Nació:
El 2 de agosto de 1885 en Santiago de Chile
Murió:
El 3 de enero de 1919 en Santiago de Chile
Ocupación:
Militar
Aviador
militar
Manuel
Ávalos Prado fue el segundo director de la Escuela de Aeronáutica Militar,
después del Coronel Carlos Hinojosa Peñailillo.
Sobrino
y ahijado del General Arístides Pinto, un renombrado oficial de Ejército, quien
llegó a ser Jefe del Estado Mayor General y gran impulsor de la Aeronáutica
Militar.
En
febrero de 1901, con 15 años, ingresó como cadete a la Escuela Militar.
Recibiendo, tres años más tarde, su título de Alférez en el arma de Artillería.
El 8 de marzo de 1904 fue destinado al Regimiento "Miraflores",
después de haber recibido su título de oficial.
Ascendido
al grado de Teniente Primero el 10 de diciembre de 1907, ingresó como alumno a
la Escuela de Caballería. Prestaba sus servicios en esta unidad, cuando el
Gobierno resolvió enviarlo, en febrero de 1911, a Europa para estudiar la
incipiente ciencia de “aviación”. El objetivo del Ejército era formar a
oficiales que tuvieran los conocimientos necesarios en esta área, indispensable
para iniciar este tipo de actividades en estos confines del mundo para la
época.
En
Europa, Ávalos obtuvo el título de piloto en la Escuela Bleriot y luego
perfeccionó sus conocimientos en la Escuela de José Luis Sánchez Beza. Su
ejemplo, habilidad natural, coraje y determinación, gatilló en el resto de los
jóvenes oficiales un potente anhelo de participar de esta nueva dimensión de la
vida militar. En el extranjero fue ascendido a Capitán.
De
regreso a Chile, en 1913, como el aviador militar de más experiencia en el
país, realizó el primer vuelo de un avión militar y se le encomendó como
Director Interino de la incipiente Escuela de Aeronáutica Militar. Su
extraordinario entusiasmo, compromiso y carácter contagió fuertemente a sus
colaboradores quienes dieron origen a la Escuela de Aviación, la primera en
América y una de las más antiguas del mundo. Un lugar donde empezaron a
formarse las generaciones de pilotos que tuvieron como primer instructor a este
destacado oficial.
A
su carácter tranquilo como instructor, Ávalos unía una sólida experiencia y
vocación por el vuelo, predicando con el ejemplo cada vez que debía hacer
cumplir a sus alumnos cualquier delicada misión en el aire. “Si quieres bien
aterrizar, una vuelta de pista antes debes dar”, recomendaba el oficial, cuya
observancia permitió evitar muchos accidentes causados por la inexperiencia y
la obvia fragilidad de los aeroplanos de esa época.
No
obstante, sus condiciones de liderazgo, no mantuvo el cargo de Director a causa
de su juventud y poca graduación. El General Pinto Concha, bajo cuya
dependencia estaba la Escuela de Aviación, resolvió, entregar la dirección de
este Establecimiento, al Mayor Carlos Lira. El Capitán Avalos fue destinado
como alumno a la Academia de Guerra, en donde lo sorprendió la muerte víctima
de tifus exantemático.
El
fallecimiento tan prematuro de este distinguido oficial fue hondamente
lamentado, y sus funerales dieron ocasión para que se exteriorizaran las
arraigadas simpatías con que contaba entre sus numerosos amigos civiles y
militares.
En
el cementerio hicieron uso de la palabra el General Hurtado Wilson, Jefe del
Estado Mayor, los capitanes de la Academia de Guerra, González y Fuentes, el
Teniente Dagoberto Godoy y Clodomiro Figueroa. Posteriormente y para conmemorar
el nombre del Capitán Ávalos, un avión Avro de instrucción, paseó su nombre en
las alturas.
Fuente:
https://es.wikipedia.org