6 de septiembre de 2021

BOMBARDEOS AÉREOS DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

 

Bombardeo del Mercado Central de Alicante

 

Mercado central de Alicante en 2006

 

Parte de: Guerra Civil Española

Fecha: 25 de mayo de 1938

Lugar: Alicante, España

Resultado:

Daños sobre el Mercado Central y otros edificios del centro de la ciudad

Gran número de muertos y heridos

Beligerantes

República Española  

Reino de Italia

Fuerzas en combate

Aviación Legionaria

7 Savoia-Marchetti S.M.79

Bajas

311 muertos; +220 heridos

 

El bombardeo del 25 de mayo, ocurrido en la ciudad española de Alicante en el año 1938, fue uno de los ataques aéreos más sangrientos e indiscriminados ocurridos durante la guerra civil española (1936-1939).

 

Con un balance de víctimas mortales inexacto, se cifra dicha cantidad en más de 300 muertos. Estudios realizados barajan los 275 (aprox.) que figuran en el registro del Cementerio Municipal (100 hombres, 56 mujeres, más de 10 niños y más de 100 personas no identificadas), un número indeterminado de enterrados en localidades próximas de la Provincia de Alicante y más de 1000 heridos.

 

Entre los documentos conservados en el Archivo Municipal de Alicante se encuentra un documento realizado por las autoridades franquistas bajo el título "Relación numérica de los muertos habidos a consecuencia de los bombardeos aéreos que sufrió la ciudad" en el que se da la cifra de 393 muertos tras el bombardeo del 25 de mayo. En la placa colocada por el Ayuntamiento en la plaza 25 de mayo se habla de 311 muertos.

 

Según estudios y entrevistas posteriores a los supervivientes, las escenas ocasionadas por tanta destrucción fueron dantescas, con muchas bajas por decapitación. También hubo muertos en otros lugares de la ciudad, como la plaza de Gabriel Miró, la calle Vicente Inglada, las cercanías del Club de Regatas y la calle Gerona. Otros de los edificios afectados fueron la sede central de la actual Caja de Ahorros del Mediterráneo en la calle de García Hernández (hoy llamada de "San Fernando") y la sede del diario republicano El Luchador en la calle de Ángel Pestaña (hoy denominada de "San Francisco").

 

El bombardeo

 

El bombardeo del 25 de mayo formaba parte de la campaña de terror ordenada por las autoridades nacionales, cuando las tropas rebeldes alcanzaron el Mediterráneo y comenzaron el consiguiente avance sobre Valencia. Por esas mismas fechas, hubo bombardeos sobre otras poblaciones civiles en toda la costa mediterránea, a cargo de los aviones italianos de Mallorca, que no cesaron hasta que se inició la Batalla del Ebro.

 

En Alicante, a las 11:18 horas del miércoles 25 de mayo de 1938, entre 7 y 9 aviones, Savoia S-79 “Sparviero” italianos del bando sublevado, que habían despegado de Mallorca a las 8:10 de la mañana, lanzaron sobre el centro de la ciudad alrededor de 90 bombas (56 de 100 kg, 8 de 20 kg y 20 de 15 kg), algunas de las cuales dieron en el Mercado Central, repleto de gente dada la hora de la mañana que era (y que no habían sonado las sirenas), por lo que la mortandad fue espantosa. La tripulación de los bombarderos era italiana en su totalidad, y los jefes de las dos escuadrillas que llevaron a cabo el ataque, con 4 minutos de intervalo, fueron los Capitanes De Prato y Zigiotti.

 

Lo cierto es que los aviones no entraron por el mar, como venía siendo habitual, sino que lo hicieron desde el interior, escapando de las escuchas antiaéreas situadas en la playa del Postiguet y en el Puerto, orientadas hacia el Mediterráneo”, según explica Roque Moreno, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante. La ciudad, que sufrió más de setenta bombardeos durante la contienda, contaba con refugios antiaéreos con capacidad para más de 30000 personas, pero esa mañana nadie pudo alcanzarlos por la maniobra de la escuadra dirigida por los Capitanes fascistas italianos De Prato y Zigiotti.

 

El parte de guerra republicano habló de que "la criminal aviación extranjera al servicio de los facciosos" había causado "doscientos cincuenta muertos en su mayor parte niños y mujeres" y un número de heridos "muy elevado" (y más de cincuenta edificios habían quedado destruidos). Algunos supervivientes dejaron relatos terroríficos sobre el alcance del bombardeo:

 

“Vi cadáveres destrozados y miembros esparcidos por todas partes. Era un espectáculo dantesco. (...) Estaba en Correos cuando comenzó la pesadilla. Me desplacé al mercado, para ayudar en lo que pudiera y me quedé paralizado de horror. Entre varios, trasladamos algunos heridos a la Casa de Socorro, pero ya no había sitio para más. Hasta las aceras próximas se hacinaban los moribundos, entre gritos de dolor y de espanto... De aquella terrorífica visión, nunca podré borrar de mi memoria la expresión de un niño que recogimos, con su carita ensangrentada, que no quería morir. Lo llevamos a la Casa de Socorro y un médico se hizo cargo de él. Ya nunca más supe de aquel niño. Las últimas horas de tan aciago día las pasé mordiéndome los puños de impotencia y sollozando ante tanta desolación y muerte”

 

El cuerpo diplomático acreditado en Alicante hizo público un comunicado en el que mostraba su pésame por las "numerosas víctimas producidas pertenecientes al elemento civil" y denunciaba que "el ataque haya sido recibido en el casco céntrico de la población, alejado de objetivos militares".

 

Repercusiones internacionales

 

El bombardeo tuvo gran repercusión internacional. El día 27 el gobierno español presentó una nota de protesta a los gobiernos de Francia y el Reino Unido y los británicos formaron una comisión para que investigara los efectos y las circunstancias del ataque. La comisión llegó a Alicante el 22 de agosto y dictaminó que había sido un "ataque deliberado a una zona civil".

 

Las víctimas, en su mayoría, fueron enterradas en fosas comunes del cuadro N° 12 del Cementerio Municipal de Alicante y permanecieron sin lápida ni recordatorio alguno hasta el año 1995.

 

Contrasta cómo el bombardeo de Guernica ha sido recordado gracias al cuadro de Picasso, mientras que el del 25 de mayo en Alicante ha permanecido en la ignorancia y el olvido por causa del miedo y la represión ejercida durante muchos años sobre la población alicantina. En la actualidad, tan sólo una modestísima placa de cerámica en la pared del Mercado Central recuerda este hecho doloroso.

 

Las consecuencias del bombardeo del 25 de mayo, y de los que le antecedieron y siguieron (desde el inicio de la guerra hasta el 22 de agosto de 1938 había sufrido 50 bombardeos con un resultado de 400 muertos) fueron que la ciudad presentara un aspecto lamentable, con las calles llenas de escombros. Además, una parte de la población abandonó la ciudad (la llamada "columna del miedo") e incluso las autoridades tuvieron que tomar medidas muy severas para que los obreros continuaran trabajando, especialmente en el puerto.

 

“El bombardeo de las poblaciones civiles por nuestros aviones (lo afirmo rotundamente) no existe. Se bombardean tan sólo objetivos de carácter militar. Es cierto que se producen bajas entre la población civil. Y son muy de lamentar. Pero el Gobierno rojo, lejos de evitarlas, las sitúa cerca de los objetivos militares. Después de todo, el ejército rojo necesita y desea esas víctimas para su propaganda”. 

Francisco Franco en una entrevista al periódico británico The Times el 28 de junio, un mes después del bombardeo.

 

Elementos conmemorativos

 

Placa en recuerdo de las víctimas del bombardeo.

 

Como ya se ha dicho, existe una pequeña placa que recuerda a las víctimas del bombardeo en la plaza del 25 de mayo. Si entramos en el interior del mercado observaremos también la sirena antiaérea, que no llegó a sonar, junto al reloj que marca la hora del bombardeo.



 

Tras varios años, la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica convocó un concurso para la colocación de un monumento conmemorativo en la Plaza del 25 de mayo ganado por la arquitecta Elena Albajar.

 

El 25 de mayo de 2013 se instaló a la entrada del Mercado Central, por la plaza, en el pavimento del suelo nueve placas de aluminio que representan los nueve aviones que bombardearon la ciudad, con 90 puntos negros por cada una de las bombas que cayeron sobre la ciudad.



 

Asimismo, las placas cuentan con unos 300 agujeros rellenados con terminales de fibra óptica, que cada mediodía (12:00) se iluminan de color rojo durante 10 minutos para conmemorar a los fallecidos en la masacre.

 

El 29 de marzo de 2010 la Comisión de gobierno aprobó el cambio de denominación de la Plaza del Mercado que desde ese día pasaba a llamarse Plaza del 25 de mayo tal y como solicitó la Asociación Cultural Alicante Vivo en reiteradas ocasiones. El descubrimiento de la placa tuvo lugar el 25 de mayo de 2010 tras un emotivo acto, no exento de polémica, al que no acudió la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica. Durante el acto alcaldesa de Alicante Sonia Castedo no dudó en calificar en reiteradas ocasiones a los autores de la masacre como "fascistas".

 

Bombardeo de Granollers

 

Destrucciones causadas por el bombardeo italiano en Granollers. La fotografía fue tomada por Winifred Bates, miembro de la misión médica británica en la zona republicana.

 

Parte de: Guerra Civil Española

Fecha: 31 de mayo de 1938

Lugar: Granollers (Barcelona), España

Resultado:

Graves daños en la ciudad

Numerosas bajas civiles

Beligerantes

República Española  

Reino de Italia

Bando sublevado

Fuerzas en combate

Aviación legionaria

5 bombarderos Savoia-Marchetti S.M.79

Bajas

209-224 muertos; 161 heridos     

 

En el contexto de la Guerra civil española, el bombardeo de Granollers fue un ataque aéreo que tuvo lugar el 31 de mayo de 1938 contra la localidad barcelonesa de Granollers. A pesar de que este ataque no es de los más conocidos, dado el elevado número de bajas constituyó uno de los más duros de toda la contienda.

 

Contexto general

 

Desde principios de 1938 los bombardeos estratégicos sobre la retaguardia republicana venían aumentando vertiginosamente, alcanzando su punto culminante durante los bombardeos de Barcelona en marzo, que provocaron una elevada mortandad.​ Todos estos bombardeos se enmarcaban en una campaña de bombardeos estratégicos contra las poblaciones del levante español que se mantenía fiel a la II República Española. Estos ataques eran emprendidos por bombarderos de la Aviación Legionaria italiana, que apoyaban la ofensiva franquista que por estas fechas estaba teniendo lugar en el Levante. En total, de enero a junio de 1938, la aviación legionaria italiana realizó 782 ataques aéreos en la costa mediterránea española controlada por los republicanos, lanzando 16558 bombas.

 

El bombardeo

 

La localidad de Granollers hasta la fecha no había sido atacada por la aviación ni se había visto especialmente afectada por la guerra. El bombardeo, que fue efectuado por 5 bombarderos Savoia-Marchetti S. 79 procedentes de los aeródromos italianos en Mallorca, comenzó a las 9:05 de la mañana y no superó el minuto de duración.

 

En una sola pasada de los Savoia, fueron lanzadas unas 60 bombas, la mayor parte de ellas de 100 kg, junto una importante cantidad de explosivos incendiarios.

 

A pesar de que Granollers no constituía un objetivo prioritario en el conjunto de la guerra, resultó ser uno de los bombardeos más duros de la guerra con un elevado número de muertos y heridos.

 

El número final de víctimas varía según las fuentes que se consulten, entre los 209 y 224 muertos además de 161 heridos, siendo uno de los ataques de más dureza de la guerra.

 

Finalizada la guerra el Ayuntamiento de Granollers envió un informe a las autoridades militares en el que dio la cifra de 209 muertos, de los cuales 84 eran mujeres y 41 niños o adolescentes, y 161 heridos, 106 mujeres y 55 hombres. Todas las víctimas eran civiles excepto dos o tres soldados.

 

La mayor parte de las víctimas fueron mujeres y niños que se dirigían a la escuela o se encontraban en el centro de la localidad, ya que el bombardeo se producía a primera hora de la mañana. También influyó en el elevado número de víctimas el que la localidad no hubiera sido bombardeada hasta ese momento, por lo que la gente estaba realizando con toda normalidad sus actividades cotidianas a esa hora: llevar los niños al colegio, hacer la cola en el mercado para comprar alimentos, etc.

 

Como relató un testigo: "las bombas han caído en el centro, sobre todo en la plaza del mercado.... el ataque ha alcanzado de lleno las colas de gente que iba a comprar comida".​

 

Al parecer el objetivo de los aviones italianos era la central eléctrica de Granollers, que en realidad eran dos centrales convertidoras poco importantes, pero que suministraban fluido eléctrico al ferrocarril de Puigcerdá, por lo que parece que los aviones erraron el objetivo, aunque algunos historiadores piensan que el objetivo pudo ser también la población civil de Granollers porque el volumen de bombas que lanzaron los cinco Savoia S-79 (cuarenta de 100 kg, diez de 20 kg y diez de 15 kg) era desproporcionado con respecto a los objetivos e implicaba necesariamente daños considerables en las poblaciones circundantes.

 

Las reacciones

 

Inmediatamente después de producirse el bombardeo varios miembros del gobierno de Juan Negrín y representantes diplomáticos visitaron la ciudad. El elevado número de muertos provocó un escándalo internacional. Se recibieron telegramas de pésame del extranjero y en París el Partido Comunista Francés realizó un acto de condena en el Velódromo de Invierno.

 

Este bombardeo tuvo lugar pocos días después del bombardeo de Alicante (ocurrido el 25 de mayo), que también había producido un elevado número de muertos. Dado el escándalo internacional (especialmente en Francia y Reino Unido) ante esta agresiva campaña de bombardeos, en junio el embajador republicano en Londres, Pablo de Azcárate, elevó una queja ante el Foreign Office.

 

El Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Vizconde Halifax, le tranquilizó diciéndole que enviaría una carta de protesta al gobierno de Burgos.​ Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bonnet, también envió una nota de protesta al gobierno de Franco en Burgos en la que después de expresarle la profunda indignación de la opinión pública francesa le señalaba que Granollers no tenía ocupaciones militares y le recordaba el compromiso de Franco tras los bombardeos aéreos de Barcelona en marzo de 1938 de que ya no habría más ataques a poblaciones civiles. También el Vaticano, como ya lo hizo tras el bombardeo del mercado central de Alicante del 25 de mayo, presentó a través del diario oficioso Osservatore Romano una nota de protesta que decía lo siguiente:

 

“Mientras la guerra española está entrando en su tercer año de vida, la atención europea es atraída en este momento por los bombardeos de poblaciones civiles, bombardeos que han suscitado protestas e indignación. Tales protestas son justificadas por el hecho de que los centros bombardeados no tienen ningún interés militar, ni se hallan en la proximidad de centros militares o de edificios públicos que de cualquier modo sean de interés para la guerra. La inútil matanza de la población civil ha replanteado una vez más el grave y difícil problema de la "humanización" de la guerra, que de suyo es destructora e inhumana. Este hecho no dispensa de intentar lo intentable para eliminar las consecuencias desastrosas de la guerra y sobre todo para salvar vidas inocentes”

 

El comentario del diario oficioso fue acompañado de una nota verbal que el delegado papal ante el gobierno de Franco presentó al ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Burgos en la que llegó a amenazar con que el nuevo nuncio Gaetano Cicognani no presentaría sus cartas credenciales ante Franco si se producían "bombardeos que causaran víctimas inocentes entre la población civil".

 

Ambas notas causaron una gran indignación en el gobierno franquista de Burgos que llegó a afirmar que el Vaticano se había dejado llevar por la "propaganda roja". Lo cierto fue que, a partir de septiembre de 1938, aunque los bombardeos "nacionales" sobre civiles continuaron, ya no apareció ninguna noticia crítica sobre los ataques aéreos en L'Osservatore Romano ni el Vaticano hizo ninguna otra gestión sobre el tema.

 

A diferencia del siempre recordado bombardeo de Guernica, los ataques de Alicante y Granollers apenas si son conocidos en la actualidad.

 

Fuente: https://es.wikipedia.org