29 de agosto de 2023

LEYENDAS AÉREAS - EL AVIÓN FANTASMA P-40 DE MINDANAO: LA HISTORIA DE UN GRAN MISTERIO DE LA II GUERRA MUNDIAL

 



Fue visto volando sobre China, con unas escarapelas que ya no se usaban 

 

Hay ocasiones en que la historia se convierte en leyenda e incluso en un misterio, especialmente cuando sus protagonistas quedan relegados al olvido. 

 

Una de esas historias ocurrió el 2 de septiembre de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, cerca de Kienow, en China. Un avión fue detectado por las fuerzas militares chinas, y dos pilotos americanos, que volaban por entonces para la Fuerza Aérea de la República de China (los famosos "Flying Tigers del 76ª Escuadrón de Caza), despegaron con sus cazas Curtiss P-40 Warhawk para interceptar al intruso, pensando que sería un avión japonés.

 

Cuando interceptaron al intruso, los pilotos americanos se quedaron sorprendidos al ver que se trataba de un caza Curtiss P-40B, una versión más antigua de los cazas que ellos mismos volaban, con unas escarapelas que no se usaban desde el comienzo de la guerra (las de la estrella blanca con un círculo rojo en el centro). El avión estaba en muy mal estado y tenía agujeros de disparos. Además, el avión no tenía la rueda izquierda de su tren de aterrizaje. Al acercarse al P-40B, los aviadores americanos vieron que el piloto del avión parecía estar desvanecido o muerto.

 

Un Curtiss P-40E Warhawk con las insignias usadas por los aviones del Ejército de Estados Unidos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (Foto: NASA / DVIDShub.net).

 

Los dos pilotos americanos siguieron a aquel avión un rato, hasta que finalmente empezó a descender y se estrelló en un arrozal. Después de aquel hecho, un grupo de pilotos americanos del 76º Escuadrón de Caza, entre ellos el Coronel Robert Scott, fueron guiados por un grupo de guerrilleros chinos hasta el lugar en el que el P-40B se había estrellado. Scott pudo recuperar del avión un diario parcialmente quemado y un paquete de cartas. Lamentablemente, no pudieron enterrar al piloto, ya que una patrulla japonesa apareció en la zona. El diario y las cartas recuperadas de aquel P-40B fueron enviados a la inteligencia militar. Y allí se perdió la pista de esta historia.

 

En 1943, la revista Time publicó la misteriosa historia de aquel avión fantasma. Como explica la web The-Wanderling.com, un joven de 16 años, Curt Norris, de Norton, Massachusetts, leyó aquella historia. Dos años más tarde se unió a las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos y estuvo destinado en Bataán, Filipinas, donde aún circulaba la historia del avión fantasma.

 

Un Curtiss P-40N con las insignias de la República de China, usadas por el Grupo de Voluntarios Americanos en la Segunda Guerra Mundial, los famosos "Flying Tigers" (Foto: US Air Force / DVIDShub.net).

 

Después de la guerra, Norris se dedicó a investigar esa misteriosa historia, hasta que por fin conoció a Milton McMullen, un antiguo Sargento del Ejército de los EEUU que estuvo destinado en el 19ª Grupo de Bombardeo en Mindanao, Filipinas. Tras escuchar la historia del avión fantasma en una reunión de veteranos, McMullen dijo que había trabajado con aquel avión. Él y otros americanos se quedaron en las selvas de Filipinas luchando contra los japoneses después de que éstos invadieran ese país al comienzo de la guerra en el Pacífico.

 

Lograron reunir un par de cazas P-40 que se habían estrellado en la selva, y con sus piezas pudieron poner uno de los aviones en condiciones de vuelo. Durante una prueba de despegue, al avión se le rompió la rueda izquierda, y tuvieron que fabricar un patín con cañas de bambú que se desprendería al despegar.

 

Finalmente, abrieron en la jungla un pequeño campo de aterrizaje. El 2 de septiembre de 1942, alguien despegó el avión sin que los soldados americanos supiesen de quién se trataba. McMullen sospechaba que se trataba un piloto americano había estado escondido en la jungla, como ellos. Poco después, McMullen y el resto de los soldados americanos que se escondían en la jungla fueron capturados por los japoneses. Vivieron un terrible cautiverio. De todo el grupo, sólo McMullen sobrevivió. Gracias a él, hoy podemos conocer el origen de aquella misteriosa leyenda. Eso sí: a día de hoy sigue sin conocerse la identidad del piloto que hizo aquel último vuelo en ese P-40B. 


El canal de Youtube Yarnhub, que os recomiendo si os gustan las buenas historias, ha publicado hoy una recreación a ordenador de este fascinante misterio:

                       

Fuente: https://www.outono.net