Desde competidor del A380 a lanzadera de cohetes: cada tanto la compañía Antonov presenta planes para terminar de construir el segundo An225-Mriya
Por
Juan Pedro Chuet-Missé (*)
La
estructura inconclusa de un segundo Antonov An-225 Mryia espera que algún día
pueda ver la luz como un nuevo avión. Estamos hablando de la aeronave más
grande y pesada jamás construida, un mastodonte de seis motores y 32 ruedas del
que solo hay una unidad que pueda volar.
Este
avión se construyó a principios de la década de los ’80, cuando la Unión
Soviética necesitaba trasladar las fases del cohete Buran.
Producto
de la Guerra Fría
El
primer y único An-225 voló en 1988, y un par de años después la URSS colapsó.
Este avión quedó en poder de Ucrania, donde muy de vez en cuando realizaba
operaciones de transporte a gran escala, desde llevar tanques de guerra a
generadores de electricidad o locomotoras.
Con
la irrupción de la pandemia la demanda logística tuvo al An-225 como uno de sus
inesperados protagonistas. Era la oportunidad perfecta para el gigantesco
avión, que puede transportar hasta 250 toneladas de equipos en un solo vuelo.
Nuevos
planes de resurrección
Con
esta súbita demanda la compañía Ukr Oboron Prom, matriz de la firma Antonov
reflotó los planes para buscar inversores que estén interesados en terminar la
segunda aeronave, que desde la caída de la Unión Soviética quedo sin terminar.
Según
su propietaria el avión está construido en un 70%. Ya están el fuselaje y las
alas, pero le faltan sus componentes vitales: los motores, los sistemas de
navegación, los trenes de aterrizaje, la cabina, etcétera.
Algunas
de estas piezas pueden ser tomadas de su hermano menor, el An-124, pero otras
tienen que ser fabricadas desde cero.
En
búsqueda de inversores
Representantes
de la compañía, que depende del estado ucraniano, participaron de la feria Aero
India 2021, la mayor reunión de fabricantes de defensa aeroespacial de Asia,
que se realizó entre el 3 y el 7 de febrero.
Todavía
no se sabe si las gestiones tuvieron buen resultado, pero esta es una de las
periódicas iniciativas de Antonov para poder sacar a este elefante blanco de su
letargo.
Anna
Aero recopiló las principales propuestas que Antonov tuvo sobre la mesa para
poder terminar el segundo An-225, algunas imposibles de llevar a la práctica.
Lanzadera
de cohetes
Uno
de los primeros planes para el segundo An-225 fue ser usado como plataforma de
lanzamiento de cohetes, como hace Virgin con su Cosmic Girl.
Este
era el programa Mask, que fue arrastrado al olvido tras la disolución de la
URSS en 1991.
Dos
años más tarde diferentes compañías de Rusia, Alemania y Reino Unido tuvieron
en cuenta al gigantesco avión para programas espaciales.
Y
de hecho las alas, que totalizan una envergadura de 88,4 metros, se trasladaron
desde Tashkent (Uzbekistán) a Kiev, pero nunca fueron montadas.
Competidor
contra el A380
En
el 2010, tres años después del vuelo inaugural de A380, un comunicado de prensa
de Antonov afirmó que la compañía proyectaba un avión de pasajeros que pueda
competir con el cuatrimotor de Airbus.
En
2010 la compañía Antonov aseguró que el An-225 podía ser un competidor del
A380, con un modelo capaz de transportar hasta 715 pasajeros
Se
pensaba en una aeronave capaz de transportar entre 605 y 715 pasajeros. Pero
como el primer An-225 ya estaba operando en el sector logístico, era la
oportunidad para terminar de construir la segunda aeronave. Pero nadie se
interesó por el proyecto.
Transporte
de Putin
Al
año siguiente el ministerio de Defensa ruso se mostró interesado en el Myria, y
el 1 de abril de 2013 Antonov anunció que el segundo An-225 se construiría para
servir como avión presidencial.
Pero
dado que hay pocos aeropuertos del mundo que pueden recibir a esta aeronave, y
que además paraliza el tráfico aéreo por 15 minutos por la perturbación del
aire que causa, es inviable para el transporte de pasajeros o de mandatarios.
El
futuro frustrado en China
Los
planes más serios para revivir al segundo avión fueron mantenidos en 2016 con
la compañía de Hong Kong AICC, subsidiaria de AVIC, la corporación de la
industria de la aviación de China.
La
idea era transformar el An-225 en una plataforma comercial de lanzamiento de
satélites. Incluso la sociedad hongkonesa quería ir más allá del avión
inconcluso, aspiraba a crear una flota de 1.000 unidades inspiradas en ese
modelo.
Pero
la cesión de los derechos del diseño y otros desacuerdos paralizaron los
proyectos. A la larga, la AICC se disolvió al año siguiente de la firma de los
acuerdos.
Desilusión
y nuevo entusiasmo
En
abril de 2020, el anterior CEO de Antonov Oleksander Donets tiró la toalla y
dijo que terminar el segundo An-225 era inviable. A un coste mínimo de 332
millones de euros, y con menos de 20 vuelos logísticos anuales, los números no
cuadran por ningún lado.
Pero
el ministerio de Industria ucraniano aseguró que gobierno de Turquía estaba
interesado en el avión para sus fuerzas armadas, parte de las negociaciones
mantenidas por ambos estados el año pasado.
Con
la llegada de Sergyi Bychkov al máximo puesto en Antonov, la compañía busca,
una vez más, insuflar vida al segundo An-225, cuya estructura hace décadas que
duerme en un hangar en Kiev.
(*)
Redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde
2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida,
viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
Fuente:
https://www.tendenciashoy.com