Nació:
En 1895 en Oviedo, España
Murió:
El 3 de agosto de 1939 en Paterna, España
Ocupaciones: militar
Grado: Coronel
(Intendencia)
Rama
militar: Servicio de Aviación Militar (1919-30)
Años de servicio: 1912 - 1939
Lealtad:
Reino
de España
República
Española
Aeronáutica
Militar (1931-36)
F.A.R.E.
(1936-39)
Mandos:
Aviación
republicana en el Frente Norte (1936-37)
2ª
Región Aérea (1938-39)
F.A.R.E.
(1939)
Conflictos:
Guerra
del Rif
Guerra
Civil Española
-
Sublevación militar
-
Ofensiva del Norte
-
Rendición republicana
Manuel Cascón Briega, militar español, Coronel de Intendencia, piloto militar, fue jefe de la Aviación Militar de la República durante el último mes de la Guerra Civil española. Fue fusilado por el bando franquista en aplicación de sentencia de consejo de guerra sumarísimo. Desde chiquillo mostró un carácter serio, amante del orden, del ejercicio físico y de la vida austera. Como mando militar tenía fama de ser muy recto, muy reglamentario y muy justo.
Primeros
años y formación militar
Aunque
nacido en Oviedo, donde estaba destinado su padre, el militar Avelino Cascón
Martínez, se crio desde niño en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Ingresó en la
Academia de Intendencia Militar (Ávila) en 1912, donde cursó estudios con su
hermano Pedro y el aristócrata Ignacio Hidalgo de Cisneros, con el que trabó
una sólida amistad. Ambos terminaron la Academia en 1916 con el empleo de Oficial
3º de Intendencia. Manuel Cascón fue destinado a la comandancia de Melilla, con
el cometido de jefe de convoyes de aprovisionamiento a unidades de primera
línea. En 1918 es ascendido a Teniente por antigüedad.
Carrera
militar
En
1919 se incorporó al 10º curso de la escuela militar de pilotos de los
aeródromos madrileños de Cuatro Vientos (clases teóricas) y Getafe (prácticas
de vuelo), junto con Ramón Franco e Ignacio Hidalgo de Cisneros, entre otros.
En octubre de 1921, Cascón e Hidalgo ingresaron en la 2ª escuadrilla de Bristol
F.2B, bajo el mando del Capitán Felipe Díaz Sandino, que en abril de 1922 se integró
en el grupo de escuadrillas de Melilla (base de Tauima), participando en
numerosas acciones de bombardeo. En marzo de 1923 ascendió a Capitán por
antigüedad y en julio fue destinado al grupo de caza de Getafe. Poco después
pasó una temporada en Oxford para estudiar inglés, siendo destinado de nuevo al
Protectorado español de Marruecos en marzo de 1924 con un caza Nieuport. En
octubre de 1925 formó parte de una escuadrilla de cazas que hizo una
demostración de vuelo en Salamanca y Ciudad Rodrigo.
En
agosto de 1925 sufrió un arresto al manifestar, actuando como defensor en un
consejo de guerra, que el Directorio del General Primo de Rivera estaba fuera
de la ley. Más tarde se incorporó al grupo de escuadrillas de León (aeródromo
Virgen del Camino). En 1926 es destinado a la escuadra de instrucción (grupo de
Cuatro Vientos) y en 1927 al Grupo 14 de caza de Los Alcázares (Murcia). En
1928 regresó a la escuadra de instrucción (grupo de Getafe), para pasar poco
después al grupo 21 de León, como jefe de escuadrilla.
En
1930 es nombrado Ayudante de la Escuadra, pero en diciembre la sublevación de
Jaca y de Cuatro Vientos tuvo graves consecuencias para el Servicio de Aviación
Militar. Aparte del exilio de Gonzalo Queipo de Llano, Ramón Franco e Hidalgo
de Cisneros, el decreto de reorganización de enero de 1931 dejó la Aeronáutica
Militar reducida a escombros. Cascón pidió el pase a la situación “B”, quedando
disponible con residencia en Madrid. Se le impuso un arresto de un mes por
trasladarse sin permiso a Ciudad Rodrigo. Tras la proclamación de la República
el 14 de abril de 1931 pidió el reingreso inmediato, siendo destinado a la
escuadra 1 de Getafe. Su estricta observancia de las normas de régimen interior
y de las relativas a los servicios de guardia, cuartel y cocina, le granjearon
no pocas enemistades con algunos compañeros y superiores y una gran
impopularidad entre los soldados del aeródromo. Durante estos años impartió
cursos de vuelo sin visibilidad, caza Nieuport, trimotores Junkers D.30 y
Fokker F.VII, navegación aérea y polimotores.
Guerra
Civil
El
alzamiento militar le sorprendió como jefe del grupo de caza 11 de Getafe, cuyo
acuartelamiento no se sublevó. Sin dudarlo un momento contribuyó eficazmente a
reducir la sublevación del vecino Regimiento de Artillería ligera N° 1, gracias
a su liderazgo y capacidad de organización. El 20 de julio, el Capitán Cascón
protagonizó el primer combate aéreo de la guerra civil, pilotando un Nieuport
52, desde el que alcanzó a un Breguet 19 sublevado.
Manuel
Cascón y su hermano Pedro, Comandante de Intendencia, quedaron aislados de su
familia, residente en Ciudad Rodrigo, en zona controlada por los sublevados,
donde fue víctima de la represión. La familia de la novia de Manuel, María
Rodríguez Aguado, sufrió represión por parte de las milicias populares.
En
septiembre de 1936, siendo Hidalgo de Cisneros jefe de la Aviación Militar de
la República, fue nombrado jefe de las fuerzas aéreas del Norte, con cuartel
general en Santander. Los medios de que disponía eran muy escasos y fueron
reforzados con una escuadrilla de “Alas Rojas” procedentes de Cataluña. En
noviembre llegaron 19 aparatos de caza Polikarpov I-15. Cascón fue ascendido a Comandante.
En enero de 1937 fue relevado del mando para hacerse cargo de la expedición de
191 jóvenes que salían destinados para formarse como pilotos en Kirovabad
(URSS) en los aparatos Polikarpov I-15 (“Chato”) y Polikarpov I-16 (“Mosca”).
A
su regreso a España fue ascendido a Teniente Coronel por méritos de guerra y
nombrado jefe de la 2ª Región Aérea e Inspector jefe de las escuelas de vuelo,
participando activamente en la formación de nuevas promociones de pilotos. En
1938 es ascendido a Coronel de Intendencia.
Al
formarse el Consejo Nacional de Defensa del Coronel Casado, Cascón fue nombrado
jefe de la Aviación Militar, con puesto de mando en el aeródromo de Los Llanos
(Albacete). En todo momento manifestó su voluntad de permanecer en España, sin
abandonar a sus subordinados. Cuando el Consejo Nacional de Defensa dio la
orden de rendición, Cascón a su vez ordenó a las unidades a su mando que
entregasen todo el material en el mejor estado posible y que los aviones (más
de cien) se presentaran en Barajas.
Cascón
participó en una reunión, el 27 de marzo de 1939, en Los Llanos, para tratar de
la entrega de los aviones en Barajas, con el Teniente Coronel Leocadio
Mendiola, el Teniente Coronel Alonso Vega, el Mayor José María del Romero y el Capitán
Julián Barbero. El Coronel Cascón les informó de lo tratado en Madrid con la
Junta de Casado y les dejó libertad para elegir: entrega en Barajas o exilio.
De los 20 Katiuska disponibles, 17 se entregaron en Barajas y tres fueron
utilizados para salir de España, pilotados por Leocadio Mendiola, Ananías
Sanjuan y Juan Sospedra, que volaron hasta Orán (Argelia).
Antes
de salir al exilio, Leocadio Mendiola intentó convencer al Coronel Cascón de
que saliera con ellos, y le contestó:
-¡Soy
el Jefe de Aviación y debo permanecer en mi puesto!
-Mi Coronel,
le fusilarán.
-¡Cometerán
un grave error! Mendiola, que tenga usted un feliz viaje y buena suerte.
Así
pues, tras la huida de Casado y la salida del Coronel Camacho, Jefe de la
Aviación de la zona centro-sur, fue el Coronel Cascón quien permaneció en su
puesto para hacer entrega de los aviones republicanos a los
"nacionales", cumpliendo así una de las 10 normas para la rendición
que habían impuesto los representantes de Franco a los enviados de Casado en
las "negociaciones" del aeródromo de Gamonal, cercano a Burgos.
Cascón tuvo la posibilidad de huir, pero se quedó porque no podía abandonar a sus
hombres y dejarlos en la estacada. También confió en las promesas del
"Generalísimo" Franco de que no habría represalias para aquellos
militares profesionales que, como él, no hubieran pertenecido a ningún partido
político y se habían limitado a cumplir órdenes. Por ello ordenó que nadie se
moviese de su puesto, ni destruyese material de ninguna clase.
Las
primeras tropas de los vencedores en llegar a la base de Albacete fueron
italianos que se comportaron con corrección, pero después apareció el comandante
"nacional" de Aviación, Gerardo Fernández Pérez, que, después de
humillar al Coronel Cascón, reunió a todos los jefes y oficiales del Estado
Mayor de la aviación republicana y les dijo:
¿Qué
se han creído Vds.? ¿Que han perdido unas elecciones? ¡Nada de eso! ¡Han
perdido una guerra con todas sus consecuencias! Y no piensen en la cárcel, pues
luego vienen los indultos. ¡Piensen que serán condenados a muerte y fusilados!
Posguerra
y represión
Los
jefes y oficiales fueron trasladados a Valencia donde fueron juzgados mediante
procedimiento sumarísimo por el Consejo de Guerra Permanente de Aviación
acusados del "delito de rebelión militar", aplicándoles la
"monstruosa ficción jurídica de que en el mismo momento de la sublevación
del 18 de julio de 1936 el poder legítimo había pasado a los sublevados".
El
consejo de guerra contra Cascón se celebró el 20 de julio de 1939 y durante la
sesión, cuando el fiscal se refirió a él como "Coronel de la Aviación
roja", Cascón le replicó: "De ninguna manera. Soy Coronel de la
Aviación republicana". Y cuando le acusó de rebelión protestó: "Yo no
me rebelé nunca. Quienes os habéis rebelado habéis sido vosotros".
Cascón,
como otros compañeros suyos, fue condenado a muerte el mismo día 20 de julio y
ejecutado en Paterna el 3 de agosto junto a los Comandantes Luis Iglesias
Gracia y Ramón Peuñonosa Ferreres. Se le
denegó su última voluntad:
Ostentar el mando del piquete encargado de fusilarle. Además,
la vivienda que poseía en El Viso (Madrid) fue incautada y "ocupada"
por Francisco Javier Echanove Guzmán, Comandante de Artillería franquista que
actuó en el "juicio" como testigo de cargo de la acusación.
Fuente:
https://es.wikipedia.org