26 de noviembre de 2018

EL BOMBARDEO QUE CONVIRTIÓ GIBRALTAR EN UN "VERDADERO INFIERNO"



El 24 de septiembre de 1940, 83 bombarderos franceses aparecían por sorpresa sobre la colonia y realizaban un intenso ataque seguido con horror por la población de Algeciras

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Gibraltar, iluminado ante la presencia de los bombarderos franceses

Este ataque era sino la venganza del Mariscal Pétain, tras el ataque ordenado por Churchill sobre el puerto argelino de Mers el-Kebir, en junio, donde murieron 1300 marineros franceses. Y fue, sobre todo, el último gran bombardeo que ha sufrido el Peñón hasta el día de hoy.

Desde España, en Algeciras, la población presenciaba horrorizada el espectáculo de haces de fuego por las bombas y las baterías antiaéreas a lo largo del Peñón. allí se encontraba ubicado también un corresponsal de ABC, que escribía: “a cada momento se presentan aviones, que descargan sus bombas y se marchan dirigiéndose hacia el Marruecos francés. Hay momentos en que los disparos de las baterías forman una nube tan intensa que impide apreciar el resultado del mismo. La población inglesa permanece en los refugios, y los aviones no cesan de ir y venir”.

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El ataque a Mers el- Kebir fue rápidamente considerado como uno de los mayores errores de Inglaterra en la IIGM, ya que supuso el fin de la neutralidad de la Francia de Vichy y su entrada "indirecta" en el conflicto al lado de Eje. Eso suponía a tener de enemigo a todo el imperio francés, incluidas sus colonias, en un momento en que a los ingleses ya les resultaba difícil contener a Alemania y a Italia. Y de ahí surgió la idea de bombardear a Gran Bretaña en uno de los puntos donde más le dolería: Gibraltar.

Bombas de más de 1500 kilos

La primera vez que Francia ordenó bombardear el Peñón, fue el 18 de julio de 1940, con una escuadrilla de 74 aviones que provocaron algunos incendios y daños menores. Pensaron que así Inglaterra se daría por enterada y decidiría volver a la vía diplomática como se había prometido en el Armisticio. Durante el verano no se realizaron más ataques, pero, en septiembre, una flota inglesa volvió a atacar a una flota francesa en Dakar. Ante esta nueva agresión, Pétain solicitó a la fuerza aérea efectuar el bombardeo a gran escala empleando una gran cantidad de aviones. La acción contundente de castigo sobre la colonia inglesa, que se había convertido en uno de los enclaves importantes, fue aprobada por los mandos franceses y vista con buenos ojos por Alemania e Italia.

A finales de 1939, se había finalizado en el Peñón la construcción de una base aérea y una pista de aterrizaje en el istmo, que hasta entonces era un hipódromo. En mayo de 1940, un total de 16700 gibraltareños fueron evacuados a Casablanca, en el protectorado francés de Marruecos, y de ahí fueron dispersados a otros destinos como Londres, donde fueron 12000, Madeira y Jamaica, 3000, y el resto a Tánger o España. Tan sólo unos pocos decidieron quedarse en el Peñón.

Los aviones franceses, todos bombarderos Loiré y Olivier Leo 45, alcanzaron Gibraltar a las 12.45 horas, desde distintas bases de Marruecos, a una velocidad de 420 km/h. Una vez sobre el Peñón soltaron las bombas. "Desde Algeciras se aprecian perfectamente las explosiones de los proyectiles, algunos luminosos, contaba EFE desde la localidad gaditana. El aspecto que ofrecía Gibraltar las pasadas noches, con su magnífico alumbrado visto desde esta ubicación, es muy diferente, ya que sólo está alumbrada la parte de la población civil".

Según contaba ABC, la alarma duró 4 horas y 5 minutos, y el bombardeo se convirtió "en el más largo que Gibraltar ha padecido". En aquella primera jornada, cayeron 100 bombas que dejaron el Peñón bastante destrozado, y el 25 de septiembre los franceses continuaron atacando hasta por la tarde. La crónica del corresponsal era muy detallada: "se presentó una escuadra formada por seis trimotores, que descargaron las primeras bombas sobre la plaza, cayendo 4 sobre el mar y 8 sobre la fortaleza. Los antiaéreos llegaron a formar una espesa cortina de fuego, que, sin embargo, no impidió que llegar una segunda escuadra de 16 trimotores, y nuevas escuadrillas se sucedían sin interrupción, lanzándose algunos aparatos en picado para precisar más el objetivo".

Numerosas víctimas

Aunque las crónicas hablaban de numerosas víctimas, las bombas finalmente ocasionaron cuatro muertos y decenas de heridos, aunque provocaron numerosos desperfectos en las infraestructuras, como el muelle meridional, edificios, barcos, depósitos de gasolina e instalaciones eléctricas, entre otros, incluso dos bombas cayeron sobre La Línea.

La Francia de Vichy no bombardeó nunca más el Peñón, de haber ocurrido, pues habrían causado graves daños, la colonia podía haber quedado neutralizada o haber cambiado la situación estratégica para las potencias del Eje. Pero eso no ocurrió.

Fuente: https://www.lasegundaguerra.com