Por Ricardo Burzaco
A las 16:00 horas del 9 de agosto de 1947 en la pista de tierra de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, una nave roja estremecía el ambiente con un agudo silbido y levantaba su proa en busca de los cielos cordobeses.
Se vivía un momento histórico, la Argentina se convertía en el octavo país del mundo en volar un jet propio y uno de los seis que podían hacerlo en ese momento. El héroe de aquella memorable jornada fue el Primer Teniente Edmundo Osvaldo Weiss, excepcional piloto de pruebas, poseedor de una trayectoria única en la historia de la aeronáutica. Por tal hazaña, fue condecorado por el presidente Perón.
Nacido en la localidad bonaerense de Témperley, Edmundo Osvaldo Weiss, egresó como Subteniente de Artillería en 1941, pero su feliz decisión de ser piloto, extiende por varios meses sus estudios militares para recibir su sable y sus alas de aviador al año siguiente.
En 1946 es elegido por sus aptitudes profesionales para desempeñarse como piloto de pruebas de la Fábrica Militar de Aviones, reemplazando en las funciones al Comandante Rovere, siendo secundado por el Teniente Valloni y el Sargento Villegas.
En su debut como tester, realiza el primer vuelo del IAe-24 Calquín, el 5 de Junio, y el 18 de septiembre hace lo propio con el IAe-31 Chingolo. Al año siguiente, se convierte en uno de los responsables de la transferencia tecnológica con la compra de los Gloster Meteor.
En Inglaterra visita la fábrica De Havilland y en un solo día vuela los cuatro modelos de la factoría, uno de ellos reactor, sin preparación previa de entrenadores doble comando. Por esta hazaña, recibe la felicitación del ministro del Aire inglés y es merecedor de sendas notas en las famosas revistas Flying y Reader’s Digest. Se convierte en aquel país en el primer piloto argentino en volar un jet (con un Gloster Meteor) y en romper la barrera del sonido con un De Havilland DH-108 Swalow. La reina de Inglaterra le otorga por este hecho un anillo, que sólo poseen los primeros quince aviadores de todo el mundo que superaron el número mach 1.
En estos dúas sufre la amarga impresión de ver estallar en el aire a Geoffrey De Havilland, hijo del constructor, al efectuar un vuelo similar con el Swalow, en un intento de doble corrida (ida y vuelta) con ruptura de la barrera sónica en ambas pasadas.
Su retorno al país es coincidente con la llegada de Kurt Tank a la FMA y sigue atentamente el desarrollo del IAe-33 Pulqui II. El 18 de julio de 1948 concreta el primer vuelo de uno de sus aviones preferidos, el IAe30 Ñancú. El 8 de agosto logra con esta máquina un record no superado con avión a pistón, al unir Córdoba con Buenos Aires en poco más de 55 minutos a una media de 650 km/h. Días después, destellando las alas del Ñancú por el cielo boliviano establece otro record, entre la ciudad de La Paz con Córdoba en 3,30 horas sin escalas. Ese año efectúa varios vuelos de testeo del planeador del IAe33.IAe-30 Ñancú. No tiene casi momentos libres en su labor profesional, todo momento disponible lo aprovecha para volar aviones a reacción (Gloster Meteor y Pulqui I) y así mantener su entrenamiento a la espera del avanzado Pulqui II.
A causa de tanta labor en aviones de este tipo y al no existir todavía trajes anti-G para esta modalidad de vuelo, comienza a percibir una dolencia circulatoria en sus piernas. En 1949 concreta el primer vuelo del ala Horten IAe34 Clen Antú, y al año siguiente conoce a su futura e inseparable esposa, a quien solía cortejarla haciendo volar al Pulqui I de costado a la altura del 4º piso de 9 de Julio y Rivera Indarte de la ciudad de Córdoba. A este avión sólo le faltó que Weiss lo hiciera hablar; no solo hacía “goles” a través de los hangares de la FMA, sino que llegó a levantar pañuelos sostenidos sobre la pista a un metro de altura. Además supo saludar al General Perón efectuando razantes sobre el balcón de la Casa Rosada.
El 16 de Junio de 1950 fue el día tan esperado. No sin pocos contratiempos administrativos, consigue ser designado como el piloto que realizaría el vuelo inaugural del Pulqui II. Recordemos que contractualmente, el grupo alemán liderado por Kurt Tank, debía aportar su propio tester, y este era Otto Behrens; pero Weiss finalmente hizo pesar su jefatura como piloto de pruebas y a las 16 horas de aquel día inscribió al país como el cuarto en el mundo en poseer la alta tecnología de alas en flecha (los restantes eran los EE.UU., la URSS y Suecia, con los F86, el Mig 15 y el Tunnán, respectivamente)
Weiss con técnicos Alemanes antes del primer vuelo del Pulqui II.
IA-33 Pulqui II
Pocas semanas después sufre un agravamiento de su enfermedad circulatoria y se informa que sólo una operación en EE.UU. podía darle una esperanza para que sus piernas no le fueran amputadas. Marchó a los EE.UU. en marzo de 1951; la operación experimental que se le efectuara fue un éxito y durante su recuperación pudo desempeñar el cargo de Agregado Aeronáutico en la Embajada Argentina en Washington.
Regresa al país en enero de 1954 y es designado como Secretario Ayudante del Ministro de Aeronáutica, Brigadier Juan Ignacio San Martín.
Durante los enfrentamientos de septiembre de 1955, fue enlace fiel del General Perón. Al comando de un Beechcraft D-18, llevaba a Córdoba órdenes a guarniciones leales; en cierta oportunidad su avión fue ametrallado por un Gloster rebelde sobre la provincia de Córdoba y debió volar entre los árboles del Río Segundo para salvarse de un derribo seguro de su indefensa máquina.
Allí comienza su injusta historia de cárcel primero y olvido después. Entregado por el Brigadier Pons Bedoya en la Base Aérea Militar de El Palomar, es encarcelado en el buque Washington y pasado a retiro forzoso en 1956, siendo su única culpa la “lealtad al régimen” que era democrático.
En 1973 se le restituye su grado de Vicecomodoro, pero las nuevas vivencias de este país impiden de alguna manera, que la trayectoria de este formidable piloto argentino sea modelo seguro de las futuras generaciones de pilotos civiles o militares.
A la edad de 72 años fallece en el barrio de Nueva Córdoba (Cba. Capital), el 19 de Julio de 1991.
Aviones volados por Weiss hasta Septiembre de 1955:
FW44J; NA-16;
Northrop 8A2;
Curtiss Hawk 75;
Dewoitine 338;
Curtiss Hawk III,
Glen Martin 139;
Junkers Ju52;
AMB-2;
AMO-2;
IAe-22 DL;
Lockheed 10-E;
IAe.24 Calquín (*);
IAe-23;
Gloster Meteor MkIII y MkIV;
DH Dove Bimotor;
DH Dove Cuatrimotor;
DH Chipmunk;
DH Hornet;
DH Vampire;
Lark KZ VII;
Oxford LX-119;
Spitfire Trainer;
Firey Firefly Trainer;
Firey Firefly MkIV;
Spitfire Mk24;
Morane Saulnier;
IAe-27 Pulqui I (*);
Saab Safir;
IAe-31 Colibrí (*);
IAe 32 Chingolo (*);
FMA-21;
Douglas DC-3;
IAe-30 Ñancú(*);
Piper Cub;
Avro Lancastrian;
IAe-33 Planeador;
IAe-33 Pulqui II (*);
Fiat G-55;
Percival Prentice;
IAe-34 ala volante (*);
Beech At-11;
Fiat G46;
Beech D-18C;
IAe-20 El Boyero;
Mitchell B-25;
Douglas DC-4;
IAe-35 Huanquero;
Sikorsky S-51. (*) Vuelo inaugural del prototipo.
El texto y fotos son de Ricardo Burzaco, historiador aeronáutico. Fue publicado en la revista ALAS de América y el Mundo Nº 20 de noviembre de 1995.