16 de mayo de 2019

AVIADORES ALEMANES DESTACADOS - GENERAL MARISCAL DE CAMPO HUGO SPERRLE


Bundesarchiv Bild 146-1987-121-30A, Hugo Sperrle.jpg 
Hugo Sperrle, nació el 7 de febrero de 1885 en Ludwigsburg, Württemberg, Alemania, hijo de un fabricante de cerveza.  Ingresó a la Escuela de Infantería en 1903 y en 1913 era Teniente.

Al comenzar la I Guerra Mundial fue transferido al Servicio Aéreo del Ejército donde sirvió como observador durante cuatro años.  Al finalizar la guerra era comandante de un destacamento en Freikorps.   En 1925 fue asignado al Ministerio de Guerra y entre 1929 y 1933 ejerció el comando de varias unidades a nivel de regimiento.  Fue transferido nuevamente a la aviación con el rango de Brigadier en 1935.   Cuando Herman Goering anunció la formación de la Luftwaffe, Sperrle pidió su incorporación y fue aceptado con el grado de Mayor General.

En 1936, Sperrle fue designado comandante de la Legión Cóndor llevando, como su Jefe de Estado Mayor, a Wolfram von Richthofen, primo del primer as de la aviación alemana, Manfred von Richthofen.  La Legión Cóndor fue equipada inicialmente con unos 100 aviones y 5136 hombres.  La Luftwaffe necesitaba probar en combate lo mejor de su inventario: los bombarderos medianos Heinkel He 111, de bombardeo en picada Junkers Stuka y cazas Messerschmitt Bf 109, es decir los mejores aviones del mundo que habían sido probados ya en competencias civiles con más que excelentes resultados.

La Legión Cóndor participó en todas las acciones durante la guerra, incluyendo Brunete, Teruel, Aragón y en el Ebro.   La experiencia en combate, si bien es cierto sin contar con oponentes de peso, demostró que las fuerzas de Sperrle, estaban preparadas para cometer mayores tareas.

En el mes de octubre de 1937, Sperrle regresó a Alemania, con el rango de General, siendo designado comandante de la 3ª Luftflotte, a cargo de la defensa del sur de Alemania.   Entrenó sus fuerzas en la modernísima táctica de la Blitzkrieg con todo el entusiasmo que ese nuevo tipo de acciones despertaba en él. Participó en la Ofensiva del Oeste y permaneció en Francia convirtiéndose en el comandante del arma aérea en el oeste.   Recibió la Cruz de Caballero en mayo de 1940 y al mes siguiente fue ascendido a Mariscal de Campo.

Tuvo el mando de las fuerzas aéreas que dieron apoyo en África al Mariscal Rommel y luego de la derrota del Afrikakorps fue puesto al mando de las fuerzas de defensa aérea en Francia.   Siendo un hombre de gustos exquisitos, estableció su Cuartel General en el Palacio de Luxemburgo en París, donde vivió una vida rodeada de lujos y extravagancias.  Sperrle no sólo tenía una corpulencia similar a la de su jefe, sino sus gustos por la buena vida también se le asemejaban. Cuando los Aliados invadieron Europa continental en Normandía, no pudo detener la ofensiva aliada en junio de 1944.    Dos meses después fue retirado del cargo.

En descargo de Sperrle, se puede decir que el mayor problema de la defensa de Francia fue la diversidad en los mandos, una falta de unificación que resultaba en un desperdicio de fuerzas y esfuerzos.   Los cuatro cuerpos aéreos que componían las fuerzas de caza y bombardeo estaban bajo el mando de Sperrle, quien dependía directamente de la OKW, mientras que el mando de la defensa de Francia estaba bajo la responsabilidad del Mariscal de Campo von Rundstedt. Por otro lado, el arma naval del oeste estaba bajo el mando del Almirante Theodor Kranke, quien a su vez estaba también bajo las órdenes directas de la OKW. Rundtedt no podía cursarles órdenes a Sperrle y Kranke, a lo más, podía pedirles su colaboración.

Se rumoreaba durante y después de la guerra, que las decisiones tácticas de Sperrle no eran tomadas por él, sino por su Jefe de Estado Mayor.  Sin embargo, se le reconoce que, durante la Batalla de Inglaterra, no compartía la decisión de suspender el bombardeo estratégico contra la industria aeronáutica británica y las bases aéreas, para optar por el bombardeo de las ciudades.   Sperrle advirtió que la RAF no estaba vencida y que se recuperaría, como efectivamente pasó, pero como solía suceder, su jefe no prestó atención a las advertencias que, como él, le hacían sus oficiales comandantes.

Al finalizar la guerra el Mariscal de Campo Sperrle fue acusado por crímenes de guerra, pero fue absuelto de todos los cargos.   Hugo Sperrle murió en Munich el 4 de abril de 1953.

Fuente: https://www.exordio.com