La
comparación es inevitable.
Un
solitario helicóptero de los Estados Unidos sobrevuela la capital de un país
tomado por el rápido avance de una fuerza insurgente. Las embajadas extranjeras
son evacuadas. En las calles reina el caos mientras civiles, atemorizados por
las posibles represalias del nuevo gobierno que se impone, intentan
desesperadamente abandonar el país en los últimos vuelos disponibles.
Es
15 de agosto de 2021 en Kabul, Afganistán. Pero las imágenes podrían ser las
mismas que las de hace 46 años.
El
30 de abril de 1975, Saigón, hasta entonces capital de Vietnam del Sur, caía
ante la entrada de las fuerzas comunistas del norte, marcando el final de una
intervención militar de los EEUU de casi dos décadas en ese país asiático.
Fue un momento humillante para el país más poderoso del mundo. La guerra en Vietnam se considera como la primera derrota militar de los EEUU y de la que todavía quedan secuelas físicas y emocionales.
Un helicóptero de los EEUU intenta evacuar a civiles en el techo de un apartamento en Saigón, 29 de abril de 1975
Civiles afganos intentan desesperadamente subir a un avión en el aeropuerto de Kabul
¿Qué
pasó en Vietnam?
Los
Estados Unidos se involucró en Vietnam en 1954, después de la también
humillante derrota de las fuerzas imperiales de Francia, que había colonizado
el territorio conocido como Indochina desde el siglo XIX.
Vietnam
quedó dividido en dos países, con Vietnam del Norte controlado por una ideología
comunista bajo el liderazgo de Ho Chi Min, cuya meta era la reunificación.
El
entonces presidente de los EEUU Dwight Eisenhower decidió intervenir apoyando a
Vietnam del Sur, convencido de que, si caía ante el comunismo, lo mismo pronto
sucedería con los países vecinos. La llamada teoría del dominó.
Aunque
Eisenhower no desplegó tropas sobre el terreno, sí envió asesores y asistencia
militar. El siguiente gobierno de John Kennedy se involucró más profundamente,
designando más presupuesto y divisiones militares y realizando operativos
secretos.
Pero
no fue sino hasta 1965 que los EEUU entró formalmente en guerra bajo el
liderazgo del presidente Lyndon Johnson, con una campaña de intensos bombardeos
contra blancos norvietnamitas y una presencia de más de 500.000 soldados en su
momento más alto.
Milicias talibanes armados en un vehículo en las calles de la provincia de Laghman, el 15 de agosto de 2021
Saigón, 30 de abril de 1975. Tropas norvietnamitas entran a la capital de Vietnam del Sur a bordo de un vehículo.
El
conflicto siguió durante la presidencia de Richard Nixon, hasta que este poco a
poco retiró casi todas las tropas de combate estadounidenses y negoció los
Acuerdos de Paz de París en 1973.
Los
acuerdos contemplaban la salida unilateral de los EEUU y un intercambio de
prisioneros. Nixon había prometido proteger a Vietnam del Sur con bombardeos
aéreos para que no fuera arrasado por el Norte, pero sus propios problemas con
el escándalo de Watergate le impidieron hacerlo.
Para
cuando Gerald Ford tomó las riendas de la Casa Blanca, en 1974, el balance del
poder en Vietnam estaba claramente en favor del Norte, que lanzó una ofensiva
final que culminó con la caída de Saigón el 30 de abril de 1975.
Escenas
de caos se vivieron en las calles, con multitudes abarrotadas frente a las
instalaciones de la embajada de los EEUU y en el aeropuerto en Saigón, buscando
desesperadamente como salir del país, mientras que las victoriosas fuerzas
comunistas ocupaban la capital.
La guerra en Vietnam en varios círculos es considerada como objeto de vergüenza nacional para los Estados Unidos. Un largo conflicto que cobró la vida de 58.000 soldados estadounidenses y más de 2 millones de vietnamitas, costó miles de millones de dólares y, sin embargo, no logró los objetivos planteados.
Muchos intentan pasar por el muro que separa el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai buscando escapar de Afganistán.
Civiles vietnamitas intentan subir a un autobús para ser transportados a la embajada de Estados Unidos para una posible evacuación, 30 de abril de 1975.
Una
intervención diferente con un final parecido
La
guerra de los EEUU en Afganistán duró 20 años, el conflicto bélico más largo en
la historia estadounidense. Aunque la intervención en Vietnam duró más o menos
lo mismo, esa guerra no fue oficial hasta unos 10 años después.
En
Afganistán ya no se luchaba contra el comunismo. El nuevo enemigo era el
declarado "terrorismo", fomentado principalmente por al-Qaeda con el
beneplácito del Talibán, que controlaba el país asiático.
Tras
los ataques de 11-S de 2001, el presidente George W. Bush lanzó una contundente
ofensiva aérea que pronto derrocó al gobierno talibán y desterró a al-Qaeda de
Afganistán.
Pero
después de esa victoria, el plan cambió y el foco fue la completa derrota militar
del Talibán y la reconstrucción de las instituciones del estado afgano para
evitar que volviera a ser base de extremistas.
Eso
implicó una fuerte presencia militar que fue aumentada por el presidente Barack
Obama con la idea de proteger a la población del Talibán mientras se intentaba
reintegrar a los insurgentes a la sociedad.
El
plan de Obama también contempló entrenar al ejército afgano y prepararlo para
una retirada paulatina estadounidense y un traspaso de las responsabilidades a
las fuerzas afganas.
La
estrategia tuvo poco éxito, con un alto número de ataques talibanes contra
civiles, policías y militares afganos, mal preparados para resistir.
Gente corre en la pista del aeropuerto de Kabul tratando de abordar un avión de la Fuerza Aérea de los EEUU.
Refugiados vietnamitas a bordo de un barco de la Marina de Estados Unidos, antes de la caída de Saigón en abril de 1975.
Tras
perder más de 2.400 soldados en el conflicto -con miles más de heridos- y el
reconocimiento de que el Talibán era una fuerza arraigada en Afganistán, los Estados
Unidos firmó un acuerdo de paz con esa organización en febrero de 2020, en
Doha.
El
compromiso del entonces presidente Donald Trump fue de retirar todas las tropas
en un lapso de 14 meses, mientras que el Talibán aseguraría no permitir que
al-Qaeda u otros extremistas operaran en sus territorios y que ese grupo
entraría en diálogo con el gobierno de Afganistán.
"Me
aseguraron que Kabul no caería hasta dentro de tres meses. Hoy el Talibán entró
a mi hotel": el chileno atrapado en medio de la caída de la capital”
¿Se
repite la historia?
Ahora,
cuando el nuevo ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, lleva poco más de seis
meses en el poder, la retirada del ejército de los EEUU y sus aliados, dejó a
un gobierno sin el apoyo para impedir la contundente retoma de la capital Kabul
por las fuerzas del Talibán.
Las
escenas de caos que se vieron hace 46 años en Saigón, se repiten en Kabul.
Miles de afganos han llegado al aeropuerto intentando salir. El Pentágono
aseguró en un comunicado que sus fuerzas continúan en control de aeropuerto.
Se informa que los soldados estadounidenses que fueron enviados recientemente para ayudar a la evacuación de sus ciudadanos han disparado al aire para esparcir a las multitudes.
Soldados estadounidenses vigilan el aeropuerto de Kabul, mientras que civiles están separados por alambres de púas.
Infantes de la Marina de los EEUU resguardan la entrada de la embajada en Saigón, mientras una multitud de vietnamitas espera ser evacuada el 29 de abril de 1975.
El
presidente Biden había asegurado que no se verían helicópteros evacuando
personal de la embajada estadounidense, pero eso lo que se ha visto y líder de
la minoría republicana en la Cámara de Diputados, Steve Calise, se apresuró a
señalarlo.
"Este
es el momento Saigón del presidente Biden y desafortunadamente fue muy
predecible", expresó Calise.
No
obstante, el secretario de Estado, Anthony Blinken, trató de atenuar la imagen
afirmando "Esto no es Saigón", insistiendo en que la rápida retirada
de tropas fue el resultado del plazo de 1 de mayo establecido por el acuerdo
firmado por el gobierno de Trump en 2020. Blinken señaló que la alternativa hubiese
sido una guerra a gran escala contra el Talibán para evitar que se apoderaran
de amplios territorios en el país.
Una manifestación frente a la sede de Naciones Unidas, tras la caída de Saigón, exigiendo ayuda humanitaria para los que buscan salir de Vietnam
Por
otra parte, Champa Patel, directora del programa Asia Pacífico del centro de
análisis Chatham House, en Londres, dice que la atención debería estar ahora
con los civiles afganos y no con lo que políticamente le puede representar a
una potencia extranjera.
"Lo
que se necesita urgentemente ahora es asegurar la protección del pueblo afgano.
Los estados deberían enfocar sus mentes en facilitar visas, dar seguridad a la
gente, brindar asistencia humanitaria en el país y buscar una resolución
política pacífica", declaró en un comunicado.
Fuente:
https://www.bbc.com