Curiosamente
el primer derribo cosechado por la Fuerza Aérea Real Británica (Royal Air Force
o RAF) en la Segunda Guerra Mundial, no fue contra un avión de la Fuerza Aérea
Alemana (Luftwaffe) o de otro de los miembros del Eje, sino contra uno de su
propio bando. Aquel incidente que tuvo lugar cerca de Londres a los pocos días
de haberse iniciado la contienda en Europa, constituiría el primer caso de
“fuego amigo” de otros muchos tantos que se sucederían entre los años 1939 y
1945.
A las 6:15 horas de la mañana del 6 de Septiembre de 1939, tres días después de la declaración de guerra de Inglaterra a Alemania, un grupo de observadores del Ejército Británico que servían en un puesto del Islote de Mersea situado en el Río Támesis, creyeron avistar a un escuadrón de aviones enemigos sobre el condado de Essex que se situaba muy cerca de Londres. Inmediatamente los vigilantes comunicaron el presunto descubrimiento a los mandos de la RAF, por lo que media hora más tarde, a las 6:45, despegaron un puñado de cazas Spitfire del 74º Escuadrón de Caza desde Hornchurch y otro de interceptores Hurricane del 56º Escuadrón de Caza desde North Weald.
Cuando
los cazas Spitfire procedentes de Hornchurch se dirigían al punto de
avistamiento de los supuestos aviones germanos cerca de Barking Creek, a 300
metros por debajo de ellos divisaron a los Hurricane procedentes North Weald a
los que confundieron con aparatos alemanes. Fue entonces cuando el Comandante
Adolph Malan ordenó proceder al ataque y los Spitfire descendieron mientras
vomitaban fuego de ametralladora contra sus propios compatriotas, resultando en
el acto averiado el Hurricane del piloto Frank Rose a manos del interceptor del
oficial Vincent Byrne, quién se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia
sobre un campo de hortalizas. A continuación, el Spitfire del aviador John
Freeborn acertó con ráfaga al Hurricane del oficial Montague Hulton-Harrop, el
cual se incendió en el aire hasta quedar totalmente destruido, perdiendo la
vida en su interior el piloto.
El
suceso de “fuego amigo” aquel 6 de Septiembre de 1939 fue conocido como la
“Batalla de Barking Creek”. Como no fue difícil de imaginar la RAF celebró un
Consejo de Guerra en el que no se juzgó al Comandante Adolph Malan pese a haber
dado la orden de ataque, pero sí a los autores de los disparos contra los
Hurricane que fueron los oficiales John Freeborn y Vincent Byrne, quienes por
suerte fueron absueltos por el tribunal debido a que se dictaminó que la culpa
de lo ocurrido fue consecuencia de la inexperiencia de los pilotos por todavía
no haber completado su adiestramiento y del aún arcaico sistema de
comunicaciones.
La absolución del oficial John Freeborn fue un acierto por parte del tribunal del Consejo de Guerra porque durante la contienda derribó a 11 aviones alemanes y se convirtió en un “as”. En el caso de su compañero Vincent Byrne fue abatido en la campaña de Francia en 1940 y pasó toda la contienda en un campo de prisioneros del Tercer Reich; mientras que el piloto que aterrizó en un campo de hortalizas, Frank Rose, perdió la vida a manos de cazas alemanes sobre el Frente Occidental el 18 de Mayo de 1940. Respecto a la víctima mortal del incidente, el oficial Montague Hulton-Harrop, fue homenajeado en un memorial construido en la Iglesia de San Andrés de North Weald, siendo desde entonces recordado como el primer aviador de la RAF caído en la Segunda Guerra Mundial (aunque fuese por “fuego amigo”).
Fuente:
https://www.eurasia1945.com