James Doolittle nació en 1896 y murió en 1993. Podemos decir que ha conocido la historia de la aviación desde el principio hasta la actualidad ya que del 93 al 2003 en el que escribo esta pagina no hemos hechos grandes avances con modelos nuevos, (salvo los Eurofighter y los nuevos cazas para Estados Unidos).
Doolittle empezó su carrera volando, y de qué manera, era piloto de carreras de los años 30 en las que se ponían dos pilares gigantescos en línea y los aviones debían de volar en torno a estos hasta completar una serie de vueltas. Para estas carreras pilotaba un avión Gee Bee R1, avión extremadamente rápido y poco estable que acabó con la vida de numerosos pilotos de esos años incipientes de la aviación. Pero Doolittle no sólo voló bien con este aparato, sino que en 1932 logró batir con el, ni mas ni menos que el récord del mundo de velocidad fijándolo en casi 500 Km/h. Una vez completada su carrera de arriesgado piloto, decidió estudiar Ingeniería Aeronáutica.
Posteriormente y debido a su pequeña fama, Doolittle fue contratado por la compañía petrolífera Shell para ocupar el puesto de Jefe del departamento de aviación. Durante su estancia en Shell, Doolittle insistió en que la compañía debía de invertir más dinero en mejorar sus productos destinados para aviación, ya que Doolittle tenia una gran visión de futuro y sabía que dentro de pocos años la aviación tendría una gran necesidad de combustibles de alto octanaje.
Si por algo admiro a este piloto, no es solo por sus fabulosas ideas en la Shell, ni sólo porque batiera el record de velocidad. Las hazañas de Doolittle son numerosas. Fue el primer piloto que consiguió realizar (sin matarse) un rizo (looping) exterior en 1927, es decir, en vez de tirando de la palanca, empujándola. Por otra parte fue el primero en aterrizar un avión sin destrozarlo mediante los instrumentos y a ciegas en 1929. Y no me puedo olvidar de mencionar su hazaña en 1922 de ser el primer hombre en cruzar volando de costa a costa los Estados Unidos.
Pero el Coronel Doolittle no pasó a la historia precisamente por ser el primero en hacer tantas cosas espectaculares de la aviación. Pasó a la historia por dirigir el primer Raid de Bombardeo sobre la capital japonesa en la segunda guerra mundial. Tan sólo cuatro meses después de Pearl Harbor, es decir en Abril del año 1942 Doolittle y sus pilotos surcaban las aguas del Pacífico abordo del portaaviones U.S.S. Hornet. Una vez más Doolittle se convirtió en el primero en realizar algo, y ese algo esta vez era despegar con un bombardero desde un portaaviones. Pilotando un B-25 Mitchell, el Coronel Doolittle se lanzó con valentía hacia las costas japonesas y hasta su capital Tokio ni mas ni menos que para Bombardear el corazón de Japón, un pequeño golpe pero que llegaría a lo mas profundo de sus corazones. Esta hazaña se recuerda hoy en día como "Doolittle Raid".
El B-25 de James Doolittle despega desde el USS Hornet para bombardear Tokio
Debido su alarde de valentía en el pacífico, se le concedió la medalla de honor del congreso (la condecoración más alta que un militar Estadounidense puede recibir) Se le mandó después de esto a Inglaterra, así que dejo de luchar contra Tojo para ir a por Hitler, y estaba decidido a llegar al corazón de Berlín con todo el poder aéreo americano. Se le encomendó el mando de la mítica Octava Fuerza Aérea, que fue la decisiva en los combates sobre Europa.
Al mando de la octava, el ahora General de Brigada cambió las reglas por las que sus pilotos se movían en el aire, dándoles absoluta libertad para anticiparse a los bombarderos y salir a buscar a los cazas de la Luftwaffe, así como perseguirlos e incluso destruirlos en el suelo.
Finalmente en el año 1945 con la caída de Berlín y la llegada por parte de el Ejercito Rojo a esta y posteriormente la US Army, la Octava Fuerza Aérea es trasladada a Okinawa, así que James Doolittle vuelve a ver las aguas del Pacífico que tiempo atrás levantaron su nombre y lo hicieron famoso, pero esta vez la octava ya no volaba con sus B-17 para bombardear el Reich, ahora volaba sobre Japón con Bombarderos B-29.
James Doolittle terminó la guerra con la graduación de Teniente General, y escribió su autobiografía titulada: "Nunca volveré a tener tanta suerte"
Fuente: www.avionesclasicos.com