4 de enero de 2021

PIONEROS DE LA AVIACIÓN NAVAL COMO FACTOR DE DESARROLLO EN LOS PUEBLOS PATAGÓNICOS: EL ALMIRANTE MARCOS A. ZAR

 





Por CC Franco Pirrotta (*) y TN Prof. Pablo Marcelo Arbeletche (**)  

El desarrollo y progreso de la Patagonia se logró gracias a la aviación, y ésta fue recibida por toda la región con gran entusiasmo, pues, ya se constituía en el gran medio de comunicación. A través de estas líneas conoceremos a uno de los tantos pioneros que se constituyeron en un factor importante para los pueblos patagónicos; envuelto en un halo mágico, que supo con gran coraje, esfuerzo y mucha voluntad brindar sus conocimientos: el Vicealmirante Marcos Antonio Zar.


Su familia 


Estas particularidades no surgieron por mero capricho, sino que tienen su origen en el seno familiar, veamos entonces parte de sus orígenes. Marcos Antonio era hijo de Livia Torres y Sestilio V. Zar. El apellido Zar es de origen Cróata de la Prov. Dálmata. Por muchas generaciones vivieron en la isla “Lousin Piccolo” en el Adriático frente al puerto Ancona de Italia. Allí fueron navegantes del Mediterráneo y luego de los Océanos. Todos marinos. Uno de ellos en 1858 llevó en su velero los moldes de la estatua de la Libertad de Washington, a su regreso naufragó. Don Sestilio se radica en Venado Tuerto Santa Fe durante 20 años: 1890-1910 (la gran emigración europea sucedió entre 1800 y 1950, vinculada con el éxodo rural, millones de europeos emigraron principalmente hacia América y Australia). Fue dueño de la llamada “quinta Zar”, actual parque Español. Tuvo un importante comercio de ramos generales y corralón. Después fue comisionista, y propietario de numerosos terrenos urbanos antes de 1910. Dueño de la estancia “San Marcos” que dio nombre al paraje y boliche de campo homónimo, ubicado al noroeste de la ciudad después propiedad de Cristóbal Kennard. 


Estuvo a cargo muchos años como delegado oficial en la lucha contra La Langosta. También oficio de cónsul italiano en la ciudad. Contribuyó a la construcción de las grandes obras iniciales del poblado como el Hospital, el edificio de la Primera Escuela Fiscal, la iglesia del padre Gomond, etc. (En sus cartas se nota una caligrafía de muy buena factura, léxico y gramática de alto nivel para ese entonces) Sestilio Zar estaba en Venado Tuerto cuando vino Cayetano Silva a la ciudad en 1898 (autor de la música de la Marcha “San Lorenzo”, fue nombrado Maestro de la Banda del Regimiento 7 de la línea de Rosario, el 01 de febrero de 1894. Llegó a Venado Tuerto contratado por la Sociedad Italiana para dictar clases de italiano. El 8 de julio de 1901 nace la gloriosa Marcha San Lorenzo, la cual ejecuto por primera vez cerca de la cama del maestro, en lo que es hoy el Museo Regional y Archivo Histórico (Asociación Amigos de la Casa Histórica “Cayetano Alberto Silva” – Municipalidad de Venado Tuerto). El 30 de octubre de 1902, fue declarada marcha oficial del Ejército Argentino, después de haber sido ejecutada en el acto de inauguración del monumento al General San Martín, en Santa Fe, con la presencia del entonces Presidente de la Nación, General Julio Argentino Roca). Don Sestilio tuvo 4 hijos: Marcos Antonio (1891-1955), Carmen (1893-1970), Dina (1897-1960) y Sestilio (H) Humberto (1900-1949). 


Marcos Antonio Zar nació el 31 de mayo de 1891 en Buenos Aires. Se sabe que Marcos Zar hizo estudios elementales o primarios en Venado Tuerto para luego ingresar a la Armada Argentina. Marcos Zar conocía muy bien el italiano porque sus padres lo eran (recordemos que antes era costumbre el habla materno en las familias). Por tradición oral alguien contó que Marcos Zar sabía venir a Venado Tuerto y participaba de los llamados “Juegos Florales”, porque era adicto a escribir poemas, etc. Por tradición oral también se sabe que una hija de irlandeses llamada la Sarta Doyle, que era maestra fue la que también dio las primeras enseñanzas a Marcos Zar. Un dato a tener en cuenta son las Actas bautismales de la Iglesia de Venado Tuerto, en la que podemos apreciar los siguientes datos: 14.5.1900. Libro 8. Acta 211. Sestilio Humberto Zar. Nacido el 22.3.1900. Hijo de Sestilio Zar, italiano de 41 años y de Livia Torres, italiana de 35 años. Padrinos: Alejandro Estrugamou y María Turner. (N. del A. Sestilio Zar es el padre del Almirante Marcos Zar, fundador de la Aviación Naval Argentina). El hecho de que Alejandro Estrugamou y Rosa Turner hayan sido los padrinos habla de una estrecha vinculación, por lo que siendo Estrugamou primer Juez de Paz de Venado Tuerto, apoderado del fundador y de los primeros en establecerse en el poblado, hacen presumir que Sestilio Zar puede haber venido llamado por nuestro paisano el vasco Estrugamou, para trabajar tal vez en su negocio de ramos generales. Con la que Estrugamou acumuló  una enorme fortuna. Otra información de interés es que los italianos antiguos que colocaban el nombre de Sestilio a sus hijos, era porque era el sexto hijo que tenían. 


Su matrimonio 


En su formación profesional en Pensacola (EEUU) no todo iba a ser aviación, allí conoció a la Srta. Olivia Le Baron, con la que contrajo matrimonio. Tuvo una hija, Beatríz Inini Zar, que con sus 91 jóvenes años hoy vive en Maryland USA. 


Su personalidad 


Así la describe su familia: tenía buen humor, era carismático, modesto, no le gustaban los homenajes, se interesaba por la persona en sí, era reservado con respecto a sus logros, más que tradicional era original y creativo, le gustaban los animales y los chicos, se ocupaba de llevar perros y guanacos a la familia para criarlos (eran los regalos que le hacían los lugareños). Dominó el inglés, francés e italiano. La Patagonia fue su pasión, y allí fue muy querido, a los hijos que nacían les ponían Marcos de nombre (por ejemplo, esto sucedió en la familia Dassen). Él decía: “volar a la Patagonia es como acercarla al resto del país”. En sus venas llevaba la pasión por navegar y navegar los aires…intervino en competencias acrobáticas y en sus tiempos libres se escapaba al primer aeroclub más cercano. Le gustaba mucho la ópera, al punto de tener un palco reservado; bailarín de folclore y animador de fiestas.  


En junio de 1949 Marcos Antonio Zar escribió unos versos titulados “A Don Juan de Dios Mena (Carpintero)” en respuesta a otros versos de Juan de Dios Mena (escritos en el mes de Mayo de 1949). Don Juan de Dios Mena nació en Puerto Gaboto, localidad del Departamento de San Jerónimo, Provincia de Santa Fe; fue escultor y poeta autodidacta que adoptó el Chaco como residencia, donde desarrolló su obra escultórica y poética. Participó activamente del incipiente grupo de intelectuales y artistas de la sociedad chaqueña entre las décadas de 1930 y 1950, constituyéndose en la génesis de El fogón de los Arrieros, convirtiéndose en el “capataz” de esta mítica institución de trascendencia internacional. Murió en 1954 en la ciudad de Rosario.  


Veamos lo que escribió el Vicealmirante Juan B. Basso de Marcos A. Zar en su Pañol de Rezagos: “en estudio la posibilidad de utilizar la laguna Mar Chiquita para acuatizajes de emergencias. Acuatizó en la única parte que su profundidad le permitía, el canal que la comunica con el mar. Varó en la playa para desembarcar, pero cuando se quiso salir, el fondo barroso ejercía succión en el casco y no despegaba pese a toda la potencia del motor. La tripulación no tuvo otra alternativa que lanzarse al agua y empujar a mano. Fue entonces cuando vio que se aproximaba un hombre alto, metido en unas botas de goma que le llegaban a la cintura; era otra vez el Capitán Zar… ¿Tenía este hombre el don de la ubicuidad? diríamos mejor que tenía la pasta del conductor que lo lleva a dirigir la Aviación Naval…”. 


Su formación 


Introduciéndonos en su formación académica e intelectual, Marcos Antonio Zar ingresó a la Escuela Naval Militar el 15 de marzo de 1907 formando parte de la 36° promoción (entre sus compañeros se encontraban Ceferino Pouchan, Héctor Vernengo Lima, Enrique García, Miguel Ferreira y Manuel Moranchel, los que más tarde alcanzarían altos grados en la Armada). La Escuela Naval Militar funcionaba en un edificio situado en Caballito, y era su director el Contraalmirante D. Manuel J. García Mansilla, uno de los jefes más competentes y capaces que ha tenido la Armada. En 1909 la Escuela fue trasladada a Río Santiago, y con el fallecimiento de García Mansilla fue nombrado director el Contralmirante Juan A. Martín, otro brillante oficial superior que ya había sido Ministro de Marina. De manera que no pudo ser mejor la conducción recibida por el cadete Marcos A. Zar, quien curso sus estudios con mucho éxito, y ocupó el sexto lugar entre los 23 de su promoción. 


Recordemos que la Escuela Naval Militar para ese entonces (1872) durante 5 años enviaba a los futuros oficiales a Francia a la Escuela Naval Francesa para culminar estudios, y desde 1880 hasta 1986 el núcleo de la enseñanza era del tipo europeo continental. También es importante destacar aquí, los valores brownianos que han servido de base en la pedagogía naval. Recordemos el decálogo de valores del Almirante Brown (según Pedro Luis Barcia): la voluntad inquebrantable de la lucha por la libertad de su pueblo; capacidad para recuperarse con vigor y entereza de la adversidad o más aun en medio del vértigo de la adversidad misma; obediencia al gobierno civil a cuyas órdenes estaba al tiempo que daba su opinión frente a las decisiones; la perseverancia en su empeño y la tozudez sostenida en pro de un objetivo; la audacia lúcida y el valor temerario; la inalterabilidad del ánimo en el riesgo extremo; la defensa de su personal y de su gente; la piedad humanitaria frente al vencido; la honestidad en el desempeño de su tarea y dar la vida por la Patria. 


El último año de estudios lo cumplió desde mediados de 1910 a mayo de 1911, a bordo de la fragata “Presidente Sarmiento”, al mando del Capitán de Fragata Enrique G. Fliess, siendo jefe de estudios el Teniente de Fragata Teodoro Caillet Bois. Viajaron por aguas del Caribe, celebraron el centenario de la independencia de México, tocaron varios puertos de Europa, tales como Nantes y Cádiz, y regresaron a Buenos Aires. Recibieron a bordo a visitantes ilustres el Presidente de los Estados Unidos, Williams Howard Taft, al Presidente de Portugal y a la Infanta Isabel de España. Egresando como Guardiamarina el 17 de marzo de 1911. Zar inicio su carrera de oficial subalterno sintiéndose inclinado hacia la artillería; prestó servicios en los cruceros “Buenos Aires” y “Rivadavia”, en los cruceros acorazados “San Martín”, “Garibaldi” y, “Pueyrredon”, y transporte “Guardia Nacional”. Durante 1915 se realizaron ejercicios de combate del acorazado “Rivadavia” y el Alférez de Navío Zar obtiene el premio “La Prensa” de tiro de combate. Se anunciaba un gran artillero para nuestra Armada, pero éste seguía con atención las noticias referidas a la aviación, ya que se había creado desde 1912 la Escuela de Aviación Militar de El Palomar. Fue así que en 1916 la Armada de los Estados Unidos ofreció a la Armada Argentina diez vacantes para capacitación de oficiales en las especialidades de artillería, submarinos, comunicaciones y aviación. El Alférez de Navío Antonio Zar fue propuesto junto al Teniente de Fragata Ricardo Fitz Simon y al Alférez de Navío Ceferino M. Pouchan; cabe aclarar que Zar no era para artillero sino para aviador. 


Sumado a estas circunstancias en 1916 el Vicealmirante Segundo R. Storni (Prom. 21) brinda conferencia “Intereses Argentinos en el Mar” (Pensamiento Estratégico en la Armada Argentina – basándose en las teorías del Contraalmirante Alfred Thayer Mahan y del Alte. Raúl Castex): Alfred Thayer Mahan (1840-1914) promovió el concepto del poder naval, transformando los roles de la escuadra, abriendo nuevos horizontes en la estrategia naval y dominando por más de un siglo, la planificación y desarrollo estratégico. La defensa adelantada: permite ejercer un efectivo control sobre las áreas marítimas adyacentes (vigilancia y protección de las vitales líneas de comunicación marítima o el control naval de áreas de interés estratégico toda vez que surja la necesidad). No cabe dudas de que ésta es una misión para las fuerzas navales. 


Almirante Raúl Castex (1878-1968). El Almirante Castex es, tal vez, el autor más prolífico sobre estrategia marítima. Los cinco volúmenes de las "Teorías Estratégicas" encierran "la investigación teórica más completa de la estrategia marítima aparecida hasta ahora". Para el autor, la guerra en el mar estaba en íntimo enlace con la guerra en tierra. Entre los factores de unión mencionó la reacción de la tierra sobre el mar, la correlación marítimo-continental, las interferencias y las operaciones anfibias. Asimismo, la estrategia marítima no se reducía a buscar la batalla entre las fuerzas organizadas, como lo demandaba la Teoría del Primer Objetivo; sino estaba sujeta a la situación estratégica imperante generando un Orden Cronológico de las Operaciones. Por ello, criticó con severidad a la Jeune Ecole por su desconocimiento del significado de la fuerza organizada y de su influencia en el control del mar. La maniobra estratégica en el mar concentró su atención en forma preferente, dedicándole a su análisis un tomo completo. También evaluó todas las operaciones a realizar en el mar. En relación a las operaciones de conquista del control del mar sistematizó los métodos para producir la batalla clasificándolos en: ofensiva de movimiento, geográfica y pseudo geográfica. 


El avance tecnológico le preocupó de modo significativo, en particular la introducción de nuevos medios tales como el submarino y el avión. Respecto a estos nuevos medios advirtió que, en vez de restringir el poder de las fuerzas navales, bien empleados, le otorgaban mayor poder y libertad de acción. Por último, se internó en la geopolítica exponiendo la "Teoría del Perturbador del Orden Mundial" y previó el rol a jugar por la Unión Soviética en dicho contexto. Como conclusión, en las páginas de las "Teorías Estratégicas" es posible encontrar cualquiera de los temas teóricos que demandan el interés de la estrategia marítima. Castex emplea para ello la historia como una herramienta para acostumbrar al lector en el estudio estratégico de los hechos pasados. Como es lógico, algunos de sus conceptos están obsoletos, aun cuando son útiles para comprender la razón de las decisiones adoptadas por los conductores de ese entonces. 


La primera disertación del Vicealmirante Storni fue el 8 de junio de 1916 bajo el título “Razón de ser de los Intereses Marítimos Argentinos. Factores que facilitan u obstaculizan el desarrollo del poder naval de la Nación”. A los pocos días, el 12 de junio, completó su charla con “Política Naval Argentina. Problemas de la Defensa Nacional por el lado del Mar”. Cabe acotar que a Storni siempre le interesó todo lo relativo el enorme patrimonio que concentra el Mar Argentino, analizó la importancia de aquel como fuente de riquezas, vía de comunicación y factor de poder en la trayectoria de las naciones. 


Recordemos que, el 11 de febrero de 1916 el entonces Presidente de la Nación Dn. Victorino De la Plaza crea por decreto el Parque y Escuela de Aerostación y Aviación de la Armada, disponiéndose en su Art. 3° “en homenaje a la primera víctima de la Aviación de la Armada, el piloto instructor Condestable Artillero de 1ra. Don Joaquín Oytabén, se le dará su nombre al primer hangar que para aeroplanos se construya con carácter definitivo”. Por otro decreto de la misma fecha, se designó Jefe del Parque Escuela “Fuerte Barragán” y Profesor de Aviación al Tte. Escola. 


El 30 de marzo de 1917 los tres oficiales nombrados anteriormente llegan a la Escuela de Aviación Naval en Pensacola y, problemas de idioma mediante, comenzaron a instruirse en los aviones de entrenamiento a partir de Abril de 1917. En julio –con poco más de tres meses de instrucción- realiza su primer “vuelo solo”. El 8 de septiembre del mismo año realiza un patrullaje sobre el Golfo de México. El 19 de septiembre, estos oficiales argentinos, se graduaron como pilotos aviadores y pilotos aviadores navales. Zar recibe así el brevet N° 95 de American Air Club y el N° 96 de la Armada de los EEUU. El Ministerio de Marina de Argentina frente al desarrollo de la I Guerra Mundial solicitó a los EEUU la autorización para incorporar a estos tres oficiales a las operaciones de guerra en el continente europeo, para aumentar su experiencia. Así las cosas, desde el 14 de mayo de 1917 fueron destinados a la Estación Aeronaval de la Marina de los EEUU en Le Croissie, departamento de Seine Inférieure, sobre el Canal de la Mancha. Abreviando, no podían haberse preparado mejor en su especialidad, pues, ya habían adquirido experiencias de guerra y la capacitación necesaria para conocer todos los tipos de aviones y globos dirigibles (de hecho y según las Efemérides Aeronáuticas –Servicio de Inteligencia de Aeronáutica impreso en Industrias Gráficas Aeronáuticas mes de agosto de 1961- el 22 de octubre de 1919 el Teniente de Fragata Marcos A. Zar realizó una ascensión aerostática desde Bernal hasta Lobos, de 5 horas de duración, acompañado por el Suboficial Gregorio J. López, en el Aerostato: "Teniente Agneta" -aeroestato construido por Ernani Mazzoleni, Propiedad del Aero Club Argentino, de 1200 m3, de tela cauchutada, su primera ascensión fue el 19/09/1915- y el 18 de mayo de 1926 voló una hora con diez minutos como "pasajero" en el Dirigible O-2 “Los Andes”, siendo el piloto Pouchan; sobrevolando Punta Indio). 


Continuando con el relato, ya de regreso en nuestro país Zar es puesto a cargo del Destacamento Aeronaval San Fernando (organismo aéreo de la División de Aviación Naval) quien organiza todo desde esta jefatura. Obtiene la patente N° 3 como Aviador Naval Argentino. Realiza innumerables vuelos, los que no solo tienen trascendencia nacional sino internacional. 


Mediante decreto del P. Ejecutivo, el Presidente H. Irigoyen y Vice-Presidente Julio Moreno, el 17 de octubre de 1919 crean en la Secretaría General del Ministerio de Marina, La Dirección de Aviación Naval, ésta dirección tendrá a cargo la preparación de los proyectos para la formación del Cuerpo de Aviación Naval, la utilización del Personal y del Material con que actualmente se cuenta y que eventualmente se adquiera. (En los VISTO dice: Las funciones tácticas y estratégicas que ha desempeñado la Aviación en las recientes operaciones, modificando fundamentalmente los principios de la Guerra Marítima y su eficacia consagrada como arma importante en el combate, pone de manifiesto la necesidad impostergable de su creación en la Armada. Teniendo en cuenta la llegada al país de los primeros oficiales aviadores que se han especializado en las Escuelas de los EEUU de N.A y Europa y considerando que antes de formar el engranaje que en el futuro ha de constituir la organización de esta arma, conviene estudiarlo en sus detalles, preparándola a desarrollar, una vez que el Poder Ejecutivo cuente con los medios que para ello tiene solicitados el Honorable Congreso). 


En el marco de unos ejercicios programados, Zar proyectó la realización de un “raid” desde Puerto Belgrano hasta la base de San Fernando, volando sobre el mar. Aprobado el viaje, el hidroavión “Macchi” M-9 N° 2, partió el día 19 de diciembre de 1919, a las 04:20 de la mañana desde el nombrado Puerto Militar, como acompañante llevó a su Jefe el Capitán de Fragata José C. Gregores. Se hizo rumbo a Mar del Plata, única etapa del “raíd”, para poder efectuar la obligada reposición de combustible. La máquina descendió en el Puerto de la ciudad balnearia a las 07:02 de esa mañana, cubriendo la distancia de 253 millas a una velocidad promedio de 161 km/h. Una vez cargados los tanques de nafta y efectuada una inspección de la aeronave, Zar decoló a las 09:02, enfilando hacia la Capital Federal y San Fernando. A las 09:45 pasó por Baliza Ultrán, a las 10:31 por cabo San Antonio, a las 11:58 por Río Santiago, a las 12:20 sobrevoló la ciudad capital, haciendo evoluciones sobre la Casa de Gobierno y a las 12:30 acuatizó en San Fernando con toda felicidad. 


 El “raid” de 1080 km de recorrido efectivo en un tiempo de 6 horas y 10 minutos de vuelo, significó para la joven Aviación Naval la obtención del récord sudamericano sobre el mar, con pasajero. Pero no se había divulgado que se convertiría en el transporte oficial de correspondencia. En efecto, al partir de Puerto Belgrano, el piloto naval recibió de las autoridades postales de Bahía Blanca una saca con correspondencia ordinaria, la que poco después de su arribo entregó personalmente en la Dirección General de Correos y Telégrafos. La pieza postal que se localizó en Alemania, presenta características muy especiales: en su frente, lado izquierdo se indica en forma manuscrita “por Vía Aérea Bahía Blanca – Buenos Aires”. Está dirigida a la señorita Olivia LE BARON (para entonces, novia de Zar y luego esposa del Vicealmirante) con dirección Box 201 –Pensacola (Florida), EEUU y texto adicional “Chipley”, localidad de residencia de la destinataria. El franqueo fue satisfecho con tres ejemplares del valor postal de 5 centavos, viñeta San Martín, color bermellón emisión 13 ¼ por 12 ½). Si bien la pieza fue efectivamente transportada por Zar desde Puerto Belgrano, cabe advertir que su imposición se hizo en el Correo Central de Buenos Aires, seguramente cuando el aviador entregó la bolsa de correspondencia. 


Por ello el franqueo ha sido anulado con el matasellos circular fechador manual, “Buenos Aires C-4 PM – 19 Dic. 1919”. En el reverso, la pieza muestra los signos postales de despacho (fechador circular mecánico “Buenos Aires C- Dic. 19- 4PM 1919”) y de su recepción en destino (fechador circular “Pensacola” –Flda –Jan 29 – 8:30 PM – 1920”). Además, tiene aplicado un sello de goma con texto en tres líneas, en color negro “Por Hidroavión – Teniente Zar – Diciembre 19 – 1919” (medidas 7 cms. Largo y 2cms. alto). Corresponde aclarar que para el envío de la pieza desde Buenos Aires a Pensacola se utilizó la vía marítima, ya que no existían entonces servicios de correo aéreo entre Argentina y EE.UU. De esta manera Zar se convertiría en ser el primero que llevó oficialmente correo aeronaval en el país. 


En julio de 1925 el Aeroclub de Bahía Blanca cumplía su primer aniversario, motivando ello la renovación de sus autoridades, conformándose la nueva comisión directiva con dos presidentes honorarios: el Capitán de fragata Julio Castañeda (Jefe de la Escuela de Aviación Naval) y el Teniente Coronel Álvaro Alsogaray (Jefe del Regimiento 5° de Infantería), un presidente: Don Luro Cambaceres, un secretario: Edgard J. Stockman; un prosecretario: Francisco Miranda; un tesorero: Bernardino Pieroni; varios vocales: entre ellos el Capitán de Navío Marcos A. Zar. 


Entre el 26 de enero y el 10 de febrero de 1926 el hidroavión “Plus Ultra” une por primera vez España (Puerto de Palos) con Argentina (Buenos Aires) al mando de Ramón Franco; posteriormente dicha aeronave fue donada por el Rey Alfonso XIII al gobierno argentino, siendo destinada inmediatamente a la Base Naval Puerto Belgrano. El 11 de agosto de 1926 Marcos A. Zar en compañía del mecánico González realizó un vuelo de prueba en dicho avión (con una duración de 30 minutos). En 1936 el “Plus Ultra” fue donado al Museo de Luján. 


Continuó su brillante carrera en puestos cada vez de mayor responsabilidad, pero al mismo tiempo seguía volando hasta convertirse en un veterano. En 1927 fue Delegado oficial en el IV Congreso de Navegación Aérea de Roma.

 

Vale recordar que en el contexto internacional se daban los siguientes acontecimientos: 


  • 1925. Paris-Francia: Primera Conferencia Internacional de Derecho Privado Aéreo.
  • 1926. Madrid-España: Congreso Iberoamericano de Navegación Aérea (Convenio de Paris 1919) – delegado Ángel Zuloaga
  • 1926. Paris-Francia: Se creó el Comité Internacional Técnico de Expertos Jurídicos Aéreos.
  • 1929. Convenio de Varsovia: unificación de ciertas reglas en materia de transporte aéreo internacional.
  • 1933. Convenio de Varsovia: sobre asistencia y salvamento de aeronaves en el mar.
 

Fue así que participó como miembro de la misión especial a la transmisión del mando presidencial en el Perú en 1939. Fue Presidente del Comité Argentino Permanente de Aeronáutica y miembro del Consejo Nacional de Meteorología, Geofísica e Hidrología y de la Comisión Permanente de Navegación Aérea Internacional. 


Recordemos que en 1930 el Vicealmirante Segundo R. Storni integra la comisión de reorganización de la Armada (se inaugura la Escuela Naval de Guerra – 1938 – basada en la orientación estratégica francesa y el concepto operacional norteamericano). 


El 19 de septiembre de 1934 con el ascenso a Capitán de Navío ocupa el cargo –durante aprox. 14 años- de Jefe del Servicio de Aviación del Estado Mayor General de la Armada, convertida –más tarde- en Dirección General de Aviación Naval. Su alta envestidura no le impidió seguir volando y abriendo rutas (habiendo reunido alrededor de 4000 horas de vuelo). A su solicitud se lo declaró en situación de retiro por Decreto del Poder Ejecutivo de la Nación -en marzo de 1945-; cabe acotar que para ese entonces Zar registraba como adscripto en el Ministerio de Marina (ref. el accidente sufrido en abril de 1944). 


En la Aviación Argentina 


Hacia 1928 Aeroposta Argentina ya llegaba hasta Río Gallegos y había plazas vacías, su Director Rufino Cambaceres invitaba a los aviadores navales para realizar estos vuelos, reconociendo rutas y la ruda meteorología patagónica. El Capitán Zar (como Jefe del Servicio de Aviación Naval) encargó al Teniente de Navío Silvio J. Liporace que acompañe a Cambaceres en una gira hasta Río Gallegos (noviembre de 1932). A su regreso el Teniente Liporace produjo un extenso y pormenorizado memorial, señalando: “El señor Rufino Luro Cambaceres es quien patrocinó, estudió y llevó a la práctica la línea aeropostal, para lo cual se recorrió la Patagonia en automóvil, buscando los campos más aptos para aeródromos de las etapas y entre ellos estableció campos de aterrizaje de emergencia”. En reconocimiento a su labor el 18 de marzo de 1934 con las firmas del Ministro de Marina Contraalmirante Eleazar Videla y el Jefe del Servicio de Aviación Naval Capitán de Fragata Aviador Naval Marcos A. Zar lo reconocen como Primer Piloto Aviador de la Reserva. 


El 31 de mayo de 1932 la Aeroposta Argentina S.A. reanudó sus servicios entre Bahía Blanca y Río Gallegos, y para el 2 de septiembre de 1935 obtuvo la autorización para extender su línea hasta Río Grande (Tierra del Fuego).

 

En 1936 Marcos A. Zar publicó una serie de artículos periodísticos donde abrogaba por una aviación integral (siendo partidario de una línea moderada entre los seguidores del Poder Aéreo Absoluto, como Seversky, y los conservadores que querían sólo fuerzas aéreas subordinadas a Ejército y Marina)… Entre sus artículos se encuentran: La atmósfera donde actúan los aviadores, Aviación de nuestra Marina y para nuestra Marina, Particularidades sobre paracaídas y El Poder Aéreo.

 

Aquí se podría pensar en todas aquellas medidas tomadas por EEUU para hacer frente a la Gran Depresión (crisis de 1929) que sin dudas influirían en América Latina. 


Durante 1936 a 1940 ejerció su primer mandato el Diputado de la UCR (por Capital Federal) Don Aníbal Pedro Arbeletche. Posteriormente, entre 1940 y 1944 realizó su segundo mandato. Según el Catálogo de expedientes legislativos del Archivo Histórico (Memoria Legislativa Argentina – Nómina Oficial de Diputados desde la Organización Nacional) el Diputado Arbeletche el 06 de junio de 1938 presentó proyecto de ley (Expte. N° 374-D-1936), como Comisión Asesora en Defensa Nacional, para modificar el Art. 17, capítulo V; Art. 1 Capítulo I, Título IV y el inc. 2 Art. 12 Título IV, todos de la Ley Orgánica Militar 4707. El 28 de septiembre de 1937 como Comisión Asesora en Presupuesto y Hacienda, presenta un proyecto para autorizar al Poder Ejecutivo Nacional la inversión de pesos 450.000 en la instalación de las Obras necesarias para dotar de agua corriente al pueblo de San Julián, Territorio de Santa Cruz. 


Si me permiten aquí elucubrar una hipótesis: el Diputado Arbeletche sin dudas tenía simpatía con los militares e interés por nuestra soberanía nacional (de allí su preocupación en modificar la ley orgánica y formar parte de la Comisión Asesora en Defensa Nacional). A la par se daban las publicaciones de Marcos A. Zar y el fuerte impulso de Aeroposta hacia el Sur (recordemos que Puerto San Julián estaba dentro del itinerario)… lo cierto es que el apellido le resultaría familiar cuando Marcos A. Zar llegó a Punta Ninfas… 


Así las cosas, el 31 diciembre de 1945, ya se había ordenado a la Secretaría de Aeronáutica organizar -sobre la base de LADE- la Flota Aérea Mercante Argentina (FAMA) para prestar los servicios internacionales. Este proyecto (de Alberto A. Dodero) incluía servicios sobre la costa del Atlántico hasta Nueva York y sobre el Pacífico hasta Los Ángeles. Su desarrollo estaba a cargo del Gerente General de Operaciones de la Compañía Argentina de Aeronavegabilidad Dodero S.A., Edward N. Townsend, y ya había recibido comentarios del Vicealmirante Zar en un memorándum fechado el 24 de abril de 1946. 


El 08 de mayo de 1946 se constituye la Sociedad Mixta Aviación del Litoral Fluvial Argentino (A.L.F.A), firmando en representación del capital privado “Compañía Argentina de Navegación Dodero” su Presidente Don José A. Dodero y su Vicepresidente Vicealmirante Marcos A. Zar. 


Como se puede apreciar, la aviación naval (en su figura del Vicealmirante Marcos A. Zar) y la comercial han compartido el trabajo y el progreso, en el marco de la cordialidad y con un alto grado de profesionalismo. Tal es así que mediante Nota N° 254 fechada el 20 de octubre de 1937, el Sr. Director Gerente de Aeroposta Argentina S.A. le expresa al por entonces Director General de Aviación Naval Capitán de Navío Marcos A. Zar el “más sincero agradecimiento por el estímulo que representa y la asistencia brindada a la salida del primer correo desde el campo de Quilmes”. Asimismo, reza en dicha nota, que “la Aviación Naval en general y la Dirección General en particular, siempre brindaron su cooperación moral y material, porque desde un principio supieron ver en la empresa una obra de civilización y argentinización de la Patagonia”. 


El Vicealmirante Marcos Antonio Zar falleció en Capital Federal el 19 de septiembre de 1955 a la edad de 64 años. Por decreto Ley 21.578 del 19 de noviembre de 1956 se lo reconoció como uno de los fundadores de la aviación naval y el 21 de enero de 1970 por Ley N° 18.559 se le otorgó el título de “Benemérito de la Aeronáutica Argentina” al haber acreditado méritos extraordinarios como forjador de la Aviación Naval Argentina. 


Por Ordenanza Municipal N° 2373/96 (04/06/1996) de Venado Tuerto se dispone que la calle de acceso al Aeródromo Municipal Tomás B. Kenny, desde Ruta Nacional N° 33 hacia el noroeste, se denomine “Vicealmirante Marcos A. Zar”. En 1937 fue reconocido como “Precursor de Futuros Derroteros de la Aviación Comercial”. 


En la Patagonia 


El 10 de noviembre de 1833 formula Don Enrique Libanus Jones (marino, explorador, hidrógrafo, armador y comerciante) a pedido del Ministro de Guerra un memorándum para demostrar el interés y la necesidad que hay para el pronto establecimiento de un fortín para guardar la posesión del Territorio del Chubut (surge claramente el conocimiento que entonces se tenía de la Patagonia). 


La Patagonia y los territorios fueguinos, siempre han sido motivo de especial atención por parte de la Armada, coherentemente, la presencia de la Aviación Naval en dichas áreas ha sido también permanente (pensamiento que era sostenido por el Coronel Enrique Mosconi de acercar la Patagonia por medio de la aeronavegación). Zar no estaba ajeno a esto y escribe el 03 de septiembre de 1942 en la Voz del Pueblo –Argentina Austral- “La Patagonia reclama ser aproximada a Buenos Aires” “….la importancia de apreciar las riquezas que ella encierra en sus dilatadas pampas de “oro blanco” azotadas por el viento y tantas veces menospreciadas; en los valles pobremente irrigados de tierras fértiles, pero incultas, más allá de los que el propio consumo regional demanda, en las laderas de sus montañas cubiertas con el impenetrable manto de sus ricos bosques siempre vírgenes; en las quebradas donde aflora el petróleo y el carbón, el caolín y el plomo, el hierro y el cobre, minerales todos de rinde superior al que importamos, en sus lagos, al fin donde pareciera que solo el extranjero encuentra el confort, espiritual que proporciona el espectáculo único en el mundo…”, por tales motivos en los años 40 con sus permanentes vuelos a lo largo de la costa patagónica fue conociendo y evaluando los posibles lugares para emplazar Bases y aeródromos. Y junto con el Almirante Baroja, eligieron los lugares más aptos para futuras Bases o Estaciones Aeronavales. Fue así que se determinaron los lugares más adecuados, desde Punta Indio hasta Ushuaia. Aquí es bueno señalar que la autonomía de los aviones no era la del presente, y se previeron puntos de apoyo separados por no más de 500 Km. Se seleccionaron campos adecuados en Iraizoz (cerca de Mar del Plata), en Carmen de Patagones, en Puerto Madryn, en Trelew, en Camarones, en Comodoro Rivadavia, en Tellier (entre Pto. Deseado y el Golfo San Jorge), en Piedrabuena (sobre el río Santa Cruz, muy cercana a su desembocadura y la ciudad homónima) y en Rio Gallegos. En la isla de Tierra del Fuego, Rio Grande y Ushuaia. 


En Santa Cruz 


El 17 de febrero de 1933 el Capitán Zar con el suboficial Felipe Milillo despegaron de la Base Aeronaval de Punta Indio en un Vought Corsair, haciendo escalas en San Antonio Oeste, Trelew y Comodoro Rivadavia, arribaron a Río Gallegos. Al día siguiente llegó a Río Grande, debiendo aterrizar por condiciones meteorológicas adversas. Oportunidad en la que Zar entregó ejemplares de La Prensa y La Nación con sólo un día de atraso, también de la revista “Caras y Caretas”, de modo que se pudiera leer al mismo tiempo que en Buenos Aires. Posteriormente siguieron viaje a Ushuaia y fue así que son los primeros en unir a Buenos Aires con la lejana capital austral. Por otro lado, Zar reitera la gestión de 1932 (ref. a la factibilidad de preparar el campo de aterrizaje) que no había cristalizado como se esperaba. 


El primer informe de la Comandancia Naval indicaba que el desnivel y las condiciones del terreno no permitían arreglarlo definitivamente, sino hasta después de bastante tiempo y que la máxima dimensión posible de alcanzar era de 800 metros por 350 metros. La Aviación Naval tras mucho tiempo tramitando la implementación de un aeródromo en Ushuaia vio coronados sus esfuerzos al convertirse en dueña legal del terreno de Punta Observatorio, cuando el 24 de diciembre de 1940, el Poder Ejecutivo Nacional por intermedio del entonces Ministro de Agricultura y Ganadería Don Daniel Amadeo Videla, entre al Ministerio de Marina dicha fracción de terreno al sur de la ciudad de Ushuaia para destinada a la Dirección de Aviación Naval (el 24 de marzo de 1947 se funda la Base Aeronaval Ushuaia). 


Fue así también que en 1937 se efectuó la reserva de los terrenos y a partir de 1947/50 se realizaron las obras de infraestructura de importancia (nivelado, señalización, instalación de un hangar y construcciones suplementarias) y comienza a utilizarse por la aviación comercial. Finalmente cabe agregar que el constante progreso de Ushuaia y su importancia estratégica hicieron que la Armada mantenga en ejecución el plan de desarrollo de sus instalaciones, es así que se conformaron otros aeródromos auxiliares, tales como: Laguna del Pescado (en proximidades del Lago Fagnano), Canal Moat, “Kutalataka”, Puerto Remolinos (Tierra del Fuego), Cullen, Cabo Domingo, La Sara, Kami y Andorra. 


El 19 de abril de 1944 el Vicealmirante Marcos A. Zar en su carácter de Comandante de la Aviación Naval solicitó al Ministro de Marina Contraalmirante Alberto Tessaire en préstamo el avión Lockheed Electra 10 Executive, asignado por la Aviación Naval para el traslado del Sr. Ministro. Dicha solicitud era para hacer un relevamiento en la Patagonia (El Sr. Ministro le dijo “…Como no, eso sí, cuídemelo…”). El avión estaba a cargo del Teniente Arturo Rial y de copiloto estaba el Alférez Hansen; también lo acompañaban los Ingenieros Marailles y Córdoba. Al aterrizar en la precaria pista de Puerto Deseado, un viento lateral lo deslizó hasta quedar sobre las vías del tren patagónico (unía Puerto Deseado con Las Heras), éste pasaba cada 15 días y hacía 15 días que no pasaba. Aturdidos dentro del avión, nadie pudo hacer nada, y el tren colisionó la aeronave, destruyéndole su parte delantera. Así y todo, Marcos A. Zar no frenó su carrera. 


En Chubut 


En 1865 llega a Chubut un grupo de colonos galeses en el velero “La Mimosa” para radicarse definitivamente en estas tierras. En 1883 llega a Puerto Madryn, Provincia del Chubut, el primer buque de Transportes Navales, el ARA “Villarino”. Más tarde lo harían otros como el “Independencia” y “Rivadavia”, hasta la misma fragata “Sarmiento”. En 1902 se inician las tareas de balizamiento de faros y balizas por el buque balizador ARA “Alferez Mackinlay”, erigiéndose en 1905 el Faro de Punta Delgada. Más tarde, ya 1946, se crea el mareógrafo Puerto Madryn. En 1950 se comienza a desarrollar la Estación Aeronaval Auxiliar Puerto Madryn y en 1978 el Apostadero Naval Golfo Nuevo.  


Indudablemente Marcos A. Zar no estaba ajeno a estos hechos, tal es así que en julio de 1939 el Comisionado Municipal de Puerto Madryn Sr. Enrique Muzio, realizó las primeras gestiones ante el Director General de Aviación Naval, Capitán de Navío Marcos A. Zar para lograr el establecimiento de una base aeronaval. Previo a los estudios realizados por el Ministerio de Marina, se hizo cargo del asunto. Envían a Zar para realizar una visita de inspección al terreno que se le había sido indicado como apropiado. Mas tarde, el Sr. Muzio comenzó sus gestiones ante el representante de la Compañía The Por Madryn Argentina Ltd., a fin de conseguir el terreno. El Poder Ejecutivo por Decreto N° 72124 (con interés del Ministerio de Marina) fechado el 18 de septiembre de 1940, autoriza la adquisición de 170 hectáreas, lo que tomó formas concretas de posesión en nombre del Gobierno por el Capitán Zar y el Sr. Muzio el 24 de octubre. Más tarde se adquirió –por donación- otra fracción a Don Julio San Miguel. El 22 de junio de 1942 Zar eleva un anteproyecto para categorizar el aeródromo (tipo sendas) emplazado entre la ruta nac. N° 3 (Madryn-Rawson) y la N° 262 (Madryn-Trelew) a planta general Estación Aeronaval Puerto Madryn.

 

El jueves 28 de junio de 1945 llega a Puerto Madryn una importante noticia referida a la apertura de la licitación pública para la construcción de la Base Aeronaval y Artillería de Costa. La licitación que se inicia el 1 de julio se cierra el 21 de agosto a las 17 horas, y su presupuesto oficial fue de $ 5.145.866,67. Es en verdad no sólo una noticia singular sino de grandes proyecciones, largamente esperada por diferentes sectores de la comunidad. Las obras comenzaron (desmonte, construcción de pistas, alambrado, construcción de casa-habitación, hangar traído de Bahía Blanca, desviación de la picada, dotación de agua, plantaciones, etc.), la sola mención de esta obra y lo que cuesta dan una idea de que en la economía local significan un adelanto y un progreso, contribuyendo a que Puerto Madryn sea en un tiempo cercano un centro de singular importancia en la costa patagónica. 


Sumando más acontecimientos; llegamos hasta la estancia El Pedral, ubicada en Punta Ninfas (Provincia del Chubut), tiene costa sobre el Atlántico y sobre el Golfo Nuevo. Sus instalaciones principales –en ese entonces- consistía en: galpón de esquila, corrales, casa del encargado y una casa de los peones; esta está sobre la ruta provincial nº 5 que termina al pie del Faro Punta Ninfas, en la meseta patagónica, a 90 mts. sobre el nivel del mar. El casco, una señorial casa construida en 1921, está casi al nivel del mar, frente a la gran playa del fondeadero Punta Ninfas, el primero apenas entrando al Golfo Nuevo. Su propietario fue un vasco pionero en la Península de Valdés, llamado Félix Arbeletche, que la compró alrededor de 1915. Y como al Vicealmirante le gustaba conocer a la gente, solía aterrizar en algunas estancias para tomar contacto personal. Para esa época Don Félix Arbeletche había fallecido, y su hija Sofía junto a su esposo Don Enrique García Jaunzaras eran los propietarios. El Vicealmirante aterrizaba en el campo, frente a la casa, donde solía pernoctar, y tuvo una excelente relación con el matrimonio. De la misma surgió la donación a la Aviación Naval de varias hectáreas de campo, sobre la meseta, que fueron cercadas (alambradas para evitar presencia de ovejas), construyéndose allí tres pistas para servir como aeródromo de emergencia. 


Siguiendo hacia el Sur, llegamos a lo que fue el Aeródromo Auxiliar “Camarones”. Por Decreto N° 128.714/1942 se concedieron las tierras fiscales pertinentes. En 1944 por intermedio de Vialidad Nacional, se realizaron las obras básicas para la confección de una pista auxiliar de tierra. A partir de 1973 se concedieron su uso parcial a LADE, bajo control aeronaval, ya que el pueblo de Camarones no tenía pista ni aeródromo. Mientras que la Estación Aeronaval de Comodoro Rivadavia era un punto de suma importancia en las comunicaciones aéreas de la Patagonia, sumado al rol de producción y puerto petrolífero. Dentro de los planes del entonces Capitán de Navío Marcos A. Zar, estuvo siempre instalar en Comodoro una Estación Aeronaval. n 1935 se comienza a utilizar regularmente como “auxiliar”. En 1942 se concreta la cesión de tierra para dichas obras, y pronto con el concurso siempre presente de la Dirección Nacional de Vialidad, se nivelan las tierras y se realizan trabajos de desagues y otros. En la etapa 1935/47 los aviones de Transportes Aeronavales utilizan estas instalaciones en forma periódica y frecuente. Este Aeródromo queda bajo la órbita de la Fuerza Aérea Argentina en 1948, motivo por el cual la Armada decide dejar sin efecto a la Estación Aeronaval de Comodoro Rivadavia y utilizar el mismo en las condiciones que se le impongan. 


Un justo homenaje 


El 22 de julio de 1945 el Comisionado Municipal de Puerto Madryn mediante Decreto N° 68 (fechado el 17 de julio de 1945) dispuso rendirle un homenaje al Señor Vicealmirante Don Marcos A. Zar, mediante la inauguración de una placa que ostenta el nombre del marino, en la intersección de la calle que llevaría su nombre con la Avenida Hipólito Irigoyen, contándose con la concurrencia de la Plana Mayor y tripulación del buque ARA “Pueyrredón”. En Art. 2° de dicho instrumento legal puede leerse: “invitase al Señor Vicealmirante Don Marcos A. Zar al acto de presencia en el homenaje que el pueblo le tributa en reconocimiento a su acción en pro- del engrandecimiento de la Patagonia”. 


El compositor popular Santos Aschieri (h) les dedicó un tango titulado “El trío” (ref. Parodi, Zanni y Zar), letra y música que aún no se encuentra en ningún registro. 


El reconocimiento de un pueblo patagónico 


El día 06 de agosto de 1943 se publica en un matutino de Comodoro Rivadavia, bajo el título “Necesitamos un Contraalmirante Zar” el siguiente texto: “Puerto Deseado ha visto satisfecho uno de sus más caros anhelos: se ha hecho realidad el sueño del agua corriente y el fantasma de la sed, ha sido aventado. Para que ello haya sido posible, han mediado las razones legales y humanas que determinan a obrar a los gobiernos bien intencionados, pero injusto sería no reconocer que hubo también un factor que resultó predominante y favoreció el buen final de las tan prolongadas, desesperadas negociaciones, el Contraalmirante Marcos A. Zar…En efecto, fue el comandante de la aviación naval el que puso su mejor empeño en que Puerto Deseado contara con el servicio de agua corrientes y su acción tesonera, perseverante, firme, trajo por fin como consecuencia que las obras proyectadas, pasaran a ser obras en ejecución…Aquí, en Comodoro Rivadavia, resulta evidente que necesitamos un Contraalmirante Marcos A. Zar. 


Son ya muchos años que nuestra ciudad vive bajo la amenaza de sufrir el tormento de la sed. Y no hay exageración en la afirmación, ha venido notificando reiteradamente a la Municipalidad, que en cualquier momento puede verse precisado a interrumpir el servicio para atender sus propias necesidades que acrecen día a día….En los últimos tiempos, las autoridades municipales procuraron una vez más resolver la situación, pero se encontraban con un inconveniente insalvable: la Dirección de Obras Sanitarias de la Nación, respetando disposiciones legales en vigencia, no contrataban sino con las municipalidades legalmente constituidas…” 


(*) Director del Museo de la Aviación Naval Argentina – Base Aeronaval Comandante Espora – Bahía Blanca (Bs. As.).

(**) Corresponsal Naval y Delegado del Museo de la Aviación Naval en la Fuerza Aeronaval Nro. 3 – Coordinador Sala Histórica “Alte. Marcos A. Zar” – Base Aeronaval Almirante Marcos A. Zar – Trelew (Chubut) –

 

Fuente: https://www.histarmar.com.ar