Por Rosemary
Giles
Durante
la Segunda Guerra Mundial, el Nakajima B5N surgió como uno de los aviones más
formidables del arsenal de la Armada Imperial Japonesa (IJN). Reconocido por su
versatilidad, alcance y precisión, el torpedero jugó un papel fundamental en
numerosas batallas y fue responsable de asestar golpes devastadores a objetivos
enemigos durante todo el conflicto.
Bombardero torpedero Nakajima B5N. (Crédito de la foto: SDSAM / Wikimedia Commons / Dominio público)
El B5N,
conocido como “Kate” por los aliados, surcó los cielos por primera vez en enero
de 1937. Muy avanzado para su época, presentaba un diseño monoplano, una
elegante aerodinámica y un potente motor radial que le permitía alcanzar
velocidades impresionantes. Su diseño innovador lo convirtió en un verdadero
pionero entre los aviones navales, con características como un tren de
aterrizaje retráctil, una cabina completamente cerrada y un compartimento de
armas versátil.
El B5N
se convirtió en un nombre muy conocido en 1941, cuando desempeñó un papel
fundamental en el ataque japonés a Pearl Harbor. En el ataque, varios
torpederos lanzaron bombas que paralizaron la flota estadounidense amarrada a
lo largo de Battleship Row. Uno incluso fue pilotado por Mitsuo Fuchida, quien
comandó el ataque. Su precisión y éxito en este enfrentamiento les valieron la
reputación de ser uno de los bombarderos navales más formidables de la guerra.
Los B5N
se utilizaron en muchas otras batallas importantes en todo el Teatro del
Pacífico. Fueron un actor crucial en los primeros años de la Segunda Guerra
Mundial, incluso durante las Batallas del Mar del Coral y las Islas Santa Cruz.
Lo que quedó claro con el tiempo fue que su efectividad residía en su capacidad
para transportar varias cargas útiles, adaptándose a diferentes tipos de
misiones con facilidad.
Estos,
sin embargo, palidecían en comparación con cómo se utilizaron los B5N durante
la Batalla de Midway. Junto con el submarino I-168, los torpederos
contribuyeron decisivamente al hundimiento del USS Yorktown (CV-5). Sin
embargo, durante este enfrentamiento fundamental, la flota japonesa también
sufrió pérdidas significativas, debido al surgimiento de defensas
estadounidenses más avanzadas y mejor coordinadas.
A
medida que avanzaba la guerra, entraron en combate aviones más nuevos y avanzados,
reduciendo el dominio del B5N. No obstante, los japoneses continuaron mejorando
y modificando el torpedero para mantener su relevancia en el campo de batalla.
A pesar de estos esfuerzos, su papel pasó de las misiones de bombardeo de
primera línea a funciones más secundarias, como el entrenamiento y la guerra
antisubmarina.
Cuando
la guerra llegó a su fin, el B5N enfrentó un declive inevitable. Con la IJN
sufriendo escasez de recursos y la pérdida de pilotos experimentados, el avión
quedó relegado a ataques kamikazes . En la foto de arriba se ve uno que se
utiliza para tal fin. El torpedero se puede ver un poco deteriorado, situado
frente a la costa de Papúa Nueva Guinea, donde fue derribado.
Fuente:
https://www.warhistoryonline.com