Por
Victoria Fuentes
Un
4 de enero de 1872 nacía Edmund Rumpler, histórico diseñador de automóviles y
aviones austriaco. Su nombre aparece en el ranking de los coches más
influyentes de todos los tiempos gracias al Rumpler Tropfenwagen, el primer
automóvil de la historia pensado para ser aerodinámico.
También colaboró con Hans Ledwinka en el primer automóvil Tatra, el Präsident, fabricado en 1897. Rumpler fue un pionero en la esfera de aviación y de la automoción y su aplicación de la aerodinámica, pero su origen judío acabó con su carrera después de que Hitler tomara el poder en 1933. Amnistiado por Hermann Göring, sus registros quedaron destruidos, pero su legado ha perdurado en forma de motores y diseños revolucionarios y 23 patentes a sus espaldas.
Una
carrera meteórica
Rumpler
nació en Viena, por entonces el Imperio Austrohúngaro, un 4 de enero de 1872.
Estudió ingeniería mecánica desde 1890 hasta 1895 en la Universidad Técnica de
Viena y trabajó al lado de varias fábricas. Dos años después, colaboró con Hans Ledwinka en
el primer automóvil Tatra, el Präsident, con motor
Benz y una carrocería derivada de un carruaje de caballos de lujo. Pudo
alcanzar hasta 30 km/h.
En
1902, dejó Daimler Motor Company, donde había comenzado su carrera profesional
dos años atrás, para empezar a trabajar en Adler como director técnico, un
fabricante alemán de automóviles y motocicletas que fabricaba los motores de
las motos con las cajas de cambios integradas en el cuerpo del motor, obra del
propio Rumpler. Un año después patentó un sistema de suspensión trasera de
brazo oscilante, una idea adoptada posteriormente por Ferdinand Porsche para el
KdF Wagen y Porsche 356, así como por Chevrolet para el Corvair.
Pero
su estancia en Adler duró poco: en 1906, Rumpler estableció su propia oficina
técnica en Berlín, donde comenzó a trabajar en la construcción de aviones desde
1908 en adelante. Abandonó así Adler para dirigir su tenacidad hacia el mundo
de la aviación, captado por los pioneros hermanos Wright, a los que se les
atribuye haber hecho volar (además de inventar y fabricar) el primer avión del
mundo a través de un vuelo controlado en 1903. Rumpler diseñó un motor
refrigerado por agua de cuatro cilindros que bautizó como "Aelous".
En
1908 fundó la primera fábrica de aviones alemana, y entre otras cosas,
construyó cuatro años después el primer motor de avión alemán con ocho
cilindros y estableció otra fábrica, la Bayerische Rumpler-Werke AG en
Augsburgo (1918).
Sus
logros pasarían a la historia de la aviación militar, entre ellos su avión
Rumpler Taube (Dove), que voló en 1910. El Taube era el tipo de avión más común
visto en los cielos durante la preguerra en Alemania y Austria, y la empresa
del ingeniero se convirtió en el primer fabricante de aviones en Alemania.
Fin
de la guerra y comienzo de una nueva era, marcada por el Rumpler Tropfenwagen
Tras
la firma del Tratado de Versalles, Rumpler tuvo que abandonar la esfera de la
aviación para volver a la automoción, y creó su propia empresa, la Rumpler
Motor Company. Aplicó entonces la aerodinámica de los aviones al famoso Rumpler
Tropfenwagen, una especie de monovolumen con forma de gota de agua que fue
presentado en el Salón de Berlín en 1921.
Fue
el primer automóvil de la historia pensado para ser aerodinámico, y lo más
sorprendente de todo, es que tenía un coeficiente de solo 0.28, con el que
sería competitivo incluso hoy en día.
Este
curioso modelo causó sensación en Berlín: alcanzaba los 110 km/h y su
disruptivo diseñó encandiló al público, pero nadie lo compró. El Tropfenwagen
no resultó un éxito comercial, y solo se construyeron 100 unidades, de las
cuales solo dos sobrevivieron.
Como
curiosidad, Carl Benz adquirió una licencia para usar el diseño del chasis en
tres de sus Benz Tropfenwagen, que compitieron en 1923 en las carreras del
Grand Prix de Italia, pero las ventas no fueron suficientes para evitar que
pasara a la historia. Además, la carrera del ingeniero austriaco estaba a punto
de sufrir un duro revés.
Según
relata el libro “The Jewish Connection”, Rumpler fue detenido cuando los nazis
alcanzaron el poder en 1933. Hermann Göring, miembro prominente del partido
nazi y as de la aviación durante la I Guerra Mundial, actuó en defensa de
Rumpler al reconocer sus logros en el mundo de la aviación, junto al Ministerio
del Aire del Reich.
En
vez de ser enviado a un campo de concentración, Rumpler fue liberado de
prisión, pero a pesar de mantener una pequeña oficina, su carrera acabó
hundiéndose. Murió un 7 de septiembre de 1940 a los 62 años durante unas
vacaciones por un ataque al corazón en Alemania, y acto seguido la policía
acudió a su apartamento de Berlín para destruir sus archivos, quedando su
nombre eliminado de los archivos históricos.
Aun
así, su huella sigue intacta en la historia de la aviación y de la automoción,
aunque hayan pasado 146 años de su nacimiento.
Fuente:
https://www.motorpasion.com