6 de octubre de 2023

80 AÑOS DESDE PEARL HARBOR: ASÍ FUE EL ATAQUE QUE CAMBIÓ LA HISTORIA PARA SIEMPRE

 

 

En medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos, Japón lanzó un ataque sorpresa contra Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 -descrito posteriormente como una "fecha que vivirá en la infamia". Gran parte de la flota naval estadounidense resultó dañada o destruida y murieron unos 2.400 estadounidenses.


Con la certeza de una guerra inevitable con los Estados Unidos, Japón lanzó un ataque preventivo que conmocionó a los estadounidenses y llevó a la nación a entrar en la Segunda Guerra Mundial.

 

Por Erin Blakemore

 

Masao Asada acababa de terminar de repartir comida en los alrededores de Pearl Harbor, Oahu, cuando oyó unas enormes explosiones. Pensó que no se trataba de nada anómalo: estaba acostumbrado a oír el ruido de las actividades de dragado en la laguna del Océano Pacífico. Pero las explosiones continuaban.

 

Asada se subió a su camioneta y se dirigió al muelle utilizado por la Marina y el Ejército de los Estados Unidos. En el camino, el conductor de otro coche le llamó la atención. "¡Fuera de aquí!", gritó el hombre, según recordó Asada en un testimonio que realizó años después. "¡Esto no es un entrenamiento! Es la guerra". Fue entonces cuando Asada miró al cielo y vio aviones de guerra japoneses sobrevolando.

 

El propietario de la tienda de comestibles fue uno de los miles de testigos presenciales del ataque sorpresa de Japón a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, un acto de guerra que, aunque sólo duró 90 minutos, cambió irrevocablemente el curso de la historia mundial.

 

Los preparativos para el ataque a Pearl Harbor



 

Las tensiones entre Japón y los Estados Unidos se mantuvieron a lo largo de los primeros años del siglo XX y llegaron a un punto álgido en la década de 1930, cuando Japón intentó conquistar China, atacando incluso a la población civil. En 1937, China y Japón entraron en guerra. En 1940, los Estados Unidos consideraba la expansión japonesa en China lo suficientemente amenazante para sus intereses como para empezar a proporcionar ayuda militar a China y comenzar a sancionar a Japón. Después de que Japón firmara pactos de defensa mutua con la Alemania nazi, Italia y la Unión Soviética en 1940 y 1941, los Estados Unidos congeló los activos japoneses y prohibió todas las exportaciones a Japón.

 

Mientras tanto, la Alemania nazi seguía conquistando gran parte de Europa. Aunque los Estados Unidos era oficialmente neutral en ambos conflictos, su postura se vio cada vez más cuestionada por las guerras de Japón y de la Alemania nazi.

 

La neutralidad era la cuestión pública más conflictiva de su época, y la mayoría del público estadounidense, que recordaba las pérdidas de la Primera Guerra Mundial y aún se estaba recuperando de los efectos de la Gran Depresión, se oponía a entrar en cualquier guerra en el extranjero. Sin embargo, muchos estadounidenses querían que la nación ayudara a sus aliados asediados. El presidente Franklin D. Roosevelt lo consiguió a través del Programa de Préstamo y Arriendo, que proporcionó a aliados como Gran Bretaña y China armas y equipo militar.

 

Pero a medida que Japón continuaba su guerra con China, el conflicto con los Estados Unidos se hizo casi inevitable, lo que llevó a los líderes japoneses a evaluar sus opciones. La Armada estadounidense era formidable, y Japón no tenía los recursos necesarios para eliminar la amenaza estadounidense en sus ambiciones imperiales. Pero tenían un as en la manga: la sorpresa. El Almirante Yamamoto Isoroku convenció a los militares japoneses de que, en lugar de declarar la guerra a los Estados Unidos, debían enfrentarse a ellos en el Pacífico, causando el mayor daño posible a la Flota del Pacífico.

 

Los barcos de la armada estadounidense se agrupan en lo que había comenzado como una tranquila mañana de domingo en Pearl Harbor, Hawái. Un fotógrafo japonés tomó esta fotografía cerca del comienzo del ataque sorpresa.

 

Planificación del ataque

 

Mientras las fuerzas estadounidenses continentales se movilizaban en caso de un ataque sorpresa, argumentaba Yamamoto, Japón podía apoderarse de las islas estratégicas del Pacífico. Japón estaba desesperado por conseguir suministros, y las islas que se encontraban entre Japón y el territorio estadounidense más lejano en Hawái podrían proporcionar el tan necesario petróleo y caucho.

 

Yamamoto pasó meses planeando pacientemente la operación con el Capitán naval Minoru Genda y otros. En diciembre de 1941, el monarca de Japón, Hirohito, finalmente cedió a meses de presión de los militares y autorizó la guerra.

 

A pesar de las evidencias de que Japón estaba acumulando fuerzas aéreas, el ataque pilló a los Estados Unidos por sorpresa. El 6 de diciembre de 1941, los oficiales de inteligencia del ejército incluso interceptaron un mensaje que indicaba que la guerra era inminente. Pero los militares no tenían ni idea de que Pearl Harbor era el objetivo. Cuando el mensaje estaba en camino a una oficina de telégrafos en Honolulu, el ataque ya había comenzado.

 

Qué ocurrió el 7 de diciembre

 

El primer disparo del ataque a Pearl Harbor fue efectuado antes del amanecer por el U.S.S. Ward, un destructor estadounidense que había sido alertado de un avistamiento de periscopio de un submarino a primera hora de la mañana cerca de la entrada del puerto. El Ward hundió el submarino. Pero como las fuerzas americanas no esperaban un asalto aéreo, no hubo alarma general. A las 7:48 de la mañana, hora de Hawái, la primera oleada de japoneses comenzó a volar sobre Pearl Harbor. Sus objetivos eran la isla Ford, controlada por la Marina, y siete acorazados cercanos situados en lo que se conocía como "Battleship Row".

 

En pocos minutos, gran parte de la flota estadounidense había sido dañada o destruida. En el transcurso de dos oleadas, un total de 353 aviones japoneses y 28 submarinos destruyeron irremediablemente dos acorazados, el Oklahoma y el Arizona, y dañaron todos los demás y varias otras embarcaciones de la flota. Los japoneses también atacaron los campos de aviación cercanos.

 

Aunque les pilló por sorpresa, los estadounidenses contraatacaron. Utilizaron cañones antiaéreos e incluso hicieron despegar algunos aviones; en total, 29 aviones japoneses fueron derribados durante el ataque.

 

El balance de Pearl Harbor


Finalmente, murieron casi 2.400 estadounidenses. Casi la mitad de esas muertes tuvieron lugar en el Arizona, que recibió un impacto directo en su casco. Treinta y ocho parejas de hermanos, incluyendo varias parejas de tres hermanos, sirvieron en el barco, y sólo una de esas parejas sobrevivió.

 

Algunos civiles murieron por fuego amigo al caer munición antiaérea que no detonó al ser disparada contra aviones japoneses. Sólo 64 militares japoneses murieron ese día.

 

Los Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial

 

El ataque conmocionó a la nación y empujó a los Estados Unidos a una guerra que había logrado esquivar durante años. Al día siguiente del ataque, el presidente Roosevelt pidió al Congreso una declaración de guerra contra Japón. Calificando el 7 de diciembre como una "fecha que vivirá en la infamia", dijo al Congreso de los EEUU que la nación estaba en grave peligro. Sólo un miembro del Congreso, la representante Jeannette Rankin de Montana, votó en contra de la declaración. Rankin, pacifista y primera mujer en el Congreso, también había votado en contra de la entrada de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.

 

El 11 de diciembre, tanto Alemania como Italia cumplieron su pacto con Japón y declararon la guerra a los EEUU, que no tardó en responder. Lo que siguió fue un conflicto que asoló gran parte de Europa y Japón y que se saldó con 15 millones de muertos en combate (25 millones de heridos en combate) y al menos 45 millones de muertes de civiles. Finalmente, 416.800 militares estadounidenses morirían en la guerra.

 

Pearl Harbor tuvo otros legados brutales. El acto del ejército japonés se utilizó para justificar el internamiento de unas 120.000 personas de ascendencia japonesa en el territorio continental de los Estados Unidos, incluidos 70.000 ciudadanos estadounidenses. Y acabó para siempre con la postura de aislacionismo y neutralidad de los Estados Unidos antes de 1941.

 

El ataque a Pearl Harbor marcó la entrada de la potencia militar más poderosa del mundo en la Segunda Guerra Mundial. También fue un punto de inflexión para la nación. "Todo el mundo con el que hablo parece sentir que el viejo mundo en el que vivíamos antes del 7 de diciembre de 1941 ha dejado de existir", dijo el ejecutivo de una compañía de taxis de Pittsburgh, Paul L. Houston, en una entrevista en la calle en febrero de 1942. "Y estamos en un universo completamente nuevo".

 

Fuente: https://www.nationalgeographic.es