El 30 de marzo de 1950, la revista alemana Der Spiegel publicó un artículo, titulado "UNTERTASSEN/LUFTFAHRT" dedicado al misterio de los "platillos voladores" supuestamente creados durante la Segunda Guerra Mundial. Demás está decir que el artículo provocó gran revuelo en Europa, que a la sazón ya estaba envuelta en la psicosis de la Guerra Fría.
Rudolph
Schriever
El
artículo, presentaba una entrevista con un tal Capitán Rudolph Schriever, quien
aseguraba haber trabajado durante la guerra, en 1942, en un diseño de algo como
un Flugkreisel "avión giroscópico", pero que el proyecto no llegó a
terminarse antes de que la guerra llegara a su fin. El desarrollo habría sido
capturado por los estadounidenses o los rusos, quienes supuestamente habrían
continuado desarrollando el proyecto.
Der Spiegel se preguntaba, si se trataba solamente del orgullo alemán
anhelando ser pioneros de un nuevo tipo de aparato volador o si se trataba de
otra cosa, que valía la pena investigar. Schriever presentó dibujos, borrosos
diagramas y unos pocos detalles técnicos del extraño Flugkreisel.
OVNIS
Después
del artículo de Der Spiegel, numerosos artistas hicieron sus representaciones
del ya famoso avión giroscópico, que hizo las delicias de los fanáticos
investigadores de los OVNIS, quienes a partir de 1947, a raíz del episodio de
Roswell, se multiplicaron en todo el mundo.
Proyecto
Flugkreisel
Según
Der Spiegel, Schriever trabajaba en 1941 para la empresa Heinkel en la ciudad
de Eger. Para entonces, los proyectos más importantes eran los helicópteros, de
los cuales existían varios prototipos desde 1936 y que se habían probado con
gran éxito. La forma vertiginosa en que
aparecieron nuevos modelos de helicópteros, hizo que Schriever propusiera un
modelo circular que fue llamado Flugkreisel.
Dijo la
prensa
Casi
simultáneamente, el 6 de setiembre de 1952, apareció un artículo y entrevista a
Schriever en el semanario italiano Tempo, escrito por el periodista Luigi
Romersa, quien en 1947 escribió un artículo sobre una prueba atómica efectuada
por los alemanes en el Báltico. En
Francia la revista La Marche du Monde, también publicó un artículo sobre el
avión circular de Miethe, artículo que fue repetido por el semanario parisino
C'est La Vie, el 7 de agosto de 1952.
Más tarde, en 1957 fue publicado el libro "German Secret Weapons of
the Second World War" por el Mayor Rudolf Lusar, posteriormente publicado
en Londres y Nueva York, en 1959.
Alexander
Lippisch y Richard Miethe
Los
trabajos de desarrollo de la idea fueron encargados a la BMW asociada con
Heinkel y la checoslovaca Skoda. Dentro del equipo alemán de científicos, se
hallaban Alexander Lippisch y Richard Miethe creador del vehículo Andrómeda, un
prototipo de avión circular con propulsión jet.
La guerra impidió que se terminara el proyecto, pero Schriever aseguraba
que el aparato estuvo listo en 1944, pero le declaró al diario Il Tempo que
tuvo que ser destruido por la llegada de los rusos. Sin embargo. a partir de 1947, numerosos
testigos en todo el mundo aseguraron haber visto extrañas naves en forma de
discos.
Viktor
Schauberger
En
Austria, durante la guerra, otro grupo también estuvo trabajando en la fábrica
Kertl de Viena bajo el liderazgo del Dr. Viktor Schauberger, diseñando una nave
que usaba métodos magnéticos para crear un efecto de vórtice, que producía
levitación. Dicen que se construyeron
dos modelos de naves de Schauberger, hechos de cobre y que al menos una de
ellas funcionó. Después de la guerra, Schauberger
fue llevado a los EEUU, donde fue obligado a firmar un contrato en inglés, que
él no entendía, dándole a una empresa del gobierno todos los derechos sobre sus
inventos, conceptos y diseños. Luego de
permanecer un tiempo en la empresa, fue devuelto a Austria, donde extrañamente
murió 5 días después.
Testigos
En el
número de "International News Service" correspondiente al 11 de abril
de 1950, se mencionan testigos que estuvieron en la fábrica donde se
desarrollaba el proyecto, dijeron que estaba prohibido mirar por las ventanas
donde se fabricaba el disco volador. La
nave estaba propulsada por motores de kerosén y hacía un extraño ruido debido a
los motores que lo elevaban y a los que le daban impulso hacia adelante. La nave podía volar a velocidades
supersónicas. Para entonces, los
testigos vivían en los Estados Unidos.
Proyectos
en los EEUU
En el
proyecto de la Fuerza Aérea de los EEUU y en proyectos de la US Navy, como el
Chance Vought v173/XF5U-1 que derivaron en nuevos diseños jet tipo
"torta", aparece el Dr. Richard Miethe que trabajó con John C. Frost
y H Moody en AV Roe en Canadá. Miethe fue
el cerebro que dirigió los proyectos VTOL tipo disco basado en el trabajo
alemán del "motor de empuje radial" y también en el Proyecto
Silverbug o Proyecto Y de 1955, que fueron los prototipos que llevaron a buen
término un disco interceptor que fue el precursor del Lockheed YF-12, más
conocido como Blackbird y, por qué no, del ahora famoso avión
"invisible", el bombardero Stealth F-117.
El
proyecto Silverbug iniciado en 1940, para desarrollar un avión de despegue
vertical, tenía forma de disco y el diseño original, perteneció a un científico
alemán, que después de la guerra fue llevado a los EEUU.
El
disco de Roe
Muchos
investigadores consideran que el disco de Roe no era otra cosa que un
pasatiempo, aunque la empresa canadiense tuvo un proyecto
"hovercraft" tipo disco que sí funcionó, pero se preguntan, si fue en
eso en lo que verdaderamente estuvo trabajando Miethe, o más bien fue en algún
otro proyecto secreto.
¿Podían
los alemanes fabricar un disco volador?
Durante
los años 30, la ciencia y la tecnología alemana era la más avanzada del mundo. Tenían
los automóviles más veloces, los aviones más rápidos y de más largo alcance,
transmitieron los primeros programas regulares de televisión de larga duración
con motivo de las Olimpiadas de 1936, hacían las mejores películas empleando
las mejores técnicas de sonido y fotografía, los primeros jets y los primeros
motores cohetes estaban en fase de desarrollo, la tecnología de radio y
comunicaciones era la más avanzada del mundo.
Todo eso es conocido. Pero no hay
suficientes evidencias, ni pruebas, sobre el proyecto de un disco volador,
diseñado por Miethe, denominado RFZ-7t y luego V-7, inicialmente propulsado con
un motor derivado del Jumo que hizo posible al primer Jet de combate, el Me
262, haya llegado a la fase final de vuelo tripulado.
Hitler
habló sobre armas milagrosas
En
1945, el Dr. Miethe informó a Hitler acerca de las investigaciones que estaban
haciendo en motores de naves supersónicas y que volaban a alturas superiores a
los 24 mil metros. Es muy sabido que el
propio Hitler en varias oportunidades mencionó en sus discursos de 1945, la
pronta aparición de armas milagrosas.
¿Psicosis
colectiva mundial?
Luego
de la guerra, a partir de 1947, comenzaron a aparecer testigos, en Europa
Oriental y los EEUU, que manifestaban haber visto una especie de "discos
voladores", o naves con forma de "cigarros" que también fueron
prototipos alemanes y de los cuales hay pruebas. No es posible pensar que eso
podía ser discutido tras la Cortina de Hierro, pero la Fuerza Aérea de los EEUU,
fue ordenada a que investigara y durante más de 50 años no ha podido presentar
pruebas contundentes que confirmen o nieguen la existencia de tales vehículos,
aunque sí ha ocultado o destruido evidencias.
Hay
quienes no creen en las armas milagrosas
Kevin
McClure publicó un trabajo llamado “Secrets or Lies - investigating the Nazi
UFO legends” (Secretos o Mentiras - Investigando las leyendas de los OVNIS
Nazis). McClure, no sólo investigó las
misteriosas naves de Miethe, Habermohl y Bellonzo, sino también las armas
"Feuerball" y el "Kugelblitz" que según las publicaciones
del escritor italiano Renato Vesco, fueron fabricadas y probadas durante la
guerra y por último la nave de batalla y vehículo espacial "Vril" y
"Haunebu" sobre los cuales han escrito Vladimir Terziski, Henry
Stephens, Mike Schratt, Wendelle Stevens, Len Kasten, James Hurtak y muchos
otros.
¿Seguirá
el misterio?
Tal
como muchos autores afirman, uno no puede sino especular, que si las bombas
voladoras V-1 y los cohetes V-2 no hubieran llegado a estar en estado operativo
en 1945, en el momento que los Aliados las hubieran encontraron, se las habrían
llevado inmediatamente —como efectivamente ocurrió con cientos de ellas,
incluyendo todos los científicos, ingenieros y técnicos que pudieron ubicar—
pero de haber sido secretas todavía, habrían sido eliminadas todas las
evidencias, como ocurrió en muchos otros casos comprobados.
Sea como
haya sido, no hubo ningún disco volador, ni nave que se le parezca, registrado
como unidad en estado operativo en la Luftwaffe, durante la guerra hasta 1945.
Fuente:
https://www.exordio.com