18 de octubre de 2020

EL VUELO DE JUAN OLIVERT

 

Réplica del avión de Juan Olivert en el Museo del Aire de Madrid.

 

Por Miguel del Pino 

 

En la localidad de Paterna tuvo lugar el primer vuelo de un avión realizado en España, además, en el primer avión diseñado y fabricado en nuestro país. El vuelo de Juan Olivert fue posible gracias al empeño de este visionario valenciano, que dedicó su fortuna a alcanzar su sueño: volar.

 

Los inicios de la aviación

 

El 17 de diciembre de 1903, los hermanos Wilbur y Orville Wright realizaron en la playa de Kitty Hawk (Carolina del Norte) el primer vuelo tripulado en un aparato más pesado que el aire e impulsado de forma autónoma. Los Wright no dieron publicidad a su logro con el Flyer I, que así llamaron al avión, más que en el periódico local y nadie se enteró de la gesta. 

 

 
Primer vuelo a motor de la historia, a cargo de los hermanos Wright. Se puede ver a la izquierda la catapulta

 

Tres años después y sin tener conocimiento de lo anterior, el brasileño Santos Dumont realizaría en París el primer vuelo en avión, sin ayuda de ningún tipo, el aparato de los Wright usaba un raíl de impulsión, y con todo París como testigos.

 

Vuelo del brasileño Santos Dumont sobre París. Nótese que el avión tenía una disposición contraria a la habitual hoy en día 
 

A partir de esa fecha comienzan a aparecer los primeros pioneros de la aviación, como Bleriot, Farman, Voisin, o el propio Santos Dumont, que diseñaban y pilotaban sus propias aeronaves.

 

Los hermanos Wright decidieron en 1907 instalarse en Europa y hacer una gira por Francia, Alemania y Rusia, para ofrecer sus aviones. En 1908 firmaron un contrato con un empresario francés por el que le vendían 5 aviones Wright, modelo 1907, y darían formación a 3 pilotos. Pau fue la ciudad elegida para la formación a los pilotos y, el 7 de febrero de 1909, arrancaría la primera escuela de aviación de la historia.

 

El Conde de Lambert, uno de los tres primeros alumnos de la Escuela de Aviación de los Hermanos Wright en Pau. 

 

En 1908, el Gobierno de España había comisionado a los responsables de la aeronáutica militar, basada en globos aerostáticos, Pedro Vives y Alfredo Kindelán, para que adquirieran un dirigible en Europa. A la vuelta visitaron Reims, donde los Wright estaban haciendo demostración de sus aviones. En el informe que redactaron al final de su viaje, apostaban claramente por estos vehículos, y recomendaron adquirir aviones para el ejército español.

 

A principios del Siglo XX, el Ejército Español seguía apostando por los globos aerostáticos y dirigibles para la superioridad aérea.

 

El Rey Alfonso XIII, que se encontraba en Biarritz a principios de 1909, al enterarse de que los Wright estaban en Pau, quiso acercarse y ver de cerca los aviones. Aunque se lo ofrecieron, declinó volar como pasajero. 

 

 

El Rey Alfonso XIII charlando con Wilbur Wright en la escuela de aviación de Pau.

 

Algo más tarde, Vives y Kindelán visitaron la escuela de los Wright en Pau y el Coronel Vives pudo volar el 30 de marzo de 1909 como pasajero de uno de los tres alumnos, el Conde de Lambert, siendo el primer español en volar en un avión.

 

El Coronel Pedro Vives fue el primer español en subirse como pasajero a un avión.

 

Mientras, en Niza, un modisto español afincado allí y apasionado de los aviones, compraría un Wright Modelo A, al que añadiría un motor Antoinette 24 HP y comenzaría a realizar vuelos en Antibes, consiguiendo el 24 de abril de 1909, ser el primer español en pilotar un avión.

 

Prototipo Nº 2 de A. Fernández, basado en el Wright Flyer A y al que realizó diversas modificaciones adicionales para concursar en la Semana de la Aviación de Reims.

 

Unos meses más tarde diseñaría un avión, el Fernández Nº1, con el que empezaría a hacer pruebas y presentarse a ferias (Mónaco, París, Inglaterra), aunque en ninguno de ellos lograría volar. Se sabe que el 27 de noviembre de 1909 realizó un vuelo de 20 metros con el avión que diseñó, pero no se tiene constancia de vuelos anteriores.

 

Avión Fernández Nº 1, delante del stand que montó nuestro compatriota en la Exposición de Locomoción Aérea de París, 1909.


Desgraciadamente, el 6 de diciembre de ese año, fallecería en un accidente durante un vuelo de prueba, siendo también el primer español víctima de la aviación.

 

En diciembre de 1909 fallecía en accidente el sastre rivereño Antonio Fernández, primer aviador español 

 

1909 fue también un año clave en la aviación mundial. El 25 de julio, Louis Bleriot cruzó el Canal de la Mancha a bordo de un avión, demostrando que ni siquiera el mar era un obstáculo para los aviones, y en Reims (Champagne, Francia) tendría lugar la primera feria de aviación.

 

Bleriot ganó las 1000 libras que el Daily Mail ofreció al primero en cruzar el Canal de la Mancha 

 

Juan Olivert y Gaspar Brunet

 

Juan Olivert Serra nació en Cullera (Valencia) en 1888. Su padre regentaba una tienda, llamada El Comercio del Globo y era propietario de algunos campos de arroz y hortalizas. A principios de siglo marchó a Barcelona a estudiar ingeniería industrial en la Escuela Elemental de Artes e Industrias. En esta ciudad trabajaría en la fábrica de lejía de Jové y Blanc, para pagarse los estudios.

 

Juan Olivert Serra, que voló por primera vez en España 


Allí conocería a Gaspar Brunet, que era profesor de la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona y compartía con Juan Olivert la pasión por el vuelo. Brunet era un estudioso de la aviación y en 1910 publicaría el primer libro de aerodinámica en español.

 

Gaspar Brunet, profesor de la escuela de industriales de Barcelona y creador del primer avión fabricado en España 


En 1908, Juan Olivert decide invertir el dinero que le había tocado en la lotería de Navidad de 1905, en fabricar el aeroplano que había diseñado Gaspar Brunet. Su objetivo era presentarlo en la Exposición Regional Valenciana, que tendría lugar entre el 1 de mayo y el 31 de julio de 1909. Este tipo de ferias era muy común y tenían como objetivo promocionar la industria y los servicios de la zona, además de servir como escaparate tecnológico.

 

Cartel anunciador de la Exposición Regional Valenciana de 1909 

 

Por recomendación de Ricardo Causarás, escultor y estudioso de la aviación, y gracias al dinero invertido en anuncios en prensa, haciendo propaganda de su Brunet-1, Olivert consigue que le nombren Vice-Presidente de la Sección de Aeronáutica del Círculo de Bellas Artes de Valencia.

 

Como curiosidad, Causarás diseñó un aeroplano en forma de ala delta, con un notable parecido a los aviones de papel, pero que no llegó a construirse  

 

El avión Olivert-Brunet

 

El primer avión fabricado en España, el que diseñaron Olivert y Brunet, era un biplano, de 10 metros de envergadura, construido en madera de haya y 200 Kg de peso, sin motor, ni hélice. En la parte delantera del avión se encontraban los dos timones de profundidad, que controlaba el piloto mediante un manillar de bicicleta adaptado. La transmisión era por cardan y el tren de aterrizaje estaba formado por tres ruedas de bicicleta en triciclo.

 

Réplica del avión de Juan Olivert en el Museo del Aire de Madrid.

 

Gaspar Brunet había patentado un mecanismo de estabilización horizontal mediante válvulas, que lo hacía notablemente diferente de los demás aviones de entonces.

 

La construcción de la estructura y recubrimiento le fue encargada a los talleres textiles Rosell y Vilalta de Barcelona, propiedad del suegro de Brunet, mientras que las ruedas, manillar y herrajes fueron fabricados en el taller de Francisco Truco. Las pruebas de motor resultaron fallidas y el motor se quemó. Como ya estaba comprometida su asistencia a la Exposición, decidieron enviarlo sin motor.

 

Olivert y Brunet con el esqueleto de su avión en los talleres de Rosell y Vilalta. Delante se encuentra una maqueta a escala 


El avión Brunet-1, o aeroplano Olivert, fue trasladado en cajas por tren desde Barcelona a Valencia, donde fue montado de nuevo en el Pabellón de Industrias de la Exposición Regional. Gracias a la mediación del Rey Alfonso XIII, que visitó la feria el 22 de mayo, el Ayuntamiento de Valencia otorga una subvención de 20.000 pesetas, para la compra de un motor Anzani de 25CV y una hélice Chauviere de 2,25 m. de envergadura.

 

El piloto controlaba el Brunet Nº1 mediante un manillar. Al fondo puede verse el motor Anzani. 

 

En el mes de agosto de 1909, cuando cerró la exposición, se trasladó el avión a una explanada cercana al Regimiento de Artillería Nº 11 de la vecina localidad de Paterna. Allí se construyó un hangar para el avión y comenzó Juan Olivert a realizar pruebas de arranque.

 

Pruebas de vuelo del Brunet Nº 1 

 

El vuelo de Juan Olivert

 

El 5 de septiembre de 1909 la explanada donde Olivert realizaba sus pruebas se había llenado de gente. Olivert, Brunet y las autoridades militares querían arrancar el motor y dar unas vueltas en tierra, por el campo de vuelo, para verificar su comportamiento. Habían cursado invitaciones al Ayuntamiento y a algunas personalidades, por si estuvieran interesados en asistir, ya que eran los patrocinadores. El caso es que un periodista se enteró y publicó en el periódico la noticia de que iba a volar un avión. El anuncio de esta exhibición hizo que se congregasen allí cerca de 4.000 personas.

 

Juan Olivert a los mandos de su avión 

 

La intención de Juan Olivert era simplemente carretear por la pista y continuar probando el motor. Sin embargo, los responsables del Ayuntamiento pidieron a Olivert salir de Paterna, recorrer 7 Km hasta donde se encontraba la Exposición y volver.



Vista aérea de la Exposición Regional de Valencia de 1909 

 

Es importante indicar que nunca, ni Juan Olivert, ni Gaspar Brunet, habían visto volar un avión. Tampoco en España se habían proyectado filmaciones de aviones en vuelo. De hecho, el primer avión que vieron volar fue, precisamente, el suyo.

 

Lo poco que se sabía en España sobre aviación era gracias a revistas como ésta (Locomoción Aérea). 

 

A las 17:00 Juan Olivert comenzó a rodar por la pista, hizo algunos ajustes en el avión y, finalmente, se lanzó a la carrera. El avión rodó unos 30 metros, poniéndose horizontal, y comenzó a despegar del suelo. El aeroplano Olivert-Brunet voló durante 40 o 50 metros en línea recta. Los curiosos habían invadido la pista y para evitarlos Olivert sólo tenía dos opciones: chocar contra unos árboles, o intentar aterrizar. Esto último fue lo que hizo, con tan mala fortuna que la rueda derecha se metió en un agujero, quedando dañada durante el aterrizaje.

 

Juan Olivert en la carrera de despegue del primer vuelo en España  

 

Una vez reparada la rueda al día siguiente, fue llevado a la playa de Nazaret, donde esperaban encontrar mejores características para el vuelo. Sin embargo, no pudieron realizarse más vuelos, ya que se rompió la cadena de transmisión de la hélice, lo cual resultó fatídico e impidió nuevos vuelos.

 

El avión se lo quedó Brunet como pago de las deudas contraídas con él por su socio, mientras que el motor y la hélice permanecieron en Valencia. El Ayuntamiento, movido por la Sección de Aviación, exigieron quedarse con estas piezas, ya que lo habían pagado.

 

Motor Anzani de 25 HP, similar al que llevaba el Brunet Nº 1 

 

Por si fuera poco, a Juan Olivert le obligaron a dimitir del cargo de VicePresidente de la Sección de Aviación de Valencia. Arruinado, lleno de deudas con su socio y privado de su cargo, decide abandonar sus estudios de industriales y volver a Cullera, a cultivar sus terrenos.

 

Miembros de la Sección de Aeronáutica del Círculo de Bellas Artes de Valencia, posando con el avión de Olivert  

 

Diez años más tarde, ya recuperado económicamente, llegó a detentar brevemente diversos cargos en el sector algodonero. Pero jamás volvió a volar, ni a tener relación con la aeronáutica. Moriría a los 61 años en 1949, sin hijos.


En 1923 Juan Olivert es delegado en Andalucía de la Catalana Agrícola Algodonera y vuelve a coincidir con Alfonso XIII, que le nombrará Secretario de la Comisión Algodonera de España en 1924.

  

Gaspar Brunet, por su parte, escribiría al año siguiente un Curso de Aviación, bastante completo, donde detallaba sus experimentos con el aeroplano de Olivert. Aunque llegó a presentar una evolución de su Brunet Nº 1, no consiguió volarlo.

 

Curso de Aviación, de Gaspar Brunet, publicado en 1910.

 

La hazaña de Olivert en contexto

 

Ya hemos visto anteriormente que el vuelo de Juan Olivert tuvo lugar el mismo año en que Louis Bleriot lograba la primera hazaña de la aviación, cruzando el Canal de la Mancha, y sólo unos días después de que se celebrara la primera feria de la aviación en Champagne.

 

En la aviación de principios de Siglo XX, dominada por estadounidenses y franceses, gracias al emprendimiento de Juan Olivert, España se subía al carro de los pioneros de la aviación.

 

Si nos fijamos en el resto de Europa, el primer avión alemán (Grade II) volaría el 17 de agosto de 1909, el primer británico (Short Nº 2) lo haría el 27 de septiembre de 1909, mientras que el primer avión austriaco (Etrich Taube) volaría a finales de 1910.

 

El Etrich Taube fue el primer avión austriaco 

 

A pesar del avance industrial del Reino Unido, el primer inglés en volar sería Moore-Brabazon (2 de mayo de 1909) en un Voisin francés, más tarde que Antonio Fernández y tan sólo 5 meses antes que Olivert.

 

Moore-Brabazon con su Voisin en 1909 

  

La diferencia fundamental es que, mientras en otros países se alaba el emprendimiento y sus ciudadanos se enorgullecen de los logros personales, en España, en cuanto aparece alguien que deja en evidencia la mediocridad de los demás, se les “machaca”.

 

Y la hazaña de Olivert (igual que la de Antonio Fernández) cayó en el olvido de la historia de españoles ilustres.

 

Homenaje en el centenario

 

Quizá la causa de que nos olvidáramos de Olivert y Brunet fueron los éxitos de la aviación militar posterior, o que este primer vuelo no dejó ningún legado. El caso es que, hasta que no se cumplió el centenario de dicho vuelo, apenas se les recordó.

 

Sello de Correos conmemorativo del vuelo de Juan Olivert. 

 

En la rotonda de acceso al cuartel, donde se efectuó el primer vuelo, se instaló un avión Dassault Mirage F1, donado por el Ejército del Aire, y un monolito conmemorativo. Dicho monumento fue inaugurado por los Príncipes de Asturias el 4 de septiembre de 2009.

 

Inauguración del monumento al primer vuelo de España, el 4 de septiembre de 2009  

 

En su pueblo natal, Cullera, también tuvieron lugar celebraciones, charlas y exposiciones. Lo más notable fue la instalación el 2 de octubre de 2009 de una réplica del avión de Olivert en el Parque de San Antonio.

 

Reproducción del avión Brunet Nº 1 en el Parque de San Antonio de la localidad natal de Olivert, Cullera.

 

Por último, también AENA se ha querido sumar al reconocimiento a Juan Olivert, dedicándole la Sala VIP del Aeropuerto de Valencia. Por cierto, le han puesto el nombre en Valenciano (Joan), cuando él utilizaba siempre el nombre de Juan.

 

Sala VIP del Aeropuerto de Valencia, dedicada a Juan Olivert.

 

Fuente: https://www.guiadelturistafriki.es