El
polémico Dimitri Rogozin cuenta cómo dedicó su estancia en Roscosmos a buscar,
sin éxito, pruebas que refutasen el histórico acontecimiento.
Por Miguel
Ruiz de Arcaute
Dimitri
Rogozin, el exdirector de Roscosmos (la agencia espacial rusa), asegura
albergar dudas de que los astronautas de la misión Apolo 11 pisasen la Luna en
1969.
En un
mensaje difundido en su canal de Telegram, el responsable de la estrategia
sideral de Vladimir Putin entre 2018 y 2022 ha expuesto su escepticismo: según
él, el hito llevado a cabo por Neil Armstrong y Buzz Aldrin –amén de los otros
10 hombres, todos estadounidenses, que hasta 1972 transitaron por su
superficie– resulta inverosímil por varias cuestiones que considera
incoherentes.
A
Rogozin, que a su llegada a la agencia rusa ya se mostraba incrédulo respecto
al histórico acontecimiento, le llamaba la atención que, tras sus casi 24 horas
en la Luna, la icónica pareja de astronautas se desplazara sin grandes
esfuerzos tras salir del módulo lunar, mientras que los “cosmonautas soviéticos
que regresaban de expediciones de varios días apenas podían mantenerse en pie”.
Pero no
solo eso. “Hace unos diez años, cuando trabajaba en el Gobierno, envié una
solicitud oficial a Roscosmos para que me proporcionara pruebas documentales de
la estancia de los estadounidenses en la Luna”, relata Rogozin, quien se enroló
como combatiente ruso en Ucrania algunos meses después de ser despedido como
jefe de Roscosmos el pasado julio.
La
petición, no obstante, cayó en saco roto: lo único que el ente le envió fue un
libro titulado Conquista de la Luna por astronautas, el cuál critica porque
asegura que su única fuente de referencia es un cosmonauta, Alexéi Leonov, a
quien la NASA le “contó” que, efectivamente, Armstrong y Aldrin habían
realizado el desembarco con éxito.
Tiempo
después, sin embargo, Rogozin se hizo con los mandos de la agencia, y pese a
que cuenta que siguió buscando pruebas sin encontrar nada, también afirma que
topó con críticas de académicos, compañeros e incluso una llamada de atención
de un alto directivo ruso por socavar la “sagrada cooperación con la NASA” y
sembrar con ello la discordia entre Washington y Moscú.
No me
quedó claro cómo los EEUU, a ese nivel de desarrollo tecnológico de los años
60, hizo lo que todavía no puede hacer ahora
“No socavé ni agravé nada; solo en virtud de mi naturaleza traté de llegar al fondo de los detalles y establecer, al menos para mí, el verdadero estado de las cosas en el tema de la exploración de la Luna por nuestros competidores No me quedó claro cómo los Estados Unidos, a ese nivel de desarrollo tecnológico de los años 60 del siglo pasado, hizo lo que todavía no puede hacer ahora”, dice Rogozin, quien no duda de que la Apolo 11 alunizase, sino de que sus astronautas fueran capaces de salir al exterior.
Durante
los meses posteriores a la invasión rusa a Ucrania, el también político adoptó
una postura abiertamente agresiva y beligerante contra Occidente. A esa etapa
corresponden, entre otras, declaraciones suyas en las que amenazó a Europa y a
los EEUU con dejar caer la Estación Espacial Internacional sobre su territorio
o con dejar varado en ella a un astronauta estadounidense, amén de una larga
lista de soflamas. Todo ello condujo a su salida en julio de 2022, un motivo
que, según fue confirmado meses más tarde por un director ejecutivo de Rogozin,
tenía como finalidad aliviar la tensión con Occidente.
Fuente:
https://www.eldebate.com