4 de mayo de 2019

RUDI SURECK, EL AVIADOR ALEMÁN QUE LLEGÓ SIN QUERER A AGAETE, GRAN CANARIA, EN 1943.


 
Esquela en el diario "La falange" de julio de 1943.

Al amanecer del 26 de mayo de 1943, como de costumbre los cuatro chinchorros de Agaete, casi cien hombres y sus doce embarcaciones, se hacen a la mar en busca de la sardina, por tierra bordeando los acantilados del Lomo el Manco en dirección a Guayedra va el "vijador", hombre de buena vista que desde los altos de los acantilados indica mediante una especie de silbato llamado "firra" y otros gestos convenidos, la presencia de los "manteríos" de sardinas a los que abajo en la mar, van remando en los "barquillos". Manda los chinchorros; Juan de To, el Verguilla, Manoalejo y Manuel niño (mi bisabuelo).

 

Aquel día no fue la sombra en el mar de las sardinas lo que alertó a los chinchorros, sino la presencia de un cuerpo descompuesto flotando en las proximidades de la playa de Guayedra, vestido con guerrera, mono militar y salvavidas amarillo, esta es su historia:

Al amanecer del día 30 de diciembre de 1942, en el campo de aviación del escuadrón de combate, 7/KG40, de la Luftwaffe, situada en la localidad de Burdeos, en el sur de la Francia ocupada, el sargento Rudi Sureck, de 19 años de edad, radio telegrafista, desayuna junto con el resto de sus compañeros de tripulación como era costumbre en la citada base, antes de acudir a la reunión previa, donde se explica la misión y se dan las últimas instrucciones sobre los objetivos a atacar.

 
Tripulaciones de un Cóndor de la Luftwaffe preparando la misión.

Uno de los aviones, Cóndor Wnr. 0160, con código F8+FR, lleva la siguiente tripulación:

Teniente Günther Gräber, piloto.
Subteniente Walter Jüttner, piloto.
Sargento Rudolf Gerlach.
Cabo 1° Karl-Heinz Graebig.
Sargento Xaver Rappl.
Sargento Rudi Sureck.
(Incidentes aéreos en España en la II GM - "Acuña y Villaverde")

 

Mientras en las pistas los aviones Cóndor, Focke Wulf Fw-200, calientan motores y reciben los últimos preparativos cargando bombas de 250 kg y combustible extra, convirtiendo la cabina en una auténtica gasolinera, la misión es lejana, muy lejana, 4.000 km ida y vuelta, unas 12 horas en el aire.
 
 
El Escuadrón 7/KG40, en Burdeos-Merignac, 1942.

Esta vez la misión no es la habitual del escuadrón, las aburridas patrullas de largas horas sobre el Atlántico en busca de convoy mercantes aliados procedente de América, con suministros y tropas hacia Europa para atacarlos. La nueva misión es el bombardeo de la ciudad marroquí de Casablanca, bajo protectorado francés y ocupada por los aliados desde noviembre de 1942.

   
Recreación de un ataque de los Cóndor a un convoy aliado sobre el atlántico (foro Gran capitán).

En Casablanca, desde el 8 de noviembre de 1942, que comenzó el desembarco aliado, se van acumulando hombres y materiales con el fin de abrir un nuevo frente en África a los alemanes y recuperar Túnez, Argelia y Libia, para facilitar el asalto a la Europa continental. Al mediodía del 30 de diciembre comienzan a despegar los once aviones Fw-200 Cóndor del escuadrón de combate 7/KG40, con el fin de estar sobre el objetivo ya de noche para dificultad la visibilidad a la artillería antiaérea.

 
Preparativos antes del despegue

El alto mando alemán conocedor de que se estaba preparado la reunión de los lideres aliados en Casablanca, para acordar el desembarco en Europa, los bombardeos masivos sobre Alemania y la rendición incondicional de los nazis, pretende reventarla además de causar el mayor número posible de daños a los barcos de guerra y de suministro que se encuentren en el puerto de Casablanca.

 
Líderes aliados en la conferencia de Casablanca enero de 1943

Con silencio de radio como era habitual, atravesando el Cantábrico, bordeando las costas portuguesas, los once Cóndor con unos setenta tripulantes a bordo se dirigen al objetivo. Al anochecer divisan el resplandor de las luces de la blanca ciudad marroquí.

 
El ataque en el diario la Falange de Las palmas 01-01-1943

Una vez detectada la formación alemana, los cazas ingleses salen a su encuentro, los Spitfire de la RAF inician el ataque. Los Cóndor sin escolta de cazas son muy vulnerables, eran extremadamente lentos en comparación con los cazas aliados. Además, la fuerte artillería antiaérea de los barcos y de tierra causa numerosos estragos. Son derribados o averiados varios aviones alemanes. Uno de ellos es el Cóndor Wnr. 0160, con código F8+FR, se cree que intentó llegar a Canarias, pero cayó al mar, desconociéndose el destino de la tripulación. Uno de los tripulantes desaparecidos es el Sargento Rudi Sureck, de 19 años de edad.

 
Cóndor derribado en el Atlántico 1941 (Fuente: Forczyk, Robert “Fw 200 Cóndor vs Atlantic Convoy 1941-1943” Osprey 2010 pág. 56)

Dos de los aviones alcanzados y averiados por la artillería antiaérea trataron de llegar a España. Uno era el Fw 200 C-4/U3, numeral F8+AS y WNr.0175, pilotado por el Teniente Fritz Hoppe, aterrizó en Sevilla el día 31 de diciembre de 1943. La tripulación fue repatriada, el avión quedó integrado en la Fuerza Aérea Española, sería el Cóndor que entró en servicio en el Ejército del Aire con el código T-4. 2.  A este Cóndor le acompañó en el internamiento de Sevilla un segundo Fw 200, C-4, numeral F8+HS y WNr.118, que participaba en la misma misión. (Incidentes aéreos en España en la II GM - "Acuña y Villaverde")

 
Cóndor que aterrizo en Sevilla una vez internado en el Ejercito del Aire español, con el código T4-2
    
Como ya hemos especificado al principio, el 26 de mayo de 1943, casi cuatro meses después, los pescadores de Agaete, Gran Canaria, encuentran un cuerpo en avanzado estado de descomposición, cerca de la playa de Guayedra, (aproximadamente en las coordenadas 28º05´58.56” N – 15º42´33.69” W ("El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste" ISBN 978-64-15823-21-6), los hechos son puesto en conocimiento de la Guardia Civil, que ordenan el traslado al Puerto de Las Nieves.

 
Lugar aproximado del hallazgo del cadáver.
    
Por la vestimenta y documentación que se encontraba en perfecto estado, ya que las tripulaciones aéreas en previsión de amerizajes estaban dotadas de una bolsa impermeabilizada para sus documentos, se confirma de qué se trata del Sargento alemán, Rudi Surek, de 19 años de edad.

 
Uniformidad de los tripulantes de los Cóndor alemanes igual a la que llevaba el cadáver encontrado.
  
Se procede como estaba prevenido a dar aviso a la Comandancia de Marina, Juez de Instrucción del Partido y al consulado alemán en la isla. En el lugar se personan, el Juez de Instrucción, un delegado militar de la Comandancia de Marina, el vice-cónsul alemán en la isla entre otras autoridades.

La noticia corre como la pólvora por Agaete, trastocando el acontecer diario de la tranquila villa y como si un 17 de agosto extraordinario se tratara de la bajada de la virgen a su ermita en las Nieves, la procesión de gente del pueblo hacia la playa fue incesante durante todo el día. Ya al atardecer, una vez instruidas las correspondientes diligencias, el juez ordenó el traslado del cadáver al cementerio municipal para la realización de la correspondiente autopsia.         

Identificado oficialmente por su uniforme y documentación militar se trata del Suboficial de la Luftwaffe, Rudi Sureck, de 19 años de edad, nacido el 30/01/1923, en la pequeña localidad de Oberlungwitz, del estado de Sachsen, Sajonia, Alemania, hijo único.

 
El pequeño pueblo de Oberlungwitz en la actualidad.
        
El párroco, el célebre D. Manuel Alonso Lujan, según la tradición oral, quería llevarlo a la iglesia para darle cristiana sepultura, pero debido a lo putrefacto del cadáver y el mal olor que desprendía, la autoridad judicial ordenó el traslado al cementerio municipal y, tras la autopsia, su enterramiento sin más trámite, lo que le ocasionó un berrinche al párroco, no inscribiendo la defunción “por no haber pasado por la iglesia". No obstante, si fue inscrita el Juzgado municipal. Siendo celebrado su funeral posteriormente el 15 de julio.

 
Puerto de Las Nieves, Agaete años cuarenta del siglo XX.

El cuerpo de Rudi descansó durante cuarenta años en una sencilla tumba en el suelo del cementerio parroquial, al fondo a la derecha del campo santo, recuerdo perfectamente visitarlo cuando era niño, por la fascinación que nos causaba, ya que nos decían que era de un piloto alemán.

 
A la izquierda de la fotografía, junto a la cruz pequeña, rodeada con un murito de piedras, lugar donde estuvieron durante cuarenta años los restos de Rudi, en el cementerio parroquial de Agaete. Foto cedida por nuestro querido "Manue" el sepulturero.

Su funeral y misa de réquiem por su eterno descanso se celebró por todo lo alto, cuentan las crónicas de la época que jamás se había visto un funeral de tal dimensión, asistieron todas las autoridades de la comarca, presidiendo el acto el cónsul alemán en Canarias, Walter Sauermann, el “Ortsgrupperffeiter” Otto Bertram, (jefe del partido NAZI en Las Palmas) y numerosos miembros de la colonia alemana en Gran Canaria.  El funeral se celebró a las 10 de la mañana, la vida en el pueblo se paralizó para que todo el mundo pudiera asistir al acto, el templo de la Concepción se quedó pequeño para acoger a todos los feligreses.

 
Catafalco, Misa de réquiem.

El cura párroco y los monaguillos se revistieron con las mejores galas funerarias. Se colocó el catafalco en el centro del altar, en representación del cuerpo ya enterrado de Rudi, adornado de cuatro grandes cirios o mechones, numerosas coronas lo adornaban, miembros uniformados de la Falange y militares acampados en la comarca durante los años de la II Gran Guerra, ante el posible desembarco aliado, ocuparon lugar destacado. Un coro y una banda de música cantó la misa de réquiem.


Inscripción de la defunción e identificación de Rudi Sureck, en el Juzgado Municipal, con la dramática descripción del cuerpo hallado.

El suceso le generó un gasto de 403 pesetas al ayuntamiento de Agaete y que fueron reclamadas, como consta en la documentación del archivo municipal al consulado alemán en Las Palmas, con fecha 27 de agosto de 1943. Siendo los siguientes;
  • Mayo, día 26 
    • A Don José del Rosario, por un viaje en su coche con el Juzgado y Guardia Civil de esta Villa, a la playa de "Las Nieves", al levantamiento del cadáver: 15 pesetas.
    • A cuatro peones para trasladar el cadáver a hombros desde la playa al Cementerio de esta Villa, los peones D. Vicente Benítez Marrero, D. Juan García García, D. Francisco Martín Bermúdez, D. Antonio Medina Godoy. Diez pesetas a cada uno: 40 pesetas.
    • Al carpintero D, José Medina Perdomo, su factura por una caja rústica para trasladar el cadáver desde la playa hasta el Cementerio: 78 pesetas.
  • Mayo, día 27 
    • Al Guardia Encargado D. Pedro Jiménez Díaz, por varios efectos para la autopsia: 40 pesetas.
    • A tres peones por atenciones del cadáver durante la autopsia, apertura de fosa y enterramiento: 30 pesetas.
    • Al carpintero D. José Medina Perdomo, su factura por una caja-ataúd para el sepelio: 200 pesetas. 

En 1956, el ciudadano alemán Curt Herrmann, se interesó ante el párroco D. Manuel Alonso Luján por la situación del lugar de la inhumación, contestándole el sacerdote con fecha 3 de octubre de ese mismo año, que se encuentra en sepulcro N° 3, del cementerio viejo, parte naciente, clase de féretro corriente, al dorso del mismo escrito, de puño y letra el Vicario General autorizó la exhumación y traslado de los restos, lo que no ocurrió hasta 1982.


Escritos donde le párroco contesta a la información pedida por un ciudadano alemán sobre Rudi Sureck.

 
Lugar donde se encuentran los restos del aviador en la actualidad, Cuancos, Yuste (Cáceres). http://www.u-historia.com/

Es tradición en el ejército alemán enterrar a sus soldados en el país donde mueren. El gobierno alemán, a través del organismo encargado de velar por los cementerios de guerra alemanes, decidió reunir en un único lugar los cuerpos de los soldados alemanes repartidos por España. Fue un arduo trabajo de investigación realizado por Gabriela Poppelreuter, ciudadana alemana afincada en Mallorca.

Entre 1980 y 1983, fueron trasladados a la localidad de Cuacos de Yuste, provincia de Cáceres, los restos de los militares alemanes dispersos por el territorio español. El Sargento Rudi Surick, es desenterrado tras cuarenta años entre los nuestros y trasladado a dicho cementerio en el mes de septiembre de 1982, donde reposa definitivamente junto a sus camaradas, 26 soldados de la I Guerra Mundial y 154 de la II Guerra Mundial, fallecidos o aparecidos sus cuerpos en nuestro país.
Fuente volksbund.de/kriegsgraeberstaette/cuacos-de-yuste.html)

 
Cementerio de Cuancos de Yuste (Cáceres) http://www.u-historia.com/

 
Documentos del traslado de los restos gentileza de D. José Carlos Violat Bordonau, coautor del libro "El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste" ISBN 978-64-15823-21-6,

Me hubiera gustado ponerle cara a este ser humano, pero no ha podido ser de momento, seguro que sería como todos aquellos jóvenes, casi niños, rubios y esbeltos teutones que dieron su vida por su patria, una gota en el mar de 50 millones de víctimas de la II Guerra Mundial.

 
Aviador alemán de nombre Rudi caído en combate en 1944
     
Y esto es lo que conocemos de este joven llamado Rudi Sureck, que una mañana de mayo llegó atravesando la mar a Agaete, como lo hiciera nuestra virgen de Las Nieves cuatrocientos años antes, que un día fue un ser humano, y que casi un niño, con solo 19 años, vio su vida truncada por lo absurdo de las guerras y la sinrazón de sus dirigentes...

In memoriam.

Has muerto, camarada,
en el ardiente amanecer del mundo.
Has muerto cuando apenas
tu mundo, nuestro mundo, amanecía.
Llevabas en los ojos, en el pecho,
tras el gesto implacable de la boca,
un claro sonreír, un alba pura.

Te imagino cercado por las balas,
por la rabia y el odio pantanoso,
como tenso relámpago caído,
como blanda presunción del agua,
prisionera de rocas y negrura.

Te imagino tirado en lodazales,
caído para siempre,
sin máscara, sonriente,
tocando, ya sin tacto,
las manos de otros muertos,
las manos camaradas que soñabas.

Has muerto entre los tuyos, por los tuyos.

1937
De: Hora de España, núm. 9 (sept. 1937), pp. 39-42
OCTAVIO PAZ

José Ramón Santana Suárez.

P.D. unos días después, apareció otro cuerpo en avanzado estado de descomposición en el mar de Agaete, recogido por el chinchorro de mi bisabuelo mientras pescaban. Esta vez no pudo ser identificado y reposan en una fosa común del cementerio parroquial de Agaete.

Fuente: https://agaetemipasion.blogspot.com