14 de julio de 2019
¿QUÉ FUE LA OPERACIÓN PAPERCLIP?
Por Félix Casanova
A medida que la II Guerra Mundial entraba en su
etapa final, organizaciones estadounidenses y británicas se unieron para
escudriñar la Alemania ocupada en busca de toda la investigación militar,
científica y desarrollo tecnológico que pudieran descubrir.
Grupos como el Subcomité de Objetivos de
Inteligencia Combinada, CIOS, por sus siglas en inglés, comenzaron a confiscar
documentos y materiales relacionados con la guerra e interrogar a científicos
mientras las fuerzas aliadas decomisaban instalaciones de investigación
alemanas. Un descubrimiento revelador, recuperado de un inodoro en la
Universidad de Bonn, fue la Lista de Osenberg: un catálogo de científicos e
ingenieros que habían sido puestos a trabajar para el Tercer Reich.
En una operación secreta originalmente denominada
Operación Nublado, pero más tarde renombrada como Operación Paperclip,
aproximadamente 1600 de estos científicos alemanes, junto con sus familias,
fueron llevados a los Estados Unidos para trabajar durante la Guerra Fría. El
programa fue dirigido por la nueva Agencia Conjunta de Objetivos de Inteligencia
(JIOA), cuyo objetivo era aprovechar los recursos intelectuales alemanes para
ayudar a desarrollar el arsenal de cohetes y otras armas biológicas y químicas
de los Estados Unidos, y asegurar que la codiciada información no cayera en
manos de la Unión Soviética.
Científicos Operación Paperclip
El presidente Harry Truman prohibió a la agencia
reclutar a miembros nazis o partidarios nazis activos. Sin embargo,
funcionarios de la JIOA y de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), la
precursora de la CIA, eludieron esta directiva eliminando evidencias
incriminatorias de posibles crímenes de guerra de los registros de los
científicos, creyendo que su inteligencia era crucial para la postguerra del
país.
Uno de los “reclutas” más conocidos fue Werner von
Braun, director técnico del Centro de Investigación del Ejército de Peenemunde
en Alemania, que fue fundamental para desarrollar el letal cohete V-2 que
devastó a Inglaterra durante la guerra. Von Braun y otros científicos expertos
en cohetes fueron llevados a Fort Bliss, Texas, y White Sands Proving Grounds,
Nuevo México, como “Empleados Especiales del Departamento de Guerra” para
ayudar al Ejército de los Estados Unidos. Von Braun se convirtió más tarde en
director del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA y el arquitecto jefe
del vehículo de lanzamiento Saturn V, que finalmente propulsó a dos docenas de
astronautas estadounidenses a la Luna.
Aunque los defensores de la operación clandestina
argumentan que el equilibrio de poder podría haber cambiado fácilmente a favor
de la Unión Soviética durante la Guerra Fría si estos científicos nazis no
hubieran sido llevados a los Estados Unidos, los opositores señalan el costo
ético de ignorar sus abominables crímenes de guerra sin castigo.
Fuente: https://hdnh.es