19 de noviembre de 2018

SERGEY KRAMARENKO: EL PRIMER AS DE LA GUERRA DE COREA






Por Diego Fernando ZAMPINI

Durante más de 50 años se creyó que el primer As de la Guerra de Corea (1950-53) fue el estadounidense James Jabara. Pero después de analizar los archivos soviéticos y la bibliografía norteamericana, sale a la luz que tal honor le corresponde a un piloto soviético nacido en Ucrania: Sergey Makarovich Kramarenko. Esta es su historia.

Sergey Makarovich Kramarenko nació el 9 de abril de 1923 en la pequeña villa ucraniana de Kalinovka, en la provincia de Sumskaya. Era el mayor de los tres hijos del matrimonio formado por Makar Kramarenko y Nadezhda Galkovskaya. Desgraciadamente las marcadas diferencias sociales y de educación entre sus padres, Makar era un simple campesino con poca escolaridad, Nadezhda era la culta hija de un rico médico de San Petersburgo, hicieron que ellos se separaran cuando él y sus dos hermanos aún eran niños. Criados primero en la casa de su abuelo materno Grigoriy Galkovskiy en el Cáucaso hasta que este falleció, luego vivieron con el hermano de Nadezhda a orillas del Volga.

En la década de 1930, como tantos otros adolescentes y jóvenes soviéticos, quedó fascinado de leer en los diarios y escuchar por radio las hazañas de pilotos como Valeriy Chkalov, el primero en sobrevolar toda la URSS, Georgiy Baydukov, el primer hombre en hacer un vuelo transpolar entre Moscú y Vancouver, o Marina Raskova, por mencionar solo algunos. Esto hizo surgir en él el amor por la aviación, y en el otoño de 1940 comenzó un curso de vuelo en el aeroclub de Dzerzhinskiy, cercano a Moscú, junto con otros 150 jóvenes. Como estuvo entre las 80 personas con las mejores calificaciones volando el U-2, la versión de entrenamiento del Polikarpov Po-2, se le ofreció comenzar una carrera como piloto militar, oferta que él inmediatamente aceptó. El 1º de abril de 1941 comenzó su entrenamiento en el aeródromo de Borisoglebsk. Solo unos meses después, el 22 de junio, Adolf Hitler lanzó la operación Barbarossa, su guerra de conquista personal contra el comunismo y los untermenschen eslavos. La Velikaya Otchestvaya Voyna, Gran Guerra Patria, había comenzado.

Bautismo de Fuego

El joven Sergey, a la sazón de solo 19 años, debió esperar más de un año de duro entrenamiento para poder combatir en la defensa de la patria. Sus primeras misiones las voló a fines de 1942 sobre el gélido campo de batalla de Stalingrado. Había sido asignado al 523º IAP, equipado con el problemático LaGG-3. Como todo novato, jugó inicialmente el papel de vedomyy, numeral o wingman, de otros pilotos más experimentados o de mayor rango. Cuando a principios del año siguiente la unidad fue re-equipada con el Lavochkin La-5, todos los integrantes del regimiento inmediatamente se enamoraron de la nueva aeronave. Con esta nueva montura Sergey Kramarenko tuvo al fin oportunidad de demostrar su capacidad el 23 de febrero de 1943 volando el La-5 “Rojo 34”:

Teniente junior Sergey M. Kramarenko: "En uno de esos días de febrero despegué como parte del zveno, grupo de 4 aviones, similar al ‘flight’ inglés o al “schwarm” alemán, autor, bajo el mando de Mijail Baranovskiy. Mi vedushchiy, líder, autor, era el teniente junior Yury Ryzhov. Mientras volábamos hacia la línea del frente, vimos un grupo de bombarderos Ju-87. Baranovskiy ordenó:

¡Ataquemos!

Evidentemente, inmediatamente después de la orden, él dio plena potencia, de manera tal que su par y mi líder comenzaron a ir rápidamente hacia delante. También di máxima potencia, pero debido a mi reacción lenta permanecí 500 metros detrás. En ese momento veo que enfrente mío, con un giro hacia la izquierda, a unos 100-150 metros llegaban dos aviones desconocidos de color verde, en sus fuselajes lucían cruces negras. Aunque era la primera vez que los veía, inmediatamente supe que eran dos FW-190. Concluido el giro, uno de ellos comenzó a dispararle a mi líder. Abrí fuego contra el avión que estaba más atrás, y veo los impactos de mis proyectiles en la aeronave. Observo que bruscamente va hacia arriba con un giro, y tras él su líder.

En ese momento, frente mío desde la izquierda, pasaron trazadoras. Miré hacia la izquierda y vi que a 300 metros detrás a la izquierda había dos Focke-Wulf. Disparaban directamente hacia mí, y las trazadoras de sus cañones se acercaban a mi avión. ¿Qué debía hacer? Hacía arriba era imposible, porque había otros dos Focke-Wulf. Inmediatamente rompí a la izquierda, por debajo de las trazadoras. Entré en picada. [...]

Muchos años después, mientras describía este episodio, un periodista amigo mío me dijo, que el vio en memorias alemanas un informe del comandante de este schwarm. [...] Después del combate conmigo, durante el regreso a casa, uno de sus pilotos, por causas no entendibles, entró en picada y se estrelló contra el suelo. Me di cuenta que uno los proyectiles de mis cañones impactó en la cabina del avión alemán e hirió al piloto, el cual debido a la pérdida de sangre perdió el conocimiento y se mató.”

El periodista que realizó ese hallazgo fue el ciudadano checo Milos Sedivy, y de acuerdo a estos documentos esta primera víctima de Kramarenko resultó ser el FW-190A-3 WkNr 2265 del Oberfeldwebel Karl Stadeck, (2./JG 51 "Mölders", KIA). Al poco tiempo un artista ucraniano de apellido Bayda brindó un espectáculo para los pilotos del 523º IAP, y dado su origen ucraniano, todos sus tovarishchi, camaradas, apodaron a Sergey  “Bayda”. Con ese apodo fue reasignado al 19º IAP a mediados de 1943.

La auspiciosa carrera de “Bayda” casi llega a su fin el 19 de marzo de 1944. Como parte de un grupo de tres La-5FN interceptó un grupo de bombarderos Ju-88 escoltados por seis Bf-110, y casi enseguida el líder ruso, Pavel Maslyakov, abatió un Junker. Uno de los Messerchmitt comenzó a disparar contra el Lavochkin de Maslyakov, pero allí estuvo Sergey listo a socorrer a su jefe, alcanzando al Bf-110 con varias ráfagas de 20 mm. Sin embargo, fue sorprendido por otro de los cazas alemanes, y obligado a saltar de su avión en llamas, con graves quemaduras en el rostro y las manos. Capturado por soldados alemanes, estuvo a punto de ser ejecutado, pero un oficial germano revocó la orden en el último momento. Llevado a un hospital militar alemán, recibió los primeros auxilios allí, y aprovechó el desorden causado por una incursión del Ejército Rojo en la retaguardia alemana para escapar y ser rescatado.

Después de una larga convalecencia en un hospital cerca de Moscú especializado en atender quemaduras de pilotos, regresó a su regimiento, ahora renombrado 176º GIAP por sus logros en combate. Inicialmente le costó reencontrar un lugar allí, porque todos los pilotos ya tenían conformados sus equipos vedushchiy – vedomyy, líder – numeral. Pero fue “adoptado” como numeral por el shturman, navegador, del regimiento Mayor Aleksandr Sergeyevich Kumanichkin,  ya un consumado as, que terminaría la guerra con unas 35 victorias contra aviones alemanes. En este rol obtuvo su segunda victoria, otro FW-190, abatido el 16 de febrero de 1945. Lo interesante es que ese día “Bayda” volaba el famoso Lavochkin La-7 “Rojo 27”, este era el avión personal del formidable Ivan Nikitovich Kozhedub, 62 victorias aéreas, el máximo as soviético y aliado de la SGM, quién le había cedido su aeronave ya que no había otra disponible.


 
El caza La-5FN del 19º IAP, pilotado en la primavera de 1944 por Mladshiy Leytenant S.M. Kramarenko

El palmarés de combate del 176º GIAP al finalizar la Gran Guerra Patria era ciertamente impresionante: entre el 22 de junio de 1941 y el 9 de mayo de 1945 este regimiento realizó 8422 salidas de combate y participó en 711 combates aéreos, en el transcurso de los cuales sus pilotos fueron acreditados con el derribo de 398 aviones alemanes, además de otros 56 destruidos en tierra. Las pérdidas de la unidad durante la SGM fueron de 69 aeronaves y 48 pilotos muertos en acción. Esto representa una muy buena relación derribos-pérdidas de casi 6 a 1.

La Postguerra y la Era del Reactor

Tras semejante performance no es de extrañar que la VVS, Voyenno Vozdushnye Sily, Fuerza Aérea soviética, considerara al 176º GIAP como una de sus unidades de elite, y al finalizar la SGM fue asignada como parte del anillo defensivo alrededor de Moscú, en el aeródromo de Teplyy Stan, en ese momento en las afueras de Moscú. Era asimismo la unidad que hacía las demostraciones aéreas sobre el Kremlin y la Krasnaya Ploshchad, Plaza Roja, los 1º de Mayo. En esta posición fue una de las primeras unidades en entrar en la Era del Reactor, cuando en 1949 reemplazó sus cazas a hélice La-9 por cazas a reacción Yak-15. A fines de ese mismo año comenzaron a recibir otro tipo de aeronave, que esta vez colmó todas sus expectativas: el Mikoyan-Gurevich MiG-15.

Sergey Makarovich y todos sus compañeros pasaron todo el duro invierno de 1949-50 entrenando en forma intensiva en el pilotaje del nuevo avión, pero el esfuerzo rindió sus frutos: el 1º de mayo de 1950 realizaron una exhibición sobre la Plaza Roja, que dejó sin aliento a todos los espectadores, incluido el propio Joseph Stalin. Ni Kramarenko ni sus tovarishchi lo sabían en ese momento, pero esos duros meses de entrenamiento les habían preparado para la guerra que se avecinaba. Para ese momento Sergey tenía 27 años, el rango de Capitán y era el zamkomesk, ZAMestitel KOMomandir ESKadrylya, subcomandante de escuadrilla, de la 3ª AE, Aviatsionaya Eskadrylya, del regimiento, siendo el komesk, KOMomandir ESKadrylya, el Mayor Aleksandr Vasko, as de la SGM con 20 victorias.

El 176° GIAP va a China

El 25 de junio de 1950 el ejército norcoreano de Kim Il Sung invadió Corea del Sur, con lo que dio inicio el amargo conflicto coreano. La masiva aplicación del poder aéreo por parte de los EEUU neutralizó la inicial ventaja de Corea del Norte, y la pequeña fuerza aérea comunista se vio impotente para detener las masivas formaciones de bombarderos cuatrimotores B-29 Superfortress que prácticamente arrasaron con las principales ciudades y objetivos estratégicos norcoreanos. Las imágenes de aldeas y ciudades norcoreanas carbonizadas luego de las incursiones de los B-29 de la FEAF, Far East Air Force, eran frecuentemente publicadas en los periódicos y gazetas soviéticos de la época, sensibilizando a la opinión pública rusa, y también a los pilotos de la VVS.

Un día a principios de octubre todos los oficiales y pilotos del 176° GIAP fueron reunidos en el Club de Oficiales de Teplyy Stan, y luego de unos minutos de espera llegó el General Redkin, la mano derecha del General Vasily Stalin, quien, además de hijo de Joseph Stalin, era comandante en jefe de la zona militar de Moscú. Redkin expuso que la USAF, United States Air Force, estaba masacrando las ciudades y aldeas norcoreanas, y que el indefenso pueblo norcoreano necesitaba la protección de los aparatos a reacción de la URSS. Hecho esto, preguntó quiénes de los presentes se ofrecían voluntariamente para ir a ayudar al pueblo coreano. Como un solo hombre, todos los pilotos, incluído Sergey levantaron su brazo. El 176° GIAP hizo sus maletas y partió hacia la República Popular China.

Pocos días después el regimiento llegó a Mukden, donde Kramarenko recibió la misión de entrenar pilotos chinos en el pilotaje del MiG-15. La unidad utilizó la mayor parte de los siguientes meses asistiendo a los pilotos chinos, y también entrenándose para el combate. Finalmente, el 30 de marzo de 1951 recibieron la orden de volar a la base aérea avanzada de Antung, a pocos kilómetros del río Yalu, y de Corea del Norte.

El 176º GIAP formaba parte, junto con el 196º IAP, de la 324ª IAD. En ese momento el comandante del 176º GIAP era el Mayor A. S. Koshel, sería luego reemplazado por Sergey Vishnyakov, el jefe del 196º IAP era Yevgeny Pepelyayev, y toda la 324ª IAD estaba al mando del mejor aviador de la URSS: el Polkovnik, Coronel Ivan Nikitovich Kozhedub. La 324ª IAD estaba a su vez asignada al 64º IAK, liderado por el General Leitenant Ivan Vasilyevich Belov.

Primeras victorias sobre Corea

Los pilotos de la 324ª IAD pusieron a prueba sus habilidades al límite el 12 de abril de 1951, cuando 48 bombarderos B-29A de las 19ª, 98ª y 307ª BW realizaron un gigantesco asalto contra los puentes de ferrocarril y carretera que cruzaban el Yalú en Uiju, con una masiva escolta de 18 Sabre de la 4ª FIW y 34 Thunderjet de la 27ª FEW, más 24 F-80C para suprimir la antiaérea. Contra esta gigantesca formación de 124 aviones norteamericanos, los soviéticos fueron capaces de enviar sólo 44 MiG-15 de los 176º GIAP y 196º IAP, y no 75 como decían los fantasiosos informes estadounidenses de la época, siendo superados en número por casi 3 a 1. Sin embargo, tanto Koshel como Pepelyayev se dieron cuenta que tenían algo a su favor: cuando los cazas estadounidenses, y en particular los Sabre, actuaban como escolta, volaban a solamente 700 km/h, la velocidad de los lentos B-29, y a 7000 mts de altura. Por lo tanto, instruyeron a sus pilotos a que esperaran a la formación norteamericana a 10000 mts y a picar directamente hacia los bombarderos y/o sus escoltas a 900 km/h desde varias direcciones, sabiendo que los Sabre no tendrían la maniobrabilidad o potencia para ascender y frenar a los MiG-15. Así pues, cuando a las 9:37 hs de la mañana los pilotos soviéticos de ambos regimientos interceptaron la quinta oleada de bombarderos, comenzó una carnicería de proporciones dantescas, que los F-86, F-84 y F-80 no pudieron hacer casi nada para impedir. En menos de diez minutos entre las 9:37 y las 9:44 hs unos diez B-29A, tres F-80C y un F-86A habían caído en llamas hacia el mar o se retiraban con daños tan serios que serían descartados como chatarra tan pronto hicieron sus aterrizajes de emergencia en Corea del Sur. Uno de los Shooting Star fue la primera presa de Sergey Kramarenko en el cielo coreano:

Capitán Sergey M. Kramarenko: "El líder de nuestro regimiento nos comunicó: “Adelante, a la izquierda y debajo están sus oponentes”. Miré hacia allí. Y allí estaban los bombarderos, volando a nuestro encuentro, dos grupos de enormes máquinas de color gris. Estos volaban en cuatro células de tres aviones cada una, en total 12 aviones. Luego divisamos tres células más. Detrás de ellos y apenas un poco más alto que nosotros volaban diez cazas de escolta. Al lado, un centenar de Thunderjet y Shooting Star. Era una enorme y amenazadora masa de aviones.

El comandante nos ordenó: “¡Ataquen!” y él mismo se lanzó en un giro hacia la izquierda, en un descenso pronunciado. El grupo de “choque”, unos 18 MiG, siguieron al comandante. Los cazas enemigos se encontraron de repente con nuestros aviones atacándolos desde una gran altura y por detrás. Había llegado el momento de que mi grupo de seis MiG-15 entrara en combate. No había tiempo que perder.

Mi escuadrilla se abalanzó sobre los escoltas adversarios. [...] Di la orden: “Giro la derecha, ¡Ataquen!”, y realicé un muy marcado giro a la izquierda, perdiendo un poco de altura. Terminé la maniobra justo detrás y debajo del grupo principal de F-84, en el mismo centro de los 100 aviones. Rápidamente apunté y abrí fuego contra el F-84 que tenía delante. La primera ráfaga marró por muy poco, pero la segunda le dio de lleno. Este explotó en llamas, y de la tobera emergió humo gris y blanco. El Thunderjet, súbitamente, comenzó a caer.”

La víctima de Kramarenko en realidad no fue un “F-84” sino el F-80C BuNo 49-1842 (35º FBS/8ª FBW). El 176º GIAP fue la unidad que cosechó más éxitos ese día, ya que se anotó siete de los diez B-29 y todos los F-80C a su palmarés, sin sufrir pérdidas. El 196º IAP derribó los tres restantes bombarderos y el F-86A, el cual cayó a manos de Lev Ivanov, sufriendo además la única pérdida del día, un MiG abatido casi seguro por el piloto de Sabre, Capitán James Jabara.

Ambos bandos exageraron la cantidad de victorias. Los estadounidenses, en un intento por reducir la magnitud de su derrota, atribuyeron a sus pilotos de F-86 cuatro MiG abatidos y otros seis a los artilleros de los B-29, como dijimos, solamente un MiG se perdió ese día. Los soviéticos, embriagados por el sabor de la victoria, afirmaron abatir 12 B-29, cuatro F-80 y dos F-86. Sin embargo, destruir a diez Superfortress, tres Shooting Star y un Sabre sufriendo una sola pérdida en el proceso fue sin lugar a dudas una épica victoria soviética contra un enemigo profesional que los superaba ampliamente en número. Desde ese día los norteamericanos comenzaron a respetar a sus habilidosos adversarios y les llamaron “Honchos”, “Jefes” en idioma japonés.

A esta primera victoria le siguió una segunda, un Sabre, el 2 de junio. El propio Sergey Makarovich narra los detalles:

Capitán Sergey M. Kramarenko: "En tal situación, el 2 y el 17 [de junio, me fue posible derribar algunos Sabre. Por ejemplo, me recordaron este combate. Mi zveno volaba en nuestra zona de patrulla, y después de realizar algunos circuitos, divisamos un grupo de ocho Sabre, viniendo en recíproco. Ganamos altura y dimos la vuelta para atacarlos desde el hemisferio trasero, pero los Sabre nos vieron y también dieron la vuelta. Una escuadrilla siguió adelante, pero comencé a perseguir los aviones de la escuadrilla más retrasada. Dos Sabres fueron hacia la izquierda, y los otros dos a la derecha, el par de Lazutin atacó a la pareja de la izquierda. Dos Sabre fueron hacia la izquierda, y los otros dos hacia la derecha, El par de Lazutin atacó al par de la izquierda, mientras nosotros nos encargamos del de la derecha. Los Sabres comenzaron a picar, pero poco a poco la distancia se fue acortando, y cuando estaba aproximadamente a unos 400 metros abrí fuego. Vi impactos en todo el Sabre, y humeando profusamente continuó su picado. Mi numeral atacó al segundo Sabre, pero su avión comenzó a entrar en tirabuzón, porque alcanzamos los casi 1000 km/h, y debido a eso tuvo problemas para controlar su aeronave. Salimos del picado y vimos que debajo permanecía solo uno de los Sabres, del segundo ni rastros. Pronto el control terrestre nos informó que este Sabre se había estrellado...”

De acuerdo a la intercepción de las comunicaciones radiales estadounidenses, este F-86 se estrellaría mientras intentaba realizar un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Suwon. La USAF admite esta pérdida: este Sabre resultó ser el F-86A BuNo 49-1130 del segundo teniente Thomas C. Hanson, 336º FIS, muerto, pero lo hace el 5 de junio y afirma que se perdió en un “accidente”. Esa tendencia a ocultar perdidas en combate como accidentes duraría toda la guerra.

Choque de Titanes

A eso de las 11:25 hs del 17 de junio de 1951 un grupo de seis MiG-15 del 176º GIAP encabezados por Kramarenko encontraron sobre Sensen unos 12 F-86 del 336º FIS, y pese a estar superados en número por 2 a 1, los pilotos soviéticos no dudaron en picar y atacar a los cazas adversarios. En esos primeros confusos segundos de combate tanto los rusos como los aviadores del Tío Sam se desperdigaron, y súbitamente el Capitán Kramarenko se encontró sin sus numerales y bajo el ataque de tres Sabre. Así recordó el propio Sergey Makarovich este combate:

Capitán Sergey M. Kramarenko: "Ahí estaba yo, solo y con tres Sabre detrás de mí. Podría haber vuelto a picar, pero estaba anoticiado que el Sabre era más pesado que el MiG y que por lo tanto picaba mejor. Por lo tanto, no debía picar. Entretanto, ellos me estaban alcanzado y se aprestaban a acribillarme. Sin embargo, aquí yo vi que derecho en frente de mí había un grupo de nubes. La única opción que me quedó fue dirigir mi avión hacia una de estas. Una vez dentro de la nube, bruscamente giré el avión a la izquierda en un ángulo de 90º y al salir de la nube comencé un giro ascendente hacia la derecha, asumiendo que el líder de los Sabre pensaría que yo seguí derecho y en picada. Fue tal y como pensé. Ahora ahí debajo mío estaba el trío de “Sabres”, buscándome por abajo. No perdí un segundo y me abalancé sobre ellos. Los roles se habían invertido, y ahora era mi turno de atacar.

Pero ellos me divisaron e inmediatamente se dividieron: los dos numerales hicieron un giro descendente hacia la izquierda, mientras que el líder comenzó un giro ascendente a la derecha. Evidentemente, esta maniobra les permitía de antemano neutralizar un ataque, a la vez que me convertía en un potencial blanco de ellos: era una trampa.

[...] Es verdad que eran 3, pero eso no me importó, yo tenía plena confianza en mis habilidades y en mi MiG. Pero tenía que decidir urgentemente a quien atacar ¿a la pareja de abajo, o al Sabre que estaba más alto? Sabía que, si atacaba a los primeros, el último picaría detrás de mí y me derribaría. Por lo tanto, lo elegí al líder, porque estaba más cerca de mí y estaba ejecutando un giro ascendente hacia la derecha. Yo piqué y rápidamente me puse detrás de él, apunté, y a una distancia de aproximadamente 600 metros, abrí fuego. Desacelerar y acercarme más era imposible porque sabía que los otros dos Sabre estaban cerca. Los proyectiles alcanzaron al Sabre. Por lo visto, uno de ellos le dio cerca de la turbina, porque el avión comenzó a dejar una estela de humo gris oscuro. El Sabre comenzó a descender y después se fue en picada."
  
El comandante del 336º FIS, el Teniente Coronel Bruce H. Hinton, el mismo que exactamente seis meses antes había derribado el primer MiG acreditado a un piloto de Sabre, se encontraba cerca y presenció el ataque de Kramarenko contra su compañero:

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: "El 17 de junio de 1951 era un radiante, claro y soleado día. [...] Yo y mi numeral estábamos volando a aproximadamente 9000 mts sobre el extremo este del “MiG Alley”. Había un montón de MiGs por todos lados, y pronto divisé un solitario MiG maniobrando. Súbitamente, el MiG se retiró de la batalla y se dirigió al norte. Comencé a acercarme, acortando la distancia a un poco menos de 500 metros. Con el punto de mira justo en su cola, estaba listo para aniquilarlo ¡era todo mío!

Justo cuando estaba comenzando a apretar el gatillo, un Sabre apareció entre mí y el MiG que estaba a punto de abatir. Estaba volando en un ángulo de 90º con respecto a mi dirección de vuelo, ¡y no estaba solo! Cerca de 165 metros detrás había un MiG, con una nariz roja y franjas en el fuselaje. ¡Era “Casey Jones”! Y estaba apaleando al Sabre con fuego de cañón. [...] Mientras las dos aeronaves pasaban en frente mío, pude ver al MiG disparar, y vi sus proyectiles alcanzando al Sabre, con llamas y chispas marcando los impactos en el fuselaje. Pedazos del F-86 volaban por el aire, y algunos eran pedazos muy grandes. La regla principal que nosotros teníamos en ese entonces era que ningún MiG justificaba la pérdida de un piloto de F-86. El Sabre estaba en llamas, y por lo tanto renuncié a una victoria segura para intentar salvar al Sabre de ese MiG. No tenía la menor idea de quien volaba el Sabre, pero sabía que estaba en muy serios problemas.

Giré tan rápido como pude y me dirigí hacia el Sabre y el MiG. Cuando completé el giro, ambos estaban unos 300 metros debajo. El MiG había sobrepasado al Sabre, hizo un rápido ascenso invirtiendo la dirección de su giro, y estaba regresando para terminar con su trabajo. El Sabre casi no se movía, y parecía simplemente estar ahí, esperando lo inevitable.”

Capitán Sergey M. Kramarenko: "No pude ver más como caía, ya que miré hacia atrás, y vi a un par de Sabre a 500 metros detrás. Un poco más y ambos Sabre abrirían fuego contra mí con sus ametralladoras de 12,7 mm.

Por lo visto, ahí fue donde me equivoqué. Lo que debí haber hecho fue aumentar mi ángulo de ascenso y llevarlos hacia arriba a gran altura, donde el MiG tiene ventaja sobre los Sabre; pero a esta conclusión llegué mucho después. En ese momento lo que hice fue girar y pasar por debajo de los dos Sabre y dirigí mi avión hacia las nubes. Allí doblé hacia la derecha, y una vez afuera de las nubes, comencé un “Boieboy Razvorot”, literalmente, “Giro de Combate”, en la práctica es un giro ascendente con un ángulo de alabeo de entre 40º y 50º a la izquierda. Pero a los Sabre no los hallé debajo como esperaba sino atrás y a la izquierda.”

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: "De repente, el MiG comenzó a girar hacia nosotros. Me había visto venir y comenzó una pasada de frente... ¡contra mí! Me pasó muy cerca, a solamente 16 metros [...] Todavía me pregunto cómo es que no chocamos. En este punto ambos intentamos usar todo lo que teníamos para ganar algún tipo de ventaja sobre el otro. Nos vimos envueltos en un círculo Luftberry, en el cual conseguí una pequeña ventaja, aunque no lo suficiente para ponerme en una buena posición de disparo.”

Capitán Sergey M. Kramarenko: "Mi segundo intento de cazarlos también fracasó. Los Sabre rodearon la nube y enseguida comenzaron a perseguirme. Debido a su mayor maniobrabilidad a altitud media me alcanzaron rápidamente y enseguida abrieron fuego. Las trazadoras se dirigieron hacia mi avión, y tuve que salir de la línea de fuego con un giro cerrado. Los Sabre siempre detrás de mí en picada me volvieron a alcanzar. Otro círculo, y como eran más maniobrables en la parte superior de dicho círculo, acortaron el radio de giro, me alcanzaron de nuevo, y abrieron fuego. Las trazadoras otra vez pasaron al lado de mi avión. Nuevo giro, nueva picada, todo se repite otra vez, pero cada vez los Sabre se me acercan más, y las trazadoras casi tocan mi avión. Evidentemente, el fin está cerca.”

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: "Comencé un yo-yo vertical, un alabeo y un picado en la parte superior de un círculo Luftberry, destinados a acortar el radio de giro,  la maniobra observada por Kramarienko, con una ligera reducción de velocidad para incrementar mi radio de giro. Esto comenzó a funcionar, y comencé a acercarme. Las G de la maniobra eran extremas, demasiado para mi numeral, quien luego me dijo que por poco no se desmayó.

En ese momento decidí disparar una ráfaga con un ángulo de deflexión alto. Tenía para ese momento una ligera ventaja, con “Casey” pasando en frente mío a un ángulo de aproximadamente 60º-70º. Mientras nos aproximábamos al final del círculo, miré por el filo de mi ala esperando que apareciera. Cuando lo hizo, tiré lo más que pude de mi palanca para levantar la nariz y apuntarle. Mientras pasaba en frente de mí, apreté el gatillo y le disparé una buena ráfaga. En la siguiente órbita, hice lo mismo. Esta vez “Casey” tuvo que volar directamente a través de la línea de tiro de mis seis 12,7 mm.”

Capitán Sergey M. Kramarenko: "Por última vez giro y entro en picada, pero esta vez puse mi avión en un picado totalmente vertical. Los Sabre, que no se esperaban esto, permanecieron en lo alto y se encontraron que yo súbitamente estaba bastante lejos.”

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: "La segunda ráfaga atrajo su atención realmente rápido, y él súbitamente rompió y picó hacia el Yalu, escapando fácilmente de mí.”

Capitán Sergey M. Kramarenko: "Pero ellos volvieron a perseguirme. ¿Qué debía hacer? Ascender no podía, y los Sabre pronto acortarían la distancia y abrirían fuego. Yo seguía escapando a la máxima velocidad posible. La altura era de aproximadamente 7000 metros y la velocidad era de más de 1000 km/h cuando comenzó la vibración: el avión comenzó a sacudirse mucho, y los controles no servían.

Saqué los aerofrenos, lo cual disminuyó un poco mi velocidad. Recuperé el control inmediatamente, pero los Sabre aprovecharon esta reducción de velocidad para aproximarse velozmente. Entonces yo piqué y me dirigí hacia la gran estación hidroeléctrica sobre el río Yalu, conocida en la cartografía rusa como la estación Supjun, y como la represa o embalse Suiho en los mapas norteamericanos. Este era un enorme embalse detrás de una gran represa de 300 metros de alto, y tenía una usina eléctrica que proveía electricidad a la mitad de Corea y a todo el noroeste de China. Precisamente ella era el principal objetivo que nosotros debíamos defender. Además de nosotros, su defensa estaba a cargo de una decena de baterías antiaéreas, las cuales tenían la orden de abrir fuego contra cualquier avión que se aproximara a la represa.

En el fondo yo tenía la esperanza que los artilleros de esas baterías me ayudaran a deshacerme de los Sabre que me atormentaban. Y los artilleros cumplieron su orden de abrir fuego contra cualquier intruso al pie de la letra. Frente mío se formó una nube oscura causada por la detonación de los proyectiles antiaéreos. [...] Yo prefería morir a manos del fuego de los míos que, a manos de los Sabre, y por lo tanto dirigí mi aeronave directo a la nube oscura. Las explosiones de las granadas antiaéreas tiraban mi avión de un lado para el otro, y me daba la impresión de que las alas iban a ser arrancadas del avión.

Pero pasados unos 20 o 30 segundos, de pronto salió el sol. Mi avión emergió de la nube negra, dejando detrás y debajo al embalse con su represa. Atrás mío a la izquierda pude ver a los Sabre retirándose después de perderme en la nube y seguramente pensando que yo estaba muerto. No tenía ningún sentido perseguirlos, yo estaba exhausto, no quería una nueva pelea, lo que más quería era regresar a mi base. [...]

Sobre el aeródromo hice un par de círculos, y una vez que estacioné mi aparato, me reencontré con mis compañeros. [...] Cuando exhibimos la película de mi cine ametralladora claramente se podía ver como mis proyectiles impactaban en el Sabre. Por lo tanto, informamos al comandante de esta victoria.”

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: "Abandoné la persecución del MiG y comencé a buscar al golpeado F-86. Lo encontré como flotando a unos 6700 metros. Las llamas se habían apagado, pero tenía varios agujeros enormes en el fuselaje. La parte trasera estaba acribillada, y la bahía de ametralladoras del lado izquierdo había desaparecido por completo.

Estas ametralladoras habían absorbido la mayor parte del impacto del proyectil de cañón, salvando la vida del piloto. Intenté hablar con él, pero su radio había sido destruida por otro proyectil. Estábamos volando a Mach 0,7 y estábamos perdiendo altura en forma continua. Me puse a su lado, conseguí atraer la atención del piloto y le señalé que se dirigiera el Mar Amarillo y se preparara para eyectarse. Nunca olvidaré al piloto sacudiendo violentamente su cabeza indicando “¡No!”. Estaba seguro que era alguno de mis nuevos e inexpertos Tenientes, pero no podía entender su negación a una orden que podía salvarle la vida. [...] Llamé a la torre de control de K-13, la base aérea de Kimpo, informándole que estaba trayendo un avión muy dañado, para que despejaran la pista y alertaran a los camiones de bomberos. Este iba a ser un aterrizaje de panza ya que el MiG también había hecho añicos los controles del tren de aterrizaje.

Volando en formación con el F-86 averiado, me aproximé al aeródromo pegado a él. El Sabre lentamente se acomodó sobre la pista, y finalmente tocó tierra con un sacudón. Observé como la cabeza del piloto se movía hacia atrás y hacia delante mientras su avión rodaba sobre la pista como un caballo corcoveante. El Sabre se deslizó hasta detenerse al final de la pista en una gran nube de polvo.

Yo aterricé y estacioné mi avión al lado del castigado F-86. El avión era chatarra. No sólo la turbina había sido destruida, sino también los controles de potencia habían sido hechos papilla por el fuego de cañón. El lado izquierdo del fuselaje era un colador, con algunos huecos muy grandes alrededor de la cabina. Ahí cuando me enteré que el piloto no era otro que mi íntimo amigo Glenn Eagleston.”

El Coronel Glenn Todd Eagleston era en ese momento el comandante del 4º Grupo de Caza, los elementos de combate de la 4ª Ala. Además, tenía un impresionante palmarés de combate, con 18 victorias contra aviones alemanes durante la SGM y acreditado con dos derribos de MiG en los seis meses anteriores a ser abatido, uno de estos absolutamente confirmado por los archivos soviéticos. El Teniente Coronel Bruce Hinton se dio cuenta enseguida que el aviador capaz de derrotar a tan habilidoso piloto tenía que ser excepcional, y se refirió a él en estos términos.

Teniente Coronel Bruce H. Hinton: “El piloto de ese MiG era bueno, MUY BUENO. Él había estado esperando viendo desde arriba todos los combates entre los MiG y los F-86. Esta era una táctica bien conocida que era comúnmente utilizada por un solo piloto de MiG al que le llamábamos CASEY JONES. “Casey” era un piloto excepcional, y definitivamente no era un oriental. Su procedimiento era golpear rápido atacando desde lo alto, picando sobre cualquier F-86 que hubiera quedado aislado en la batalla, muy similar a una táctica usada por Von Richtofen durante la Gran Guerra.”


 
Kramarenko contra Eagleston

Por lo tanto, Sergey Makarovich Kramarenko había acribillado el F-86A BuNo 49-1281 de Glenn Eagleston, as con 20 victorias durante la SGM y Corea. Por esta acción “Bayda” se ganó, por parte sus oponentes estadounidenses, el halagüeño apodo de “Casey Jones”, lo cual lo hubiera hecho sentirse honrado, a través del autor de este artículo, Kramarenko se enteró hace dos años atrás. Sin duda este fue un Choque de Titanes, el cual había concluido con una clara victoria soviética.

Primer As de la Guerra de Corea

Pocos días después, el 23, Kramarenko fue acreditado con una victoria más contra los Sabre, aunque esta no puede confirmarse en las fuentes de la USAF. A las 9:20 hs del 11 de julio, veintidós MiG-15 del 176º GIAP mantuvieron ocupados a dos escuadrones de Sabre mientras el 196º IAP se enzarzaba contra los caza-bombarderos Shooting Star que estos Sabre escoltaban. Sergey estaba al mando de seis de esos MiG, y con la ventaja de la altura picó “desde el sol” hacia un sexteto de Sabres, sorprendiéndolos. En la cabina de su MiG-15bis “Rojo 721” Sergey Kramarenko se contuvo de disparar hasta que estuvo a solo 300 metros de su víctima, el Sabre que volaba más retrasado, y entonces abrió fuego. Los proyectiles de 37 y 23 mm impactaron el F-86 a lo largo de todo el fuselaje, qué explotó en llamas y cayó sin control hasta estrellarse al sudoeste de Tetsuzan, en frente de la isla costera de Sinbito, cartografía rusa, o Simni-do, cartografía estadounidense. Su presa fue, sin duda, el F-86A BuNo.48-297, 335º FIS, del Segundo Teniente Conrad Allard, quien pereció ahogado. Una vez más la USAF afirma que esta aeronave se perdió accidentalmente en un vuelo de traslado entre Corea del Sur y Japón, debido a que el piloto se desorientó. Esta es una pobre excusa, particularmente si se tiene en cuenta que, además de Kramarenko y sus cinco numerales, los soldados chinos presentes en el área también vieron al Sabre de Allard estrellarse en el Mar Amarillo, y luego recogieron pedazos de ese Sabre dejados por la marea a la orilla del mar.

El 29 de julio de 1951 a las 11:20 hs de la mañana Sergey Kramarenko despegó como parte de un grupo de 16 MiG-15bis para asistir a otros veintiséis MiG del 17º IAP/303ª IAD que estaban enzarzados en combate con al menos dos escuadrones de Sabre de la 4ª FIW. Sergey llegó a la zona de combate justo a tiempo para relevar al otro regimiento, y desde su posición privilegiada, contra el sol, a 14000 metros de altura, divisó dos F-86 varios miles de metros debajo, que parecían no estar conscientes de su presencia. Sin dudarlo puso la potencia al mínimo, abrió sus aerofrenos y picó hacia ellos. Centró uno de los Sabre en su mira, y cuando estaba a 250 metros, presionó el disparador de sus tres cañones. Varios de sus proyectiles despedazaron la turbina, el timón y los elevadores del F-86A BuNo 49-1098, que comenzó a caer sin control. De alguna manera el desconocido piloto de este Sabre se las arregló para recuperar el control de su malogrado aparato y regresar a Corea del Sur, pero se vio obligado a eyectarse antes de poder aterrizar en Kimpo.

Durante 50 años, la USAF afirmó que el primer as de la Guerra de Corea fue James Jabara, quien fue acreditado con el derribo un MiG en los días 3, 10, 12 y 22 de abril, y dos el 20 de mayo de 1951. Pero tras analizar los informes soviéticos de pérdidas, los MiG chinos no volaron ni sufrieron pérdidas en ese período, se ve que la VVS no perdió ningún MiG el 10 de abril, y solo uno el 20 de mayo. Por lo tanto, Jabara tenía solo cuatro victorias cuando terminó su primer tour de combate en Corea, regresaría en 1953, y no fue el primer as de la guerra. El primer estadounidense en realmente consagrarse as, Richard Becker, no lo haría hasta el 9 de septiembre. Un análisis similar de los reclamos de victorias de la VVS y las pérdidas admitidas por la USAF, estas deben leerse con cuidado, ya que muchas pérdidas “operacionales” fueron en realidad bajas en combate, revela que el primer piloto en alcanzar las cinco victorias aéreas reales fue nada menos que Sergey Makarovich Kramarenko, quien logró tal hazaña el 29 de julio de 1951 al derribar al F-86A BuNo 49-1098, y es por lo tanto EL PRIMER AS DE LA GUERRA DE COREA.

Héroe de la Unión Soviética

El Capitán Kramarenko retomó su racha de victorias en septiembre, reclamando abatir un F-80 el día 12, y un F-86 el 22. En efecto la USAF acepta la pérdida de un F-84E de la 136ª FBW en el primero de esos días, pero dado que en esa fecha el 64º IAK reclamó el derribo de 11 caza-bombarderos, diez F-80 y un F-84, es difícil saber si fue Kramarenko quien efectivamente abatió este Thunderjet, o si fue otro piloto. La historia es diferente con su reclamo del día 22: las fuentes norteamericanas admiten que el F-86A BuNo 49-1158 fue seriamente dañado por el fuego de cañón de un MiG-15 muy agresivo, aunque establecen que su piloto pudo llevarlo de vuelta a Kimpo, donde los mecánicos estadounidenses pudieron repararlo.

Así las cosas, no es de asombrar que el 10 de octubre de 1951 el entonces Presidente del Soviet Supremo de la URSS, N. M. Shvernik, otorgó a Sergey Makarovich Kramarenko la Zolotaya Zvezda, Estrella Dorada, y con ella el título de Geroy Sovietskogo Soyuza, Héroe de la Unión Soviética, por las ocho victorias aéreas con las que hasta ese momento había sido acreditado.


 
Sergey Kramarenko

Ya de regreso en Corea, el 30 de octubre “Bayda” informó dañar otro Thunderjet pero no lo reclamó como victoria. Irónicamente esta vez la fuerza aérea de EE UU le confirma un derribo: el tripulante del F-84E BuNo 51-615 de la 49ª FBW debió eyectarse de su acribillado aparato. “Casey Jones” se había cobrado una víctima más.

La Carnicería del Escuadrón Australiano

Esta racha victoriosa tuvo su culminación el 1º de diciembre de 1951, cuando a instancias del nuevo jefe del 64º IAK, Teniente General Georgiy Lobov, el comandante del 176º GIAP Sergey Vishnyakov preparó cuidadosamente una emboscada contra el No.77 Sqdn de la RAAF, Royal Australian Air Force. Este escuadrón estaba equipado con los cazas a reacción de fabricación británica Gloster Meteor F.8, que ya habían demostrado ser muy inferiores al reactor soviético. Los veinticuatro MiG-15bis del regimiento sorprendieron a catorce Meteor australianos, y los aniquilaron. Sergey Makarovich recuerda ese combate:

Capitán Sergey M. Kramarenko: “Pronto alcanzamos una altura de 5000 metros y giramos hacia el sur. Cruzamos el río Yalutsyan, el nombre ruso para el río Yalu, autor: a la derecha estaba el mar, a la izquierda las montañas. Seguimos el camino pavimentado, aún nada. Allí en frente nuestro se mostraba la “Sosiska”, “Salchicha”, así llamábamos nosotros al estuario del río Chong-Chon-Chang y la ciudad de Anju. Yo iba un poco a la izquierda, en el mismo nivel que el comandante regimental, debido a que el sol no me dejaba ver al resto de los aviones. De ese modo llegamos hasta el mar, y entonces el comandante y los aviones a la cabeza comenzaron a girar a la izquierda. A mí me correspondía hacer lo mismo, y mi grupo estaba algo adelantado con respecto al resto. En ese momento justo enfrente nuestro veo aviones de algún tipo, había como 20 de ellos. Frente a nosotros ellos estaban haciendo un giro a la derecha, tras lo cual el aparato de cabeza entró en picada. Evidentemente estaban atacando algún blanco en tierra. ¡Era necesario inmediatamente hacerles abortar sus ataques! Le transmití a todos:

¡Enfrente está el enemigo! ¡Estoy atacando!

Justo en frente mío apareció un par de un tipo no común de avión con dos motores. Recordé que hacía poco me habían informado acerca de la llegada a Corea del Sur del No.77 Squadron australiano equipado con los Gloster Meteor, y me di cuenta que, por lo visto, allí estaban. El avión ubicado más a la izquierda ya estaba en mi mira, aunque aún se encontraba lejos, a unos 800-1000 metros. Le transmití a Ikar, Primer Teniente Ikar Gulyy, su numeral en esta misión, autor:

¡Ataca al de la derecha!

Rápidamente alcanzamos al enemigo, así que la distancia se acortó a solo 400 metros. Di la orden: “¡Fuego!”, y presioné el disparador de los cañones. En el Gloster aparecieron explosiones, y de su motor izquierdo surgió un humo denso, tras lo cual el Gloster se dio vuelta y se fue hacia abajo. En ese momento diviso las trazadoras del avión de Gulyy: ellas iban hacia el Gloster vecino. En este también fueron visibles algunas explosiones, la cola del avión se desprendió y voló hacia mí. Tiré de la palanca de mando hacia mí y ascendí. Gulyy venía detrás mío.

Miré hacia abajo, y vi como nuestros MiG disparaban contra los Gloster. Algunos de ellos iban soltando estelas de humo y en el cielo ya había algunos paracaídas. En ese momento del grupo principal, a la derecha y un poco por debajo de nosotros, se separó un Gloster, y rápidamente comenzó a ganar altura. Evidentemente quería amenazarnos desde arriba o atacar a nuestros aviones. Inmediatamente realicé un giro hacia la derecha y comencé a acercármele, pero el Gloster me divisó y comenzó a revertir su giro hacia la izquierda, hacia mí. Sin embargo, su giro carecía de energía. Comencé un brusco giro sobre mi eje longitudinal, e inmediatamente fue mío, rápidamente puse sobre el Gloster los “pájaros” de mi colimador. La distancia se redujo rápidamente: 400, 300, 200 metros. ¡Ahora! Presioné el disparador, y los proyectiles trazadores se incrustaron en el Gloster. En su ala derecha y el fuselaje se pudieron ver las explosiones. En ese momento del aparato salió expulsado hacia arriba algún tipo de objeto. Lo esquivé pasando por debajo y miré hacia atrás. Allí estaba el domo de un paracaídas.

Nosotros con Gulyy regresamos al lugar de la batalla. Debajo podían verse una decena de fuegos y algunos paracaídas. Nuestros aviones se retiraban hacia el norte. Quise reunirme con ellos, pero en ese momento divisé que a la derecha y un poco al frente iba hacia el sur una solitaria aeronave enemiga. El sol brillaba, y él iba un poco más alto que yo. Por lo visto, su piloto no nos había visto y estaba contento de haber sobrevivido a esta masacre y regresar a casa vivo. Me acerqué a él, pero el piloto del Gloster continuó volando tranquilamente. Estaba claro, era un piloto joven, que estaba realizando sus primeras salidas de combate. Si hubiera realizado alguna acción agresiva, aunque fuera comenzar un giro hacia mí, entonces el resultado del combate hubiera sido claro. Pero el solo siguió volando, abandonado a su suerte. Él ya no era un enemigo, solo un blanco tentador.

El avión, brillante bajo el sol, lucía muy hermoso, y yo pensé, que en este estaba sentado un joven y fuerte muchacho, que por un capricho del destino estaba aquí, a miles de kilómetros de su Australia natal. Esto me conmovió y sentí piedad. El Gloster había dejado de ser para mí un enemigo, y decidí dejarlo en paz.”

Este último evento, cuando “Bayda” le perdonó la vida a este desconocido piloto australiano, ilustra la verdadera naturaleza de su alma: él no era un monstruo hambriento de gloria, capaz de matar gratuitamente a otro ser humano para aumentar su palmarés, sino un soldado que una vez cumplida su misión no tenía odio para con sus oponentes. Sergey Kramarenko fue acreditado con el derribo de dos Meteor en este combate. De hecho, el primer Meteor atacado por Sergey fue el S/N A77-559 del Sargento Bill Middlemiss, que fue seriamente averiado, pero pudo regresar a la base aérea de Suwon y ser reparado luego. El segundo no tuvo tanta suerte: impactado por el fuego de los cañones del nuevo MiG-15bis “Rojo 684” de Kramarenko, el Sargento Vance Drummond se vio obligado a eyectarse de su Meteor F.8 S/N A77-251, siendo capturado por tropas chinas. En ese combate los aviadores soviéticos derribaron o dañaron más allá de toda reparación cinco Meteor, y dañaron seriamente un sexto, el de Middlemiss.

Aun cuando sufrió menos pérdidas que las reclamadas por la VVS, está fuera de duda es que el No.77 Sqdn fue literalmente diezmado por el 176° GIAP. Quedaba claro para el Alto Mando de la FEAF que seguir enviando a los Meteor al “MiG Alley” era suicida, y desde ese momento el escuadrón fue asignado a realizar misiones de ataque a tierra solo entre Pyongyang y las líneas del frente, donde los MiG-15 soviéticos tenían prohibido operar.

Últimas Victorias contra los Sabre

Aun cuando las 303ª y 324ª IAD habían causado elevadas pérdidas a la aviación aliada, y un grave desgaste a la flota de Sabre, en diciembre solo 70 F-86 de una fuerza original de 164 estaban operativos, los MiG-15 soviéticos habían derribado 15 y seriamente dañado otros 37, y el resto eran inoperativos debido a averías mecánicas, ellas también habían sufrido pérdidas, y mientras que a los estadounidenses les faltaban aviones y repuestos, a los soviéticos les faltaban pilotos. A fines de noviembre el Alto Mando de la VVS envió 14 pilotos de reemplazo, pero estos eran novatos, sin experiencia en combate, Ikar Nikolayevich Gulyy, el nuevo numeral de Sergey, era uno de ellos. Si bien Gulyy se adaptó muy bien a la dureza de los combates aéreos en Corea, muchos de sus compañeros no lo lograrían, y morirían en las siguientes semanas.

Pronto se enteró Sergey y sus compañeros porque el Alto Mando de la VVS no les enviaba reemplazos experimentados: Savitskiy. El General Yevgeny Y. Savitskiy. era comandante en jefe de la IA-PVO, Istrevitelnaya Aviatsiya – Protivo Vozdushnaya Oborona = Aviación de Caza de la Defensa Antiaérea, pero además era favorito de Joseph Stalin. Envidioso de los éxitos que la VVS estaba cosechando en Corea, decidió que su PVO también merecía una parte de la gloria. Y aprovechando su influencia sobre Stalin, consiguió primero que solo novatos le fueran asignados al 64º IAK, y luego que las 303ª y 324ª IAD de la VVS fueran reemplazadas por las 97ª y 190ª IAD de su IA-PVO.

De todos modos, sus sustitutos no comenzaron a llegar hasta finales de enero de 1952, y hasta ese momento Kramarenko y sus tovarishchi siguieron mostrando a los pilotos de Sabre que eran nueces muy duras de cascar. Sergey fue acreditado con dos victorias sobre los F-86 en dos combates el 12 de enero, el primero entre 7:26 y 8:18 hs, y el segundo entre 12:46 y 13:53 hs.

Capitán Sergey M. Kramarenko: “Una batalla terrible tuvo lugar el 12 de enero de 1952. Esta batalla tuvo lugar cerca del embalse y estación hidroeléctrica de Suphun, Suiho en los mapas norteamericanos - autor. Nos avisaron por radio que hacia el embalse se dirigía una gran formación de aviones enemigos, y hacia el aire despegó nuestro regimiento. El líder de nuestro grupo, el comandante regimental Vishnyakov, luego de ganar altura, comenzó un giro frente al embalse hacia el sur, en dirección del enemigo que llegaba. Después de algunos minutos aparecieron unos 40 aviones F-84. Viéndose bajo el ataque los MiG, ellos dieron la vuelta y se retiraron en dirección al mar. El comandante regimental comenzó un ataque contra el más retrasado grupo de ocho “kresti” “cruces”, el apodo dado por los pilotos rusos a los F-84 y F-80, ya que vistos desde arriba sus alas rectas asemejaban una cruz - autor, pero en ese momento sobre su grupo comenzó a picar el grupo de escoltas, dieciséis Sabre. Di la orden a mi par de atacar a los Sabre y sacárselos de encima al grupo líder. Para rechazar el ataque de los Sabre, abrí fuego con un gran ángulo de deflexión, y su líder ascendió bruscamente. Junto con mi numeral fui tras los cazas norteamericanos, y al final del giro por suerte acorté la distancia con el último avión de la formación y abrí fuego contra él. Mis trazadoras impactaron a todo lo largo del Sabre, este se dio vuelta y en llamas fue hacia abajo. En ese momento contra mi par abrieron fuego otros ocho Sabres, y para eludir su fuego tuve que hacer un brusco giro en picada. Pero los Sabre no me persiguieron, porque el líder de mi segundo par, el Teniente Senior Moroz, se colocó detrás de estos ocho Sabre, disparó una larga ráfaga y derribó uno de ellos. Como resultado de esto, todos los Sabre abandonaron el combate y se retiraron hacia el mar.

Pero los norteamericanos decidieron que no dejarían de intentar bombardear la estación hidroeléctrica de Suphun, y algunas horas después se nos ordenó despegar de nuevo. Luego del despegue de mi escuadrilla, en total 6 aviones, y de ascender hasta los 8000 metros, nos dirigimos hacia la represa. Abajo a la derecha vimos varios grupos de cuatro F-86, en total 20 aparatos. Di la orden: “¡Ataquemos!” y me dirigí a toda velocidad hacia los primeros cuatro Sabre. Pero los Sabre nos vieron venir, y comenzaron a maniobrar. Los primeros cuatro Sabre hicieron un brusco giro y me pasaron por debajo, mientras que los siguientes cuatro giraron hacia mí y abrieron fuego. Eludí su ataque y ascendí. Di vuelta hacia la derecha, y en medio del giro vi que a mi derecha y ligeramente debajo iban cuatro Sabre. Mi numeral Ikar Gulyy había logrado colocarse detrás de este grupo, y por lo tanto le di la orden de atacarlos. Él a toda prisa descendió, alcanzó al último de los Sabre, y con una larga ráfaga lo derribó. Sin embargo, no viéndome a mí, Gulyy confundió los Sabre que se retiraban hacia el Golfo con nuestros MiG, y comenzó a reunirse con ellos. [...] En ese momento un nuevo grupo de Sabres arribó, vieron a Gulyy, se pusieron a su cola, y abrieron fuego. Gulyy pasó por debajo de la línea de fuego con un pronunciado giro a la izquierda, más el Sabre se dirigió hacia él ... y me expuso su cola. Solo necesité alcanzar este Sabre, y con una larga ráfaga al final del giro lo abatí. Después de esto alcancé a Gulyy y volvimos a nuestro aeródromo.”

Al menos una de las victorias de Sergey está absolutamente confirmada, ya que sus restos humeantes fueron hallados al noroeste de Taisen. Este resultó ser el F-86E BuNo 50-615 de Paul G. Ridgeway, 334º FIS, rescatado, aunque la USAF acredita esta pérdida a una “falla del motor”. Según el relato de “Bayda”, los pilotos de ambos Sabre que él atacó no se apercibieron de su presencia hasta que fue muy tarde. Es por cierto probable que Ridgeway no haya visto venir a Kramarenko, y cuando el motor de su aeronave se detuvo, sinceramente pensó que era una avería mecánica. Pero los testimonios de Sergey Makarovich y su numeral Ikar Gulyy, y las imágenes de cine ametralladora no dejan lugar a dudas: lo que abatió a Ridgeway fueron los proyectiles de 37 y 23 mm disparados por el as soviético.

Cuatro días después, el 16 de enero, dos regimientos de la 303ª IAD, el 18° GIAP y el 523° IAP, despegaron para interceptar un grupo de caza-bombarderos escoltados por un gran número de Sabre. Quince minutos después llamaron para avisar que estaban siendo sobrepasados, y pese a que solo contaba con 16 pilotos disponibles, el 176° GIAP, incluído Sergey, acudió en su ayuda:

Capitán Sergey M. Kramarenko: “Después de girar y ganar altura vimos que el cielo entero estaba lleno de puntos móviles. Tras soltar los depósitos y ascender un poco más, nuestros MiG entraron en combate contra los aviones enemigos. El regimiento inmediatamente se dividió en grupos de cuatro y en pares. Yo con mi grupo de seis seguí al zveno del comandante, el cual se lanzó al ataque de frente contra un grupo de Sabres que estaban un poco más abajo. En ese instante, su grupo se vio bajo el ataque de otros cuatro Sabre. Después de darle la orden a mi numeral de rechazar este ataque, me abalancé para cortarles el paso a estos cuatro. Una larga ráfaga, que pasó frente a los Sabres, los obligó a abortar el ataque y picar. Le di la orden a Lazutin de ir tras ellos, y yo continué con mi par siguiendo al comandante, el cual, habiéndose acercado a los Sabre, abrió fuego. Pero los Sabre maniobraron violentamente para esquivar su fuego y se separaron: cuatro hicieron un pronunciado viraje a la izquierda, los otros cuatro fueron hacia la derecha. El zveno de Vishnyakov también se dividió y comenzaron a perseguir a ambos grupos. En ese instante sobre el mismo par de Vishnyakov se abalanzaron desde arriba dos Sabre, que se alinearon literalmente a 300-400 metros frente a mí. Instantáneamente los perseguí y me coloqué detrás, en la cola de los Sabre. Ellos invirtieron y entraron en picada, más yo le transmití a Gogolyev, el líder de mi tercer par: “¡Protege al comandante!” y fui tras ellos. Vi que el Sabre mantenía un ángulo de picada de casi 60º, lo puse en la mira e inmediatamente disparé una ráfaga. Los proyectiles hicieron trizas la zona de la cabina. El Sabre entonces aumentó marcadamente el ángulo de picada y se fue hacia abajo, pero en ese momento Gulyy trasmitió:

¡Entré en barrena!

Miré hacia atrás y veo su avión casi en posición invertida. Le ordené:

¡Abre tus aerofrenos! ¡Nivela!

Miré, y Gulyy sacó su avión de la posición invertida, y entonces salimos del picado, ganamos altura y regresamos de nuevo a casa... [...] En la película de cine ametralladora eran claramente visible los impactos en el área de la cabina. [...] 50 años después un grupo especializado en la búsqueda de pilotos norteamericanos que no regresaron a sus bases me preguntó si yo había visto eyectarse al piloto del Sabre atacado por mí. Solo pude repetirles lo mismo que escribí arriba.”


Sergey Kramarenko

Oficialmente la USAF no lista ningún avión ni piloto perdido el 16 de enero. Sin embargo, el hecho que la US-RJC POW/MIA, US-Russia Joint Comission for POW/MIA = Comisión Conjunta de EEUU y Rusia para Prisioneros de Guerra y Desaparecidos en Acción, haya interrogado a Kramarenko sobre este incidente implica tácitamente, que los estadounidenses admiten que ese desconocido piloto desapareció en acción. Solo el futuro dirá si algún día sabremos su nombre y destino final.

Un Acto de Cobardía

Al día siguiente, 17 de enero de 1952, Kramarenko voló su última misión de combate en Corea, que estuvo a punto de ser también la última de su vida, tal como él mismo lo relata:

Capitán Sergey M. Kramarenko: “El 17 de enero fue un día duro para mí. Las estaciones de radar descubrieron dirigiéndose a la región de Ansju a un grupo de cazabombarderos, y para rechazarlos fue enviado nuestro regimiento. Sin embargo, cuando llegamos a la zona de operaciones, vimos solo al último grupo de Thunderjet deslizándose por arriba de las nubes, hacia el sudoeste. Vishnyakov comenzó a perseguirlos, pero no pudimos atacarlos, ya que los Thunderjet se metieron dentro de las nubes, y en ese momento llegamos a la misma orilla del mar, los pilotos soviéticos tenían prohibido sobrevolar el Mar Amarillo – autor.

No viendo a los usuales Sabre de escolta, nosotros con un giro a la izquierda procedimos a ascender.  Pero apenas dimos la vuelta, cuando vi que dos grupos de Sabre atacaban a Vishnyakov desde arriba. El combate tuvo lugar en la situación más desventajosa para nosotros. Pero nos las arreglamos para neutralizar el primer ataque de los Sabre y ascender hasta los 9000 metros. En ese instante arribó un grupo adicional de Sabre, que atacó al grupo del comandante regimental desde arriba. Aunque yo estaba casi sin velocidad, pude aumentar mi ángulo de trepada, y abrí fuego contra el líder del grupo de Sabres a una distancia de 600 metros.  Su avión pasó a través de mis trazadoras, y yo vi como explotaban algunos proyectiles. Tras el impacto de mis proyectiles el Sabre líder aumentó su ángulo de picada y se fue hacia abajo.

Pero al mirar alrededor, vi que a mi grupo también lo atacaban desde arriba, este era un nuevo grupo de Sabres. Di la orden “¡Todos rompan!”, y dimos vuelta por debajo de los Sabre, pero en ese instante veo que, al numeral de mi tercer par, el Teniente Senior Voronoy, le disparaban dos Sabre. Voronoy picó bruscamente y fue hacia abajo. [...] Los perseguí y abrí fuego contra el numeral. Este, evidentemente, fue averiado, se dio la vuelta y se fue en picada hacia abajo.

No tuve éxito en darle el golpe de gracia a este vapuleado avión, de pronto sentí un brusco golpe, y de improviso mi avión comenzó a girar vertiginosamente. Presioné fuerte el pedal izquierdo, pero los controles no funcionaban. Esto fue tan súbito, que una de las alas se desprendió. Tomé la decisión de abandonar el avión, que estaba sin control y caía verticalmente. Aplastado contra el lado izquierdo de la cabina, con gran dificultad llegué hasta la manija de eyección y tiré de ella. Un brusco golpe me obligó a cerrar momentáneamente los ojos, por lo cual no me di cuenta, como salí fuera del avión. Volví en mí, y me di cuanta que estaba cayendo junto con el asiento eyectable, solté los arneses y le di un golpe al asiento con mis pies. Después de esto vi que las nubes debajo se aproximaban rápidamente, y encontré la cuerda del paracaídas, y tiré de ella. El paracaídas se abrió, me detuve bruscamente, y me encontré flotando.

Hacia arriba estaba el cielo azul, hacia abajo las nubes, había 800 metros hasta ellas. Observé alrededor mío y vi que un Sabre se acercaba velozmente hacia mí. Se acercó por unos pocos segundos más, y desde él surgió el humo y las trazadoras de sus seis ametralladoras. La muerte venía hacia mí, y yo solo podía esperar que esta llegara... Afortunadamente, la distancia hacia el Sabre era de 800-1000 metros, y las trazadoras pasaron algunas decenas de metros por debajo mío. Pero con cada segundo que pasaba ellas se aproximaban a mis pies, y ya llegaban a pocos metros de mí...

Recuerdo que, a último momento, incluso levanté las piernas hacia mí, tan cerca sentí que, un momento más, y las balas alcanzarían mis piernas. Pero en ese momento las trazadoras desaparecieron. Miré, a 500 metros de mí el Sabre bruscamente se ladeó en un ángulo de 90°. Rápidamente giró, y pasó a 50 metros de mí, incluso me dieron náuseas debido a la corriente de su turbina. Vi que el Sabre hacia un giro y de nuevo venía a atacarme.

Ahora entiendo, que él quería vengarse en mí por la muerte de su líder, pero en ese entonces no pensé en eso, y silenciosamente esperé mi final. “¡La segunda vez”, pensé, “él no fallará!”

Miré hacia abajo: las nubes lucían casi felices, hasta ellas solo faltaban 50 o 100 metros. Pensé: “¿Qué sucederá primero: entraré en la nube o el Sabre disparará? Si el Sabre abre fuego...” Pero cuando el Sabre estaba a 800 metros y de él emergían nuevas trazadoras, yo ya había entrado en la nube. ¡Inmediatamente todo se puso húmedo, oscuro, pero disfruté sentir que a mí nadie podía verme, y fue maravilloso no ver ni a este Sabre aproximándose ni a sus trazadoras!”

Tras surgir del otro lado de la nube, Sergey pudo aterrizar sano y salvo, y luego se encontró con un amable campesino norcoreano, quién, luego de una difícil comunicación por señas, entendió que él no era norteamericano y lo llevó a su aldea. Allí fue agradecidamente cuidado por los pobladores hasta la llegada de un camión soviético que lo llevo de regreso a Antung.

Uno de los Sabre que Sergey Kramarenko dañó seriamente en este combate fue el F-86E BuNo 50-636 del Mayor George Wendling, 16º FIS. En ayuda de este último acudió el también Mayor William F. Shaeffer, de la misma unidad, y fue él quien abatió al “Casey Jones” soviético. Sin embargo, instantes después Shaeffer arruinó su hazaña al cobardemente abrir fuego contra el indefenso Kramarenko, que caía en paracaídas y ya no representaba una amenaza. Este evento ya les había ocurrido a otros pilotos rusos poco antes, y comenzaría a pasar más frecuentemente de allí en adelante. No menos de tres aviadores de la URSS morirían vilmente asesinados de esta manera por los pilotos norteamericanos.

Balance

El 20 de enero el 176° GIAP realizó sus últimas salidas de combate, vuelos de orientación para los recién llegados pilotos de la 97ª IAD de la PVO, y el 31 de enero comenzó su viaje de regreso a la URSS. Puede decirse que el 176º GIAP había confirmado su condición de unidad de élite en los cielos de Corea, ya que reclamó la destrucción de 107 aviones de la ONU contra 15 MiG perdidos en combate, una relación derribos-pérdidas de 7 a 1. De estas 107 victorias, unas 13 le fueron acreditadas a Sergey Makarovich: nueve Sabre, dos Meteor, un F-80 y un F-84. Kramarenko resultó ser asimismo el piloto con el tanteador más alto del regimiento.

La cifra real de victorias obtenidas por el 176º GIAP que pueden comprobarse al investigar los archivos de pérdidas aliadas es bastante menor, pero igualmente impresionante: unas 56 aeronaves de la ONU cayeron a manos del 176º GIAP, distribuidos entre 12 Sabre, nueve F-86A y tres F-86E, siete F-84E, 14 F-80C, ocho B-29A, siete Meteor F.8, cuatro F-51D y cuatro aeronaves de otros tipos. Esto es una muy buena relación derribos-pérdidas de 3,7 a 1. En cuanto a Sergey, de sus 13 victorias oficiales es posible confirmarle nueve: seis Sabre, tres F-86A y tres F-86E, un F-84E, un F-80C y un Meteor F.8, además de un F-86A, un Meteor F.8 y un F-86E muy seriamente dañados.

Carrera y Familia

Tras el regreso de su unidad de Corea, fue elegido junto con otros oficiales para ser enviados a la Voyenno-Vozdushnaya Akademiya, la Academia de la Fuerza Aérea, en Monino. En 1954, durante uno de sus pocos períodos de franco en sus estudios, ya estaba en el 2º año de la Academia, conoció a una estudiante de arte, Yulya Alekseyevna. Fue amor mutuo a primera vista.

Tras culminar sus estudios en la Academia, su primera asignación oficial fue en como subcomandante regimental en el aeródromo de Machulishchi en Bielorusia, Belarus. En 1957 se casó con Yulya. Con su “boevaya podruga”, compañera de lucha, Sergey Kramarenko finalmente pudo formar una familia, y tuvieron dos hijos: Aleksey y Nadezhda. Ese mismo año fue destinado al 167º GIAP de la PVO en Georgia, equipado con reactores MiG-17.

Siguieron destacadas posiciones de mando en toda la URSS, y en 1970 fue asignado como sovietnik, asesor, de la Fuera Aérea de Iraq. Allí ayudó a pilotos y oficiales iraquíes a interiorizarse en los aspectos técnicos del MiG-21 y en los procedimientos tácticos de combate. A esto siguió una comisión similar en Argelia.

Se retiró en 1977 con el rango de General Mayor. En 1993 fue invitado por el gobierno de la República Democrática de Corea a la celebración del 40º aniversario del fin de la Guerra de Corea, y en el año 2000 fue invitado a EEUU a conocer algunos de sus antiguos oponentes en los cielos coreanos. Actualmente es vicepresidente de la Rossiskaya Assotsiatsya Geroev, Asociación Rusa de Héroes, la asociación de veteranos de guerra, y reside junto su esposa en su departamento en Moscú, rodeado del amor de su hija y 4 nietos.

Semblanza de un Héroe

Cuando se abrieron las puertas de la Terminal 2 del aeropuerto internacional de Sheremetyevo, allí estaba Nadya agitando su mano y llamándome “¡Diego, Diego!” La identifiqué inmediatamente, ya que lucía exactamente igual a las fotos que me había enviado por e-mail. Tras tres años de intercambiar correo electrónico, fotos, postales y tarjetas de Navidad y Año Nuevo, al fin nos encontrábamos cara a cara. Nos abrazamos muy emocionados.

Tras una llamada por teléfono celular, apareció un automóvil Lada Sputnik celeste, y de él descendieron un alto y rubio muchacho de 15 años, Andrey, el hijo menor de Nadya, y su abuelo. Me acerqué a ellos, y con una gran formalidad, que probó ser innecesaria, estreché la mano del General Mayor Sergey Makarovich Kramarenko:

¡Zdravstvuyte, uvazhaemiy General Mayor Kramarenko! Ya ochen rad poznakomitsya vam, ¡Hola, respetable General Mayor Kramarenko! Estoy muy alegre de conocerlo.

-Zdravstvuy, ya tozhe rad. (Hola, yo también me alegro).

Eran las 17:35 hs del 24 de julio de 2007, y acababa de encontrarme con la persona que ha sido mi héroe desde los 17 años, cuando leía las crónicas de la guerra aérea sobre Corea. En uno de los fascículos que me prestó mi amigo Miguel Rosli encontré que el 17 de junio de 1951 un piloto de MiG-15 había derribado al comandante del 4º FIG, el Coronel Glenn Eagleston. Pensé en ese momento ‘¡Quisiera saber quién fue ese formidable piloto de MiG, y conocerlo personalmente!’ Casi 20 años después, en el estacionamiento del aeropuerto internacional de Sheremetyevo, mi sueño se había hecho realidad.

En las siguientes semanas conocí bastante de cerca de este hombre. Y descubrí a un devoto esposo, que no dudaba en cocinar o lavar los platos para ayudar a Yulya Alekseyevna, y también a un padre y abuelo adorado por su hija y sus nietos. Descubrí a un hombre culto y sensible, que supo contar entre sus amigos al pintor Igor Radoman, hay retratos de Sergey Makarovich, Yulya y Nadya hechos por Radoman en todos los cuartos de su departamento, y que, junto con su esposa, era capaz de recitarme de memoria bellísimos versos de Aleksandr Pushkin y Sergey Yesenin. Me encontré también con un hombre simple que disfruta de los más sencillos placeres de la vida en su dacha, casa de campo, donde hace dulce de manzana para sus nietos, y mantiene un jardín multicolor lleno de hermosas flores.

De izquierda a derecha: Igor Seydov, historiador ruso, Diego Fernando Zampini, historiador argentino, autor del presente artículo, Sergey Kramarenko, su mujer Yulya y su hija Nadya

No puedo evitar pensar cuán lejos está este hombre, y todos los miembros de su familia, de los monstruos que la propaganda estadounidense de la Guerra Fría nos quería hacer creer que eran todos los rusos.

Glosario:

Siglas mencionadas en el texto:

o        IAP = Istrevitelniy Aviatsioniy Polk: Regimiento de Aviación de Caza.
o        GIAP = Gvardevskiy Istrevitelniy Aviatsioniy Polk: Regimiento de Aviación de Caza de la Guardia
o        IAD = Istrevitelnaya Aviatsionaya Divizya: División de Aviación de Caza.
o        IAK = Istrevitelniy Aviatsioniy Korpus: Cuerpo de Aviación de Caza.
o        VVS = Voyenno Vozdushnye Sily: Fuerza Aérea de la URSS.
o        IA-PVO: Istrevitelnaya Aviatsiya – Protivo Vozdushnaya Oborona: Aviación de Caza – Defensa Antiaérea.
o        FIS = Fighter Interception Squadron: Escuadron de Caza Interceptora.
o        FIW = Fighter Interception Wing: Ala de Caza Interceptora.
o        FEW =  Fighter Escort Wing: Ala de Caza de Escolta.
o        BW = Bombing Wing: Ala de Bombardeo.
o        FBS = Fighter-Bombing Squadron: Escuadrón de cazabombardeo.
o        FBW = Fighter-Bombing Wing: Ala de cazabombardeo.
o        USAF = United States Air Force: Fuerza Aérea de los EE UU.
o        CAP = Combat Air Patrol: Patrulla Aérea de Combate.
o        POW = Prisoner Of War: Prisionero de Guerra.
o        KIA = Killed In Action: Muerto en Acción.
o        MIA = Missing In Action: Desaparecido en Acción.

Lista de reclamos, aviones derribados y dañados por Sergey Makarovich Kramarenko (176º GIAP, 324ª IAD) durante la Guerra de Corea (1950-53).

(*) = Pérdida admitida por la USAF, pero no acreditada a la acción de los MiG-15.

Fuentes:

·         Protiv Messerov i Seybrov – v nebe dvuj voyn (Contra los Messer y los Sabre – en el cielo de dos guerras), por el General Mayor (ret) Sergey Makarovich Kramarenko. Yaza i Eksmo, 2006. Cortesía del propio Sergey Kramarenko.
·         Entrevista hecha por el autor a Sergey Makarovich Kramarenko el 27 de julio de 2007.
·         Vozdushnaya Voyna v Koree (Guerra Aérea en Corea), por Vladimir Vladimirovich Gagin. AO Poligraf, 1997. Cortesía del propio Sergey Kramarenko.
·         TsAMO RF 176º GIAP Zhurnal uchyota boebij viletov za period s 23.12.1951 po 30.01.1952 (Revista de las salidas de combate del período desde el 23.12.1951 hasta el 30.01.1952), Opus 539889s, delo 5.
·         PERECHEN' - svedeniy iz dokumentov Tsentral'nogo Arjiva Ministerstvo Oborony o sud'bye ehkipazhey samoliotov amerikanskij VVS, sbiityj istrebitel'noy aviatsiey nad territoriyey Severnoy Korei v 1950-1953 gg.. (Resumen de los documentos del Archivo Central del Ministerio de Defensa acerca del destino de las tripulaciones de aviones norteamericanos derribados por la aviación de caza sobre el territorio de Corea del Norte 1950-53). Presentado por el Coronel Luchkin al US DPMO el 19 de octubre de 1999.
·         The 4th Fighter Wing in the Korean War, por Larry Davis. Schiffer Military History, 2001. Cortesía de mi amigo estadunidense Robert Blurton.
·         MiG Alley – Sabres vs MiGs over Korea, by Warren Thompson & David McLaren; Specialty Press, 2002
·         KORWALD (Korean War Aircraft Losses Database).
  

 
Diego Fernando Zampini (historiador argentino, autor del presente artículo) en la tumba de Aleksandr Pokryshkin

Fuente: https://es.rbth.com