19 de septiembre de 2022

CÓMO LA URSS CREÓ SU PRIMER AVIÓN DEL MODELO "ALA VOLADORA"

 


 

Debía convertirse en algo parecido a un económico ‘autobús volador’, pero la Segunda Guerra Mundial enterró este proyecto para siempre.

 

En la década de 1930, los ingenieros soviéticos experimentaron con la creación de aviones y máquinas “sin cola” del tipo “ala voladora”. Como resultado, crearon el primer planeador del mundo fabricado según estos proyectos: el JAI-3.

 



“La ventaja de los aviones ‘sin cola’ es la reducción del peso del aparato y la reducción de la presión aerodinámica del aire durante el vuelo. A pesar de esta ventaja, la capacidad de control de la máquina disminuye durante el vuelo”, nos explica Dmitri Litovkin, editor ejecutivo de la revista Independent Review.

 

Según él, los ingenieros creían entonces que esos pequeños aviones podrían convertirse en “autobuses voladores”, un transporte aéreo masivo y barato que podría ser utilizado libremente por la gente. Por eso la URSS ordenó a los diseñadores de aviones de todo el país que crearan un planeador capaz de transportar hasta una tonelada de carga o diez pasajeros con una velocidad media de 120 km/h.

 

El JAI-3 encarnaba todo eso.

 

“Un avión sin cola” del esquema “ala voladora” es una máquina de movimiento lento. Se suponía que este esquema se utilizaría para construir una máquina económica, que consumía poco combustible y no tenía pretensiones para las condiciones de despegue y aterrizaje, añadió el experto.

 

Técnicamente, el JAI-3 tenía el siguiente aspecto: 12 asientos de pasajeros estaban dispuestos uno tras otro en dos filas. Cada pasajero estaba colocado en una especie de cápsula o cabina de mando, como la del avión de un piloto.

 

El propio fuselaje estaba hecho según el esquema clásico de “ala volante”, con su tripulación, carga útil, el combustible y el equipo del avión colocados dentro de la estructura del ala principal.

 

Al mismo tiempo, el JAI-3 tenía 5,8 m de longitud y la potencia de su motor era de sólo 110 CV. Así, con una carga completa de dos toneladas, el avión sólo podía volar a una velocidad de hasta 130 km/h.


El destino del avión




Las pruebas del primer prototipo del JAI-3 estaban previstas para septiembre de 1936. El avión demostró una buena estabilidad y capacidad de control bajo plena carga de vuelo.

 

“La conclusión de la comisión sobre el JAI-3 fue positiva, pero se decidió perfeccionar y reforzar el aparato: poner un motor adicional y modificar el fuselaje para aumentar la maniobrabilidad del avión”, dijo el experto.

 

Según él, una versión actualizada de la aeronave podría haber aparecido a finales de la década de los 30, pero debido a la falta de financiación y a los problemas de la economía, el proyecto se replegó hasta tiempos mejores. Pero entonces comenzó la Segunda Guerra Mundial, y los dirigentes del país no pudieron iniciar la construcción de un transporte aéreo masivo de pasajeros para los ciudadanos de a pie.

 


El “ala voladora” en el extranjero

 


Los aviones de este modelo no llegaron a formar parte de la aviación civil en todo el mundo, pero se experimentó mucho con ellos en los círculos militares.

 

En particular, Alemania creó en 1943 el primer gran avión de “ala voladora” del mundo: el cazabombardero Horten Ho 229 con motores a reacción. Después de la guerra, los diseñadores de este avión se trasladaron a la Argentina y crearon varios modelos similares, pero no pasaron de ser prototipos individuales.

 

Desde los años 30, las “alas voladoras” fueron probadas y creadas activamente por la empresa estadounidense Northrop. Los primeros prototipos de la empresa de este esquema se presentaron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el bombardero Northrop N-1M 1 y los cazas P-56 Black Bullet vieron la luz. Ambos proyectos fueron cancelados en la fase de proyecto debido a numerosas deficiencias.

 

Los diseñadores estadounidenses no consiguieron el éxito del “ala voladora” hasta finales de los años 70 con la aparición de nuevos materiales para aviones que permitieron a los diseñadores implementar tecnologías de sigilo en estas aeronaves.

 

Hoy en día, sólo los militares recurren a este esquema de fuselaje, mientras que los fabricantes civiles prefieren el avión clásico avión ser más adecuado para el transporte de pasajeros que el “ala voladora”.

 

Fuente: https://www.nps.gov