Por Amadeu Muria
La expedición a Mallorca y la intervención italiana contra la República
A
comienzos de agosto de 1836, sale del puerto de Barcelona, la expedición
del Capitán Bayo en Mallorca, que estaba en manos de los
nacionales. El grueso de la columna militar estaba formado por comunistas del
PSUC, milicianos de Estado Catalán y anarquistas de la
CNT, a las órdenes del Teniente Coronel de aviación Alberto Bayo, que había
conseguido el apoyo de la Generalitat para su empresa de recuperar Mallorca,
movilizó considerables recursos materiales, así como el transporte marítimo. El
gobierno de la República facilitó barcos militares para apoyar la operación,
dado los hechos consumados, pero nunca asumió el proyecto como propio, que
quedó como un affaire de la Generalidad de Cataluña. La prensa de los alzados
decía que Companys se sacaba de encima los marxistas de Cataluña para enviarlos
a morir en Mallorca.
Al
mismo tiempo, otra columna de guardia civiles y milicianos anarquistas zarpaba
del puerto de Valencia recomendada por el Capitán de la Guardia Civil Manuel
Urribarri para colaborar con la empresa. Catalanes y valencianos ocuparon Ibiza
el 2 de agosto y Formentera cinco días después sin prácticamente resistencia
armada. Diferencias de criterio entre Bayo y Urribarri produjeron que éste se
retirara con la columna valenciana y no participara en el desembarco de
Mallorca. El 13 de agosto, volvía a Valencia. Mientras Bayo se dirigió con el
grueso de la expedición en Maó donde retrasó el desembarco, tiempo que los
nacionales de Mallorca aprovecharon para pedir ayuda a Mussolini.
El
16 de agosto a la una de la madrugada, se embarcaba en Maó la columna a bordo
de los transportes, acompañados por dos destructores y el barco hospital
Marqués de Comillas para dirigirse al sur de Porto Cristo en la isla de
Mallorca; a las cuatro de la mañana, desembarcaron los primeros hombres sin
problemas. Hubo enfrentamientos que mantuvieron los republicanos en la franja
de playa que habían ocupado con poca penetración en la isla ya mucha distancia
de Palma. Hacia finales de agosto, llegó a la isla el barco italiano Morandi
con la ayuda reclamada por los nacionales, que transportaba tres cazas Fiat
CR32, tres hidroaviones Macchi 52, unos 300 bidones de gasolina, 12
ametralladoras, proyectiles de batería antiaérea y bombas de aviación. El nuevo
refuerzo de la aviación italiana fue decisivo en la evolución de los
acontecimientos, puso fuera de combate los hidroaviones republicanos y sobre
todo ponía en riesgo los buques republicanos. Ante esta amenaza, el nuevo
gobierno de la República presidido por Largo Caballero, con Prieto al frente
del ministerio de Marina y Aire decidió retirar los barcos de apoyo a la
operación.
El
día 3 de septiembre, se presentaron frente a la playa el acorazado Jaime I y el
crucero Libertad. En este segundo barco, Bayo recibió la orden procedente del
gobierno de retirada inmediata, debía efectuar esa misma noche. Las tomas de la
retirada causaron pérdida de material y de una partida de hombres que no pudo
reembarcar. La prensa de los nacionales lo presentó como una derrota de la
expedición Bayo.
El
día siguiente llegaban a Barcelona el Marqués de Comillas, el destructor
Almirante Miranda, y el acorazado Jaime I, el guardacostas Tetuán y varios
mercantes, el día 5 llegaba el Mar Negro a Valencia con 4.000 hombres.
Manuel
Villegas agregado militar en la embajada española en Roma, que con otros habían
echado al embajador republicano y se habían hecho con la embajada para los
alzados, presentó al ministro de exteriores Ghaleazzo Ciano, una aventurada
propuesta titulada: Utilización de Mallorca como base aérea puntual, en la que
proponía la creación de una fuerza aérea en la isla no sólo defensiva sino
también ofensiva para atacar toda la costa mediterránea republicana. Ciano la
consideró muy interesante y la pasó al subsecretario de Estado para la
Aeronáutica General Giusseppe Valle para que la pusiera en marcha.
Los
republicanos no volverían a intentar ningún desembarco en Mallorca, y en cambio
Mussolini y su ministro de exteriores Ciano, que consideró siempre que el apoyo
al Alzamiento había sido cosa de Mussolini y de él, se decidieron facilitar la
aviación Legionaria, con la principal base en Mallorca. En el curso de la
guerra civil la Regia Aeronautica (la aviación italiana) facilitaría 1.435
pilotos y 764 aviones, entre cazas, bombarderos y aviones de reconocimiento.
Se constituyó en Mallorca entre otros el grupo: XXV Gruppo Pipistrellus Pipistrellus delle Baleari (Grupo XXV Murciélagos de Baleares) con once bombarderos nocturnos Savoia-Marchetti S81, al mando del General Velardi. El S81 era un avión de bombardeo pesado de fabricación italiana con tres motores Piaggio de 670 caballos. Armado con seis ametralladoras y una carga posible de 1.200 kilos de bombas. Una velocidad máxima de 320 km / hora, una altitud de 7.000 metros y una autonomía de 2.000 km.
El bombardeo de Flix y Tortosa
El Adelantado, diario de Salamanca, el 24 de enero de 1937 publicaba que los químicos franceses fabricarían gases tóxicos para los rojos. La afirmación se basaba en una noticia sacada del Echo de Paris; aseguraba este diario que el 5 de enero varias personalidades del mundo, científicos, habían reunido en el laboratorio del Colegio de Francia con el químico inglés Dutt, para que se pusiera al servicio del gobierno de la República, le ofrecieron la dirección técnica general de tres fábricas para la fabricación de explosivos y gases tóxicos, una en Barcelona, la otra en el Arsenal de Cartagena y la tercera la Sociedad Electroquímica de Flix
La
fábrica de Flix había sido constituida en 1897 con capital alemán procedente de
la Chemische Fabrick Elektron y Elecktrizitäts AG para la fabricación de
productos químicos derivados del cloro y de la sosa cáustica. Destruirla era el
objetivo de los murciélagos Savoia-Marchetti S81 que se presentaron sobre Flix
la noche del 23 al 24 de febrero, alrededor de las once y media de la noche.
Los vecinos, que aún no habían ido a dormir, se dieron cuenta que volaban
aviones sobre la población a mucha altura, notaron el estallido de una primera
bomba y un intenso bombardeo al poco rato, que destruyó edificios y produjo
víctimas; en cambio, la fábrica no sufrió prácticamente daños. La prensa
republicana publicó que los facciosos lanzaron de 115 a 130 bombas de 150 kilos
sobre Flix. Nos parece que la mortandad hubiera sido muy superior de ser cierta
la noticia. Por lo menos, cayeron bombas en el hospital de sangre que quedó
completamente destrozado las que mataron a ocho personas e hicieron numerosos
heridos; víctimas de la criminal excursión fascista, calificaba un diario
republicano.
Desde
Flix, telefonearon al comisario general de la Generalitat en Tarragona que
determinó la organización de un tren sanitario con médicos, Cruz Roja y
bomberos que salió de Reus para atender y trasladar a los heridos, se
movilizaron ambulancias de Barcelona, Reus y Tarragona, para proceder a la
evacuación de los heridos.
Los
aviones, al volver a la base de Mallorca, también bombardearon Tortosa, parece
ser que iban cuatro aviones; unos periódicos nos hablan de cuatro bombas y
otros de doce a catorce, todas cayeron fuera de la población, tal dirigidas a
la vía del tren o en las instalaciones eléctricas, sin que produjeran víctimas.
En su ida y vuelta, los murciélagos sobrevolaron Mora, Amposta, La Ràpita y
Alcanar, en total una incursión de tres horas de duración. La Prensa
republicana afirmaba que el bombardeo había tenido como objetivo el hospital de
sangre, ya que no había objetivos militares en Flix, y la única intención era
de hacer daño.
La
Vanguardia y la Libertad publicaron la lista de los heridos ingresados en el hospital de
Reus, que transcribimos a continuación; nos hemos encontrado que algunos
apellidos son diferentes a los dos diarios, cuando uno de los apellidos no
coincide en las dos publicaciones, hemos transcrito los dos, uno de ellos entre
paréntesis, al haber un par de apellidos inverosímiles sugerimos lo posible.
Los heridos ingresados en el hospital de
Reus eran:
Salvador
Biarnès Roig, Antoni Ripoll Roig, Josep Guiu Palas, Salvador Sánchez Prados (Porción),
José Córdoba Cascales, Josepa Casanovas Casas, Ramiro Larrosa Ferrer, Ramón Pasan
Benet, Dominga Sabater García, Camila Canales Almonda, Luci Muñoz Ochoa, Albert
Ejeda (Égida) Hernández, Rafael Gabriel de Lamorena, Salvador Bargalló Garrom,
Joaquim Camondo (Gamon) Guardia, Francisco Sala (Sola) Bielsa, Joan Mateu Plaza
(Blasco), Manuel Pitarch (Pitart) Ferrer, Vicente Royo Girach, Francisco Visach
(Busan) Uralla, Francisco Gallisan Garrón, José Dueñas Forner, Antoni Hernández
Castillo, Lorenzo Bordanova (Casanova) Sierra (Sierra), Jesús Montañés Gil,
José Boch (Bosch) Pacreu, Antoni Soler Moratalla, Cándido García Fómez (Gómez),Joaquim
Guiu Pons y Salvador Cárnica (Garnica)
El
Diario de Burgos, del bando nacional, días
después del ataque, afirmaba: es falso, con vistas a la propaganda, lo que se
dice sobre bombardeos de nuestra aviación; los que solo se llevan a cabo sobre
objetivos militares o de trascendencia militar, como han sido los brillantísimos
realizados en días pasados, de técnica perfecta, contra la red eléctrica catalana que mueve las industrias de guerra y
contra alguna fábrica como la de Flix, en la provincia de Tarragona, dedicada a
la criminal labor de fabricar gases tóxicos y que ha sido totalmente destruida.
Si bien parece plausible, que estos bombardeos en territorio tenían, como objetivo principal, instalaciones industriales, sobre todo la fábrica Sociedad Hidroeléctrica de Flix, recordamos que en Tortosa ninguna bomba cayó sobre la población, el artículo miente cuando afirma que la fábrica de Flix fue completamente destruida, pues sufrió pocos daños, y en cambio silencia la completa destrucción del hospital de Flix y las víctimas civiles producidas por el bombardeo.
Más
bombas sobre Tortosa
Tortosa
Sobre
las ocho y cuarto de la noche del 23 de Marzo se presentaron tres aviones
facciosos sobre Benicarló, procedentes de la base aérea de Mallorca, tiraron
tres bombas cerca del puente del ferrocarril y del cementerio sin producir víctimas
ni daños. Era el primer bombardeo de la Aviazione Legionaria Italiana en una
población de la provincia de Castellón, posteriormente a las ocho sobrevolaron
Alcanar en dirección a Tortosa que bombardearían por segunda vez. Primero
lanzaron un cohete luminoso, después soltaron tres bombas de gran potencia, una
de ellas cayó sobre una casa, habitada por una familia de cinco personas, todas
ellas resultaron heridas de gravedad. Acudieron en socorro de las víctimas la
Cruz Roja, las autoridades y el vecindario. Los aviones volvieron en dirección
a Mallorca sobrevolando La Ràpita.
El
24 de marzo, tenía lugar el entierro de las 11 víctimas del bombardeo de
Tortosa. El acto constituyó una imponente manifestación de duelo del conjunto
de la ciudad, presidida por las autoridades civiles y por el comisario político
de la división Teniente Coronel Álvarez, los comercios cerraron y los centros
políticos pusieron las banderas a media asta en señal de duelo. Seguramente
fueron las bombas más mortíferas de los bombarderos nocturnos Savoia-Marchetti
S81.
El 5 de abril, se produciría el tercer bombardeo de Tortosa, único objetivo de los italianos, esta vez, Entre tres cuartos y las cuatro de la madrugada se presentaron seis aviones sobre Tortosa, tres siguieron en dirección sur y tres, tras tirar los acostumbrados cohetes luminosos para reconocer el territorio, y evolucionar unos minutos sobre la ciudad, dejaron caer siete bombas, dos de ellas incendiarias, que derruyeron dos casas, sin tocar infraestructuras, ni producir víctimas; como hemos visto, bombardear Tortosa se convirtió en una costumbre de la Aviazione legionaria italiana, ya en 1937, antes de la batalla del Ebro.
El
Segundo bombardeo de Flix
El 20 de septiembre, cuatro Savoia-Marchetti S79 Sparviero (eran del grupo 28 Falchi delle Baleari) remontaron el Ebro hasta Flix, este fue el primer bombardeo en pleno día de los fascistas italianos en las Tierras del Ebro, con el objetivo de bombardear por segunda vez la Electroquímica, lanzaron algunas bombas que mataron a dos personas e hirieron a diez. El S79 disponían de tres motores Alfa Romeo de 780 caballos, dos ametralladoras Breda-SAFAT, capacidad de bombardeo de hasta 1,200 kilos, una altura de vuelo de 7,500 metros y una velocidad punta de 460 kilómetros hora que lo convertía en uno de los bombarderos más rápido de la época, lo que le permitía bombardear de día sin tener aviones cazas enemigos.
Marco
Mattioli, en su libro Saboya-Marchetti S.79 Sparviero bombardero unidos, nos
facilita los aviones y los pilotos que participaron en esta segunda incursión
en Flix:
- El 28-15 pilotado por el Mayor Aramu,
- El 28-12 con el Capitán Giovanni Raina, el Teniente Paolo Moción y el Mayor Ettore Muti a bordo
- El 28-16 pilotado por el Teniente Luigi De Siena
- El 28-14 pilotado por el Teniente Edvicce Pucci.
Los
aviones en volver fueron interceptados por cazas republicanos, pero pudieron continuar
hacia la base de Mallorca sin bajas. Como única respuesta posible en estas
incursiones en la población de Flix se construyeron refugios para protegerse de
las bombas.
En
1938, con la llegada de la guerra de lleno en el territorio, cuando la ofensiva
de los alzados desde Aragón, y con el frente instalado en la Terra Alta
primero, y en toda la línea del río después, las poblaciones de la baja
Cataluña sufrirían bombardeos indiscriminados y reiterativos con el objetivo de
aterrorizar y desmoralizar a la resistencia republicana.
Fuente:
https://www.historia.org