Dos helicópteros AH-1W SuperCobra proporcionando apoyo aéreo cercano durante un tiroteo entre el 1er Batallón de Reconocimiento Blindado Ligero estadounidense y tropas iraquíes durante la invasión de Iraq de 2003.
Un helicóptero AH-64 Apache prestando apoyo aéreo cercano a unos soldados del Ejército de los Estados Unidos que patrullan el río Tigris al sureste de Bagdad durante la Guerra de Irak. 2005.
El
apoyo aéreo cercano, también conocido por sus siglas en inglés CAS (Close Air
Support), se define en táctica
militar como la acción aérea llevada a cabo por una aeronave contra objetivos
hostiles que se encuentran en las proximidades de fuerzas amigas. Estas
acciones necesitan una gran integración y coordinación entre las fuerzas
terrestres y aéreas.
El
factor determinante para el apoyo aéreo cercano es una detallada integración,
no la proximidad. Si bien varias aeronaves pueden realizar estas acciones, como
los aviones de ataque a tierra, los helicópteros son la principal arma para
estas tareas y están tan integrados en las unidades terrestres que en la
mayoría de países los helicópteros son operados por el ejército de tierra y no
por la fuerza aérea. Para ofrecer unas mejores características CAS se han
desarrollado algunos aviones específicamente para esta tarea, siendo los
ejemplos más claros el A-10 Thunderbolt, el Sukhoi Su-25, o también el Lockheed
AC-130.
El
apoyo aéreo consiste por tanto en el conjunto de operaciones aéreas realizadas
en provecho de las otras fuerzas dentro de un teatro de operaciones y puede ser
general (cuando está destinado a ganar y a mantener la superioridad aérea, así
como a impedir el movimiento de las fuerzas enemigas) e inmediato (cuando tiene
por objeto batir blancos enemigos para ayudar directamente a las fuerzas de
superficie en el cumplimiento de su misión).
El
Apoyo Aéreo Inmediato es conocido en la actualidad como Close Air Support (CAS)
traducido al castellano como “apoyo aéreo cercano”. Se define como la acción
aérea llevada a cabo por una aeronave contra objetivos hostiles que se
encuentran en las proximidades de fuerzas amigas. Estas acciones necesitan una
gran integración y coordinación entre las fuerzas terrestres y aéreas, por
ellos las instituciones que integran ambas son las que históricamente han
trabajado en su doctrina y han entrenado en su aplicación (ejemplo: la
Infantería de Marina de los EEUU).
El
Apoyo Aéreo General suele identificarse con el Battle Area Interdiction (BAI).
Este no se realiza en el frente sino en la zona enemiga situada inmediatamente
en su retaguardia y sobre tropas de apoyo y retaguardia, no estrictamente las
de combate. Por tanto el contacto con las tropas del frente no es tan inmediato
y real como en el CAS.
Aeronaves
Aviones
de ataque al suelo
Diagrama que muestra el armamento de un AC-130A Spectre, primera versión de la familia de cañoneros AC-130.
El
avión CAS ideal debe permitir al piloto detectar visualmente los blancos antes
de atacarlos para minimizar el riesgo de atacar a las tropas propias, por lo
tanto la velocidad no es un requisito prioritario. El análisis de las
operaciones en la guerra de Corea indicaba que los reactores y los aviones de
hélice eran igualmente capaces de realizar misiones CAS efectivas, si el
reactor podía maniobrar lo suficientemente despacio y a una altura lo bastante
reducida para identificar claramente los objetivos. Además el avión CAS ideal
debe ser fuerte y maniobrable frente al fuego enemigo (armas de pequeño
calibre, artillería antiaérea y misiles superficie-aire). La cada vez mayor
presencia de SAM portátiles ha incrementado la amenaza a los aviones CAS que
vuelan bajo.
Durante
la Segunda Guerra Mundial el caza-bombardero prestó el servicio de ataque al
suelo para los aliados y las fuerzas del Eje, complementando y con el tiempo
reemplazando al avión de asalto especializado como principal instrumento del
ataque en el campo de batalla de aire a tierra.
Avión Douglas A-1J Skyraider del 6º Escuadrón de Operaciones Especiales (Special Operations Squadron) de la USAF atacando un objetivo durante la guerra de Vietnam.
Los
aviones que pueden realizar misiones CAS actualmente pueden ser cañoneros como
el AC-130, drones de control remoto, aviones de ataque ligeros (AT-6 y
similares) y aviones de ataque convencionales (F-16, F-15, F-35 o A-10). Los
cañoneros como el AC-130 han sido tradicionalmente plataformas empleadas para
operaciones especiales y contrainsurgencia. El AC-130 debido a su valor y poder
de fuego siempre se ha evolucionado: el AC-130H usaba un cañón de 40 milímetros
y un cañón M102 modificado, mientras que el AC-130U emplea un cañón de 25 mm en
lugar de un cañón de 40 mm. Los aviones ligeros resultan ideales en situaciones
donde las defensas antiaéreas enemigas no son demasiado potentes y no hay
oposición aérea.
Helicópteros
de ataque
Junto a
la movilidad inherente al propio helicóptero y a su capacidad de proyección,
tanto en transporte aéreo para su despliegue en zona, como en operaciones desde
plataformas navales, el helicóptero de ataque aporta dos cualidades adicionales
que resultan esenciales: una gran capacidad de supervivencia y una gran
potencia de fuego.
La
sustancial reducción de la vulnerabilidad alcanzada por las nuevas generaciones
de helicópteros de ataque con respecto a los helicópteros meramente artillados
del pasado resulta fundamental para asegurar la mayor protección y seguridad,
haciendo posible el menor número de bajas propias en cualquier operación.
La gran
potencia de fuego de la que están dotados dichos helicópteros se adapta además
de forma particularmente idónea a los requerimientos doctrinales de las
operaciones actuales. Por un lado permite un apoyo cercano y una cobertura a
las fuerzas terrestres que complementa de forma eficaz al que le puedan prestar
los aviones de combate. Por otro combina gran capacidad de fuego con una muy
alta precisión en la selección y destrucción de los blancos, lo que reduce de
forma importante los daños colaterales de las acciones.
Procedimiento
Las
peticiones de apoyo aéreo cercano las realizan equipos especializados y certificados
que deben seguir un protocolo. La denominación de estos equipos ha ido variando
con el tiempo: Controlador aéreo avanzado (Forward Air Controller - FAC), Equipo
de Control Aéreo Táctico (Tactical Air Control Party - TACP), Controlador de
ataque terminal conjunto (Joint terminal attack controller - JTAC), etc. Como
norma general se requieren controladores aéreos adelantados en cada zona de
posible confrontación, y observadores terrestres con cada elemento de maniobra
que puede necesitar CAS. El JTAC trabaja integrado en un equipo TACP (Tactical
Air Control Party), que engloba el vehículo, las transmisiones, los materiales
y el personal. Este equipo se compone habitualmente de cuatro personas: el
JTAC, su auxiliar, un conductor y un tirador.
La
figura del Controlador Aéreo se instauró definitivamente en la guerra de
Vietnam. En guerras anteriores normalmente se enviaban aviones precediendo a
los efectivos de tierra para bombardear las posiciones enemigas, con un alto
riesgo de daños colaterales. Debido a la imprecisión, ejércitos como el
británico crearon unidades que guiaban esos ataques y que fueron disueltas al
acabar la guerra. En el ejército alemán un oficial de enlace de la Luftwaffe,
equipado con una radio y una carta de navegación, acompañaba al comandante de
la fuerza de tierra y estaba enlazado con el aeródromo de despliegue más
cercano y cuando llegaban los aviones mantenía enlace radio con el jefe de
escuadrilla, dándole el guiado al blanco solicitado. Los americanos empleaban
para sus controladores aéreos aviones ligeros como el Piper L-4 Grasshopper,
desde donde dirigían a los aviones de ataque durante la Segunda Guerra Mundial.
En
Vietnam el enemigo atacaba inesperadamente y buscaba acercarse a las tropas
americanas, lo que dificultaba el bombardeo aéreo sin crear bajas propias. Por
ese motivo apareció el Forward Air Controller, integrado con las tropas para
coordinar desde tierra el ataque aéreo.
En
España los FAC dependían del Ejército del Aire y la Armada, pero la experiencia
aconsejó al Ejército disponer de sus propios FAC. En las fuerzas armadas
británicas quien realiza una petición de apoyo aéreo cercano proporciona las
coordenadas del ataque y es el responsable legal de lo que suceda. La
responsabilidad del FAC es muy grande, ya que existe un alto riesgo de
fratricidio. Por doctrina, una misión CAS no debe hacerse sin que haya un FAC
certificado y cualificado al efecto. Esto es relevante, ya que son normales los
errores en misiones de apoyo aéreo. Durante la invasión de Afganistán en 2001
en la revuelta de los prisioneros en la fortaleza de Qala-i- Janghi un avión
aliado lanzó una bomba sobre el exterior de la fortaleza, donde estaban
apostados milicianos de la Alianza del Norte y un equipo de fuerzas especiales
estadounidense y británico. El error se achacó a un manejo erróneo del GPS que
proporcionó al piloto la propia posición y no la de los talibanes. Varios
militares estadounidenses y británicos resultaron heridos. Murieron un número
no determinado de afganos. Durante la invasión de Iraq en 2003 un convoy de las
fuerzas especiales estadounidenses y fuerzas kurdas fue atacado por error por
la aviación estadounidense. Resultaron muertos 15 personas.
El
apoyo aéreo cercano, CAS, no debe confundirse con el ECAS, o las CAS de
Emergencia. El ECAS puede ser realizado por cualquier soldado, por lo que la
responsabilidad del ataque y sus consecuencias son asumidas por el piloto.
Historia
El Soporte
aéreo cercano (Close Air Support) consiste en el ataque aéreo directo a fuerzas
enemigas en contacto con tropas amigas las que superan. Para vencer en el campo
de batalla es preciso dar cobertura o apoyo de fuego desde el aire a los
soldados.
Primera
Guerra Mundial
Las
primeras misiones datan de la Primera Guerra Mundial, cuando el Cuerpo Aéreo
Real (RFC) comenzó en 1917 a realizar misiones de "ataque a las
trincheras" (CAS) en el frente occidental. Utilizando cazas modificados
para el transporte de bombas tales como el S.E.5a y el Sopwith Camel, la RFC
emprendió operaciones directamente sobre el frente y atacó a la fuerza de
segundo nivel hasta una profundidad de 30 o más kilómetros detrás del frente.
El servicio Aéreo Alemán Imperial siguió pronto el ejemplo, el Albatros J.I fue
el primer avión blindado para resistir los impactos de la defensa antiaérea.
Las misiones eran habituales en el flujo y reflujo de las grandes ofensivas de
1918.
Durante
la campaña de Palestina de 1918 escuadrones de S.E.5 y D.H.4 del RFC británico
apoyaron la operación de cruce del río Jordán, atacando las posiciones del
ejército turco-alemán. El ataque se combinó con el asalto de las tropas
terrestres y como consecuencia del impacto en la moral la resistencia enemiga
se derrumbó.
Entreguerras
El
apoyo aéreo cercano apareció de nuevo en los conflictos de los años 1920 y
1930, sobre todo en las tres grandes guerras: Abisinia, España y China. La
lucha en España estuvo caracterizada por un empleo extenso por ambos lados,
alcanzando su clímax en la batalla del Ebro en 1938.
En los EEUU
la Marina e Infantería de Marina durante las operaciones en Nicaragua, Haití y
Santo Domingo emplearon aviones en apoyo a las tropas de tierra. Como resultado
se empezó a prestar atención sobre el uso del poder aéreo como parte integrante
de la guerra anfibia, entonces en desarrollo.
Segunda
Guerra Mundial
Partiendo
de las lecciones aprendidas por la legión Cóndor en España la Luftwaffe decidió
en 1938 crear grupos de ataque a tierra, aunque con posteriores
reorganizaciones sólo uno de estos continuó como una unidad de ataque a tierra.
El General Wolfram von Richthofen creó destacamentos de enlace de la Luftwaffe
asignados a las tropas de tierra para realizar peticiones de apoyo aéreo y
hacer llegar los informes de reconocimiento aéreo, aunque no existía ninguna
formación ni teoría acerca de cómo realizar el apoyo aéreo cercano.
El 1 de
septiembre 1939 aquel único grupo de ataque a tierra participó en la invasión a
Polonia, con sus Hs.123 operando desde aeródromos improvisados para así seguir
el avance alemán. En 1940 La Luftwaffe realizó una misión de apoyo aéreo
cercano planificado de forma que permitió al ejército alemán superar las
defensas francesas y cruzar el río Meuse.
En la
Segunda Guerra Mundial los alemanes fueron los primeros en utilizar
exitosamente el apoyo aéreo cercano empleando sus aviones Ju-87 “Stuka” de
bombardeo en picado. Fue en 1941 en Rusia, ante la falta de artillería que
pudiera acompañar a las divisiones Panzer el Ejército se acostumbró a pedir el
apoyo aéreo de los Stuka cada vez que se encontraba con puntos de resistencia.
En el frente del Este los soldados en tierra fueron provistos de señales
visuales para indicar tanto sus posiciones como las del enemigo. El Henschel
Hs-129 alemán fue diseñado durante la Segunda Guerra Mundial con el cometido
específico de luchar contra las tropas y tanques enemigos en la línea del
frente. Asimismo los alemanes crearon las primera bombas de racimo para atacar
a la infantería enemiga en Rusia. Pero el CAS también tuvo sus sombras debido a
la rivalidad entre Luftwaffe y ejército, y al igual que sucedió en otros
ejércitos los ataques sobre tropas propias no fueron infrecuentes.
La
doctrina soviética consideraba que la Fuerza Aérea estaba subordinada de apoyo
a las fuerzas de tierra y siempre se contó con aviones de ataque fuertemente
armados. Los rusos en la guerra emplearon para atacar a los alemanes miles de
sus Ilyushin II-2 “Sturmovik”, un avión bien blindado y armado para apoyar de
forma directa a las tropas de tierra. Los soviéticos fueron pioneros en el uso
de cohetes aire-tierra y en el empleo de submuniciones especiales contra los
tanques alemanes.
Inglaterra
creó en 1940 el Comando de Cooperación del Ejército (Army Cooperation Command)
para encargarse de proporcionar apoyo a las tropas en tierra. Los ingleses
durante la campaña del Norte de África pusieron a punto la doctrina moderna de
utilización del apoyo aéreo mediante el enlace por radio entre los aviones de
ataque y las tropas de tierra. Para ello fue necesaria la creación del Air
Support Control, hoy en día llamado Joint Air Control o Joint Terminal Attack
Controllers. Estos equipos conjuntos de especialistas del ejército y la fuerza
aérea dirigen los ataques aéreos, mediante las instrucciones del Forward Air
Controller que desde el suelo y junto a las tropas que precisan ayuda, dirige
por radio a los pilotos dándoles la localización o posición exacta y mejorando
su precisión y evitando accidentes por “fuego amigo” y daños colaterales. Uno
de los aviones de ataque más utilizados por la RAF en estas misiones en Europa
fue el Hawker Typhoon.
Los
americanos usaban para esta función en Europa sus P-47 “Thunderbolt”. Durante
la guerra miles de misiones CAS y de interdicción aérea del campo de batalla
(Battlefield Air Interdiction - BAI) fueron realizadas por la 9ª Fuerza Aérea
en Europa y por la 5ª Fuerza Aérea en el Pacífico. En 1943, tras la amarga
experiencia de Kasserine y la exposición de los aviadores norteamericanos al
sistema británico de apoyo aéreo durante el desembarco en Salerno, los Estados
Unidos abordó de forma pragmática el problema de apoyar a las fuerzas de
infantería mediante ataque aéreo directo. Los americanos destacaron
controladores aéreos a la vanguardia del ejército para asegurar una
coordinación táctica efectiva. El ejército usaba paneles visuales en sus
vehículos y siguiendo la práctica británica de emplear la artillería para
suprimir el fuego antiaéreo enemigo y usar obuses de humo para marcar a los
pilotos sus objetivos. El General Elwood Quesada dirigía el IX Mando Táctico
Aéreo, que debía apoyar a las tropas americanas en la invasión de Francia.
Quesada promovió el empleó del radar para controlar los aviones de ataque y así
lograr un apoyo aéreo cercano efectivo incluso con mal tiempo y en situaciones
tácticas confusas en tierra. Asimismo promovió la instalación de las radios de
alta frecuencia de la Fuerza Aérea en tanques seleccionados, lo que permitió el
contacto directo con los aviones de ataque que lo sobrevolaban para prestar
apoyo si eran llamados por radio.
En el
Pacífico la Armada y la Infantería de Marina de los EEUU perfeccionaron un tipo
especial de operación CAS, que servía de sustituto para la falta de suficiente
artillería disponible para apoyar los asaltos anfibios. En Guadalcanal los
Marines tuvieron la primera oportunidad de poner en práctica la doctrina de
apoyo aéreo diseñada antes de la guerra. El sistema se fue mejorando una y otra
vez en Tarawa, Guam, Filipinas, Iwo Jima y especialmente en Okinawa. Para el
final de la guerra los aviones de ataque, controlados por soldados en tierra,
habían aprendido a soltar sus bombas y proyectiles sobre blancos “próximos” (50
a 200 metros de distancia), de manera rápida y eficiente, dirigidos por equipos
adiestrados situados en la primera línea del frente.
Guerra
de Corea
En la
Guerra de Corea los Chance Vought F4U “Corsair” y Douglas A-1 “Skyraider” de la
Armada e Infantería de Marina destacaron en misiones CAS. La doctrina y
tácticas aprendidas en el Pacífico se emplearon de nuevo por los aviadores
navales en Corea. Douglas Mc Arthur, al dirigir el desembarco en Inchon y no
fiarse demasiado de la capacidad de la USAF para misiones “CAS”, utilizó a los
pilotos y aviones de los “marines” y Armada. Las lecciones de apoyo aéreo
duramente aprendidas en la Segunda Guerra Mundial tuvieron que ser reaprendidas
por la USAF en Corea.
Infantes de marina observan como aviones Vought F4U Corsair lanzan sus bombas durante la batalla de Chosin.
Inicialmente
la USAF contaba solamente con el Lockheed F-80C y el Republic F-84, ambos
reactores diseñados para el combate aire aire y relegados al ataque al suelo.
Estos aviones carecían de puntos de carga apropiados para llevar cohetes,
bombas y napalm. Además eran incapaces de operar desde las pistas mal
preparadas de Corea y operaban desde Japón lo cual limitaba su tiempo sobre el
objetivo y el apoyo a las tropas en tierra. Consecuentemente se tuvo que traer
los F-51 Mustang guardados en depósitos, eran entonces los únicos aparatos de
la USAF disponibles y aptos para operaciones CAS en Corea. En el sitio de Pusan
proporcionaron el desesperadamente solicitado CAS. Las fuerzas aéreas de los EEUU,
Australia y Corea del Sur emplearon docenas de P-51 Mustang en apoyo de las
tropas terrestres, armados con cohetes y con bombas. Complementariamente se
asignaron bombarderos B-29 para cumplir misiones CAS en Pusan, Inchon y la
retirada después de la intervención china.
En
Corea la Fuerza Aérea creó una unidad de control aéreo avanzado, 6147º Grupo de
Control Táctico (Tactical Control Group). Ante la urgencia se empleó el North
American AT-6 Texan, equipados con radio adicional HF y VHF y cohetes fumígenos
bajo las alas. La tripulación consistía en el piloto y un observador en el
puesto trasero, encargado de localizar las posiciones enemigas para que el
piloto pudiera marcarlas con humo y operaba la radio. Los aviones volaban bajo
y relativamente despacio para buscar y marcar blancos en tierra para el Apoyo
Aéreo Cercano, soportando un considerable castigo por fuego terrestre.
Vietnam
En
Vietnam el control aéreo avanzado desde el aire volvió a ser una necesidad
debido a la dificultad del terreno. El FAC marcaba los blancos con cohetes,
permitiendo así a los aviones CAS tener una referencia a donde apuntar. Era
tarea del FAC sobrevolar posteriormente la zona del ataque para confirmar sus
efectos. La primera unidad FAC de la USAF fue el 19º Escuadrón de Apoyo Aéreo
Táctico (Tactical Air Support Squadron), destacada en julio de 1963.
El “Skyraider”
fue ampliamente usado en misiones de apoyo en Vietnam, también lo había sido en
Argelia con los franceses. Tal y como sucedió en Corea la USAF tuvo que usar
aeronaves ya retiradas y almacenadas, esta vez los A-1E Skyraider de la Armada.
Asimismo se modificaron aviones de entrenamiento como los T-37 y T-28, para
proporcionar CAS. Pronto los soldados en tierra se dieron cuenta de que los
F-105 Thunderchief y F-4 Phantom no satisfacían adecuadamente sus
requerimientos de apoyo aéreo. En cambio los Skyraider demostraron su capacidad
para absorber daños, llevar mucho armamento y sobrevolar el campo de batalla
durante largos periodos de tiempo, haciéndose imprescindibles en Hue y Khe
Sanh, y en centenares de choques menores. Esto permitió a los americanos
enfrentarse a unidades superiores de norvietnamitas y Vietcong. La USAF también
perfeccionó sus capacidades de apoyo aéreo convirtiendo aviones de transporte
C-47, C-119 y C-130 en cañoneros. A ejemplo de Corea, la Fuerza Aérea empleó
sus bombarderos B-52 en misiones apoyo terrestre.
Un avión F-4 del 1ª Ala de Aviones de la Marina (Marine Aircraft Wing) realiza apoyo aéreo cercano durante la Guerra de Vietnam. 1968.
En
Vietnam, ante las carencias detectadas por el ejército en apoyo aéreo, se
inició el empleo masivo de apoyo aéreo cercano mediante helicópteros
artillados, ya ensayado por los franceses en Argelia. El helicóptero de ataque
Bell AH-1 Cobra nació en plena Guerra del Vietnam debido a la necesidad de dar
apoyo de fuego apropiado a unidades de infantería ligera que eran desplegadas
en zonas de combate mediante helicópteros Bell UH-1 Huey, la llamada caballería
aérea. Hasta la aparición de los AH-1, eran los UH-1 Huey armados quienes
proporcionaban este apoyo aéreo cercano, aparte de los aviones dedicados a tal
fin. El Cobra supuso una gran evolución en el diseño de los helicópteros de
ataque ya que era rápido, maniobrable y contaba con un armamento variado, e
incluso los Marines usaron algunos AH-1G Cobras. En 1972 se hizo un exitoso uso
experimental de helicópteros armados con misiles antitanque: los franceses lo
habían ensayado ya satisfactoriamente en Argelia contra cuevas y búnquers y los
EEUU lo hizo contra tanques y blindados norvietnamitas.
Después
de Vietnam, el Congreso y el Departamento de Defensa revaluaron el papel del
apoyo aéreo cercano. Respondiendo a la necesidad de equilibrar la ventaja en
personal y equipo de los soviéticos en Europa, la USAF compró el A-10
Thunderbolt, el primer avión americano diseñado exclusivamente para apoyo
aéreo.
Afganistán
En
Afganistán inicialmente el apoyo aéreo funcionó bien contra la guerrilla, pero
luego se devaluó frente a la creciente amenaza de los misiles superficie-aire
portátiles. En la intervención soviética en Afganistán el helicóptero Mi-24 y
el avión Sukhoi Su-25 fueron las estrellas del apoyo a las tropas en tierra. El
Su-25 demostró ser capaz de volar y atacar objetivos en pequeños valles y
estrechos pasos montañosos, inaccesibles para otros aviones de ataque.
Los
primeros helicópteros de ataque desplegados fueron los Mi-24D, para poder hacer
frente al cada vez mayor poder antiaéreo de la guerrilla le siguieron los
Mi-24V y un pequeño número de Mi-24P. El gobierno afgano disponía de los más
antiguos Mi-24A. El avión de ataque Sukhoi Su-25 Frogfoot demostró ser un
valioso complemento del Hind, actuando como escolta y en la supresión de
defensas.
Angola
Entre
1975 y 1990 Angola vivió una guerra en la que estuvieron involucrados los
ejércitos de Cuba, Sudáfrica, Angola, Zaire y numerosos grupos guerrilleros. En
diversas ocasiones aviones de ataque MiG-21 y MiG-23ML junto a helicópteros
MI-8 cubanos apoyaron al FAPLA y aviones Atlas Impala Mk.II de Sudáfrica
apoyaron a la UNITA.
Oriente
Medio
Árabes
e israelíes han empleado el apoyo aéreo cercano en todas sus guerras. Durante
la campaña del Sinaí en 1956 y las posteriores guerras de 1967, 1973 y 1982
fueron frecuentes las misiones CAS. El mejor ejemplo fueron los ataques
israelíes en el Paso de Mitla en 1967.
En 1973
Israel experimentó en carne propia el cambio de los tiempos en misiones CAS, de
109 aviones perdidos durante la guerra, al menos 61 fueron abatidos los
primeros días en misiones de apoyo cercano cuando volaban a baja altura para
evitar los misiles. Durante las operaciones de los primeros días la IAF tuvo
que confiar en la supresión de las defensas SAM enemigas por parte de la
artillería para permitir a sus aviones atacar el avance sirio en los altos del
Golan. La eficiencia de las defensas antiaéreas tuvo un doble filo: los
israelíes abatieron a su vez 101 aviones árabes cuando atacaban posiciones de
sus tropas.
Como
consecuencia de las lecciones de la guerra de 1973, donde la Fuerza Aérea se
vio desbordada por las peticiones de CAS, Israel compró helicópteros de ataque
que entraron en combate por primera vez en la guerra del Líbano de 1982. A
diferencia de otras fuerzas armadas los helicópteros pertenecen a la Fuerza
Aérea. El CAS mostró importantes deficiencias en Líbano en 1982 y 2006. En Líbano
en 1982 las fuerzas terrestres contaban con suficiente potencia de fuego con
sus propios medios, así que las carencias de sistemas de identificación
amigo-enemigo (IFF) que ponían en peligro a sus propios helicópteros
aconsejaron no dedicarlos a misiones CAS.
Malvinas
El 28
de mayo el destacamento argentino de Goose Green solicitó apoyo aéreo con la
mayor urgencia, a fin de enfrentar el ataque de las tropas inglesas del 2º
Batallón de Paracaidistas. La misión fue realizada por aviones Aermacchi MB 339
e IA-58 Pucara. Los Pucara derribaron un helicóptero Scout MK.1 de los Royal
Marines cerca de Camilla Creek House y destruyeron otro en tierra. Los ingleses
lograron derribar un Pucará y un Aermacchi. Por parte británica un controlador aéreo
avanzado dirigió aviones Harrier GR.3 de la RAF sobre las baterías de
artillería antiaérea Oerlikon GDF, que mediante fuego directo estaban
produciendo muchas bajas, así como una batería de obuses de 105 mm. también
disparando en tiro directo.
Hacia
el final de la guerra Pucará guiados por proyectiles fumígenos disparados por
la artillería atacaron puestos de artillería británicos.
Guerra del Golfo
La USAF
envió 5 grupos de aviones de ataque A-10 al Golfo Pérsico en 1990, por
solicitud expresa del Alto Mando. Los A-10 actuaron en la guerra de 1991,
destruyendo 900 carros de combate, 2000 vehículos acorazados, 1200 piezas de
artillería y 2 helicópteros de ataque, siendo derribados cuatro A-10 por
misiles antiaéreos.
El
avión de ataque A-10 de la Fuerza Aérea y el helicóptero Apache del Ejército
demostraron ser plataformas ideales para el apoyo aéreo cercano. La Operación
Tormenta del Desierto demostró que los helicópteros de ataque son muy efectivos
actuando en equipos conjuntos con los aviones CAS de la Fuerza Aérea. Los F-16
y F/A-18 no pudieron igualar las capacidades de A-10 y AH-64. Entre los
reactores solo el AV-8B de la Infantería de Marina demostró ser una plataforma
fiable para misiones CAS. Al igual que en otros conflictos los AC-130 Spectre
se utilizaron en su rol de apoyo aéreo cercano. A pesar del empleo masivo de
armas de precisión los soldados en tierra y controladores aéreos necesitaron
tener la capacidad de pedir, marcar, dirigir y ajustar el CAS para las fuerzas
de primera línea de combate.
El
éxito del A-10 Warthog en el apoyo aéreo y ataque al suelo hizo que la Fuerza
Aérea abandonara la idea de reemplazarlo con una versión de apoyo aéreo cercano
del F-16. El A-10 y el AV-8B fueron los únicos aviones capaces de operar desde
las precarias bases avanzadas, y por tanto podían responder rápidamente a las
solicitudes de apoyo de las fuerzas terrestres, cazar lanzadores móviles de
Scud y alargar el tiempo sobre en la zona de operaciones.
Por
parte de la Infantería de Marina se asignaron todos los A-6B y la mitad de los
F/A-18 a la campaña aérea liderada por la USAF, mientras que los F/A-18
restantes y todos los AV-8B quedaban asignados para proporcionar CAS a las
fuerzas de tierra. Hacia la tercera semana de febrero, insatisfecho con el CAS
recibido por la USAF se recuperaron todos los aviones cedidos para emplearlos
también en los ataques CAS.
Invasión
y ocupación de Iraq
En 2003
comenzó la Operación Libertad Iraquí, y ya en los primeros combates
participaron los aviones A-10 y OA-10. La invasión fue rápida y contundente,
durando apenas 20 días. Tras la primera semana el 80-90% de las peticiones de
apoyo aéreo solicitaban que lo realizan aviones A-10. También participaron en
misiones CAS aviones B-52, B-1 y B-2 equipados con bombas inteligentes. Los
Marines destacaron la 3ª Ala Aérea, con sus AV-8B Harrier II basados en el USS
Bataan y USS Bonhomme Richard para realizar misiones CAS. La US Navy destinó
sus F/A-18 principalmente a misiones CAS.
Guerras
de guerrillas
Desde
la década de 1920 el poder aéreo ha desempeñado una función significativa como
arma contra la guerrilla cuando fue usado por primera vez por los británicos y
el Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU. Después de 1945 se ha recurrido
todavía más al poder aéreo para respaldar a las fuerzas terrestres en la lucha
de guerrillas con transporte aéreo, movilidad de helicópteros, reconocimiento y
el apoyo aéreo cercano. Cuando la guerrilla se decide a llevar a cabo
operaciones convencionales se expone a ataques desde el aire. Por su lado el
apoyo aéreo se enfrenta a los retos de falta de una línea del frente, la
naturaleza fluida de la batalla y la facilidad de perder contacto con el
enemigo.
El CAS
fue empleado por la RAF en el Conflicto Malayo, donde ocasionalmente fue
eficaz. Francia también
realizó misiones CAS en Indochina, donde no pudo salvar a los
franceses de la derrota y en Argelia, donde si lo hizo. En Argelia el uso de
aviones AT-6, F-47 y A-1 por su prolongado tiempo de vuelo, potencia de fuego,
fácil mantenimiento y capacidad de usar pistas improvisadas, proporcionaron a
los franceses una excelente capacidad de lucha contrainsurgencia. Portugal
empleó en sus guerras coloniales el apoyo aéreo, empleando todos los aviones
que pudo juntar para cubrir extensos frentes. La guerra civil de El Salvador vio como el
ejército recuperaba el terreno perdido frente al FMLN
gracias al apoyo de la fuerza Aérea. Los EEUU
suministró helicópteros artillados
UH-1M y aviones AC-47 y A-37B que dieron apoyo aéreo y bombardearon a la
guerrilla. En el caso de
Colombia la Fuerza Aérea incorporó sistemas de visión
nocturna, mejores medios de inteligencia aérea, aviones AT-27 Súper
Tucano, helicópteros AH-60L y uso bombas guiadas por láser para
incrementar su eficacia en las misiones de ataque a la guerrilla. Entre 2003 y
2014 se realizaron una media de 300 misiones anuales de apoyo aéreo cercano.
En este
tipo de guerra limitada, con ausencia de maniobras o combates intensos, las
misiones CAS se han empleado con más frecuencia pero en realidad son
proporcionalmente pocas cuando se analiza el total de misiones de la fuerza
aérea (transporte, enlace, reconocimiento, escolta convoyes, evacuación, etc).
Fuente: https://es.wikipedia.org