Fiat BR-20 del XXXV Grupo. (Foto: Ángelo Emiliani. Italia).
Por
José Pla Blanch
En el mes de mayo de 2013 se cumplieron 75 años de la ofensiva gubernamental contra las cabezas de puente de Balaguer, Tremp y posiciones del Pirineo, a cargo de los Cuerpos de Ejército XVIII, XI y X del Ejército del Este, y los Cuerpos de Ejército V y XV, de la Agrupación Autónoma del Ebro, con el objetivo de recuperar las importantes centrales hidroeléctricas del Noguera Pallaresa y Segre, eliminar las cabezas de puente, aislar el valle de Arán, y, en una posterior explotación del éxito, avanzar hasta el Cinca para poder enlazar con la División 43, la cual estaba cercada en la denominada “Bolsa de Bielsa”.
Después de la ruptura del frente aragonés y el consiguiente avance nacional en dirección a Cataluña, el día 3 de abril, las tropas del Cuerpo de Ejército marroquí, (General Yagüe), habían alcanzado el río Segre, y la ciudad de Lérida. El día 6, las del Cuerpo de Ejército de Aragón, (General Moscardó), Balaguer. El 7, las del Cuerpo de Ejército de Navarra (General Solchaga), Tremp y las centrales hidroeléctricas de la cuenca del Noguera Pallaresa, cortando el suministro a Barcelona y dificultando el funcionamiento de su industria bélica.
Conseguidos
estos objetivos, y cuando lo previsible era proseguir hacia el interior de
Cataluña, el mando nacional ordenó detener el avance a lo largo de la línea
formada por los ríos Segre y Noguera Pallaresa. Con el fin evitar sorpresas, en
Serós, Balaguer, y La Baronía-Tremp, se establecieron estratégicas cabezas de
puente en la orilla izquierda de los ríos antes mencionados.
En
Balaguer, dado que los puentes sobre el Segre, habían sido volados por el
Ejército Popular en su retirada, con fecha 8 de abril de 1938, el E. M. del Cuerpo
de Ejército de Aragón[1],
ordenó el tendido de un puente durante la noche del 9 al 10.
Con algo de retraso sobre lo previsto, después de una intensa preparación artillera y con apoyo aéreo, al mediodía del día 10 de abril, fuerzas de la División 54, comenzaron a cruzar el mismo con el fin de establecerse en los lugares fijados la víspera por su Estado Mayor, lo cual efectuaron sin muchas dificultades, pues las fuerzas republicanas que les salieron al paso, tras un breve intento de resistencia, fueron arrolladas, huyendo en desbandada, y abandonando vehículos, armas y municiones, siendo capturados un centenar de prisioneros.
La
recién establecida “Cabeza de Puente de Balaguer” describía un semicírculo
alrededor de la ciudad, siendo sus dimensiones de unos 9,6 Km. De largo desde
su extremo N. –cota 220–, próxima al Segre, hasta el S. situado junto al
desagüe de una acequia al mismo río, al SO. de Vallfogona, en el paraje denominado
“Set salts”[2],
y por otros 7,4 Km. de profundidad, desde Balaguer hasta la cota 361 al N. de Bellcaire
de Urgel[3].
En su parte central estaba surcada, de Este a Oeste, por una cadena de cotas no
muy elevadas, las cuales iban desde los 379 m., junto a Bellmunt, hasta los 302
al N. de La Rápita, siendo la altitud media de la zona de la cabeza de puente,
e inmediaciones, de unos 250 m., salvo en su sector N. que presentaba un par de
montículos de 308 y 320 mts. En su perímetro, la División 54, desplegó doce batallones,
los cuales cubrían un frente de casi 20 km. de longitud.
A
partir del día siguiente, y hasta el 15, el Ejército Popular, ya rehecho de la desbandada
inicial, lanzó varios ataques contra las posiciones nacionales, principalmente
sobre las cotas 361 y 347, situadas al O. de Bellmunt, los cuales fueron
rechazados con bastantes bajas por ambos bandos.
El
Ejército de la República prepara la ofensiva
Después de la reorganización efectuada tras la retirada de Aragón, el General Vicente Rojo, por medio de la Instrucción Reservada N° 1 de fecha 7 de mayo de 1938, para el Ejército del Este[4], redactaba una directiva con el fin de: "Adelantar la línea propia hasta la del Noguera Pallaresa, recuperando las centrales eléctricas de Pobla de Segur y Tremp y dejando cortadas de sus bases a las fuerzas enemigas que guarnecen el Valle de Arán. Conquistar la cabeza de puente de Balaguer, obligando al enemigo a repasar el Segre. Iniciar la explotación del éxito".
Desplegaba
frente a Balaguer, el XVIII Cuerpo de Ejército, mandado por el Mayor de
milicias José del Barrio Navarro. Integraban el mismo la División 27 (Mayor
Marcelino Usatorre Royo, brigadas Mixtas 122,123 y 124), División 60 (Mayor
Manuel Ferrándiz Martín. Brigadas Mixtas 38, 93 y 213) y División 72 (Teniente Coronel
Mariano Buixó Martín. Brigadas Mixtas 84, 95 y 224).
Como Reserva general se habían acercado al escenario los Cuerpos de Ejército V, (Divisiones 11, Mayor Joaquín Rodríguez y 46, Mayor Valentín González “El Campesino”), y XV, (Divisiones 3, Mayor Esteban Cabezas y 35, Mayor Pedro Mateo) de la Agrupación Autónoma del Ebro.
Según
la Orden de Operaciones N° 5 de 20 de mayo de 1938[5],
la idea general de maniobra contemplaba... una acción ofensiva sobre la cabeza
de puente, con misión de cortarla y formar otra cabeza de puente en la orilla
derecha del río Segre que cubra Balaguer del fuego de artillería enemigo,
llegando en profundidad hasta la ocupación de Castelló de Farfaña, y constituir
base de partida de futuras operaciones. Para ello había que cruzar de noche, y
por sorpresa, el río Segre, aguas arriba de Balaguer, infiltrándose entre las unidades
enemigas, ocupando las elevaciones inmediatas al pueblo de Gerp con la
finalidad de proteger la instalación de puentes y paso de fuerza.
También
había que apoderarse de la pasarela sobre la presa de San Lorenzo de Mongay,
con el fin de utilizarla para el paso de tropas. Ocupar la línea de cotas
situadas al O. de Bellmunt, en una acción de E. a O. y establecer contacto con
otras fuerzas atacantes de N. a S. avanzando en dirección a La Rápita. Avanzar
sobre Castelló de Farfaña, desde Gerp y simultáneamente, desde la misma base de
partida, envolver la plaza de Balaguer y ocuparla mediante un ataque de O. a E.
Una vez alcanzados todos estos objetivos, los Cuerpos de Ejército V y XV de la
Agrupación Autónoma del Ebro, explotando el éxito, deberían avanzar
rápidamente, en dirección a Benabarre, para enlazar con la 43 División,
encerrada en la bolsa de Bielsa, la cual, a su vez, debería forzar el cerco.
Simultáneamente con estas acciones los Cuerpos de Ejército X y XI desarrollarían ataques sobre los sectores de Sort y Tremp. Con el fin de confundir a los servicios de información nacionales, los días previos a la ofensiva, además de los lógicos preparativos de unidades, se efectuaron movimientos de tropas y vehículos en zonas distintas a las elegidas para el ataque. También se dictaron instrucciones concretas para extremar las medidas de vigilancia tendentes a impedir deserciones al campo enemigo, las cuales no pudieron evitar que un número considerable de evadidos se presentaran frente a las posiciones nacionales, e informaran de los preparativos al E.M. de la División 54.
19
y 20 de mayo de 1938
Vuelo
de reconocimiento y bombardeo de la estación de Mollerusa
Prueba
de que los preparativos ya eran conocidos por el mando nacional, la tenemos en
el reconocimiento fotográfico efectuado el día 19 por un solitario Heinkel
He.70 sobre la zona enemiga frente a la cabeza de puente de Balaguer, y el
bombardeo de las inmediaciones de la estación ferroviaria de Mollerusa a las 12:17
h. del día 20, a cargo de cinco aparatos Savoia S.79 de la 280 Escuadrilla del
XXIX Grupo, los cuales arrojaron 60 bombas de 50 kg. sin llegar a causar
grandes daños, ya que la carga cayó al N. del objetivo, junto a la carretera de
Liñola[6].
A
pesar de que en las tripulaciones se encontraban el Coronel Aleardo Martire, el
Teniente Coronel. Poli y el Comandante Muti, el mando de la formación lo ejerció
el Capitán Giovanni Padua.
En
el parte facilitado por el mando de la Aviazione Legionaria en Salamanca, consta:
“La precisión del disparo ha sufrido a causa nubes y viento fuerte”.
Sábado,
21 de mayo de 1938
La
aviación republicana traslada escuadrillas al teatro de operaciones
Debido
a la información incompleta y dispersa, confeccionar el siguiente cuadro-estadillo
del despliegue de las unidades gubernamentales, antes del inicio de las
operaciones, ha sido tarea bastante laboriosa. Según los datos obtenidos, no
todas las escuadrillas se encontraban la víspera velando sus armas en la zona
catalana. La 3ª Escuadrilla del Grupo 24 (Katiuska) volaría el mismo día 22
desde Camporrobles (Valencia) al campo gerundense de Celrá. Lo mismo haría la
3ª Escuadrilla del Grupo 21 (I-16 Mosca) desde Sagunto, con nueve aparatos,
tomando tierra equivocadamente en Monjos. A lo largo del día, siete se
trasladarían a Vendrell, quedando dos de ellos en el primero, a causa de
averías fortuitas producidas durante el primer salto.
En total disponían de 125 aviones, –89 cazas y 36 bombarderos–, distribuidos de acuerdo con el cuadro número 1:
Sergei
Abrosov, en su libro “En el cielo de España, 1936-1939” (V Nebe Ispanii,
1936-1939), publicado en Moscú el año 2003, establece la composición de las
fuerzas aéreas republicanas, en el frente del Este (Cataluña), la víspera del
inicio de las operaciones, en 131 aviones; (41 SB Katiuska, 10 Polikarpov RZ
“Natacha”, 46 Polikarpov I-16 “Mosca” y 11 Polikarpov I-15 “Chato”).
Frente
a ellos, la superioridad de la aviación nacional, –entre la Brigada Aérea
Hispana, Legión Cóndor alemana y Aviazione Legionaria italiana– era
indiscutible, pero solo sería esta última la encargada de dar la réplica sobre
los cielos de la cabeza de puente de Balaguer.
En
el cuadro número 2 se detallan las unidades implicadas, desplegadas en aeródromos
del valle del Ebro.
Domingo,
22 de mayo de 1938
Comienza
el ataque
De
madrugada, la posición avanzada situada sobre la presa de San Lorenzo, en la
margen izquierda del Segre, defendida por una Centuria de la 3ª Bandera de
Falange de Aragón, de la División 53, fue atacada por sorpresa por fuerzas de
la 27 División republicana, paso previo para apoderarse de la presa y la
pasarela sobre la misma, objetivo de gran importancia para conseguir la
infiltración en la retaguardia enemiga. Sin embargo, los defensores resistieron
el tiempo suficiente para permitir la llegada de reservas desde el pueblo de
San Lorenzo de Mongay y otras más numerosas desde Gerp, frustrando la toma de
la pasarela y con ello el primer acto de la ofensiva.
A
las 5 de la madrugada la artillería republicana inició un intenso bombardeo
sobre las posiciones de la cadena de cotas 361, 347, 323 y 328, el cual fue extendiéndose
hasta abarcar todo el arco de la cabeza de puente. A las 8, después de una
intensa preparación artillera y aérea, masas de infantería, apoyadas por carros
de combate lanzaron varias oleadas de infantería, las cuales fueron rechazadas.
En la cadena de cotas, otro de los objetivos principales de la jornada, el bombardeo artillero duró hasta el mediodía, en que numerosas fuerzas de infantería, precedidas de una docena de carros, iniciaron el asalto de las cotas 361 y 347, así como sobre el sector de Asentiu por el N. y la cota 328 por el S. con el fin de impedir la llegada de refuerzos.
A pesar del envío de dos compañías en auxilio de las cotas 361 y 347, fuerzas de la 93 Brigada Mixta, ocuparon la cota 361, retirándose nueve supervivientes del Bón. C de Ceriñola, hacia la 347. Al quedar la cota 361 en poder del enemigo, las guarniciones de la 338 y 330 totalmente dominadas desde la superior, se retiraron hacia las avanzadas de la cota 347 (323 y 328).
El
primer eslabón de la cadena de cotas había caído. Sin aflojar la presión en los
otros ámbitos de la cabeza de puente, los principales ataques se dirigieron, a
partir de entonces, hacia la 347 y sus avanzadas 323 y 328, las cuales por la
tarde fueron perdidas y recuperadas en seis ocasiones, viviéndose los episodios
más intensos y dramáticos de la ofensiva, quedando finalmente en manos
nacionales después de un último contraataque.
Ya casi de noche, la reforzada guarnición sobre la presa de San Lorenzo, que durante la dura jornada había rechazado hasta cuatro ataques, sufrió una nueva embestida por fuerzas mucho más numerosas apoyadas por carros, por lo que, ante la inminencia de quedar totalmente cercada, ya que sus tres armas automáticas habían quedado inutilizadas, recibió la orden de replegarse hacia la orilla derecha de la presa, lo cual fue efectuado en condiciones muy apuradas. De todas formas, aunque las fuerzas gubernamentales lograron llegar hasta la misma presa, el cruce sobre la estrecha pasarela, eliminado el factor sorpresa, y organizada su defensa, ya les resultaría del todo imposible. A pesar del total dominio del aire, del empleo de artillería, blindados y abundantes masas de infantería, en esta primera y decisiva jornada, las unidades republicanas no pudieron alcanzar ninguno de los objetivos fijados. La División 54 aguantó las embestidas de tres divisiones republicanas (27, 60 y 72) con tan solo la pérdida de las cotas 361, 330 y 338, en total menos de un kilómetro cuadrado de terreno, y la pequeña posición avanzada sobre la presa de San Lorenzo.
Según
los servicios de antiaeronáutica e información de las unidades terrestres[7],
se registraron una veintena de servicios de bombardeo y ametrallamiento sobre
las posiciones de la cabeza de puente y localidades cercanas, contabilizándose,
entre cazas y bombarderos, un total de 267 aviones[8].
De acuerdo con dichas fuentes la actividad aérea republicana registró los
siguientes movimientos:
–
A las 6:00 h. cinco cazas reconocen y ametrallan la cabeza de puente.
–
A las 7:00 h. seis cazas reconocen y ametrallan la cabeza de puente.
–
A las 7:45 h. ocho cazas reconocen y ametrallan la cabeza de puente.
–
A las 8:00 h. 15 cazas reconocen y ametrallan la cabeza de puente.
–
A las 9:00 h. ocho cazas reconocen y ametrallan la cabeza de puente.
–
A las 10:00 h. 37 aviones, entre caza y bombardeo, atacan la zona de la cabeza
de puente.
–
A las 10:00 h. 10 cazas y cinco bimotores SB “Katiuska” bombardean el pueblo de
La Portella.
–
A las 10:30 h. Una escuadrilla de bombardeo (¿Natachas?) y 11 cazas, actúan
sobre Balaguer y Vallfogona. Varias bombas caen cerca de Torre Segura, en donde
se encuentra el P.C. del Teniente Coronel Feliu, jefe del 4º Regimiento de la
Div. 54.
–
A las 10:45 h. 20 cazas, (de ellos 10 Polikarpov I-16 de la 5ª Escuadrilla del Grupo
21, salidos de Valls), y 10 bimotores SB “Katiuska” bombardean proximidades de
la Azucarera de Menarguens y Balaguer.
–
A las 12:05 h. cuatro cazas y nueve bimotores SB “Katiuska” de la 3ª
Escuadrilla del Grupo 24, bombardean Menarguens, Balaguer y Castelló de Farfaña.
–
A las 12:30 h. 12 cazas (9 de ellos I16 de la 2ª Escuadrilla del Grupo 21, procedentes
de Valls), ametrallan las posiciones nacionales de Asentiu.
–
A las 12:50 h. 12 cazas, –posiblemente los mismos del servicio anterior–,
escoltan a siete bimotores SB “Katiuska” en misión de bombardeo sobre la cabeza
de puente de Balaguer.
–
A las 13:20 h. dos cazas y seis bimotores SB “Katiuska” bombardean el puente en
las inmediaciones de Balaguer.
–
A las 13:45 h. cinco cazas y cinco bimotores SB “Katiuska” bombardean en la
zona S. de Balaguer.
–
A las 15:00 h. seis bimotores SB “Katiuska” bombardean el sector de Vallfogona,
puente de Balaguer y Castelló de Farfaña.
–
A las 15:55 h. tres cazas reconocen el frente al N. de Balaguer.
–
A las 16:25 h. 19 cazas y siete bimotores SB “Katiuska” atacan Vallfogona en la
zona S. de la cabeza de puente de Balaguer.
–
A las 17.30 h. 11 cazas Polikarpov I16 de la 3ª Escuadrilla del Grupo 21, con
base en Vendrell, y siete bimotores SB “Katiuska” atacan la cabeza de puente.
–
A las 18:00 h. 15 cazas y cinco bimotores SB “Katiuska” bombardean las
inmediaciones de Menarguens y, por error, la estación ferroviaria de Villanueva
de la Barca, dentro de sus propias líneas.
Un
testimonio directo lo tenemos en el diario –inédito– escrito por el vecino de
Balaguer, Camilo Cava Balcells, el cual, desde su casa[9],
seguía con notable inquietud las evoluciones de los aparatos republicanos.
Transcribimos algunos fragmentos, traducidos del original en catalán:
“A
las cinco de la mañana la artillería de los rojos comienza a disparar intensamente.
La artillería nacional responde. A medida que pasa el tiempo la lucha se Generaliza.
Se oyen más cañonazos de ambos bandos. Los obuses llegan ya al rio y la gente
empieza a alarmarse.
A
las 07:30 h. la campana grande, anuncia la presencia de la aviación enemiga.
Aumenta la alarma y todos se esconden en los refugios. Cinco aviones rojos
intentan volar sobre la ciudad. Las baterías antiaéreas disparan y les cierran
el paso.
A
las 10:00 h. se presentan ocho aviones enemigos y pasa lo mismo que con los
anteriores; no pueden entrar sobre la ciudad.
A
las 11:00 h. llegan muchos más aviones rojos, y por más que disparan las
baterías antiaéreas consiguen volar sobre la ciudad y bombardear la estación y
el puente nuevo construido por los pontoneros, afortunadamente sin poder
tocarlo.
No
se sabe ciertamente lo que pasa, pero se teme que se ha iniciado una lucha
encarnizada. Los rojos deben de estar atacando por todos lados para romper el
frente.
Por
la tarde, los aviones enemigos de caza vuelan en diversas ocasiones sobre la
ciudad y ametrallan horrorosamente. Vuelan bajos, muy bajos. (...) El pánico
aumenta. Son las seis de la tarde y ya hemos contado que la campana grande ha
tocado hoy doce veces avisando de la presencia de aviones enemigos. ¡Qué tarde
más larga y angustiosa estamos pasando!.
¿Y
por qué no viene nuestra aviación?
Por
fin, a las 06:30 h. de la tarde… algunos soldados se asoman desde los refugios
y… ven llegar desde Aragón seis aviones en correcta formación de tres en tres,
gritando llenos de entusiasmo: ¡Son nacionales, son nacionales, son de los nuestros!
Los gritos llegan a los refugios y una oleada de esperanza y optimismo renace…
¡Gracias a Dios!, exclamamos, y salimos…
Y
mientras los seis aviones nacionales vuelan majestuosamente, durante una hora,
sobre el frente de combate, los aviones enemigos brillan por su ausencia.
La
aviación nacional, hasta el final de la tarde no dio señales de vida, cuando sus
oponentes ya se habían retirado.
Primero
apareció un solitario caza, y luego a las 18:30 h seis aparatos Fiat CR.32, de
la 19 Escuadrilla del Grupo XXIII “Asso di Bastoni”, los cuales evolucionaron
durante largo rato sobre la cabeza de puente y población de Balaguer.
En
un principio, resultaba extraño que, conociendo las intenciones enemigas con la
suficiente antelación, en esta primera jornada, la aviación nacional no hubiera
dado señales de vida, quedando el total dominio del aire a favor de la republicana,
la cual, como hemos visto, pudo emplearse a fondo y sin ser molestada.
Sin
embargo, había una explicación. Desde el día 19 de mayo, fuertes vientos del O.
al NO. azotaban el valle del Ebro paralizando casi completamente la actividad
de las unidades basadas en el mismo, según consta en los Diarios de Operaciones
de varias escuadrillas.
Quizás por ello, uno de los seis Fiat CR-32 italianos de la 19 Escuadrilla pilotado por el Teniente Guidoni, de regreso a su base, con fuerte viento de cara, se quedó sin gasolina, viéndose obligado a aterrizar fuera del campo, resultando el aparato averiado y el piloto ileso.
Las
escuadrillas republicanas pudieron actuar con la intensidad ya descrita, al
encontrarse basadas en aeródromos de Cataluña y, por lo tanto, menos afectadas
por el vendaval.
Lunes,
23 de mayo de 1938
Prosigue
la lucha terrestre. Las aviaciones de ambos bandos se emplean a fondo
Durante
la noche, las posiciones de la cota 347 fueron reforzadas. Poco duró la calma,
pues a partir de las 02:30 h. las fuerzas gubernamentales lanzaron una serie de
ataques contra las posiciones de la carretera de Bellcaire, los cuales fueron
rechazados.
A
las 07:00 h. se reanudaron los intensos bombardeos artilleros republicanos en
todo el ámbito de la cabeza de puente.
Durante
la mañana, las posiciones avanzadas de la cota 347 nuevamente tuvieron que
replegarse sobre la principal, y los defensores de la 328 sobre la 323.
Unos
15 carros y masas de infantería se lanzaron nuevamente sobre las posiciones de
la carretera de Bellcaire. La acción de sus defensores, apoyada por antitanques,
contuvo el ataque, resultando dos carros inutilizados.
En
el Sector N, desde la cota 220 hasta Asentiu, también se registraron intensos
combates.
Los
ataques más violentos se dirigieron hacia el sector de Torre de la Serra, con
la intención de cercar por el N. la codiciada cota 347, y contando con el apoyo
de 20 carros. Las unidades nacionales aguantaron la acometida causando
importantes pérdidas a los atacantes, y siendo destacable la actuación de la
pieza mandada por el Sargento. Abilio Boizas del Corral, de la 15 Batería de
Antitanques, la cual inutilizó 6 carros enemigos, que añadidos a los 3 de la
jornada anterior, le valió ser recompensado con la Medalla Militar Individual[10].
Al
final de la tarde se ordenó la recuperación de las posiciones avanzadas de la
cota 347, y la 328, todo lo cual fue efectuado con éxito, tras asaltarlas con bombas
de mano y a la bayoneta.
Ya de noche, a las 22:00 h. todavía se registraría un ataque al S. de la carretera de Bellcaire, siendo también rechazado. Lamentablemente, en el Diario de Operaciones de la Escuadra de Caza N° 11, faltan las anotaciones correspondientes a los días del 12 de abril al 27 de mayo, inclusive, por lo que la actividad aérea del bando republicano queda incompleta y ha habido que reconstruirla, en lo posible, con informaciones procedentes de diversas fuentes.
Según
el Parte del Estado Mayor del Aire de Salamanca fechado al día 24 de mayo de
1938 (ampliación al parte del día anterior): A las 6, 7, 10 y 10:30 h., aviones
de caza republicanos en número variable, de tres a 10 aparatos, reconocen y
ametrallan la zona de la cabeza de puente de Balaguer. A las 12:30 h., siete
aviones de gran bombardeo protegidos por unos 18 cazas bombardean la zona del
puente de Balaguer, sin causar daños. De nuevo a las 13:30 h., 18 aviones de
gran bombardeo enemigos y 12 tipo Natacha, protegidos por cazas, bombardean la
zona del puente de Balaguer, sin causar daños.
En
realidad, los Natacha eran nueve aparatos pertenecientes a la 2ª Escuadrilla
del Grupo 30, procedentes del campo de La Garriga, los cuales desde 3.000 m.
arrojaron un total de 72 bombas de 50 kg. con escasa precisión[11].
Pero la reacción del bando nacional no se haría esperar, pues el día anterior,
por medio de la orden de operaciones N° 390 del Comando Aviazione Legionaria se
habían asignado las siguientes misiones, para efectuar en la presente jornada,
en la zona que nos ocupa:
–
Al 21 Stormo B.T, Escuadrilla BR.20: bombardeo concentraciones enemigas en
Mongay[12].
–
Al 111 Stormo B.V.: bombardeo concentraciones enemigas en inmediaciones de
Bellvis, Liñola y Bellcaire.
–
Al 3 Stormo de Caza: tres servicios de vigilancia y protección en el sector de
Balaguer, y otro en el de Tremp-Balaguer. Efectuó la misión asignada al 21
Stormo, la 230 Escuadrilla del XXXV Grupo, con cinco bimotores Fiat Br.20 al mando
del Coronel Giulio del Lupo, y la cual se desarrolló con normalidad y de acuerdo
con el siguiente horario:
A
las 13:35 h. despegue desde el aeródromo de Tudela, 14:29 h. bombardeo eficaz
del objetivo, –con 60 bombas de 50 kg., desde 4.000 mts.–, y a las 15:20 h.
regresó sin problemas a la base. Anotando unas condiciones atmosféricas
óptimas, con algunas rachas de viento, una violenta reacción antiaérea y el
haber divisado a las 14:18 una formación de cazas enemigos.
La
misión asignada al 111 Stormo, fue realizada por 15 trimotores Savoia S.79 de
los XXIX y XXX Grupos (Escuadrillas 280-289 y 281-285 respectivamente),
repartidos en tres formaciones de cinco aparatos cada una, bajo el mando del Coronel
Aleardo Martire.
Despegados
de Zaragoza a las 13:40 h. al llegar a la zona de operaciones, cada formación
se dirigiría a bombardear el objetivo asignado, desde 4.200 mts. con 60 bombas
de 50 kg. Debido a la proximidad de los objetivos entre sí, el lanzamiento se
efectuó simultáneamente y según lo previsto, a las 14:35 h. sobre los objetivos
de Bellcaire y Bellvís, pero en la formación encargada de actuar sobre las
inmediaciones de Liñola, compuesta por aviones de la Escuadrilla 285, los
aparatos 28-6 y 28-8 a causa de haberse detectado problemas en el
funcionamiento de las compuertas, no pudieron efectuar el lanzamiento en su
momento, abandonando la formación para volver sobre el objetivo y arrojar la
carga una vez solucionados los problemas técnicos, tras lo cual fueron atacados
por tres cazas enemigos I-16 “Mosca”, a los que consiguieron ahuyentar con las
armas de a bordo.
Efectuados
todos los lanzamientos, los bombarderos fueron objeto de una intensa reacción
antiaérea, de resultas de la cual el aparato 28-6 regresó con impactos de
esquirlas de metralla en el fuselaje. Todos los aviones tomaron tierra en
Zaragoza a las 15:25 h.
La
aviación de caza también tuvo una jornada bastante movida.
La
gente mayor de la zona todavía recuerda, el “gran combate aéreo” del cual
algunos, –cada vez menos–, fueron espectadores, contándose testimonios y
relatos para todos los gustos, no siempre en concordancia con lo que realmente
sucedió. Todos los testigos hablan del “gran combate aéreo”, cuando en realidad
fueron dos, según vamos a ver seguidamente.
A las 12:40 h. despegaron del aeródromo turolense de Puig Moreno un total de 25 aparatos Fiat CR.32 del XXIII Grupo “Asso di Bastoni” bajo el mando del Comandante Andrea Zotti, y formado por las escuadrillas números 18 (10 aparatos), 19 (ocho aparatos) y 20 (siete aparatos). Su misión era escoltar a 5 aviones Heinkel He.51 en una misión de ametrallamiento en las inmediaciones de Baent, (frente del Pallaresa), al N. de Tremp.
Después
de este servicio, a las 14:30 h., debían acudir sobre la vertical de Mongay, a
5.000 mts. de altitud, para proteger a los cinco bimotores Fiat BR20 del XXXV Grupo
en su misión de bombardeo sobre dicho lugar y a los Savoia S.79 sobre
Bellcaire.
Ambos
servicios se efectuaron según lo previsto. Mientras los bombarderos viraban en
retorno a su base, los cazas advirtieron la presencia de un solitario avión
enemigo, y -mucho más alejada-, una masa, bastante compacta, de otros 25 o 30
cazas. Tras escoltar a los bombarderos más allá de Balaguer, ya en territorio
propio, los Fiat regresaron hacia la vertical de Bellcaire con el fin de atacar
a la formación enemiga, -25 cazas I-15 del Grupo 26-, aprovechando la situación
favorable de encontrarse a mayor altitud.
El
Comandante Andrea Zotti redactaría un extenso y detallado informe del combate[13],
del cual se transcriben, –traducidos del original en italiano–, algunos de los
fragmentos más interesantes:
Asegurado que en torno a los S-79 el cielo estaba absolutamente despejado, estábamos vigilando con particular atención las procedencias del E. y N., cuando, mirando fugazmente a tierra, para ver los efectos del bombardeo, advertimos un Curtiss que volaba en la zona a unos 2.000 metros más bajo de nosotros. Después de haber señalado a los demás la presencia de aviones enemigos, y la distancia con los S-79 que en aquel momento habían ya lanzado las bombas y estaban invirtiendo la ruta con un cerrado viraje a izquierda. Los S-79 pasaron a unos 500 metros por debajo, y les acompañamos más allá de Balaguer, Después regresamos sobre Bellcaire, donde advertimos una masa de cerca de 25-30 aparatos (Curtiss) que evolucionaban de forma bastante desordenada, pero manteniéndose muy juntos. No siendo visto encima de nosotros ningún otro enemigo, no quedaba otra cosa que atacar, disfrutando mi favorable altura. Así lo hice, seguido de mi formación, a excepción de la del Cap. Foschini que interviene – por obvios motivos de táctica–, algunos minutos después. El combate dura cerca de 20 minutos desplazándose, poco a poco, por el viento de S-E y por la voluntad del enemigo, hacia el E., mostrando siempre clarísima la superioridad de nuestros CR, que disfrutando de la ventaja inicial han maniobrado con entrega sobre la masa de Curtiss.
Hacia
las 15,05 h. viendo que el enemigo, poco a poco, se estaba trasladando hacia el
E. a la cota media de 1.000 mts. y que, en aquel momento, ya habíamos efectuado
2 horas y 25 minutos de vuelo, comencé a llamar a mis gregarios, dejando la
masa enemiga, que –siempre cerca de 1.000 mts. más bajos que nosotros–,
lentamente se desplazaba hacia Cervera. (…).
De
los nuestros todos regresaron a la base, a excepción del Capitán Raffi, que por
falta de carburante aterrizó, capotando, cerca de Poleñino, al S. de Grañén;
del Sargento Buvoli, que por vibraciones debidas a la perforación de la hélice,
a causa de sus propios disparos, aterrizó, sin dañar el aparato, en el
Aeródromo de Balaguer[14];
y del Brigada Boschelli, del cual no se tienen noticias.
En
este combate fueron abatidos seis Curtiss (atribuidos a: Mayor Zotti, Sargento
Antonelli, Brigada Ganda, Capitán Foschini, Teniente Tomasselli, y Sargento
Buvoli), más otros tres probables atribuidos eventualmente a: Capitán Calosso, Capitán
Larcher y Subteniente Calamai).
Entre
todos los aparatos del Grupo efectuaron un total de 9.157 disparos, regresando
con impactos seis de ellos. El aparato del Brigada Plácido Boschelli cayó en
las inmediaciones de la pequeña localidad de Vallverd de Urgel[15],
junto al camino del caserío de Almassor. Según el testimonio del vecino Josep
Mª Prenafeta Lloret, entonces un niño, -testigo ocular del suceso-, el piloto
presentaba un fuerte impacto en la cabeza. Fue enterrado en el mismo lugar. El
año 1940 sus restos fueron recuperados y trasladados al cementerio zaragozano
de Torrero. En la actualidad reposan en el “Sacrario Militare Italiano” de la
capital aragonesa.
Lamentablemente
a causa de la falta de las páginas del Diario de Operaciones de la Caza de la
República no es posible contrastar la anterior anotación con la de sus
contrarios, si bien ambos pecaron de optimistas a la hora del recuento de los
aparatos enemigos abatidos.
La
realidad fue más discreta. Por parte republicana, en este primer encuentro,
solo se perdió un I-15 “Chato” de la 2ª Escuadrilla del Grupo 26, basada en el
cercano aeródromo de Anglesola, y pilotado por el Teniente Joaquín Calvo Diago[16].
El segundo encuentro tuvo lugar media hora después, al llegar al escenario un grupo de nueve bombarderos Tupolev SB “Katiuska”, escoltados por 27 cazas I-16 “Mosca” de las escuadrillas 2ª, 3ª y 5ª del Grupo 21. Fueron interceptados por 24 Fiat CR-32 del XVI Grupo “La Cucaracha” bajo el mando del Comandante Armando François, salidos del aeródromo de Mas de las Matas (Teruel) y formado por las escuadrillas: 24 (ocho aviones), 25 (nueve aviones) y 26 (siete aviones).
El
Diario Storico del XVI Grupo no resulta tan extenso como el anterior, pero sí
mucho más concreto, aunque también exagera los derribos enemigos:
Escolta
indirecta S.79 y crucero de interdicción cabeza de puente de Balaguer.
Mantenido combate con “Ratas” y “Martín Bomber”[17].
Resultado: abatidos cinco “Ratas” seguros + tres “Ratas” y un “Martin Bomber”
probables. Disparos efectuados: 7.516. No regresaron al campo el Teniente
Baruffi, Pericle, de la 26 Escuadrilla, (aparato N° 115), y el Subteniente
Caracciolo, Alfonso, de la 25 Escuadrilla, (aparato N° 698). Según el
testimonio del Sargento Giacomin, de la 24 Escuadrilla, y Tarantola, de la 25 Escuadrilla,
sus respectivos CR-32 habían colisionado durante el combate. Los pilotos con
sus paracaídas han aterrizado en territorio rojo, lejos de las líneas, por lo
que se supone son prisioneros.
El
Mayor François, el Teniente Borgogno, y el Subteniente Visintini, regresan con
los aparatos tocados.
Los
Diarios de las escuadrillas 25 y 26 amplían la información sobre los dos pilotos
apresados:
Escuadrilla
25: Faltan el Subteniente Caracciolo y el Teniente Baruffi, de la 26 Squ. De
los testimonios de los pilotos que han participado en el combate, se sabe que
dos aparatos, casi con certeza dos Fiat, han colisionado. Dos paracaídas han
sido vistos descendiendo en territorio enemigo. Uno de los dos pilotos ha sido
reconocido, por el casco blanco que llevaba, como el Teniente Baruffi.
Escuadrilla
26: El Teniente Borriero (alias de Baruffi), no regresa al campo. Testigos
oculares coinciden en afirmar que se ha lanzado en paracaídas sobre territorio
enemigo.
El
Sargento Gemini, de la 24 Escuadrilla, afirma haber reconocido al Teniente
Borriero por el casco blanco que este lleva habitualmente, habiéndolo seguido
durante el descenso hasta tierra, la cual ha tomado con regularidad.
Privilegiado
testigo del combate, y de la posterior llegada a tierra de uno de los pilotos,
resultó ser un entonces joven de 14 años –Pedro Casals Pascual– el cual se
encontraba cerca del empalme de la carretera de Poal con la de Mollerusa a
Liñola. Según su testimonio, el piloto aterrizó con el paracaídas no muy lejos
del lugar en donde se encontraba. Durante su descenso, comprobaría que, dada la
configuración completamente llana del terreno, formado por campos de cultivo y
sin masas de vegetación que facilitaran el ocultamiento, sus posibilidades de
supervivencia y regreso a las líneas propias eran nulas, por lo que nada más
tomar tierra, al llegar un vehículo con soldados y un oficial, tras
desprenderse de su pistola, el piloto se entregó sin resistencia a sus
captores. El otro compañero sería apresado cerca de Mongay.
Por
parte republicana, tres aviones no regresaron a su base de Valls. Se trataba de
los I-16 “Mosca” números 179 y 185 de la 2ª Escuadrilla y del N° 165 de la 5ª
Escuadrilla, –ambas del Grupo 21–, y compuestas íntegramente por pilotos
soviéticos[18].
El Sargento Mayor Boris Konstantinovich Ivanov, de la 2ª Escuadrilla, resultó
herido, pero el Teniente Nikita Ivanovich Martishenko, de la 2ª Escuadrilla y
el Teniente Ivan Ivanovich Turcin de la 5ª, murieron.
En
el Parte de Novedades de la División 53 al C.E. de Aragón consta lo siguiente:
A las 15:40 h. hubo un combate aéreo que duró hasta las 16:20 h. Se vieron caer
dos o tres aparatos, arrojándose los pilotos con paracaídas, ignorándose si
eran rojos o nacionales.
Pero
no acabó aquí la actividad aérea de la jornada, pues según el comunicado
nacional mencionado al principio de la jornada, a las 17:18 h. aviones de gran
bombardeo, sin determinar número, con protección de cazas bombardean el mismo
objetivo (zona del puente) sin causar daños.
Concretando.
Las
pérdidas totales del día 23 de mayo fueron las siguientes:
Por
parte italiana: tres cazas perdidos, un muerto (Boschelli) y dos prisioneros
(Baruffi y Caracciolo). Dos cazas averiados no pudieron regresar a su base,
pero si tomar tierra en territorio propio. (Capitán Raffi en Poleñino y Sargento
Buvoli en el aeródromo de Balaguer).
Por
parte republicana: cuatro cazas perdidos, dos muertos (Martishenko y Turcin) un
herido (Ivanov) y un ileso (Calvo Diago).
En
cambio, los comunicados del día fueron bastante irreales.
Por
parte nacional: En combate aéreo han sido derribados hoy 11 aviones enemigos,
seguros, (seis Curtiss y cinco Boeing) y cinco probables.
El
republicano no era tan escueto, pero más ajustado a la realidad: La aviación
leal realizó diversos bombardeos y ametrallamientos sobre las líneas enemigas
en el frente del Este.
En
un combate entablado en aquel sector por cuatro escuadrillas de cazas republicanos
y cinco escuadrillas de Fiat enemigos, fueron abatidos cuatro de estos
aparatos, siendo hechos prisioneros tres pilotos facciosos que se arrojaron en
paracaídas. Nosotros perdimos un caza.
Posiblemente
el cuarto Fiat que se da por derribado sería el que aterrizó con la hélice
averiada en el aeródromo de Balaguer.
Al
día siguiente alguien consideraría que había que inflar el tema con una buena
dosis de propaganda, publicándose una ampliación al parte del día anterior
repleto de fantasías, mencionando incluso los lugares en donde, –según el autor
del comunicado–, habían caído hasta un total de… ¡18 aviones!
Curiosamente,
la mayoría de los sitios indicados se encontraban dentro del territorio
republicano y por tanto de fácil verificación.
Se
reciben nuevas noticias sobre el importante combate aéreo que tuvo efecto ayer
en el frente del Este, que duró desde las 15:20 h. hasta las 16:30 horas.
Fueron
derribados los siguientes aparatos enemigos: Un Fiat al S. de Liñola; otro en
las proximidades de las lagunas al S. de Ibars de Urgell; otro al N. de Castellserá;
otro en las proximidades de Mongay; otro al N. de Lérida; otro cerca de
Cubells; cuatro en las proximidades de Balaguer; otro en las cercanías de
Bellmunt; otro cerca de Barbens; otro en Torrelameu; otro en Menarguens, junto
al río; otro al E. de; Bellvís; otro en las proximidades de Bellcaire; otro en
las inmediaciones de Vallfogona y un bimotor al N. de Balaguer.
Han
sido hechos prisioneros dos pilotos que se arrojaron en paracaídas, ambos de
nacionalidad italiana[19].
Nosotros
perdimos tres Moscas, dos de los cuales cayeron en nuestras líneas, resultando
un piloto muerto y otro herido[20].
Lo
curioso del episodio fue que, tres días después, la abultada cifra de derribos
enemigos, se daba por buena en la propia Jefatura de las Fuerzas Aéreas
republicanas (¿sin que nadie la hubiera verificado sobre el terreno?) según se
puede comprobar en el texto del telegrama enviado el dia 26 de mayo, del Jefe
de Fuerzas Aéreas al Jefe Grupo 72.[21].
Actividad
aviación propia.
El
día 23 fue bombardeado Balaguer tres veces.
Se
reconoció por la mañana y la tarde la zona Lérida-Fraga-Zadín-MonzónBalaguer y
durante toda la jornada se efectuaron vuelos de protección y ametrallamiento. A
primeras horas de la tarde se libró un gran combate que duró más de una hora,
derribándose 17 Fiat y un bimotor, habiéndose capturado dos pilotos italianos y
los cadáveres de otros dos. Una de las escuadrillas de bombardeo fue atacada
por varios cazas siendo probable que derribaran otro Fiat. Las pérdidas
nuestras en el combate fueron tres Moscas.
Por
otra parte, el entonces jefe de la 3ª Escuadrilla de “Moscas” del Grupo 21, Teniente
Francisco Tarazona Torán en su libro “Yo fui piloto de caza rojo”[22],
elevaría los derribos de aparatos enemigos a 22.
Como
se habrá podido comprobar, en esta jornada, la actividad de la Aviazione
Legionaria italiana fue muy intensa, aunque no exclusiva, como escribe el historiador
Ferdinando Pedriali en la página 301 de su libro “Guerra di Spagna e Aviazione
Italiana”[23]:
Durante el día se había desatado un clima excepcional, con rachas de viento de
70 kilómetros por hora. Esto había mantenido a Brigada Hispana y aviones Cóndor
en tierra, pero no había impedido los vuelos de la fuerza aérea del legionario,
cuyos aviones habían sido los únicos en enfrentarse al enemigo. Por su parte,
las fuerzas aéreas republicanas habían estado participando en una actividad
frenética, a pesar de las condiciones climáticas.
Cabe
recordar que el temporal de viento había tenido lugar del 19 al 22 de mayo en
el valle del Ebro. En la presente jornada, aunque todavía se registraron
algunas molestas ráfagas, las unidades de la Brigada Aérea Hispana desplegadas
en la Región Aérea de Levante efectuaron más de 14 servicios, –bombardeo,
reconocimiento y caza–, en los frentes de los C.E. de Castilla y Navarra. Por
su parte, la Legión Cóndor efectuó hasta 9 servicios, –bombardeo,
reconocimiento y protección–, en la zona del C.E. de Castilla.
Martes,
24 de mayo de 1938
Prosigue
la ofensiva terrestre
Durante
la noche, el agotado batallón C de Cazadores de Ceriñola N° 6, el cual había
quedado casi sin oficiales, fue relevado de las posiciones de las cotas 347,
328 y 323.
A
partir de las 02:30 h. se repitieron los ataques contra las posiciones de la carretera
de Bellcaire, ermita de El Pedrís y Vallfogona, los cuales, tras dos horas de
pugna, fueron rechazados. A las 09:30 h. se inició una nueva preparación
artillera republicana sobre las cotas 347, 328 y 323 a las que siguieron nuevos
ataques, consiguiendo finalmente ocuparlas.
Ordenada
la intervención de la 2ª Bandera de la Legión, de la División 53, con la orden
de recuperarlas, su marcha de aproximación resultó obstaculizada por la acción
de la artillería y aviación de caza enemiga ametrallando a baja cota.
La
llegada de estos refuerzos permitió recuperar nuevamente dichas posiciones a pesar
de la presencia de carros enemigos. El Alférez legionario Gonzalo Armendáriz
Gurrea, provisto de bombas de mano, los atacó directamente, consiguiendo
inutilizar a uno de ellos y poner en fuga al resto, antes de caer muerto. Fue
recompensado, -a título póstumo-, con la Medalla Militar Individual.
En
el sector N. del arco de la cabeza de puente, desde las 10:00 h. después de la
preparación artillera se produjeron fuertes y repetidos ataques contra las posiciones
nacionales de la carretera a Puigcerdá, pueblo de Asentiu y Torre de la Serra,
siendo todos ellos rechazados por el fuego de las armas automáticas y la
artillería nacional, la cual funcionó de forma muy eficaz, creando
infranqueables barreras de fuego.
Durante
todo el día se sucedieron bombardeos e intensos ataques en todos los sectores
con el mismo resultado de los precedentes. En el de Asentiu, durante la tarde,
se registraron hasta siete ataques consecutivos, los cuales fueron repelidos.
En uno de ellos, los atacantes fueron sorprendidos por la inesperada salida de
los defensores de sus trincheras, los cuales, provistos de bombas de mano, les
ocasionaron muchas bajas.
Cerca
de las 23:00 h. en un nuevo intento contra las posiciones entre las carreteras
de Camarasa y Puigcerdá, consiguieron cortar las alambradas e infiltrarse en
las trincheras nacionales, no tardando en ser expulsados con elevadas pérdidas
y capturando prisioneros.
Después
de otra jornada de intensos combates, el dispositivo nacional de la cabeza de
puente seguía aguantando sin fisuras la embestida de fuerzas más numerosas.
En
cuanto a la actividad aérea gubernamental, según el parte del E.M. del Aire:
A las 09:10 h. 12 aparatos I-16 “Mosca” y nueve cazas I-15 “Chato” efectuaron un reconocimiento por el sector de Balaguer. Muy probablemente serían los aviones que, con su ametrallamiento a baja cota, dificultaron el avance de la 2ª Bandera de la Legión camino de la 347.
A las 10:40 h. seis bimotores Tupolev SB “Katiuska” bombardean el sector N. de Balaguer.
A las 15:00 h. 9 “Natacha”, de la 2ª Ella. del Grupo 30, salidos de La Garriga, acompañados por 20 cazas I-15 “Chato” I-15, desde 3.000 mts., bombardean posiciones de Asentiu y La Rápita con 3.670 kg. de bombas. Uno de los “Natacha”, el N° 2501, resultó alcanzado por las baterías antiaéreas, muriendo el ametrallador-bombardero.
A
las 16:00 h. 4 cazas I-15 “Chato” evolucionan por el N. de Balaguer.
A
las 18:00 h. 36 aviones de caza sobrevuelan las líneas desde Lérida a Balaguer.
Por
el bando nacional, según el “Parte de Campaña” de la 1ª Brigada del Aire,
fechado en Daroca (Zaragoza), sin indicar hora, consta un servicio de
bombardeo, al N. de la cabeza de puente, a cargo de un número indeterminado de trimotores
S.79 del 4-G-28. Después de reconocer el objetivo señalado se bombardea este en
una pasada, en una extensión de 3’5 km. Se recibe fuego de AA del 7’5 y, con
gran intensidad, de ametralladora de 20 mm.
A las 15:50 h. cinco trimotores Savoia S-79 del XXX Grupo, (uno de la Escuadrilla 281 y cuatro de la 285), bombardearon con 60 bombas de 50 kg concentraciones de tropas enemigas en Vall-llebrera, al N. de Cubells.
A las 17:00 h. cinco bimotores Fiat BR.20 de la 230 Escuadrilla del XXXV Grupo, basados en Tudela (Navarra), bajo el mando del Coronel Giulio del Lupo, efectuaron un servicio de bombardeo sobre concentraciones enemigas al S.E. de Cubells, arrojando 50 bombas de 100 kg. y siendo objeto de una violenta reacción antiaérea.
Contaron
con la protección de 25 Fiat CR.32 del XVI Grupo despegados de Mas de las
Matas, (Teruel), Escuadrillas: 24 (nueve aparatos), 25 (ocho aparatos) y 26
(ocho aparatos).
Fueron
avistadas formaciones de aviones enemigos en la lejanía, dentro de sus propias
líneas.
Una
vez cambiada la hélice averiada, por otra remitida, desde Puig Moreno, con un
motorista, el Fiat CR.32 del Sargento Buvoli, de la 19 Escuadrilla del XXIII Grupo,
despegó sin problemas del aeródromo de Balaguer, regresando a su base.
En
el Diario de la misma escuadrilla se considera al Brigada Boschelli, no
regresado la víspera, como apresado, según lo anunciado por la radio enemiga.
Miércoles,
25 de mayo de 1938
La
presión se afloja
Durante
la noche se registró un continuo bombardeo en las proximidades de Balaguer. La
mayor parte de proyectiles cayeron en el rio y cercanías intuyéndose que el
objetivo sería los puentes provisionales, habiendo resultado destruidos unos 10
mts. de la pasarela, la cual fue reparada en menos de una hora.
El
Ejército Popular, para reponerse del cansancio y desgaste acumulado después de
tres días de intensos ataques, efectuó una pausa, la cual tampoco vino mal a
los nacionales aprovechando para rehacer sus maltrechas defensas y relevar a
los batallones más castigados de la División 54 por otros de la 53.
También
en el cielo hubo bastante calma. Según el parte de la 7ª Sección de
Antiaeronáutica, del E.M. del Aire, a las 06,05 h. 36 cazas republicanos
sobrevolaron el frente del Segre sin encontrar ninguna oposición.
Camilo
Cava anotaría en su Diario el paso de los aviones, –en número de 35–, sobre las
inmediaciones de Balaguer, si bien los consideraría nacionales. Muy
probablemente se trataría del traslado de las escuadrillas a las que se refiere
Sergei Abrosov en su libro “En el cielo de España 1936-1939”: Cuatro
escuadrillas I-15 y dos I-16 de los aeródromos de Bellpuig, Anglesola y Cervera
se han trasladado a Reus, Vendrell y San Pedro (Sabanell), para revisión de parte
del material.
Las
de I-16 “Mosca”, del Grupo 21, basadas en Bellpuig, llegaron a los aeródromos
de Vendrell (1ª Escuadrilla) y Reus (4ª Escuadrilla) entre las 06:45 y 07:45 h.
lo cual, a pesar de la hora de diferencia entre ambas zonas, cabe dentro de la
lógica.
Las
cuatro de I-15 “Chato”, del Grupo 26, despegaron de Anglesola (1ª y 2ª) y Cervera
(3ª y 4ª).
A
las 09:00 h. otros 21 cazas gubernamentales patrullaron, sin novedad, sobre la
cabeza de puente de Balaguer.
Por
parte nacional, nuevamente los aparatos italianos fueron los únicos que se
dejaron ver por la zona. Primero, dos Fiat CR.32 de la 26 Escuadrilla del XVI Grupo,
salidos del campo de Mas de las Matas, durante la mañana, efectuaron un vuelo
de reconocimiento de líneas, sobre la zona Lérida-Balaguer. Por la tarde, 23
cazas Fiat CR.32 del XXIII Grupo, despegan desde Puig Moreno a las 14:45 h.
para efectuar un crucero de vigilancia sobre los sectores de Balaguer y Tremp,
regresando sin novedad a las 17:10 h.
Finalmente,
el Capitán Calono, de la 20 Escuadrilla del Grupo XXIII desde las 17:40 a las 19:00
h. efectuó un vuelo de reconocimiento sobre la zona:
Sariñena-FragaLérida-Balaguer.
Jueves,
26 de mayo de 1938
Ataques
desesperados en todos los Frentes
Durante
la mañana reinó la calma, pero, a partir del mediodía, la artillería republicana
rompió el fuego bombardeando intensamente sobre todos los sectores,
observatorios y puestos de mando, llegando algunos disparos a impactar en el
casco urbano de Balaguer.
El mando republicano había dispuesto que, por fuerzas de la 27 División, después de romper el frente al N. de la cabeza de puente, debían avanzar en dirección S. hacia las cotas 306 y 243 próximas a Sant Jordi de Mollé, con el fin de enlazar con las de la 72 División después de progresar, desde Bellmunt, por la cadena de cotas. Por su parte la 60 División, debía romper el frente ocupando las cotas 292-296-292 al N. de Asentiu, desbordando el pueblo por el O. con el fin de ocuparlo. En el sector S. de la cabeza de puente, las divisiones de la Agrupación Autónoma del Ebro, -que hasta entonces habían permanecido en reserva-, tras romper el frente en Vallfogona, tenían que avanzar hacia la Rápita, enlazando con las Divisiones 27 y 72.
En
resumen: un planteamiento ambicioso que, tras los fracasos de jornadas anteriores,
había que ejecutarlo con energía y abundancia de medios.
A las 15:30 h. se lanzaron nutridas masas de infantería, apoyadas por una docena de carros, contra las posiciones de la cota 347 y avanzadillas. En un principio fueron rechazados, pero luego, los defensores de estas últimas tuvieron que replegarse hacia la 347. Las muchas bajas sufridas obligaron a reforzarla, siendo recuperadas finalmente m ,las avanzadillas tras enérgicos contrataques. Durante la tarde se repitieron los ataques contra las mismas y la cota 328, con niveles de gran intensidad, siendo todos ellos rechazados.
En
el sector N., desde las 15:00 hasta las 20:00 h., también se registraron fuertes
bombardeos y ataques apoyados por carros, contra las cotas 220 hasta la 292 al
N. de Asentiu y Torre de la Serra. Todos los intentos fueron rechazados.
A
las 20:00 h. tuvo lugar un nuevo e intenso ataque contra las posiciones de Torre
Calaucella y ermita del Pedrís, las cuales resistieron nuevamente los embates
enemigos.
A
las 21:00 h. de produjo la última embestida del día, entre el pueblo de Vallfogona
y el rio Segre, consiguiendo cruzar la acequia que marcaba la divisoria entre
ambos bandos, antes de ser rechazada.
La
acción de la artillería republicana alcanzó un alto grado de efectividad e intensidad,
resultando neutralizados observatorios y puestos de mando, deshaciendo muchos
refugios, así como también cortando todas las redes de comunicaciones, a pesar
de lo cual no pudieron alcanzarse ninguno de los objetivos fijados. Por parte
del bando nacional, la gran dureza de la jornada quedó reflejada en las
nutridas relaciones de material destruido, la gran cantidad de bajas sufridas,
así como también las largas listas de personal distinguido.
En
el aire, la aviación nacional no actuó, sobre este sector, en toda la jornada,
dirigiendo su actividad hacia los teatros de Sort, Tremp e Isona. En cambio, la
gubernamental, se mostró bastante activa. Según el parte del E.M. del Aire de
Salamanca del día siguiente:
A las 16:00 h., 10 bimotores “Katiuska”, de la 3ª Escuadrilla del Grupo 24, acompañados de cazas, bombardearon La Rápita y entre Asentiu y Balaguer. Muy posiblemente la escolta de cazas estaría formada por siete aviones I-16 “Mosca” de la 4ª Escuadrilla, despegados de Reus a las 15:50 h. y ocho I-16 “Mosca” de la 1ª Escuadrilla, salidos de Vendrell a las 15:45 h., ambas del Grupo 21. A las 16:30 h. seis bimotores “Katiuska”, acompañados por un número indeterminado de cazas, arrojaron panfletos de propaganda sobre la zona de la cabeza de puente.
Posiblemente
se trataría de los siete aparatos de la 1ª Escuadrilla del grupo 24, que
aterrizaron en Reus a las 17:45 h. (Hora nacional 16:45 h. [24]).
A
las 17:00 h. seis bimotores “Katiuska” bombardearon la zona S. de la cabeza de puente
y 25 cazas entre I-15 e I-16 ametrallaron las posiciones nacionales de la
misma.
A
las 18:50 h. seis bimotores “Katiuska”, acompañados de 8 cazas, bombardearon la
zona S. de la cabeza de puente. A la misma hora se divisaron 20 cazas
sobrevolando el frente de batalla.
En
telegrama del Jefe de las Fuerzas Aéreas gubernamentales al Jefe del Grupo 72,
le informaba[25]:
El día 26 (… ) por la tarde, durante una hora, se efectuaron seis bombardeos en
la zona E. de Balaguer y en una batería antiaérea al W. del rio Segre en
aquella misma zona. Una hora después se volvió a bombardear toda esta misma
zona. La caza, además de los servicios de protección a los de bombardeo efectuó
otro de protección a las tropas de tierra y ametrallamiento de trincheras y
concentraciones.
Por
su parte Sergei Abrosov en su libro “En el cielo de España” (página 233),
escribe: Por la mañana 7 SB, con protección de 15 I-16 han bombardeado al
enemigo, 4 SB han sido dañados por la artillería de tierra. Los daños más
importantes fueron en el avión de Nikolai Serebryakov.
Viernes,
27 de mayo de 1938
La
cabeza de puente sigue aguantando la presión
En
esta jornada, a causa de las malas condiciones meteorológicas, ninguna de las
dos aviaciones dio muchas señales de actividad sobre la cabeza de puente, salvo
un vuelo de reconocimiento efectuado por un S.79 de la 281 Escuadrilla del XXX Grupo
tripulado por el Comandante Ettore Muti y el Capitán Dagasso, despegando de
Zaragoza a las 10:45 h., sobrevolando Balaguer a las 11:15 h. desde 4.600 mts.,
encontrando la zona cubierta 10/10. Aterrizaron en Zaragoza a las 11:55 h.
Durante
la noche se produjo un nuevo ataque republicano sobre el sector N. de la cabeza
de puente, consiguiendo apoderarse de una posición avanzada defendida por 14
hombres, y situada entre las carreteras de Camarasa y Puigcerdá. Se intentó
recuperarla, sin conseguirlo. Ya de día, tras un violento asalto con bombas de
mano, fue reconquistada, causando al enemigo 176 muertos.
A las 08:00 h. en el mismo sector, la posición avanzada de casa París, fue atacada por fuerzas gubernamentales muy superiores, defendiéndose su guarnición con tenacidad y en ocasiones cuerpo a cuerpo. Esta situación de prolongó hasta las 13:00 h. en que ante las elevadas bajas sufridas, -entre ellas casi la totalidad de los oficiales-, y la imposibilidad del envío de refuerzos y municiones durante el día, al estar muy batida la ruta de acceso, se ordenó el repliegue hacia posición más segura.
En el sector de la cadena de cotas, se reprodujeron los mismos e infructuosos ataques de días anteriores contra las posiciones 347 y 328. Las posiciones nacionales, desde la carretera de Bellcaire hasta Vallfogona, fueron sometidas a un intenso cañoneo, el cual, con algunas pausas, duró casi toda la jornada. A las 18:00 h. se registró un nuevo ataque, apoyado por carros, contra las posiciones de la ermita de El Pedrís y carretera de Bellcaire, llegando hasta las alambradas, pero siendo rechazados enérgicamente. Dos horas más tarde, un nuevo intento por la zona de las eras, al E. de Vallfogona, fue también repelido. La jornada finalizó con un último e inútil intento, sobre la posición de la ermita al E. de Asentiu.
Sábado,
28 de mayo de 1938
El
ejército popular arroja la toalla
A pesar del cotidiano bombardeo artillero sobre las posiciones nacionales, y de nuevos y estériles ataques sobre las cotas 347 y 328, el Ejército Popular ya no presionó con la intensidad y convicción de días anteriores. A las 22:00 h. se lanzó una última operación contra las posiciones al E. de Vallfogona, pasando luego al sector comprendido entre las vías férreas y el rio Segre, con idéntico resultado.
Después
de seis días de intensos, como infructuosos, combates, el mando de Ejército del
Este decidió dar por concluida la ofensiva. Para dulcificar su fracaso, en la
Orden de operaciones N° 8 de la División 72[26],
se repetían los mismos argumentos expuestos la víspera en la Directiva N° 5 del
E.M. Central: Conseguido uno de los objetivos propuestos en las operaciones al
atraer importantes reservas del enemigo y no conviniendo al mando un desgaste
excesivo de las unidades, se ha dispuesto que el Ejército del Este pase
provisionalmente a una defensa activa sobre las posiciones últimamente
conquistadas.
En
realidad, se habían aguantado todas las embestidas con las unidades de la
División 54 y algunas de la 53, sin necesidad de ningún traslado, desde otros frentes,
de “importantes reservas”.
Ninguna
de las aviaciones hizo acto de presencia sobre la cabeza de puente. Las
unidades de bombardeo trasladaron su actividad, más al N., en las inmediaciones
de Artesa de Segre, cabeza de puente de Tremp, y sector de Sort-Llavorsí. El
XVI Grupo “La Cucaracha” se trasladó desde el aeródromo de Mas de las Matas
(Teruel) al de Caspe (Zaragoza).
Si
bien el día 25, según Sergei Abrasov en el libro mencionado, las cuatro escuadrillas
de I-15 del Grupo 26, y dos de I-16 (1ª y 4ª del Grupo 21) volaron a los
aeródromos de Reus, Vendrell y Sabanell (San Pedro), “para revisión de material”,
una vez efectuada la misma, –al día siguiente–, regresarían a sus bases, pues
en el Diario de Operaciones de la Escuadra de Caza N° 11, fechada en Cervera el
28 de mayo de 1938, figura la anotación del traslado de los aparatos y
escuadrillas siguientes:
CERVERA.
20:00 h. Salida con destino al aeródromo de Monjos de 12 aparatos I-15 “Chato”
de la 3ª Escuadrilla y nueve I-15 de la 4ª Escuadrilla, ambas del Grupo 26.
Llegada a Monjos a las 20:20 h.
ANGLESOLA.
20:12 h. Salida con destino a Sabanell de 11 aparatos I-15 “Chato” de la 1ª
Escuadrilla y 10, I-15 de la 2ª Escuadrilla y el I-15 CA-064 de P.M. (Plana Mayor),
todos del Grupo 26. Llegada a Sabanell a las 20:40 h.
BELLPUIG.
20:30 h. Salida con destino a Vendrell de 10 aviones I-16 “Mosca”de la 1ª
Escuadrilla del Grupo 21, y nueve I-16 “Mosca” de la 4ª Escuadrilla del Grupo
21 con destino a Reus, llegando, esta última, a las 21:30 h.
Domingo
29 de mayo de 1938
Nueva
tanda de bombardeos de la Aviazione Legionaria
A
pesar de la Directiva anterior, a las 02:00 h. de la madrugada se produjo un
último e infructuoso ataque terrestre republicano en el sector de Vallfogona,
entre las vías férreas y el río Segre.
Informado,
o intuyendo, el mando nacional del cese de operaciones, se ordenaron, al 111
Stormo B.V. una nueva tanda de bombardeos sobre los lugares de repliegue y
concentración de tropas, en la inmediata retaguardia enemiga, concretamente
sobre las posiciones de la carretera Balaguer-Bellcaire, las cotas 368-378 al
O. de Bellmunt, y concentraciones enemigas en Liñola, Penellas y Mongay. En
total cinco servicios de bombardeo implicando a 25 trimotores Savoia S-79.
El
primer servicio, formado por 10 aviones S.79, –de las Escuadrilla 280, 281, 285
y 289– despegó del aeródromo de Valenzuela (Zaragoza) a las 8:10 h. bajo el
mando del Coronel Aleardo Martire. En dos formaciones en cuña, de cinco
aparatos cada una, la primera de ellas tenía como objetivo las concentraciones
enemigas situadas al S.O. del km. 8 de la carretera Balaguer-Bellcaire, y la
segunda las posiciones de la cota 368 al O. de Bellmunt. La carga de bombas era
de 12 de 50 kg. por aparato, en total 3.000 kg., efectuándose el lanzamiento a
las 9:00 h. desde 4.850 mts. de altitud sobre el terreno, siendo objeto de una
muy violenta reacción antiaérea, de resultas de la cual, los aparatos 28-11,
–el del jefe de la formación–, y 28-27 fueron alcanzados por esquirlas de
metralla en planos y fuselaje. Regresaron todos los aviones a su base a las 10:00
h.
El
segundo servicio, formado por 15 aparatos S.79, –de las mismas escuadrillas
como en el anterior–, y también mandados por el Coronel Aleardo Martire, tenía
como objetivo el bombardeo de concentraciones en Liñola, Penellas y Mongay. Asimismo,
la carga de bombas era de 12 de 50 kg. por aparato. En total 3.000 kg. por
objetivo.
A
las 10:40 h. despegaron de Zaragoza en columna de patrullas de cinco aviones
cada una. La primera compuesta por cuatro aparatos de la Escuadrilla 285 y uno
de la 289. La segunda de cuatro de la 280 Escuadrilla y uno de la 289, y la
tercera íntegramente de la Escuadrilla 281. Al llegar sobre los objetivos cada
patrulla se dirigió al asignado, –salvo la tercera, cuyo objetivo, Mongay, se
encontraba cubierto de nubes bajas, dirigiéndose al secundario al O. de
Bellmunt–, efectuándose el bombardeo a las 11:45 h. desde 5.000 m.
También
se registró una violenta reacción antiaérea. En el informe de la misión consta
que tres cazas enemigos intentaron perseguirles. Todos los aparatos aterrizaron
de regreso en Zaragoza a las 12:40 h.
Por
la tarde, 24 Fiat CR.32 efectuaron dos servicios de vigilancia y protección sobre
los frentes de Balaguer y Tremp. El primero a cargo del XXIII Grupo, desde las
16:10 h. a las 18:25 h. sobre la ruta Sort, Tremp, Balaguer, Lérida.
El
segundo por el VI Grupo, desde las 17:05 h. hasta 19:30 h. sobre el sector de
Balaguer.
Lunes
30 de mayo de 1938
El
final de los combates
Las
operaciones terrestres habían cesado por completo, quedando la actividad reducida
en esporádico cañoneo y tiroteo. En cambio, en el aire, según el parte del E.M.
del Aire, 35 aparatos Heinkel He-111 de la Legión Cóndor bombardearon concentraciones
enemigas en el nudo de comunicaciones de Artesa de Segre, al NE. de la cabeza
de puente.
Si
bien en el mismo comunicado se informa, globalmente, que un total de 76 aviones
Fiat CR-32, de la Aviazione Legionaria, efectuaron tres cruceros de vigilancia
y protección, en la zona del C.E. de Aragón, una parte de ellos, perteneciente
al XXIII Grupo, despegaron a las 12:45 h. desde Puig Moreno para efectuar un servicio
de reconocimiento sobre la cabeza de puente de Balaguer, regresando, sin
novedad a su base a las 14:55 h.
A
las 17:14 h. de la tarde, se registró una última acción de bombardeo sobre
concentraciones y baterías al E. de Bellmunt, a cargo de cinco aviones Savoia
S.79 del 111 Stormo, de la Aviazione Legionaria, mandados por el Capitán
Giovanni Padua, (cuatro de la Escuadrilla 280 y uno de la 281), los cuales
arrojaron 60 bombas de 50 kg. (3.000 kg. en total), recibiendo fuego de los
antiaéreos. Aterrizaron de regreso en Zaragoza, a las 18:30 h.
Martes
31 de mayo de 1938
Gestiones
por los prisioneros
Después
del combate del día 23, se iniciaron gestiones para el canje de los pilotos
italianos apresados. Desde la Embajada de Italia se envió el escrito que se transcribe
a continuación[27]:
La
R. Embajada de Italia saluda al Marqués de Rialp al mismo tiempo en H.E. y
tiene el honor de informarle que el 23 de mayo, los pilotos de los legionarios
fueron derribados en combate: – Teniente piloto Baruffi Pericle (cubierta de
Pericles Borriero) - Teniente piloto Caracciolo Alfonso (portada de Alfonso
Canova) - Mariscal piloto Boschelli Plácido (Portada Placido Bosco). En el
comunicado rojo oficial del mismo día parece que han sido tomados prisioneros.
La R. Embajada de Italia permite al Marqués de Rialp incluir los nombres de
estos pilotos en la lista que se está intercambiando actualmente. La Embajada
Real de Italia ya agradece mucho y espera un amable guiño de seguridad sobre el
asunto. San Sebastián 31 de mayo de 1938-XVI.
Resulta evidente que, transcurrida una semana, al redactar el escrito anterior, todavía se ignoraba que el Brigada Plácido Boschelli había resultado muerto al caer su aparato en las inmediaciones de Vallverd de Urgel.
El
balance final
Los
resultados obtenidos por el XVIII C.E., después de siete días de duros
combates, fueron muy pobres. La conquista de la pequeña posición sobre la presa
de San Lorenzo; de las cotas 361, 338 y 330, en la cadena entre Bellmunt y La
Rápita, y la posición de la casa París, no representaron ningún grave problema
para la solidez del sistema defensivo nacional, el cual aguantó todas las embestidas
enemigas.
El
precio, en vidas humanas, pagado por el bando republicano, para tan pobres
resultados, a causa de la falta de documentación, no es posible conocerlo ni de
forma aproximada, pero las bajas, forzosamente, tenían que ser mucho más
elevadas en un ejército que ataca y tiene que moverse fuera de sus posiciones, que,
en los defensores, protegidos tras sus parapetos y refugios.
Por
lo que respecta al bando nacional sí que pueden conocerse con exactitud. En una
semana de violentos combates, entre muertos y heridos, se registraron 1.546
bajas[28].
El
Ejército Popular dispuso de unas grandes unidades al completo de sus efectivos,
–siete divisiones gubernamentales, frente a dos–, dotadas de moderno armamento,
aunque su grado de preparación era muy deficiente, con mucho personal de los
reemplazos de 1927, 1928 y 1941 incorporados un mes antes, entre ellos la
llamada “Quinta del biberón” formada por jóvenes de 17 y 18 años. Enfrente se
encontraron con unidades más reducidas, pero muy bien preparadas y con la
experiencia de bastantes meses de campaña, un detalle que los estrategas del
E.M. Central y del Ejército del Este, no evaluaron correctamente.
El
análisis del fracaso
Nada
más terminada la ofensiva, el jefe del XVIII Cuerpo de Ejército, el Mayor de
milicias José del Barrio Navarro, con fecha 30 de mayo de 1938, redactó un duro
y extenso informe[29]
analizando las causas del fracaso, he aquí algunos fragmentos interesantes:
Todas
las unidades, tanto de combate como de servicios estaban constituidas con un
50% de reclutas de reciente incorporación.
La
mayoría de los mandos habían obtenido su ascenso unos días antes de las
operaciones y a pesar de los numerosos ascensos concedidos faltaban mandos
medios, especialmente en la 60 División.
La
oficialidad nueva, improvisada en pocos días para la nueva función, sin haber
tenido tiempo de hacerlos pasar por un cursillo de capacitación no era aun
suficientemente apta para instruir en forma adecuada a los nuevos reclutas.
El
armamento no fue entregado hasta unos días antes de la operación (…) Las armas
automáticas entregadas sin tablas de tiro, requieren un estudio o una práctica
para su empleo eficiente.
Han
sido empleadas sin conocerlas perfectamente (…).
La
carencia de vestuario y correajes daban triste aspecto a las unidades y las hacía
más deficientes al tener que llevar la munición en sacos, pañuelos, etc. (…).
Se
ha carecido del material sanitario suficiente por lo que muchas evacuaciones
debieron realizarse a brazo y en camión, con los consiguientes retrasos (…).
Las
transmisiones, por el retraso con que se les entregó el material, no empezaron
a funcionar a la hora fijada; toda la red telefónica debió tenderse sobre un
solo circuito por falta de hilo (…)
La
red de radio, incorporada con horas de anticipación sobre la señalada para su
funcionamiento, no ha sido apenas utilizada por las unidades por no disponer de
tablas de cifrado (…).
Las
operaciones no tuvieron éxito por el fracaso inicial de la infiltración
nocturna a la margen derecha del Segre (…).
El
batallón de pontoneros, aunque las circunstancias imposibilitaron su empleo,
debe consignarse que no estableció a tiempo contacto con este mando, y que
conseguido el mismo, mediante mi gestión, nos encontramos con una fuerza que no
sabía emplear el material de puentes, por habérselo entregado el día antes (…).
Las
unidades de infantería han combatido en general con bravura, pero no han sabido
combatir. A los mandos de Brigada y Batallón, y asimismo a los mandos
inferiores, les ha faltado iniciativa en el transcurso de los combates (…).
Especialmente
el servicio de Información ha sido deficientísimo, limitándose en realidad a la
información por la vista y con escasos medios. No ha habido evadidos ni
prisioneros en el período preparatorio.
A
la vista de dicho informe se comprende el fracaso de la operación, pero surge
un interrogante: antes del inicio de la ofensiva, ¿ningún alto mando del
Ejército Popular era consciente de la juventud, bisoñez y escasa preparación de
buena parte de sus tropas, las cuales enviarían a enfrentarse a otras mucho más
experimentadas y veteranas?
Fuente:
https://publicaciones.defensa.gob.es//Revista de Historia Aeronáutica. Año
2016. Nº 34
[1] Archivo General
Militar de Ávila. Orden de Operaciones nº 19. ZN.CEA. A.19, L.20, Cp.21, D.1.
[2]
Porque la acequia en su desagüe al rio lo efectuaba tras precipitarse por siete
pequeñas cascadas o saltos. En la actualidad en dicho lugar se encuentra una
central hidroeléctrica.
[3] Actualmente
“Bellcaire d’Urgell”
[4] AGM Ávila. C.581,
L.16. Instrucción Reservada nº 1 del Ejército del Este de 07.05.1938.
[5] AGM Ávila. Div.72,
C.952, Cp.12, D.1/9.
[6] Actualmente: Linyola.
[7] Archivo Histórico
Ejército del Aire. Villaviciosa de Odón. Partes E.M. del Aire AGM Ávila. D.N.
Partes de Novedades y Diarios de Operaciones Div. 53 y 54.
[8] Según datos
recopilados por el autor. Por su parte Sergei Abrosov en su libro “En el cielo
de España 1936-1939” (Moscú 2003), menciona 258 aviones-salidas, de ellos 50 SB
y 18 RZ
[9] La casa en donde
residía el autor del diario estaba a escasos metros de la orilla derecha del
rio.
[10] Artemio Mortera
Pérez. “Los medios blindados en la G.C. Española. Teatro de Operaciones de
Aragón, Cataluña y Levante”. AF Editores, 2011. 2ª parte, pág. 52.
[11] AGM Ávila. Z.R.
Arm.23, L.1288, carpeta 5
[12] Actualmente: Montga
[13] Ufficio Storico Stato
Maggiore Aeronautica Militare. Roma. O.M.S. Diario Storico del 23 Gruppo “Asso
di Bastoni”.
[14] El aeródromo de
Balaguer, si bien en territorio nacional, se encontraba a menos de 3 km. de las
líneas republicanas, y por lo tanto bajo las vistas y el alcance de sus armas.
A pesar de ello el aparato averiado del sargento Buvoli, aterrizó en el mismo,
pudiendo despegar al día siguiente, regresando a su base, una vez reparado.
[15] Actualmente: Vallverd
d’Urgell.
[16] Revista AEROPLANO nº
12. 1994.
[17] Denominación dada por
el bando nacional a los Tupolev SB “Katiuska” por su similitud con el
bombardero americano Martin B-10.
[18] GM Ávila, C.1112,
Cp.11, Doc.1. (Las numeraciones de los aviones ha sido posible averiguarlas
después de la reconstrucción de las salidas y regresos de aparatos del aeródromo
de Valls.)
[19] Datos facilitados por
el investigador italiano Alfredo Logoluso, especializado en el estudio de la
aviación soviética en la guerra de España, a través del investigador Ángelo
Emiliani.
[20] La Vanguardia
25.05.1938. Página 1, y “Partes oficiales de guerra 1936-1939” Tomo II. Página
532. Servicio Histórico Militar. Madrid. 1978.
[21] AGM Ávila, Z.R. A.
93, L.1289, Cp. 2.
[22] Editorial San Martín.
Madrid, 1974. Págs. 144-145.
[23] Societá Storica
Pinerolesi. Pinerolo (TO) 1989. Italia.
[24] Hora de la España
nacional
[25] AGM Ávila, Z.R. A.
93, L.1289, Cp. 2
[26] AGM Ávila, Z.R.
Div.72, caja 952, carpeta 12
[27] AGHA Villaviciosa de
Odón. Expte.194.
[28] AGM Ávila. D.N.
Partes de guerra de las Div. 53 y 54, y Relaciones de asistidos en los Puestos
de Socorro de las Div. 53 y 54.
[29] AGM Ávila, C. 821, Cp.
8,D.3/17.