26 de septiembre de 2023

PLANTA Nº 2 DE BOEING – LA FÁBRICA DISFRAZADA DE CIUDAD

 

 

La Planta Nº 2 de Boeing, ubicada en Seattle, fue una instalación de producción fundamental durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente responsable de la fabricación de los bombarderos y componentes B-17 Flying Fortress y B-29 Superfortress.

 

Reconociendo su importancia estratégica, se diseñó un elaborado camuflaje en su techo, convirtiendo la apariencia de la fábrica en un sereno paisaje suburbano para engañar a posibles atacantes aéreos.

 

Esta medida de protección única combinó la estrategia militar con el diseño artístico, asegurando que la planta permaneciera ilesa durante toda la guerra.

 

Planta Nº 2 Boeing  y Segunda Guerra Mundial

 

La Planta Nº 2 de Boeing, conocida coloquialmente como "Planta 2", era una instalación de producción primaria situada a lo largo del río Duwamish en Seattle, Washington. Como lugar de nacimiento de los bombarderos B-17 Flying Fortress y B-29 Superfortress, esta instalación jugó un papel crucial en el arsenal de la aviación estadounidense.

 

La Planta Nº 2 de Boeing era una instalación grande y moderna que cubría 165.000 metros cuadrados (750.000 pies cuadrados). Con 30.000 empleados, era capaz de construir 300 bombarderos B-17 al mes casi en su totalidad internamente y tenía acceso cercano a un aeródromo desde donde despegaron los aviones terminados.

 

Se construyeron poco menos de 7.000 B-17 en la Planta 2 de Boeing.

 

Dada su importancia para el esfuerzo bélico, la planta naturalmente se convirtió en un objetivo potencial para la acción enemiga. Con los avances en la guerra aérea, la estrategia de guerra de los Estados Unidos tuvo que incluir la protección de esos activos vitales. Esto resultó en un esfuerzo increíble para camuflar la planta.

 

Es esencial comprender la magnitud de la amenaza que enfrentan sitios estratégicos como la Planta Nº 2. Durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, el noroeste del Pacífico enfrentó amenazas potenciales de submarinos y aviones de reconocimiento japoneses.

 

Dada la enorme producción en la Planta Nº 2 de Boeing, incluso un solo ataque aéreo exitoso podría paralizar el esfuerzo bélico de los Estados Unidos, retrasar la producción en meses y afectar las operaciones en todo el mundo. Proteger dicha instalación de los ataques aéreos se volvió primordial.

 

Planta Nº 2 de Boeing antes de ser ampliada y antes de ser camuflada.

 

La operación camuflaje

 

No bastaba con ocultar la fábrica; era imprescindible hacerla desaparecer.

 

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EEUU, junto con escenógrafos, artistas y pintores de Hollywood, asumieron la gigantesca tarea de hacer que la enorme fábrica de Boeing fuera invisible desde el aire. La solución a la que llegaron fue extraordinaria: transformar el tejado de la fábrica en un sereno paisaje suburbano.

 

Esta “ciudad” situada encima de la Planta Nº 2 no era sólo un mosaico de colores y patrones; Era una ilusión tridimensional detallada y convincente. Se fabricaron árboles, casas, césped, carreteras e incluso automóviles. No se trataba de árboles o coches reales, sino de representaciones artísticas que, vistas desde una altura, se mezclaban perfectamente con el terreno circundante.

 

Se agregaron casas falsas, pasto y arbustos para que pareciera lo más real posible desde arriba.

 

Los empleados de la planta trabajarían debajo de esta capa engañosa, produciendo aviones que cambiarían el rumbo de la guerra, mientras que encima de ellos, la ilusión de un distrito residencial pacífico permanecía imperturbable.

 

El objetivo era hacer que cualquier piloto enemigo cuestionara sus coordenadas o creyera que estaba mirando un suburbio inofensivo, desviando así cualquier amenaza potencial.

 

Los edificios se construyeron con madera, mientras que el suelo se hizo con lonas y redes de camuflaje. Según los informes, los árboles estaban hechos de plumas de pollo. El “suelo” tenía diferentes colores para indicar diferentes áreas de uso o desgaste, y algunos jardines tenían un tono marrón como si no hubieran sido regados.

 

Alambre de gallinero, recubierto de alquitrán y luego bañado en plumas de pollo formaron los árboles de la zona.

 

También se colocaron carteles, algunos de los cuales decían “Synthetic St.” y "Brlap Blvd." Las calles y barrios se dispusieron de tal manera que encajaran con los reales cercanos.

 

Incluso las zonas exteriores, como los aparcamientos, estaban cubiertas por redes de camuflaje.

 

Como el camuflaje estaba destinado a funcionar sólo cuando se veía desde arriba, las estructuras eran mucho más cortas que sus contrapartes de la vida real. Las casas, por ejemplo, eran poco más altas que una persona.

 

El camuflaje visto desde el aire. Sin conocimiento previo, sería difícil distinguir esto como algo más que calles de casas.

 

Pero visto desde arriba o en fotografías aéreas bidimensionales, habría sido extremadamente difícil concluir que las calles sobre la Planta Nº 2 de Boeing eran falsas.

 

Si bien es un desafío medir el impacto directo del camuflaje en el esfuerzo bélico, algunas cosas están claras. En primer lugar, la Planta Nº 2 de Boeing nunca fue atacada directamente durante la guerra, lo que le permitió producir miles de aviones que tuvieron un impacto significativo en las campañas aéreas de los Aliados.

 

En segundo lugar, el impacto psicológico sobre los trabajadores de abajo, al saber que existían medidas para protegerlos a ellos y a su trabajo, también fue significativo. En esencia, esta técnica de camuflaje sirvió como escudo tanto físico como psicológico.

 

Una vista desde arriba muestra cuán efectivo fue el camuflaje. De hecho, es tan bueno que los alrededores son los obsequios en lugar de la enorme planta.

 

Sin embargo, la táctica de engaño no duraría mucho, ya que no se completó hasta 1944.

 

Planta Nº 2 Boeing  después de la guerra

 

Después de la guerra, la necesidad de aviones militares disminuyó drásticamente, lo que llevó a una reducción de las operaciones en la Planta Nº 2. La cubierta de camuflaje se eliminó en 1946.

 

Sin embargo, la Planta Nº 2 de Boeing continuó prestando servicios a Boeing en diversas capacidades. La planta se adaptó para atender a las nuevas generaciones de aviones y contribuyó a diferentes segmentos de los esfuerzos aeroespaciales en expansión de Boeing.

 

Sin embargo, a principios del siglo XXI, la envejecida infraestructura de la Planta Nº 2 de Boeing se estaba volviendo cada vez más inadecuada para los requisitos de fabricación aeroespacial moderna. Con el paso de los años, Boeing comenzó a trasladar sus operaciones principales de fabricación y ensamblaje a otras instalaciones más modernas.

 

A pesar del enorme esfuerzo, el convincente camuflaje desaparecería en 2 años.

 

En 2010, Boeing decidió cerrar la Planta Nº 2. Reconociendo su importancia histórica, Boeing conservó ciertos artefactos y elementos para la posteridad.

 

Después del cierre, hubo un impulso significativo para la restauración ambiental, especialmente dada la ubicación de la planta a lo largo del río Duwamish. Boeing llevó a cabo un proyecto integral de limpieza y restauración ambiental para abordar los impactos industriales históricos del sitio y mejorar la salud ecológica del río.

 

Fuente: https://planehistoria.com