Por Rafael
A. Permuy
El
primer puente aéreo de la historia se gestó de una forma muy original y
bastante espontánea en el aeródromo de Tetuán, durante los primeros días de la
Guerra Civil española. En una reunión de altos jefes, convocada en las
dependencias de aquel aeródromo marroquí, presidida por el General Franco,
surgió esta idea.
Los
mandos de Aviación española del Protectorado de Marruecos dieron muestras de
una gran imaginación y de valentía al sugerir la posibilidad de utilización de
los tres trimotores coloniales Fokker F-VII 3m para afrontar el paso por el
aire del Ejército de África a la península, en unas fechas en las que nadie
había pensado en algo similar con anterioridad, y la propuesta fue aceptada de
inmediato por el mando.
El
puente aéreo comenzó el mismo 20 de julio de 1936, efectuándose vuelos de los
tres Fokker F-VII militares entre los aeródromos de Sania Ramel (Tetuán) y de
Tablada (Sevilla). Dos hidroaviones Dornier “Wal” de la Aeronáutica Naval se
unieron a este cometido desde un principio, realizando vuelos entre los puertos
de Ceuta y Algeciras (Cádiz), y un bimotor Douglas DC-2, procedente de la
Líneas Aéreas Postales Españolas, a partir del día 25 de julio, todos ellos con
pilotos españoles a los mandos. Para ocupar los puestos de segundos pilotos,
muchos de los aviadores presentes en África del Norte y en Sevilla rivalizaron
en disputarse una plaza, por lo que el puente aéreo sirvió también como una
verdadera escuela de aviones polimotores.
Entre
el 20 y 28 de julio de 1936 se trasladaron a Sevilla las 4ª y 5ª Banderas del
Tercio, a un ritmo medio de 120 legionarios por día. Los trimotores Fokker
F-VII 3m alternaban estos vuelos con otros nocturnos de bombardeo y
reconocimiento, hasta puntos tan lejanos como Albacete y Madrid; los pilotos
dormían, por turnos, en su asiento de la cabina o en los breves descansos entre
los servicios.
Un
nuevo aeródromo
El día
29 de julio se habilitó el nuevo aeródromo de Jerez de la Frontera (Cádiz), lo
que acortó sustancialmente el viaje, y se incorporó al puente aéreo el primer
trimotor Junkers Ju 52 3m alemán, aunque también era volado por pilotos
españoles en estos momentos. Ello permitió aumentar la carga y la frecuencia de
los vuelos de transporte, ya que el día 30 se transportaron 241 soldados.
En
diecisiete días, del 19 de julio al 4 de agosto de 1936, fueron ocho batallones
de choque los que fueron trasladados desde África a la Península, de los que
seis lo fueron en vuelo y los otros dos en barco, lo que constituía casi el 40%
de los batallones existentes en el Protectorado español de Marruecos.
El
mando aeronáutico gubernamental, de forma incomprensible, no atacó a los
aviones del puente aéreo, pese a los acertados mensajes enviados a Madrid por
el jefe del aeródromo de El Rompedizo (Málaga), el Teniente Aurelio Villimar.
El día 3 de agosto, a las 08,50 horas, el comandante militar de Málaga
comunicaba al Ministerio de la Guerra de Madrid:
“Llegaron
dos cazas y dos bombarderos de Los Alcázares. Jefe de Escuadrilla observó dos
trimotores rebeldes siguen a Granada y lo mismo ocurrió ayer. Todo hace suponer
transportan tropas de refuerzo y me dice Jefe de Escuadrilla que un caza lo
tiene averiado y el otro lo están reparando. Que no puede impedir el tráfico y
es urgente esta misión venga unos días una buena Escuadrilla de caza. Yo creo
lo mismo”.
Este
interesantísimo documento refiere una acertada apreciación del Teniente
Villimar acerca de la imperiosa necesidad de actuar sobre los aviones del
puente aéreo entre África y la península. Su preclara visión estratégica no
encontró el menor eco en la Oficina de Mando de la Jefatura de Aviación en la
capital, demasiado obsesionada con la defensa de Madrid, manteniendo
constantemente los cazas Nieuport 52 sobre la Sierra, en inútiles servicios de
vigilancia. No hubo, pues, traslado de “una buena escuadrilla de caza” a
Málaga, y los Junkers Ju 52 3m del puente aéreo no se vieron molestados en sus
misiones de transporte de tropas. Durante esta misma jornada, Villimar
solicitaba a Los Alcázares, el envío a Málaga de otros dos cazas Nieuport 52 y
más mecánicos. Los vuelos de los aviones del puente aéreo continuaron, durante
meses, sin sufrir el más mínimo ataque.
Los
Junkers Ju 52
Alemania
contribuyó sustancialmente a consolidar el puente aéreo, con la llegada de los
primeros trimotores Junkers Ju 52, de los cuales una decena, con tripulación
germana, se dedicó partir del 10 de agosto de 1936, en exclusiva a efectuar
servicios de transporte de tropas y material de guerra entre los aeródromos de
Tetuán, Sevilla y Jerez.
Los
Junkers Ju 52 germanos, durante los meses de agosto, septiembre, octubre y
noviembre de 1936, transportaron a la península dos Banderas de la Legión y los
nueve Tabores de Regulares restantes.
Fuente:
https://www.larazon.es