15 de enero de 2021

EL SIGNIFICADO DE LA MISIÓN JUNKERS PARA LA AERONÁUTICA COMERCIAL SUDAMERICANA

 

Por Carina Judith Villafañe (*)

 

 

La aeronáutica alemana había iniciado un desarrollo prolífico en los vuelos comerciales, posteriores a la Primera Guerra Mundial. En virtud del Tratado de Versailles del 28 de junio de 1919 (tratado de paz, dictado por las potencias victoriosas, con graves consecuencias para los alemanes), Alemania no podía desarrollar ningún tipo de construcciones aeronáuticas, por lo que, el ingenio de dos grandes constructores, fue orientado a superar los obstáculos que dicho tratado imponía al progreso de la aviación.

 

Las rutas debían extenderse y los siguientes puntos fueron Oriente y Sudamérica, por ello, el gobierno alemán decidió apoyar a esta propuesta del Prof. Hugo Junkers y Claude Dornier con el fin que desarrollasen las líneas aéreas alemanas o de origen alemán, donde fuese posible y de interés para el Estado.

 

Las posibilidades eran atractivas, ya sea por la presencia de inmigrantes alemanes en Sudamérica, o por intereses comerciales en cada país. Con la necesidad de tener una presencia mundial, y en virtud que el Tratado de Versailles limitaba el poderío alemán en lo referente al desarrollo de cualquier fuerza militar, el gobierno alemán diagramó la forma de seguir con sus avances tecnológicos aeronáuticos. La estrategia fue crear compañías subsidiarias locales dotadas de aeronaves y personal alemán.



 

El primer país con ese sistema fue Colombia a través de la creación de la SCADTA. El 5 de diciembre de 1919, se firmó en la ciudad de Barranquilla el acta constitutiva de la Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos, que años más tarde se verá transformada en la de Aerovías Nacionales de Colombia S.A. (AVIANCA). En 1920 llegaron a este puerto los dos primeros aviones adquiridos por la compañía; se trataba de dos hidroaviones alemanes Junkers F-13, monoplanos de ala baja y de construcción metálica, cuyos motores debieron modificarse para poder operar eficientemente en las difíciles condiciones climáticas del trópico. En el mes de septiembre llegaron Fritz Hammer, destacado piloto alemán, Guillermo Schnurbusch como mecánico y Stuart Hosie como pasajero. Se realizó el primer vuelo oficial entre las ciudades de Barranquilla y Puerto Berrio.



 

Dos años más tarde en uno de estos aviones el General Pedro Nel Espina, Presidente electo de la República, voló entre Puerto Berrio y Girardot, convirtiéndose en el primer Jefe de Estado en el mundo en utilizar el avión para una misión de carácter oficial. Colombia se constituye en el motor de las líneas aéreas alemanas para conquistar todos los países de América del Sur. SCADTA constituyó la empresa de aviación más antigua del norte, centro y Sudamérica con sus Junkers F-13. Con el desarrollo de Colombia, otros países se sumarían a esta conquista aérea, primero la Argentina y Chile.

 

La Misión Junkers llegó en junio de 1924 a Buenos Aires e inició una serie de demostraciones por todo el país; un grupo de prestigiosos pilotos, ingenieros y representantes comerciales dieron vida a una de las misiones extranjeras más importantes en Sudamérica. En la Argentina la representación Junkers estaba a cargo de la empresa Roberto Mertig-Berger y Cía. quienes realizaban todas las exposiciones en la Capital Federal. Roberto Mertig tuvo la posibilidad de conversar personalmente con Hugo Junkers, quien con visión de futuro colocó a esta misión en Sudamérica bajo la representación de Mertig. Las oficinas comerciales estaban ubicadas en la Av. Callao Nº 45-61, realizándose allí las exhibiciones de los aviones A-50, F-13, K-16, G-24, aviones que marcarían a la industria aeronáutica argentina y de toda América del Sur.



 


La gran hazaña de estos pilotos alemanes quedó plasmada en los diferentes records que establecieron tanto en Chile como en la Argentina, entre ellos Franz Kneer quien logró establecer un record de distancia con pasajeros al unir con un monoplano Junkers F-13 el Palomar con la provincia de Tucumán, recorriendo 1156 km en 8:05 horas. Tanto las provincias de Córdoba, Tucumán, Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires se convirtieron en el eje de dicha misión. Se inició por primera vez la conquista de las rutas provinciales-nacionales, el inicio de los vuelos de turismo, la aerofotografía, el correo postal, la diagramación de las primeras líneas aerocomerciales que darían inicio a la aviación comercial nacional.



 

La misión Junkers hizo su aparición en tierras chilenas el 4 de diciembre de 1924, cuando en la pista de la Escuela de Aeronáutica Militar de Lo Espejo aterrizaron dos monoplanos Junkers, pertenecientes a la Misión Junkers, aviones que provenían de la Argentina después de haber tenido un notable éxito comercial. Esta escuadrilla estuvo integrada por un moderno monomotor metálico F-13, piloteado por Franz Kneer y Christian Doxrud, quien estaba a cargo de la comitiva oficial. Este avión por su capacidad estaba preparado para dos pilotos y cuatro pasajeros, se había convertido en el avión fundacional de las principales aerolíneas de Alemania y Europa Oriental. Había un segundo aparato, era un monoplano biplaza A-20 desarrollado durante 1923 para entrenamiento y transporte de correo, tripulado por el piloto Willy Neuenhofen y el mecánico Fritz Reiche.

 

Las demostraciones aéreas fueron realizadas en el Club Hípico y el Sporting Club respectivamente. Quienes les habían dado el apoyo para viajar a Chile fueron la firma Fölsch y Cía. en Santiago y Viña del Mar. El capitán de la misión, Christian Doxrud, quien conocía la zona del Estrecho de Magallanes y Valparaíso, ya que había realizado numerosas incursiones marítimas, pues era capitán de la marina noruega. El aviador noruego sostenía que: “Chile necesita tener rutas con aviones enteramente metálicos que puedan soportar tormentas a 5000 m de altura. En Colombia hace varios años que hay líneas aéreas que utilizan hidroplanos y aeroplanos Junkers, conectando diferentes localidades en la selva y costas. Si el gobierno o particulares se interesan y dan garantías, la firma Junkers podría operar en Chile inmediatamente. Sólo se necesitan $ 2.000.000 y tendrían 2 años de gracia”. Sus palabras fueron proféticas, ya que el Teniente Coronel Marmaduque Grove Vallejo, Director General Interino de Aeronáutica, el 31 de enero de 1925 se hizo eco de las palabras del Capitán Doxrud, con el objetivo de fomentar la aviación civil. Fueron adquiridos los dos aviones de la Misión Junkers, estos aparatos venían de tener una notable fama en la relación de aerolíneas europeas y de la SCADTA en Colombia. Ambos aparatos fueron alistados para ir a Mendoza con el fin de darle la bienvenida y escoltar a Chile al ex presidente Arturo Alessandri Palma quien regresaba del exilio.

 

Esa aparición fue tenida en cuenta por el Presidente Alessandri, quien firmó el 18 de junio de 1925 el decreto Nº 1849, estableciendo que se autorizaba a la Dirección de Aeronáutica para organizar un servicio de vuelo con pasajeros señalando las siguientes condiciones: Se atenderá este servicio con aviones Junkers: Junkers A de dos plazas – 1 pasajero y Junkers B de seis plazas – 4 pasajeros.

 

Teniendo el honor de ser el germen de toda aviación sudamericana a nivel comercial, Colombia fue el país elegido para la Misión Junkers al cumplirse en el año 2009 los 90 años de SCADTA y al mismo tiempo los 150 años de nacimiento de Hugo Junkers. La persona de Hugo Junkers, considerado como uno de los grandes hacedores en la historia mundial, traspasó sus fronteras alemanas para ver su obra concluida en todo el mundo, beneficiando a tantos países que constituye uno de los grandes hombres de la humanidad.

 

La Misión Junkers estableció las bases de las líneas aerocomerciales de casi todos los países sudamericanos, convirtiendo a estos destacados pilotos alemanes en héroes en tierras extranjeras. Su pasión por la aviación y visión comercial afirmaron las bases para centralizar Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia en un eje de construcción aeronáutica sudamericana. Es justo reconocer que la historia de la aviación mundial le debe un lugar de privilegio a la Misión Junkers, siendo ella la madre de las líneas aéreas sudamericanas y quizás del mundo en el campo comercial.

 

(*) La autora es historiadora aeronáutica. Además, es miembro activo del Instituto de Investigaciones Histórico-Aeronáuticas de Chile, del Instituto de Historia Aeronáutica de Bolivia y de los historiadores aeronáuticos bávaros de Alemania.

 

Fuente: http://www.deutschinallerwelt.net