A Milan
Rastislav Stefánik, sus compatriotas le compararon con Lawrence de Arabia y
Napoleón
Por Gustavo
Morales
Milan
Rastislav Stefánik (1880-1919) fue un hombre polivalente: militar, diplomático,
piloto de aviación, político y antes de todo eso fue un científico muy
destacado.
Nació
en 1880 en Eslovaquia, lo cual para él era esencial, como él lo fue para el
nacimiento de la república checoslovaca. Estudió en Praga y más tarde en
Zúrich, donde demostró estar altamente capacitado en los campos de la
astronomía y la óptica.
Se
asentó posteriormente en París, en 1904. Hasta 1914, cuando comenzó la Gran
Guerra, participó en expediciones astrofísicas a lo ancho y largo del mundo.
Realizó
observaciones desde el Montblanc y España, sobre el eclipse de sol de 1905.
Haciendo también vigilancias desde Turquestán y Brasil. En Haití siguió el
regreso del cometa Halley. En 1910 recorrió Ecuador y Marruecos. El Gobierno de
París, que ya le había concedido la nacionalidad francesa, le premió estos
servicios, a los que había que unir otros de tipo diplomático, con la Legión de
Honor, tanto por sus tareas como científico como por sus dotes y logros en el
campo de las relaciones exteriores.
El militar, político, diplomático Milan Rastislav Stefánik
En
1914, el estallido de la Primera Guerra Mundial despertó en Stefánik los
sentimientos nacionalistas y eslavófilos que le inculcara su padre durante su
infancia. Pensaba, y no se equivocaba, que de la derrota del Imperio austrohúngaro
nacería la independencia de Eslovaquia, que él asociaba con la de Chequia para
hacer un Estado viable con la consiguiente unión de ambos países. De hecho, la
Gran Guerra supondrá la destrucción de tres imperios: el austrohúngaro, el
ruso, que se haría soviético, y el otomano.
En 1915
ingresó en el Ejército francés, en la recién creada arma aérea, donde hizo una
carrera fulminante, pues en tres años ascendió de Cabo a General de Brigada.
Creó una escuadrilla de pilotos voluntarios eslovacos y checos. Aunque su
capacidad organizativa y sus dotes diplomáticas le recomendaban para otras
tareas más trascendentes.
En
primer lugar viajó a Rusia para organizar un destacamento de legionarios con
los eslovacos y checos que habían caído prisioneros del Ejército ruso cuando
combatían en las filas del Ejército austrohúngaro. Esa misma tarea las llevó a
cabo luego con los prisioneros del origen citado, checos y eslovacos, que se
encontraban en campos de concentración rumanos.
Iniciada
la guerra civil en Rusia tras la caída del zarismo y la victoria de los
bolcheviques, Stefánik volvió a ese país, logrando que sus compatriotas que
combatían en Siberia contra el Ejército Rojo en las filas de los ejércitos
blancos fueran enviados a Japón desde donde fueron trasladados a Francia.
Estatua de Stefánik en Praga
En 1917
marchó a los Estados Unidos a reclutar voluntarios eslovacos y checos. Y acto
seguido viajó a Italia obteniendo permiso para que se formasen en ese país
unidades combatientes del referido signo, siendo la primera vez que en un
tratado se mencionaba el nombre de la República Checoslovaca. Por aquel
entonces, alrededor de 100.000 hombres de uniforme formaban parte de las
unidades checoslovacas. Momento que escogió Stefánik para participar en la
creación de una identidad nacional con la elaboración de banderas e insignias y
condecoraciones de las nuevas Fuerzas Armadas, cuyo mando asumió el General
Janín.
Stefánik,
que acumulaba las más altas distinciones de las naciones aliadas, continuó con
sus constantes viajes de alto nivel y al regreso de uno de ellos, su avión, que
había despegado de Italia, fue a estrellarse en las proximidades de Bratislava,
la capital de Eslovaquia, pereciendo cuantos lo ocupaban. Era el 4 de mayo de
1919. El aeropuerto de Bratislava, donde sucumbió, lleva su nombre en su
recuerdo.
Aunque
es relativamente desconocido fuera de su país, a nivel internacional, sus
compatriotas compararon a Stefánik con Choderlos de Laclos, el militar y
escritor obsceno francés autor de “Las amistades peligrosas”, por el uso de
tácticas militares en asuntos amorosos. También lo asemejaron con Lawrence de
Arabia por su visión, con Napoleón Bonaparte por su ambición... y con uno de
los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo por su convicción. Desempeñó un papel
clave en la fundación de una nación independiente.
Fuente:
https://www.eldebate.com