal, para realizar las labores de descarga. También entraron otros buques de carga que no pasaron por la aduana.

 

Las recepciones de material de guerra del mes de octubre se dispararon con la llegada de varios vapores que trajeron aviones con destino a los talleres de montaje de la Base Aeronaval de Los Alcázares, completaban su carga tanques, material ligero y otras armas de todo tipo.

 

El primer bombardeo: 18/10/1936. 

 

Tras unos intensos días de descarga de material de guerra tanto en los muelles del puerto como del Arsenal, el mando Nacional preparó una operación sobre Cartagena para cortar este enorme flujo de entrada o al menos dificultarlo, puesto que los efectivos usados fueron pocos. Así, sólo dos Junkers 52/3m de las escuadrillas de “Pedros” y “Pablos” iban a utilizarse en este bombardeo.

 

En el mes de octubre de 1936, aún no estaba formada en España como tal la Legión Cóndor, aunque diversos envíos de material y personal alemán operaban en la zona sublevada desde el primer mes de la guerra. Entre estas unidades aéreas se encontraban seis Junkers 52 con tripulaciones alemanas y que formaban dos patrullas: “Pedros” y “Pablos”. Estos trimotores ya habían actuado en diversas operaciones de bombardeo o de aprovisionamiento como en el caso del asediado Alcázar de Toledo, y además como parte del puente aéreo del paso del Estrecho realizado en el mes de agosto de 1936.

 

Los Junkers 52 fueron destacados a la base de Armilla, Granada, desde donde despegaron hacia las 4 de la mañana del domingo 18 de octubre de 1936. Tras un vuelo de unas 2 horas, estos Junkers localizaron el puerto aún de noche, y a su vez fueron localizados por las baterías antiaéreas de Cartagena que empezaron a dispararles. Los aviones dieron una sola pasada en ruta sur a norte, uno detrás del otro, y desde unos 1.500 metros de altura pudieron lanzar 10 bombas de 250 kilos contra los barcos anclados en el muelle, pero el reguero de bombas se introdujo en la ciudad y provocó el despertar de los cartageneros que dormían en sus casas; era las 6:15 horas.

 

El impacto de las potentes SC-250 destrozó numerosas edificaciones de las calles más céntricas de Cartagena y provocó el fallecimiento de 22 personas según el periódico Cartagena Nueva del día 20. También hubo numerosos heridos entre militares y población civil. Las ambulancias de la Cruz Roja de Cartagena tuvieron que actuar al máximo aquella madrugada, pero no debieron ser tantas las víctimas.

 


La confianza de los habitantes de Cartagena tanto en sus defensas antiaéreas, como en el hecho de vivir lejos de los frentes, es decir, en la retaguardia, se quebró drásticamente aquella madrugada de domingo. Desde algunos puntos de la ciudad las explosiones de las bombas se interpretaron como tracas de fiesta, pero nada más lejos de la realidad. El miedo a los bombardeos crecería en el futuro, pero curiosamente aquel domingo, muchos cartageneros “pasearon” por estas calles con la intención de descubrir lo que aquellas bombas habían provocado en su querida ciudad.

 

Para aquel domingo estaba prevista una manifestación y que curiosamente fue la causa del bombardeo estratégico del puerto de Cartagena con unas pocas bombas. Los aviones sufrieron el fuego antiaéreo de las piezas Vickers, pero pudieron regresar a su base de Armilla sin más contratiempos.

 

El segundo bombardeo: 20/10/1936.

 

Bastante inquietud creó en los cartageneros el hecho del primer bombardeo aéreo que se sufrió el domingo 18, pero hay que reconocer que no cambió sus vidas, pues la ciudadanía y las unidades militares no alteraron comportamientos.

 

Junker 53/3m

 

En el primer ataque se utilizaron dos Junkers con tripulaciones alemanas, pero existían dentro de la Aviación Nacional, doce Junkers iguales que formaban dos escuadrillas españolas al mando del Capitán Carrillo, la escuadrilla montó una misión de bombardeo para la madrugada del martes día 20.

 

Tres Ju.52 despegaron pasada la medianoche de Armilla y volaron siguiendo la ruta de la propia carretera, presentándose hacia las 3:35 horas sobre Cartagena. Era una noche muy oscura pero el objetivo de bombardear, probablemente la estación de Ferrocarriles, tenía que cumplirse. Pronto fueron localizados por las baterías de la antiaéreas que empezaron a hacer sobre ellos un nutrido fuego que complicó el bombardeo casi a oscuras. La carga era en esta ocasión de 6 bombas de 250 kilos en cada Junker, 18 en total. En una sola pasada lanzaron casi toda su carga.

 

Sin poder observar nada, los aviones pudieron aparecer más tarde, hacia las 4:00 horas, para ver el lugar donde habían bombardeado casi a ciegas. Esto llevó a alargar el tiempo de alarma y de nuevo los disparos de las piezas antiaéreas. De cualquier manera, los tres trimotores volvieron a su ruta de carreteras y hacia las 4:30 horas pasaron por la vertical de Totana. Uno de estos tres Junker se salió de la formación y volvió hacia Totana para lanzar a las 4:35 horas la carga que en su bodega aún quedaba. Sin más contratiempos los aviones regresaron a su base de Armilla en Granada.

 

El tercer bombardeo: 27/10/1936.

 

Base aérea de Los Alcázares (1935, Mar Menor).

 

Tan solo una semana después, la aviación nacional constatando que el tráfico de material bélico en el puerto de Cartagena continuaba, y que el objetivo a batir eran los talleres de la Base Aeronaval de Los Alcázares, donde se montaban los cazas republicanos I-15, I-16 y los bombarderos SB-2, volvió a operar con una formación importante de ocho aviones sobre el puerto de Cartagena, y la citada base a orillas del Mar Menor. Sería una misión doble y coordinada entre las unidades nazis alemanas e italianas fascistas.

 

La misión organizada cuidadosamente utilizaría tres Savoia S.81 de la Aviazione Fascista del Tercio, que fueron trasladados el mismo martes 27 desde Tablada en Sevilla, a Armilla en Granada.  En Armilla se encontraban los Junkers alemanes que para esta misión usarían a cinco de sus “Pedros” y “Pablos”, para machacar el puerto de Cartagena.

 

La doble formación de ocho aviones fue despegando y se dirigió a sus objetivos con los italianos delante, que despegaron a las 19:35 horas y sobrevolando Sierra Nevada, estaban sobre Cartagena hacia las 21:15 horas. En el momento en el que las baterías antiaéreas les disparaban, el S.81 de Altomare sufrió problemas en un motor, pero se mantuvo en formación con sus puntos y atacó con bombas incendiarias la base de Los Alcázares. Minutos más tarde, eran los Ju 52 los que llegaban a Cartagena y sufrían el acoso de la defensa antiaérea, lanzando sus bombas en la trayectoria este-oeste.

 

Estado en el que quedó un tren de pasajeros de La Unión-Cartagena que se encontraba en la estación de Ferrocarriles. Varias personas fallecieron durante el bombardeo.

 

Los destrozos en la base de Los Alcázares fueron escasos, alcanzando las bombas la zona de vuelo y sólo alguna cayó cerca de los talleres. El pueblo, muy cerca de la base, no sufrió ningún impacto de bomba, aunque hubo algunas víctimas en la base. En Cartagena murieron en el muelle marineros, y los destructores y cruceros que estaban dentro del puerto no sufrieron ningún impacto directo, la estación de ferrocarriles fue blanco también de la aviación fascista.

 

Las baterías de la DCA (defensa antiaérea) dispararon contra las formaciones varias veces, al pasar los italianos en dirección a su objetivo en el Mar Menor, al llegar los alemanes y al volver todas las formaciones. Por tanto, la alarma duró desde las 21:15 hasta las 23:00 horas. A pesar de que la respuesta de las distintas piezas antiaéreas fue tremenda, ningún avión fue alcanzado y esa noche pudieron llegar a sus bases, los alemanes a Armilla, mientras que los Savoia volvieron directamente a Tablada.

 

El mes de Noviembre, bombardeo de las 4 horas.

 

Tres bombardeos en el mes de octubre de 1936 no frenaron en Cartagena el ritmo frenético del puerto tanto en materia de cargas y descargas de mercancías como en lo tocante al material de guerra. Tampoco los cartageneros se marcharon de la ciudad en masa, aunque muchos suponían y con acierto, que lo de los bombardeos iría en aumento, en cantidad y “calidad”.

 

Algunos sí se habían marchado al extenso Campo de Cartagena, otros a Mazarrón o al Mar Menor, pero casi todo el mundo permaneció en sus casas, y por supuesto en sus trabajos. Las autoridades habían hecho una valoración prioritaria en lo tocante a la necesidad de los refugios, pero muchos comenzaron a abrir o acondicionar cuevas y grutas en los montes y cabezos que jalonan la orografía cartagenera. El puerto comenzó noviembre con su actividad habitual en estas fechas bélicas y ello se ve en el cuadro de lo que podemos denominar visitas especiales con material de guerra.

 

El día 23 de noviembre de 1936, uno de los Heinkel 70 nazis de la escuadrilla de reconocimiento de largo alcance, despegaba de Sevilla tripulado por el Teniente Balthasar para reconocer el puerto de Cartagena, emplazamientos en la ciudad, las instalaciones del puerto y del Arsenal, la Escuadra, baterías antiaéreas, fuertes y otros objetivos, todos ellos fueron desde las 15:15 horas, fotografiados con detalle. La DCA le disparó sin alcanzarle y las sirenas lo presentaron como el primer bombardeo diurno. Según el Gobierno Republicano, se supo que se estaba preparando un ataque mucho más duro y cruento que el del anterior mes.

 

En la memoria colectiva de los cartageneros se dice que uno de los aviadores era de aquí, teoría utilizada en muchas zonas del frente y que en éste caso puede ser cierto, los historiadores no han querido profundizar más para no comprometer a ningún descendiente actual, según dicen diferentes fuentes.

 

Refugio de la Calle Gisbert, en pleno centro, actual museo municipal y centro de interpretación de los bombardeos.

 

Queipo de Llano, desde su emisora de Radio en Sevilla, predijo los acontecimientos amenazando a la población civil y diciendo textualmente: “Cartageneros os acordaréis de mi nombre, será tan duro el castigo que acabaréis corriendo como conejos hacia vuestras madrigueras”, haciendo referencia a las cuevas que la población empezaba a adecuar para protegerse de los continuos bombardeos. Hecho únicamente conocido por el bando fascista gracias a la quinta columna, o franquistas que vivían entre la población aportando información al bando nacional y realizando actos de sabotaje en la ciudad.

 

Comienza el bombardeo.

 

La distancia a recorrer en el vuelo era de unos 300 kilómetros, a realizar en unas 2 horas. Los primeros aviones llegarían aún de día y señalarían con bengalas la trayectoria del ataque y los objetivos. El plan de vuelo incluiría una altura media de 4.000 metros, aunque estaba previsto que, para los pequeños objetivos, se descendiera hasta los 2.000 o 2.500 metros en el momento de la suelta de las bombas. La carga, unos 1.250 kilos por cada Junker, sería variada, llevando en las primeras oleadas las SC-250, bombas tremendas de 250 kilos. Las últimas oleadas lanzarían gran número de bombas incendiarias de 1 kilo. La ruta seguida fue la costa mediterránea desde Almería hasta Cartagena.

 

La misión estaba preparada a conciencia por los mandos de la Legión Cóndor, cuyo comandante era en esta primera época el General Sperrle, y su jefe de estado mayor, el Coronel von Richthofen. Se pretendía que la operación fuera un duro golpe contra la retaguardia republicana y una tarjeta de presentación de la ayuda alemana, suficiente para contrarrestar los envíos rusos que en esas fechas entraban masivamente a España en su mayor parte por Cartagena. En primer lugar, actuaría el 2.º/K.88 con objetivos como el muelle comercial, el Arsenal y la estación del FF.CC. El marcado de la trayectoria final se hizo con bengalas desde la zona de La Aljorra, zona bombardeada. Más tarde se actuaría con el objetivo de alcanzar los cuarteles militares, fuertes, la escuadra naval, y provocar incendios ya completamente de noche.

 

Las bombas no pararon de caer desde las 17:30 horas hasta las 21:30 horas de la noche, hecho recordado tras 70 años como el bombardeo de las 4 horas.

 

Al final de la jornada, y contando los bombardeos de las pasadas semanas, el rastro del rencor y odio de las bombas de la aviación fascista dejaron cerca de 90 muertos y cientos de heridos. Decenas de casas inhabitables, otras tantas destruidas, calles destrozadas, familias sepultadas. Una bomba cayó justo en el hospital de la muralla de Mar, dejando más muertos de los heridos que ya se encontraban en su interior. También en Barrio Peral y en el Hospital de Los Pinos se sucedieron diversos incendios. La casa republicana del barrio de San Antón fue totalmente destrozada por una tremenda bomba de 250 kilos. Otra bomba alcanzó de pleno en la Plaza del Ayuntamiento haciendo esquina con la Calle Bodegones, a una familia entera de un conocido dirigente del sindicato anarcosindicalista CNT/AIT, matándolos a todos, mujer e hijos, en el acto.

 

Edificios arrasados por el bombardeo de las 4 horas de la aviación nazi alemana e italiana fascista, fotografía tomada en la Calle del Carmen, junto a las Puertas de Murcia.

 

Entre todos debemos dar eco de éstos y otros hechos sucedidos en la guerra, muchas veces desconocidos para la mayoría, para que entre todos consigamos hacer frente al futuro conociendo el pasado y evitando la pura barbarie.

 

Debemos romper los muros de nuestra memoria colectiva, muros que algunos desde un punto ideológico concreto, varado a la derecha, intentan imponer. Rompamos pues el silencio y hagamos frente al futuro teniendo en nuestras manos la verdad histórica.

 

Abrimos pues, éste espacio histórico en el que se expondrán diferentes temas relacionados con la memoria colectiva de Murcia y del sureste peninsular.

 

 

Fuente: https://indysureste.wordpress.com

AVIADORES NORTEAMERICANOS DISTINGUIDOS - WILEY POST

 

 


Nació: El 22 de noviembre de 1898 en el Condado de Van Zandt (Estados Unidos) Murió: Murió: El 15 de agosto de 1935 a los 36 años en Punta Barrow (Estados Unidos)

Causa de muerte: Accidente de aviación

Nacionalidad: Estadounidense

Ocupación:

Aviador

Explorador

Distinciones: 

Cruz de Vuelo Distinguido

Harmon Trophy

National Aviation Hall of Fame

 

Wiley Hardeman Post fue un aviador estadounidense del período de entreguerras famoso por ser primer piloto en volar en solitario alrededor del mundo. El 15 de agosto de 1935, Post y el humorista estadounidense Will Rogers fallecieron cuando el avión de Post se estrelló al despegar de una laguna cerca de Point Barrow en Alaska.

 

El avión Lockheed Vega de Post, el Winnie Mae, se encuentra en el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington DC.

 

Vuelo alrededor del globo

 

En 1930, el récord de volar alrededor del mundo no lo tenía un avión, sino el dirigible LZ 127 Graf Zeppelin, pilotado por Hugo Eckener en 1929 con un tiempo de 21 días. El 23 de junio de 1931, Post y el navegante australiano Harold Gatty, dejaron Roosevelt Field en Long Island, Nueva York, en el Winnie Mae con un plan de vuelo que los llevaría alrededor del mundo, deteniéndose en Harbour Grace, Flintshire, Hannover dos veces, Berlín, Moscú, Novosibirsk, Irkutsk, Blagoveshchensk, Khabarovsk, Nome, donde tuvo que reparar su hélice, Fairbanks donde fue reemplazada la hélice, Edmonton y Cleveland antes de regresar a Roosevelt Field.

 

Llegaron el 1 de julio, después de viajar 15474 millas (24903 km) en el tiempo récord de 8 días y 15 horas y 51 minutos, en la primera circunnavegación aérea exitosa realizada por un monoplano monomotor. La recepción que recibieron rivalizaba con la de Charles Lindbergh donde quiera que fueran. Almorzaron en la Casa Blanca el 6 de julio, montaron en un desfile de cintas de teletipo al día siguiente en la ciudad de Nueva York y fueron honrados en un banquete ofrecido por la Cámara de Comercio Aeronáutico de América en el Hotel Astor. Después del vuelo, Post adquirió el Winnie Mae de F.C. Hall, y él y Gatty publicaron un relato de su viaje titulado, La vuelta al mundo en ocho días, con una introducción de Will Rogers

 

Primer vuelo alrededor del mundo en solitario

 

Después del vuelo récord, Post quería abrir su propia escuela de aeronáutica, pero no pudo obtener suficiente apoyo financiero debido a las dudas que muchos tenían sobre su origen rural y la educación formal limitada. Motivado por sus detractores, Post decidió intentar un vuelo en solitario alrededor del mundo y romper su récord de velocidad anterior. Durante el año siguiente, Post mejoró su avión instalando un dispositivo de piloto automático y un buscador de dirección de radio que estaban en sus etapas finales de desarrollo por la Compañía de Giroscopios Sperry y el Ejército de los Estados Unidos.

 

En 1933, repitió su vuelo alrededor del mundo, esta vez usando el piloto automático y la brújula en lugar de su navegador y convirtiéndose en el primero en lograr la hazaña solo. Partió de Floyd Bennett Field y continuó hacia Berlín, donde se intentaron reparar su piloto automático, se detuvo en Königsberg para reemplazar algunos mapas olvidados, Moscú para realizar más reparaciones en su piloto automático, Novosibirsk, Irkutsk para reparaciones finales del piloto automático, Rukhlovo, Khabarovsk, Plano donde tuvo que reemplazar su hélice, Fairbanks, Edmonton, y de regreso a Floyd Bennett Field. Cincuenta mil personas lo saludaron a su regreso el 22 de julio después de 7 días, 18 horas, 49 minutos.

 

Muerte

 

En 1935, Post se interesó en inspeccionar una ruta aérea de correo y pasajeros desde la costa oeste de los Estados Unidos hasta Rusia. Con poco dinero en efectivo, construyó un híbrido con piezas recuperadas de dos aviones diferentes: el fuselaje de un Lockheed Orión y las alas de un Lockheed Explorer experimental destrozado. El ala del Explorer tenía seis pies más de largo que el ala original de Orión, una ventaja que extendió el alcance del avión híbrido. Como el ala del Explorer no tenía tren de aterrizaje retráctil, también se prestó a la instalación de flotadores para aterrizar en los lagos de Alaska y Siberia. Lockheed se negó a hacer las modificaciones que Post solicitó debido a que los dos diseños eran incompatibles y potencialmente una mezcla peligrosa, por lo que Wiley realizó los cambios él mismo.

 

Will Rogers, amigo de Post, lo visitó a menudo en el aeropuerto de Burbank, California, mientras la Pacific Airmotive Ltd. estaba modificando el avión, y le pidió a Post que lo llevara a través de Alaska en busca de nuevo material para su columna periodística. Cuando los flotadores que Post había ordenado se retrasaron, utilizó un conjunto diseñado para un tipo más grande, lo que hizo que el avión fuera más pesado de lo que ya era. Sin embargo, según la investigación de Bryan Sterling, los flotadores eran del tipo correcto para el avión.

 

Después de hacer un vuelo de prueba en julio, Post y Rogers salieron del lago Washington, cerca de Seattle, a principios de agosto e hicieron varias paradas en Alaska. Mientras Post pilotaba el avión, Rogers escribió sus columnas en su máquina de escribir. El 15 de agosto, salieron de Fairbanks, Alaska, hacia Point Barrow. Estaban a unas pocas millas de allí cuando se sintieron inseguros de su posición debido al mal tiempo y aterrizaron en una laguna para pedir información del lugar. En el despegue, el motor falló a baja altitud, y el avión, incontrolablemente pesado a baja velocidad, se sumergió en la laguna, cortando el ala derecha y terminó invertido en la parte poco profunda. Ambos hombres murieron instantáneamente. ​

 

Post está enterrado en el cementerio Memorial Park de Oklahoma City.

 

Fuente: https://es.wikipedia.org

22 de septiembre de 2021

UNIDADES AÉREAS ITALIANAS DE LA II GUERRA MUNDIAL - EL 132º GRUPO


 

Tipo: Bombarderos torpederos

Activo:

1 de abril de 1942 - 8 de septiembre de 1943

19 de enero de 1944 - hoy

País: Italia

Servicio:

Fuerza Aérea Italiana

Fuerza Aérea Coceligerante

Sede:

Campomarino (1944)

Roma-Urbe (finales de 1945)

Guidonia (1946)

Bari-Palese (1948)

Verona-Villafranca (1954)

Istrana (finales de los noventa)

Batallas: Mediterráneo

Mediados de junio

Mediados de agosto

Ataque de antorchas en Gibraltar

Aeronave suministrada:

Savoia-Marchetti SM79 y SM84

Martin Baltimore

P-38 Lightning

P-51 Mustang

F-84G Thunderjet

RF-84F Thunderflash

RF-104G

AMX ACOL

Eurofighter Typhoon

Lema: "Con el corazón y con el arma más allá de toda meta"

Parte de:

Stormo Baltimore

3º Stormo

51º Stormo

Unidades dependientes:

Escuadrón N° 253

Escuadrón N° 281

Comandantes

Notables:

Massimiliano Erasi

Giulio Cesare Graziani


Los pilotos del 281 Escuadrón del Grupo

 

El 132° Grupo de combate de bombarderos de reconocimiento es un grupo de vuelo de la Fuerza Aérea, integrado por el Ala 51. Tiene sus orígenes en el departamento de Regia Aeronautica nacido en 1942 como el 132º Grupo Autónomo de Aerosiluranti. Durante la Segunda Guerra Mundial la unidad pudo contar con tripulantes de gran habilidad y coraje, a bordo del bombardero torpedero Savoia-Marchetti SM79, luchó con grandes pérdidas, los convoyes navales de los Aliados en el Mediterráneo.

 

Después de que el Armisticio de Cassibile anunciado el 8 de septiembre de 1943 sus pilotos se dividieron en Grupo Aerosiluranti "Buscaglia-Faggioni" con la República Social Italiana y 132º Grupo del Reino del Sur, entonces enmarcado en Stormo Baltimore dell' Aeronautica Cobelligerante Italiano.

 

Historia

 

Los primeros torpederos experimentales se instalaron a partir de agosto de 1940, y luego se agruparon en el 278° Escuadrón Autónomo de Bombarderos Torpederos al mando de Massimiliano Erasi y luego de Carlo Emanuele Buscaglia.

 

Bombarderos torpederos SM.79 del 278° Escuadrón (132° Grupo).

 

El 132º Grupo Autónomo de Bombarderos de Torpedos se estableció el 1 de abril de 1942 con los dos escuadrones de bombarderos de torpedos 278° y 281° Escuadrillas, equipados con un total de dieciséis aviones Savoia-Marchetti SM79 "Sparviero", con base en el aeropuerto de Littoria, hoy Latina. En ese momento, el departamento tenía veintiún pilotos, incluido el Capitán Ugo Rivoli, y cuarenta y cinco especialistas. Casi de inmediato, el 281° Escuadrón fue redistribuido en el aeropuerto de Catania-Fontanarossa y el 278° en Castelvetrano, mientras que el núcleo de mando se instaló en la base aérea de Gerbini, donde los dos escuadrones se fusionaron dos meses después. El grupo, escoltado por el caza Reggiane Re.2001 o Macchi MC202 del 51º Stormo participó en la batalla de mediados de junio atacando el convoy Allied Harpoon con destino a Malta, continuando durante los próximos dos meses para llevar a cabo ataques contra barcos enemigos en la zona central del Mediterráneo.

 

El 12 de noviembre Buscaglia fue abatido en combate sobre Bugia (se creía muerto, pero en realidad fue hecho prisionero) y el mando del 132º Grupo Autónomo de Bombarderos Torpederos pasó al Capitán Giulio Cesare Graziani. En los días siguientes, las bajas sufridas en combate y la escasez de combustible disponible obligaron a reducir los vuelos de guerra y entrenamiento. Se trasladó a Cerdeña a finales de noviembre, de nuevo a Sicilia en diciembre, luego de nuevo a Cerdeña en enero de 1943, el 28 de febrero el Grupo se quedó con solo cuatro SM79 operativos, por lo que tuvo que hacer una nueva ruta a Sicilia para reorganizar y recibir nuevas tripulaciones. En el verano, algunos aviones del Grupo se unieron a un escuadrón experimental para el ataque a Gibraltar que despegaba de la ciudad francesa de Istres, pero a principios de julio la unidad ya no tenía ningún avión utilizable.

 

El Capitán Giulio Cesare Graziani con el Teniente Pasquale Vinciguerra.

 

En agosto, el Grupo regresó a Littoria, perdiendo al Teniente Coronel Vittorio Cannaviello el día 12 en un ataque a un convoy frente a las costas de Sicilia. Tres días después, los pilotos del Grupo se redimieron hundiendo el vapor Empire Kestrel frente a la costa de Bugia, al precio de dos torpederos perdidos en los cinco partidos por la acción. El 1 de septiembre, nueve SM79 despegaron para atacar algunos barcos frente a las costas de Calabria. El día 8, fecha del anuncio del armisticio de Cassibile, el Grupo N° 132 todavía tenía seis aviones disponibles. En ese momento el grupo estaba comandado, todavía en Littoria, por el Mayor Gabriele Casini, quien además de los Escuadrones N° 278 y 281 también tenía el Escuadrón N° 253 a sus órdenes.

 

El Superaereo (el mando superior de la Regia Aeronautica) ordenó a Casini que se dirigiera primero al aeropuerto de Siena-Ampugnano y, desde allí, se trasladara, el 11 de septiembre, a Cerdeña junto con los demás torpederos. De camino a la isla, los veintiocho "Gavilán" que despegaron de Ampugnano fueron atacados por los cazas alemanes Messerschmitt Bf 109, quizás el primero en abrir fuego contra aviones italianos después del armisticio, y algunos de ellos fueron derribados. En el caos que siguió, considerando también el estado de los aeropuertos de Cerdeña (ocupados por los alemanes o inhabitables), de hecho, el 132° Grupo se disolvió y su historia se dividió en las elecciones personales de los pilotos individuales, que regresaron a Siena y luego se unieron al grupo. Fuerza Aérea Nacional Republicana de la República Social Italiana o a la Fuerza Aérea Coceligerante Italiana del llamado Reino del Sur.

 

132º Grupo (Stormo Baltimore)

 

La Fuerza Aérea Cobeligerante del Reino del Sur reformó el 132º Grupo en el aeropuerto de Lecce-Galatina como 132º Grupo de Bombarderos, luego con veintiún SM79 y ocho SM84 obsoletos. El Grupo, ahora compuesto solo por los Escuadrones N° 253 y 281 y comandado por el Mayor Massimiliano Erasi, pasó, en agosto, bajo el nuevo Stormo Baltimore (del nombre del avión que se le asignó, el gemelo estadounidense) bombarderos de motor Martin Baltimore) junto con el Grupo XXVIII del Mayor Carlo Emanuele Buscaglia, liberado del cautiverio por los Aliados. El Ala entró en funcionamiento sólo en el otoño en la base construida por los aliados en Campomarino, compartido con otras unidades pertenecientes a la Fuerza Aérea de los Balcanes.

 

Fueron precisamente once aviones bimotores del 132º Grupo Erasi los que llevaron a cabo la primera misión de guerra del Stormo Baltimore, el 18 o 19 de noviembre de 1944 contra un viaducto en Podgorica y la estación de tren de Konjic. La acción no arrojó grandes resultados. Del 20 al 24 de noviembre, el 132° volvió cinco veces más a los mismos objetivos. El 9 de diciembre, una docena de Baltimore del 132º Grupo lograron la importante hazaña de destruir el viaducto de Podgorica (localidad de Bioče), obteniendo el reconocimiento y el respeto del mando británico el Stormo Baltimore también recibió misiones en territorio de Istria, particularmente odiado por las tripulaciones porque Istria era territorio italiano. La retirada de los alemanes de los Balcanes hacia Austria y la actual Eslovenia obligó a los pilotos italianos a no tener escrúpulos, dada también la insistencia del mando británico del Ala N° 254 a la que estaban subordinadas las operaciones.

 

El 18 de enero de 1945 los bombarderos del 132° Grupo impactaron en el puerto de Arsa, pero dos aviones quedaron en tierra porque las tripulaciones del Teniente Crespi y el Suboficial Pietro Omodeo Salè se negaron a despegar, lo que provocó la ira de los británicos que amenazaron con no permitirles el uso del Baltimore Flock. Crespi y Salè fueron castigados con veinte días de arresto. El 21 de febrero, todo el Stormo más un grupo de bombarderos sudafricanos Martin B-26 volvieron a apuntar a Istria. Alarmados por la primera oleada de sudafricanos, los artilleros antiaéreos alemanes abrieron un gran fuego contra los aviones italianos, alcanzando al Comandante Erasi que falleció junto con toda la tripulación.

 

El Baltimore Mk. V de Giulio Cesare Graziani, comandante del Grupo N° 132

 

Giulio Cesare Graziani fue colocado en la cima del Grupo N° 132, nuevamente en una misión de guerra el 22 de febrero, esta vez contra el puerto de Segna, a pesar del ofrecimiento del comandante del Ala N° 254 de eximir a las tripulaciones en señal de luto por la muerte de Erasi. El 26 de febrero, los hombres de Graziani bombardearon la línea ferroviaria cerca de Zenica y el 27 de febrero el puerto de Rab. El 3 de abril fue el turno del puente Otoka, que fue alcanzado. El 5 de mayo, seis Baltimore del 132° despegaron de Campomarino, con Graziani a la cabeza, esta vez para bombardear el ferrocarril Sisak - Zagreb. En medio del Adriático, la formación recibió la orden de cancelar la operación, debido al fin de las hostilidades. Fue la última misión de guerra de la Fuerza Aérea Cobeligerante. El Grupo ocupó el primer lugar en la clasificación mensual especial que la Fuerza Aérea de los Balcanes elaboró ​​sobre la base de los objetivos alcanzados y la eficiencia de las unidades, posición que mantuvo hasta el final de las hostilidades.

 

Oficiales de grupo condecorados con medalla de oro al valor militar

 

Al final del conflicto, diez tripulantes fueron condecorados con una medalla de oro por su valor militar mientras estaban en el 132º Grupo:

 

Teniente Coronel Vittorio Cannaviello

Mayor Carlo Emanuele Buscaglia

Mayor Massimiliano Erasi

Mayor Arduino Buri (luego revocado)

Capitán Giulio Cesare Graziani

Capitán Carlo Faggioni (luego revocado)

Teniente Martino Aichner

Teniente Giuseppe Cimicchi

Teniente Marino Marini (luego revocado)

Teniente Carlo Pfister 

 

Un AMX del 132º Grupo con la firma de Buscaglia en el fuselaje y la cápsula Orpheus adjunta.

 

El Stormo Baltimore fue trasladado a finales de 1945 al aeropuerto de Roma-Urbe, luego, en diciembre de 1946, al aeropuerto de Guidonia, donde aguardaba los nuevos bimotores Lockheed P-38 Lightning, que sustituyeron a los viejos bombarderos de guerra de Abril de 1948. El 1 de noviembre, después de los escuadrones N° 253 y 281 del Grupo N° 132 y los escuadrones N° 19 y 260 del Grupo N° 28 compitieron en el aeropuerto de Bari-Palese para reconstituir la tercera ala. En 1950, el 132° pasó a los cazas P-51 Mustang, y en los cuatro años que siguieron, como el resto del Flock, se entrenó para misiones de reconocimiento.

 

Cuatro meses después de haber sido trasladado a Verona-Villafranca en marzo de 1954, los primeros cazas República F-84G Thunderjet fueron entregados a la tercera ala, con la que los pilotos especializados en el reconocimiento aéreo, el departamento único italiano de esta especialidad incluida en la estructura de las Fuerzas Aliadas del Sur de Europa (AFSOUTH), las fuerzas de la OTAN del sur de Europa. Ya en diciembre se asignaron al departamento los RF-84F Thunderflash, específicos para reconocimiento, se mantuvieron en línea hasta los años setenta cuando gradualmente dieron paso al RF-104G, actualizado en 1977 con la cápsula de reconocimiento "Orpheus". Simultáneamente con la adquisición de estos motores individuales, el 132° Grupo cambió su nombre a 132° Grupo Fighter Bomber Reconnaissance (CBR).

 

En 1990, el 132º Grupo CBR comenzó la transición a los cazabombarderos AMX. Cuando se disolvió la 3ª Ala en 1999, el 132º Grupo pasó el 5 de julio a la 51ª Ala de Istrana, con la que aún permanece montando aviones AMX en la versión mejorada ACOL (Ajuste de capacidad operativa y logística).

 

En 2006 y 2009, el departamento se desplegó en Afganistán. En 2011 operó desde la base aérea de Trapani Birgi, en apoyo de operaciones aéreas para la resolución de la crisis libia, donde se desplegaron aviones AMX. En 2016, con el posicionamiento de la 101a y la 103a en la posición de marco, siguió siendo el único grupo de vuelo del Ala 51.

 

A partir del 9 de abril de 2020 el grupo forma parte formalmente de la defensa aérea nacional, operando también con cazas Eurofighter, así como con reconocimiento AMX, que se irá retirando progresivamente.

 

Fuente: https://en.wikipedia.org