26 de septiembre de 2023

LAS BOMBAS PHOTOFLASH QUE ILUMINARON LAS CIUDADES

 


 

Las bombas con flash eran un tipo de artefacto explosivo cuyo propósito es iluminar vastas áreas del terreno para el reconocimiento aéreo nocturno. Parecidos a una bomba típica, producían un breve e intenso estallido de luz de cientos de millones de bujías.

 

De hecho, eran tan brillantes que fácilmente podían causar una pérdida grave de visión si se miraban a simple vista.

 

Durante el breve momento que duraba la bomba de flash, el suelo debajo se iluminaba como si fuera de día, haciendo posible fotografías de reconocimiento precisas y de alta resolución durante la noche.

 

Reconocimiento aéreo

 

Casi tan pronto como se desarrolló el avión, los planificadores militares pudieron ver el enorme potencial de las aplicaciones militares. Mientras que hoy en día solemos asociar a los aviones militares con funciones ofensivas (bombarderos, cazas, aviones de ataque, etc.), los primeros aviones militares se utilizaron para el reconocimiento.

 

Esto les dio a los militares una visión del campo de batalla nunca antes vista en toda la historia de la humanidad.

 

En la época de la Segunda Guerra Mundial, los aviones ya no eran meras curiosidades o novedades; se habían convertido en herramientas de guerra indispensables y desempeñaban un papel crucial en la vigilancia y la recopilación de inteligencia.

 

Cámara de reconocimiento aéreo montada en un BE2c en 1916.

 

Sin embargo, persistieron algunas limitaciones importantes, particularmente en lo que respecta a las operaciones realizadas de noche o durante condiciones climáticas adversas.

 

A diferencia de hoy, donde cámaras extremadamente sensibles, radares e imágenes térmicas han eliminado efectivamente el obstáculo de la oscuridad, entonces la noche pondría fin a los reconocimientos aéreos.

 

La necesidad de operar de noche, junto con las limitaciones de la tecnología fotográfica inicial, creó un desafío apremiante: ¿cómo se podrían capturar imágenes de manera efectiva en condiciones de poca luz desde un avión en rápido movimiento?

 

Cámara aérea tipo F.8 Mk II para montar en un avión de reconocimiento fotográfico Spitfire.

 

Los medios tradicionales de iluminación, como las bengalas, eran fugaces, bastante tenues para la fotografía y, a menudo, inconsistentes, lo que los hacía inadecuadas para fotografías aéreas detalladas.

 

Además, volar a altitudes más bajas para lograr mejores fotografías estaba lleno de riesgos, lo que lo convertía en una opción desfavorable.

 

Para abordar estos desafíos, investigadores e ingenieros militares comenzaron a explorar la posibilidad de crear un dispositivo que pudiera producir un poderoso y momentáneo estallido de luz, lo suficientemente brillante como para iluminar vastas franjas de territorio debajo.

 

Se cargan bombas con flash en la bahía de bombas de un Mosquito en 1944.

 

Este esfuerzo culminó con el desarrollo de la bomba con flash fotográfico. A diferencia de los explosivos convencionales, el objetivo principal de estas bombas no era destruir, sino iluminar.

 

La bomba del flash fotográfico

 

Estas bombas se lanzaban desde aviones de reconocimiento equipados con cámaras y detonaban a una altitud predeterminada. El flash instantáneo iluminaba el paisaje de abajo, permitiendo una breve ventana de oportunidad para capturar fotografías aéreas claras.

 

Las bombas con flash fotográfico se parecían a una bomba convencional desde el exterior, pero tenían paredes delgadas y contenían rellenos explosivos que ardían intensamente.

 

Una bomba con flash detona sobre La Spezia, Italia, iluminando el suelo. Se puede ver una silueta de Lancaster cerca de la parte inferior de la imagen.

 

La altura de detonación de las bombas con flash era crítica, ya que si esto sucediera demasiado alto, la luz se disiparía antes de llegar al suelo; demasiado bajo y es posible que no cubriera el área deseada.

 

Además, la luz excepcionalmente brillante emitida por las bombas de flash era suficiente para causar daños a la visión si se veía a simple vista, por lo que las tripulaciones debían tener cuidado para evitar esto.

 

El diseño de bombas con flash fotográfico

 

El componente fundamental de las bombas de flash era típicamente magnesio, un metal conocido por arder de manera extremadamente brillante cuando se enciende.

 

El magnesio arde con una intensa luz blanca, lo que lo convertía en el candidato perfecto para producir el brillo necesario. Sin embargo, simplemente encender magnesio no sería suficiente; el desafío consistía en controlar su velocidad de combustión y garantizar una distribución uniforme de la luz.

 

Para lograr esto, a menudo se mezclaba magnesio con otros químicos o agentes para controlar la intensidad y duración de la quemadura.

 

Una bomba con flash M46 estadounidense. Esta bomba medía 48 pulgadas de largo, 8 pulgadas de ancho y tenía una potencia de 500.000.000 bujías.

 

Luego, esta mezcla se encerraba en una carcasa de paredes delgadas especialmente diseñada que aseguraría la dispersión adecuada del material encendido, permitiendo una iluminación amplia y consistente. La potencia de las bombas con flash variaba, pero un tipo, el M46 estadounidense, tenía una intensidad máxima de 500 millones de bujías.

 

Un componente crucial del diseño de la bomba con flash fue su mecanismo de disparo. Como se mencionó, la bomba tenía que detonar a una altitud precisa para maximizar su efectividad.

 

Por lo tanto, los ingenieros integraron fusibles activados por altímetro. Estas mechas aseguraron que la bomba se encendiera a la altitud óptima, proporcionando las mejores condiciones posibles para la fotografía aérea.

 

Bomba con flash lanzada por la RAF iluminando Tobruk en Libia, 1942.

 

La mecha se activaría mediante un cable conectado al avión, del que se tiró cuando se lanzó la bomba.

 

Dada la fugacidad del flash (alrededor de 200 milisegundos), la sincronización con las cámaras del avión de reconocimiento era imprescindible. Los aviones utilizados para estas operaciones normalmente estaban equipados con cámaras especializadas diseñadas para funcionar en conjunto con las bombas de flash.

 

Estas cámaras contaban con velocidades de obturación rápidas y película sensible, lo que les permitía capturar imágenes nítidas en la breve ventana de iluminación proporcionada por el flash de la bomba.

 

Impacto operativo

 

Antes de la llegada de las bombas con flash, el manto de oscuridad proporcionaba una capa protectora para las actividades militares. Los movimientos, fortificaciones y otras operaciones estratégicas podían ocultarse a las miradas indiscretas, con la esperanza de que cualquier acción al amparo de la noche permaneciera oculta hasta el amanecer.

 

Las bombas con flash interrumpieron esta ventaja. Con su capacidad para iluminar grandes extensiones de terreno, la noche se convirtió en una ventana viable para el reconocimiento, permitiendo a los comandantes militares mantenerse actualizados sobre los movimientos y actividades del enemigo las 24 horas del día.

 

Turín en Italia está completamente iluminada por una bomba con flash en esta imagen.

 

Las misiones de reconocimiento diurno planteaban riesgos importantes. Los aviones, claramente visibles contra el cielo diurno, se convirtieron en blancos fáciles para las defensas antiaéreas y los cazas enemigos.

 

La capacidad de realizar operaciones de vigilancia al amparo de la oscuridad redujo drásticamente el riesgo de detección. Aunque el destello de la bomba alertaba al enemigo, la rapidez de la operación y la oscuridad del entorno proporcionaron un nivel considerable de protección a los aviones de reconocimiento.

 

Sin embargo, las bombas con flash eran más sensibles a un mal manejo que los explosivos convencionales debido a la naturaleza del relleno. Un manual de artillería estadounidense afirma que "se debe tener extremo cuidado al manipular estas bombas, porque la carga es muy sensible a la fricción, los golpes y la temperatura".

 

Flash fotográfico iluminando la ciudad francesa de Plouha.


Las imágenes detalladas capturadas durante estas operaciones nocturnas ofrecieron información no sólo sobre los movimientos de las tropas enemigas, sino también sobre sus líneas de suministro, infraestructura y otros activos críticos.

 

Esta gran cantidad de información proporcionaba una ventaja estratégica, permitiendo una toma de decisiones más informada y una orientación más precisa en operaciones posteriores.

 

Más allá de las ventajas operativas tangibles, el mero conocimiento de que el enemigo tenía la capacidad de “ver” en la oscuridad tuvo un impacto psicológico.

 

Fuente: https://planehistoria.com