23 de noviembre de 2023

EL AW52 FUE EL INTENTO BRITÁNICO DE CREAR UN ALA VOLADORA


 

 Inicialmente, el concepto se probó como el AW.52, un planeador.


Por Nathan Cluett 

 

El Armstrong Whitworth AW52 fue un innovador avión británico de alas volantes desarrollado en la década de 1940.

 

Este primer intento de diseñar un ala voladora propulsada por un jet surgió de una investigación en tiempos de guerra sobre perfiles aerodinámicos de flujo laminar, que sugería mejoras significativas en la eficiencia con respecto a las configuraciones de aviones tradicionales.

 

Armstrong Whitworth Aircraft construyó tres prototipos, incluido un planeador, para probar y perfeccionar el concepto de ala volante con la ambición de desarrollar un avión de pasajeros.

 

Una mirada técnica al AW.52


El Armstrong Whitworth AW52 fue un testimonio del espíritu innovador de su época.

 

Concebido a finales de la década de 1940, este avión fue una manifestación de la búsqueda de la eficiencia aerodinámica a través del diseño de alas volantes.

 

En el centro de la filosofía de diseño del AW52 estaba la configuración del ala volante. Evitando el tradicional conjunto de fuselaje y cola, el avión fue diseñado como un ala singular, con la intención de reducir significativamente la resistencia.

 

Esta configuración buscaba no sólo racionalizar el avión sino también garantizar que cada pieza contribuyera a la generación de sustentación.

 

El AW52 presentaba un perfil aerodinámico diseñado para mantener el flujo laminar en la mayor superficie posible del ala.

 

El primer vuelo del AW.52 se realizó sólo dos años después de la Segunda Guerra Mundial.


El flujo laminar, caracterizado por capas suaves de aire que se deslizan sobre el ala, minimiza la fricción superficial, una fuente importante de resistencia aerodinámica.

 

La dedicación de Armstrong Whitworth a esta tecnología fue fundamental para reducir la resistencia y mejorar el rendimiento.

 

El esqueleto del AW52 fue elaborado a partir de una aleación de aluminio, el material preferido para los aviones de la época, apreciado por su favorable relación resistencia-peso.

 

Su estructura interna era una maravilla de la ingeniería, asegurando que el ala fuera lo suficientemente rígida y robusta para soportar fuerzas aerodinámicas sin las estructuras de soporte tradicionales.

 

El AW52 era impulsado por dos motores turborreactores Rolls-Royce Nene.

 

El Nene marcó un paso significativo en el desarrollo de motores a reacción cuando se introdujo en 1944.

 

El Vampire fue uno de los muchos aviones que utilizaron el motor a reacción Rolls Royce Nene.

 

Sobre la base de sus predecesores, ofrecía rendimiento y confiabilidad mejorados, lo que lo convertía en una opción popular para una variedad de aviones.

 

En el centro del diseño del motor estaba su compresor centrífugo de una sola etapa. Esta elección de diseño, si bien dio como resultado un motor más robusto y más fácil de fabricar, también dio como resultado un perfil claramente más grande y más corto en comparación con sus homólogos axiales.

 

El motor presentaba una cámara de combustión anular, una mejora notable con respecto a las cámaras tipo lata de la época, permitiendo una combustión más eficiente y continua.

 

La turbina también era de una sola etapa, cuidadosamente calibrada para extraer el máximo de energía de los gases de alta temperatura producidos en la cámara de combustión.

 

El AW.52 utilizó un par de motores Nene.


El RR Nene no se quedó atrás en el departamento de energía.

 

Capaz de producir un empuje de aproximadamente 5.000 libras (22 kN), estaba entre los motores más potentes de su época.

 

Este impresionante rendimiento se vio facilitado por el uso de aleaciones de alta temperatura en su construcción, lo que permitió que el motor funcionara con mayor eficiencia.

 

La búsqueda de una resistencia reducida

 

La ambiciosa visión de Armstrong Whitworth con el AW52 era reducir la resistencia aerodinámica a apenas un tercio de lo que experimentaban los aviones convencionales.

 

Todo el espíritu del avión era reducir la resistencia.

 

Este esfuerzo no estuvo exento de desafíos, ya que las alas voladoras tradicionalmente enfrentaban problemas de estabilidad, particularmente en el cabeceo.

 

De hecho, la historia de vuelo del AW52 estuvo marcada por un incidente de oscilación de tono que subrayó las dificultades inherentes al diseño.

 

El viaje del AW52 desde la mesa de dibujo hasta las nubes estuvo lleno de pruebas rigurosas.

 

El programa incluyó prototipos de planeadores y motores, lo que facilitó una evaluación integral de la aerodinámica, el manejo y la integridad estructural de la aeronave en varios regímenes de vuelo.

 

Las pruebas comenzaron con el AW52G, una versión planeador del AW52.

 

Este prototipo fue crucial para proporcionar datos iniciales sobre las propiedades aerodinámicas y las características de vuelo del diseño del ala volante.

 

La primera versión del AW.52 no estaba equipada con ningún motor y fue probada como planeador.

 

Las pruebas del planeador fueron fundamentales para allanar el camino para las versiones motorizadas, ofreciendo información sobre el manejo y la estabilidad que servirían de base para modificaciones posteriores.

 

Tras las pruebas de los planeadores, Armstrong Whitworth presentó dos prototipos de aviones a reacción.

 

Estos aviones estaban equipados con motores turborreactores Rolls-Royce Nene, una elección que los colocó a la vanguardia de la tecnología a reacción emergente.

 

Los AW52 propulsados ​​por jet fueron un paso adelante significativo, destinados a explorar el rendimiento y el manejo del diseño del ala volante a velocidades y altitudes más altas.

 

Uno de los aspectos centrales de las pruebas del AW52 fue evaluar su estabilidad y control, particularmente teniendo en cuenta los desafíos inherentes al diseño sin cola.

 

La falta de una cola tradicional fue difícil de superar.

 

Las pruebas de vuelo se diseñaron para evaluar cómo respondía el avión en diversas condiciones, incluido el despegue, las maniobras de vuelo y el aterrizaje.

 

Los datos recopilados fueron invaluables para comprender los matices de la aerodinámica de las alas volantes.

 

La inestabilidad inherente de las alas voladoras


Las alas voladoras, por su propio diseño, omiten la sección de cola convencional que proporciona estabilidad y control en los aviones tradicionales.

 

El Armstrong Whitworth AW52, al igual que sus contemporáneos en la categoría de alas volantes, fue un paso audaz hacia este reino sin cola.

 

El principal atractivo de este diseño era la promesa de una menor resistencia y una mayor eficiencia del combustible, un atractivo importante en una era en la que la aviación estaba evolucionando rápidamente.

 

La ausencia de cola en las alas voladoras presenta un rompecabezas aerodinámico.

 

Un primer plano de la nariz y las tomas de aire del AW.52.


La cola de un avión convencional desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la estabilidad, particularmente en cabeceo (movimiento hacia arriba y hacia abajo) y guiñada (movimiento de lado a lado).

 

Sin esta característica estabilizadora, las alas voladoras a menudo experimentan dificultades para mantener una trayectoria de vuelo estable.

 

Este desafío fue muy evidente en el AW52, que encontró severas oscilaciones de tono durante su fase de prueba.

 

Otra faceta del problema de la inestabilidad es la complejidad de controlar un ala volante.

 

Las superficies de control de estos aviones, que combinan las funciones de alerones y elevadores (conocidos como elevones), tienen que trabajar horas extras para proporcionar la maniobrabilidad necesaria.

 

En el AW52, estos desafíos de control fueron importantes y requirieron soluciones innovadoras y un profundo conocimiento de la aerodinámica para gestionarlos de manera efectiva.

 

La inestabilidad inherente de las alas voladoras representa una compensación. Las ganancias de eficiencia derivadas de un perfil de resistencia reducido se obtienen a costa de una estabilidad natural reducida.

 

Los diseñadores e ingenieros, en el caso del AW52 y aviones similares, tuvieron que lidiar con este compromiso, equilibrando las ventajas aerodinámicas con los aspectos prácticos de un vuelo estable y seguro.

 

¿Puedes nombrar todos los demás aviones en esta foto?


Seguridad en la Innovación

 

A medida que los aviones a reacción comenzaron a alcanzar nuevas alturas y velocidades a mediados del siglo XX, la importancia de un mecanismo de escape de emergencia eficaz y confiable se hizo cada vez más evidente.

 

El AW52, con sus capacidades de alta velocidad y desafíos de diseño únicos, estuvo a la vanguardia de esta nueva era.

 

La inclusión de un asiento eyector en este avión fue más que una simple adición; Era una necesidad para garantizar la seguridad del piloto.

 

Si bien los detalles específicos sobre la marca y el modelo del asiento eyector del AW52 son escasos, es seguro asumir que fue una de las primeras versiones de esta tecnología.

 

Por lo general, los asientos eyectores de esa época empleaban una carga de pólvora o un motor de cohete primitivo para empujar el asiento y el piloto fuera del avión en caso de emergencia.

 

Esta rápida expulsión fue crucial para garantizar que el piloto pudiera escapar incluso a grandes altitudes y velocidades donde el rescate manual era imposible.

 

La importancia del asiento eyector del AW52 quedó subrayada en un dramático incidente de vuelo de prueba.

 

Durante una prueba el 30 de mayo de 1949, el prototipo experimentó fuertes oscilaciones de cabeceo, lo que llevó al primer uso de emergencia de un asiento eyector en la historia de la aviación británica.

 

Este evento no sólo salvó la vida del piloto de pruebas sino que también marcó un momento crucial en la evolución de los mecanismos de seguridad de los pilotos.

 

Aunque el avión se recuperó con daños mínimos, el incidente hizo que Armstrong Whitworth perdiera la confianza en la practicidad del ala volante.

 

El desarrollo del AW52 y del avión de pasajeros previsto terminó, pero el segundo prototipo continuó volando con fines de investigación hasta 1954.

 

Fuente: https://planehistoria.com