Douglas
DC-3/C-47
Construido para cumplir un requerimiento de American Airlines, el Douglas DC-3 voló por primera el 17 Dic ‘35. En aquella época se lo denominó DST (Douglas Skyleeper Transport) ya que se trataba de un avión de pasajeros con literas, un lujo ideado para viajes largos. Su vida operacional comenzó entonces para aquella aerolínea con un servicio novedoso y exclusivo que cubría el trayecto Nueva York – Los Ángeles en vuelo nocturno. La aeronave tenía un costo asiento/kilómetro de un tercio del de su antecesor –el DC-2–, a la vez que brindaba mayor comodidad y velocidad. La versión diurna con 21 asientos no se hizo esperar y pronto el DC-3 comenzó a extenderse en líneas aéreas de todo el mundo, concediéndose licencias de fabricación a Nakajima (Japón) y a Lisunov (URSS). Este aparato lograba así mayor difusión que cualquier otro avión civil o militar de su época.
Básicamente
el DC-3 es un bimotor monoplano cantiléver de construcción enteramente
metálica, a excepción de las superficies de control que tienen recubrimiento
textil. Entre sus características operativas están la simplicidad de sus
sistemas, su robustez y su sencillo mantenimiento. Se calcula que en total se
construyeron alrededor de 11000 de estas aeronaves.
Al
iniciarse la II GM, la mayoría de los DC3 fueron requisados e incorporados a
las filas de la USAAF junto a la versión militar, denominada C-47, equipada con
piso reforzado, amplias puertas para carga y motores de mayor potencia.
Tanto en este conflicto como en la guerra de Corea y en Vietnam, los DC-3/C-47 sirvieron en múltiples tareas: transporte de carga, de heridos y de tropa, remolque de planeadores, y eventualmente fueron utilizados como bombarderos.
En
la Argentina el DC-3/C-47 fue profusamente utilizado tanto en el ámbito civil
como en el militar. El grueso de estas aeronaves llegó al país luego de 1945 y
operó en casi todas las líneas aéreas locales. Sirvió también como avión
ejecutivo en empresas privadas, y uno de ellos –lujosamente acondicionado– fue
utilizado durante algún tiempo como avión presidencial. En 1947 se incorporaron
16 de estos aparatos a la recientemente creada Fuerza Aérea Argentina,
constituyendo así la columna vertebral del transporte aéreo militar de aquella
época.
Operación
Upsala (1962)
Entrenamiento
preantártico
Las
condiciones y características en el Hielo Continental Argentino, son tan
rigurosas y extremas como las reinantes en la Antártida, pero con la innegable
ventaja de la casi permanente comunicación en toda época del año con el resto
del país.
El
hombre en trance de adaptación a la vida antártica no tiene más posibilidad que
intentarla en un medio real de características ambientales más aproximadas a
las imperantes en el helado continente Austral. Y todas estas premisas y
requisitos están reunidos en el Hielo Continental Argentino, como réplica del
hábitat antártico.
¿Qué
es el hielo continental?
Corresponde esta denominación a una masa de hielo geológico acumulado desde tiempos inmemoriales en los valles de los Andes Patagónicos, y que forma glaciares y ventisqueros, que en su lento y casi imperceptible deslizamiento gravitacional, alimentan con agua de deshielo las cuencas lacustres interiores.
El hielo Continental Argentino está localizado dentro de los Andes Patagónicos, entre la provincia de Santa Cruz (Argentina) y la chilena de Magallanes, con valles de hasta 60 km. de ancho que conforman lenguas de hielo –más o menos lisas o agrietadas-, cuya profundidad se estima en no inferior a los 1.200 metros.
Esto,
en el curso superior de los distintos glaciares que desembocan en los lagos San
Martín, Viedma y Argentino – confín aproximado del hielo continental- cuyo
caudal de deshielo proveniente de los ventisqueros alimenta, a su vez, a los
ríos Chico, Santa Cruz y Coyle.
Estas dilatadas plataformas o mesetas son barridas y azotadas por los fenómenos meteorológicos que en esas alturas y latitudes tienen una violencia y magnitud similar a la más rigurosa climatología polar.
En
esta región se encuentran los glaciares Upsala, Ameghino, Viedma y Perito
Moreno entendiéndose que es el ambiente más adecuado como réplica del medio
antártico, en modo particular por su clima, conformación geológica y
topográfica.
Por estos motivos la Argentina consideró entonces, a través de la Fuerza Aérea, que la zona del glaciar Upsala era la más apta para hacer efectiva su presencia en un medio de difícil acceso como ése.
El
Upsala tiene unos 16 km. de largo y más o menos 10 km. de ancho, además el
glaciar dista 70 minutos de vuelo de Río Gallegos y algo más de tres horas de
Comodoro Rivadavia.
Todos
estos antecedentes, favorables para un buen entrenamiento preantártico, motivaron
el inicio de lo que se bautizó como “Operación Upsala” que se concretó el 9 de mayo
de 1962, con el apoyo de un grupo terrestre, para reconocer y marcar la zona de
aterrizaje en el glaciar Upsala, a fin de que el grupo aéreo llevara a cabo
operaciones en la misma.
El
Grupo Aéreo
Conforme
a la planificación prevista, el 29 de mayo de 1962, a la madrugada, levantó vuelo
el avión Douglas C-47 matrícula TC-33, aterrizando cerca del mediodía en el aeródromo
de Lago Argentino, provincia de Santa Cruz. En la zona, las horas propicias
para las operaciones aéreas son las comprendidas en el amanecer y atardecer. El
7 Jun a las 09:33, con viento calmo y óptima visibilidad, el C-47 Tango Charlie
33, comandado por el Capitán Mario Olezza, despegó desde el aeródromo de Lago
Argentino para cumplir la primera prueba de anevizaje sobre la pista habilitada
en el glaciar.
El
Grupo Terrestre emite un informe meteorológico vía radio:
"...Viento
calmo desde el cuadrante norte a seis nudos; temperatura en superficie: -100
C."
Ligeras
turbulencias mecen la masa plateada del C-47 que se aproxima a su propia sombra
reflejada sobre el hielo hasta que los esquíes la tocan: después de 420 metros
de carrera el bimotor se detiene; son las 10:13.
Los
rayos del sol, al reflejarse como un prisma sobre el hielo continental
patagónico penetran con una policromía de colores. El viento helado golpea el
rostro de un contingente de uniformados; un mástil de hierro se ha clavado en
el hielo, y al tope, flameando enardecida por la fuerza del viento, la enseña
azul y blanca. El buen suceso de la operación, la fundación de la Escuela de
los Hielos, es el primer peldaño de una escala cuyo tope se encuentra cientos
de millas al sur del Estrecho de Drake. Tal es el secreto anhelo del Capitán
del TC-33.
La
accidentada pérdida del avión TA-33 no logró cambiar los objetivos, insistiendo
en el año 1964 en la preparación de otro avión similar, El T-05 (ex TC-31) con
las unidades de "cola" y "nariz" del T-21. Este fue
bautizado con el nombre de "El Montañez" el 1 de julio, tres días después
efectúa anevizajes y despegues de practica en el glaciar Upsala.
Hasta
ese momento nada hacía prever los días de gloria que le tenía deparado el destino
al T-05 en la Antártida.
Seguir
Al Sur...
De acuerdo a los resultados y experiencias obtenidas el C-47 TA-33 despega de Río Gallegos, el 2 de noviembre de 1962 y luego de 7.55 horas de vuelo aterriza en la base antártica Matienzo, Ellsworth y Amundsen-Scott es la meta principal, pero el noble bimotor, que ha forjado el camino hacia el Antártico, no llegará a destino.
Son
las 14:50 del 10 Dic ‘62 en la Base Ellsworth; El Comandante suelta los frenos
y activa los cohetes auxiliares iniciando la corrida de despegue.
Inesperadamente un tripulante advierte la tragedia y con un grito da la alarma:
–¡Fuego
abordo!
¿Qué
ha ocurrido? Uno de los JATOS (cohetes de impulso), ha estallado y el flujo incandescente
del escape ha perforado el fuselaje y alcanzado la cabina principal donde se alojan
grandes depósitos auxiliares de combustible.
No
hay tiempo que perder: con el alma en los labios, en un momento donde el tiempo
parece haberse detenido y frente a la tragedia que se cierne sobre sus hombres,
El Comodoro Olezza se empeña para frenar el avión convertido en una trampa
fatal:
–¡Apenas
se detenga... todos afuera! – ordena.
Después de 500 metros de carrera, el C-47 se detiene y los tripulantes, en segundos saltan a la nieve y se alejan. Al llegar a distancia segura allí están sus ocho hombres jadeantes pero ilesos. Segundos después vuelven la vista para enfrentar lo inevitable: hongos incandescentes de combustible inflamado se desprenden de los tanques destruyendo el fuselaje y la raíz de las alas. Allí quedan para siempre los restos de una gloria alada, que desde los primeros días de la Escuela pre-Antártica, llevó a los hielos polares –resguardadas en sus entrañas metálicas– a intrépidos aviadores militares. El Tango Charlie Tres Tres quedaba en el suelo antártico, representando a una semilla que geminaría unos años después...
Estación
Científica Ellsworth
Un
decreto del 17 de septiembre de 1958 designó al Instituto Antártico Argentino
para administrar y operar las instalaciones de la Estación Científica
Ellsworth, instalada por los Estados Unidos sobre la barrera de hielo Filchner,
cerca de la base Belgrano, con motivo del Año Geofísico Internacional que se
daría por terminado el 31 de diciembre de ese año.
Hasta su último año de trabajo se había continuado con las tareas científicas de años anteriores: meteorología de superficie y altura incluyendo radiación y determinación del anhídrido carbónico del aire; observaciones ionosféricas, silbidos y sondeos de incidencia vertical, rayos cósmicos, auroras, biología, glaciología y fisiología humana.
Durante
1962 también se realizaron varias patrullas para estudiar la barrera de hielo Filchner
y completar la red de triangulación Ellsworth-Belgrano, habiéndose llegado hasta
la grieta Oeste.
Ellsworth
fue inactivada el 30 de diciembre de 1962.
El DC-3 TA-05 despega de Río Gallegos y vuela a la base Matienzo, el 18 de septiembre, cumpliendo el Servicio de Transporte Aéreo Militar. Es apoyado, entre otros aviones, por el C-54 TC-48, que sobre vuela la base antártica y efectúa lanzamiento con paracaídas de víveres frescos, combustible y repuestos para un grupo electrógeno.
Regreso
desde Matienzo a Río Gallegos, el 20 de septiembre, sin novedad apoyado por el TC-48,
habiendo efectivizado el Servicio de Transporte Aéreo Militar (STAM) 500 (primer
STAM antártico).
Desde Río Gallegos el 24 de septiembre, vuela hasta el N de la bahía Margarita, cruza el Círculo Polar Antártico y alcanza los 70ºS sobre el Mar de Weddell, anevizando en la base Matienzo luego de haber recorrido 2300 km. en 10.18 horas de vuelo. El C-54 TC-48 apoya al TA-05 y con un equipamiento especial a bordo efectúa mediciones de radiación cósmica. Regresando a Río Gallegos el 26 de setiembre, habiendo cumplido el 2º Servicio de Transporte Aéreo Militar (STAM) 501
Un
DC/3 Trimotor?
Es muy probable que sea el único ejemplar que, en la década del 60, fue equipado con “tres” impulsores operativos.
A tal efecto el 14 de diciembre de 1964 voló con sus dos motores originales y una turbina Marbore IIIC-3 del reactor caza Morane Saulnier MS-760 París. Esta, instalada en el cono de cola que entrega 400 kgs de empuje adicional. Para ello se modificó ligeramente la deriva. Se comprobó reducción de la carrera de despegue en un 15%, incremento de la velocidad ascensional en un 37,5%, alcanzando un techo de servicio de 12.500 pies (8500 pies por arriba de los 4000 sin turbina), y aumento del 9% en velocidad de crucero.
También
se le instalaron soportes para el empleo de cohetes Jatos para darle mayor empuje
en el despegue, transformándose en una máquina aérea que tenía los tres tipos
de impulsores que se conoce en el mundo; explosión, turbina y cohete.
“Búsqueda
antártica de aeronave accidentada”
Vuelo
del TA-05, el 2 de octubre de 1965 desde la base Matienzo a la Base Belgrano
para efectuar la búsqueda del avión Cessna 185B AE-205 del EJE, accidentado en
la ruta a base Sobral. Ubica la aeronave el 4 de octubre y ante la
imposibilidad de anevizaje le arroja cinco bultos con elementos de
supervivencia.
Regresando
a Belgrano sufre la avería de un amortiguador del tren de aterrizaje, quedando
inoperativo.
Desde
Río Gallegos el 28 de octubre efectúa un vuelo hasta la base Belgrano, un Avro Lincoln
B-022 para el lanzamiento de varios bultos, entre ellos repuestos para el
TA-05.
“Vuelo
al Polo Sur Geográfico”
El
TA-05 y los Beaver P-05 y P-06 despegan de la barrera de hielos Filchner y
vuelan hasta el Polo Sur Geográfico, donde anevizan a las 10:57 y 11:00 horas
respectivamente del 3 de noviembre. Primer vuelo y anevizaje de aeronaves de la
Fuerza Aérea Argentina en el Polo Sur Geográfico.
“Vuelo
Polo Sur-McMurdo”
Lo
efectúa el TA-05 en 05.33 horas, el 12 de noviembre, hasta la mayor instalación
antártica estadounidense situada frente al Mar de Ross, siendo la primera
aeronave argentina en realizar el tramo y aterrizar sobre mar congelado con ruedas.
Vuelo
transpolar transantártico.
El
TA-05 despega el 24 de noviembre desde la base antártica estadounidense de
McMurdo, sobrevuela el Polo Sur Geográfico (desde donde despegan los dos
Beaver) y anevizan el 25 en la base Belgrano. Posteriormente, hizo escala en
Río Gallegos, completando así el Doble Vuelo Transpolar Transantártico y dando
por terminada la Operación SUR-CAMA. para continuar su vuelo hasta la base
aérea El Palomar, arribando el día 20 de diciembre.
En
la escena permanece bajo diversos carteles que señalan rumbo a seguir: Buenos
Aires, Matienzo, Ellsworth, Polo Sur / Amundsen-Scott? (no se logra
comprender), Upsala.
Bajo su ala hay una maleta con las siglas FAA y CAMA, este último nombre "clave" de la operación.
En
aquellos tiempos cuando no existía “internet”, el que tenía ansias de hacer
amigos virtuales, debía hacerse “radioaficionado”, con cada comunicado que uno
hacia confeccionaba una tarjeta llamada “QSL” que se enviaba “Vía Boreau” o
“Postal”.
Vuelo antártico y primer aterrizaje en Marambio.
El
10 de septiembre de 1969 el DC-3 modificado TA-05 vuela desde Río Gallegos
hasta la base antártica Petrel donde aneviza. El 27 de septiembre aterriza con
ruedas en la pista semipreparada de la isla Vicecomodoro Marambio, siendo el
primer bimotor de transporte en hacerlo. Es precedido el día 25 por el
monomotor DHC-2 Beaver P-03 de la base Matienzo.
Inauguración
de la base antártica Marambio.
El
F-27 TC-77 traslada la comitiva oficial presidida por el Ministro de Defensa
desde Río Gallegos hasta la isla Vicecomodoro Marambio, el 29 de octubre,
siendo el primer avión de ese tipo en aterrizar con ruedas procedente del
continente americano.
Apoya
el vuelo el C-130 TC-63.
Ese
mismo día el DC-3 modificado TA-05 realiza el último cruce del pasaje Drake
desde Marambio a Río Gallegos.
Queda
como avión de dotación asignado a la base Matienzo el DHC-6 T-85.
Tiempo
después "el montañés" fue hangarado en algún lugar desconocido hasta
que –con buen criterio- fue expuesto en el museo de la Fuerza Aérea en
Aeroparque Jorge Newbery (SABE). Con el traslado del museo a su nuevo
emplazamiento en Morón, el legendario TA05 se encuentra actualmente preservado
en excelente estado.
Vuelo
antártico y primer aterrizaje en Marambio.
El
10 de septiembre de 1969 el DC-3 modificado TA-05 vuela desde Río Gallegos
hasta la base antártica Petrel donde aneviza.
El
27 de septiembre aterriza con ruedas en la pista semipreparada de la isla
Vicecomodoro Marambio, siendo el primer bimotor de transporte en hacerlo. Es
precedido el 25 por el monomotor DHC-2 Beaver P-03 de la base Matienzo.
Epilogo
Paralelamente a la historia de estas dos aeronaves, va también la de su intrépido comandante, para quien la Fuerza Aérea Argentina F.A.A. le honra permanentemente, incluso a tripulantes, visionarios y legítimos pioneros en la circunstancia de su época, exigidos por la sed del conocimiento y dispuestos a enfrentar las garras del hielo, Hoy, en la historia del sexto continente, junto a los nombres de Scott, Amundsen, Shackleton, Roos y Weddel están también los nombres de quienes partieron desde esta tierra para contribuir a ese capítulo de la historia.
Aunque, en nuestro mundo "virtual" desde Flight Simulator Argentina hemos invertimos el protagonismo en favor de las aeronaves, pudiendo recrear a partir de este momento aquellos vuelos donde la única limitación estaba supeditada al momento en que alguno de los "dos" -hombres y/o maquinas respectivamente- pusieran punto final.
El Vicecomodoro (R) Mario Luis Olezza se "Reunió" con el TC-33 el 3 de junio de 1977, pues perdió la vida en el conurbano bonaerense volando en el ámbito civil.
Paradójicamente
ambos dejaron este mundo en circunstancias trágicas.
El TA-05 les sobrevive como testigo de aquella época donde el continente blanco en su momento fue la última frontera.
Fuente:
http://www.flightsimulatorarg.com.ar