9 de julio de 2020
MILITARES VESTIDOS DE CIVIL
Por Héctor Dávila
La Segunda Guerra Mundial fue sin duda el periodo de la
historia en que se produjo el mayor número de aeronaves y para los más variados
propósitos. Todos los bandos fabricaron aviones en cantidades impensables en la
actualidad, decenas de miles de aparatos salieron de las fábricas para ser
usados en el esfuerzo bélico, y aunque también en su mayoría estos aviones
fueron destruidos, otros tantos sobrevivieron al conflicto para generar,
particularmente en los Estados Unidos, una sobrepoblación aeronáutica que
representó la gran oportunidad para muchos civiles, al estar disponibles
aviones “surplus” o de desecho a precios muy bajos. Estos aviones militares
obsoletos se modificaron para cumplir con muy diversas tareas comerciales, y
fue la adaptación de muchos de estos aparatos lo que impulsó el “boom” de la
aviación ejecutiva y de ayuda industrial.
México fue uno de los países más beneficiados con la
disponibilidad de este tipo de aparatos, además de la enorme cantidad de
transportes Douglas C-47 (los famosos DC-3 militares) y C-54 que formaron la
columna vertebral del transporte aéreo comercial en la postguerra, se usaron
también aviones otrora de combate para impulsar la aviación civil. A
continuación, presentamos una galería representativa de estos aeroplanos,
bombarderos y aviones de ataque despojados de sus uniformes militares y
vestidos de civil, para servir en este país a causas mucho más nobles que la
guerra.
Un tipo de bombardero poco conocido fue el Douglas B-18
“Bolo”, aparato que vio poca acción en Filipinas al principio de la guerra y
fue relegado principalmente a labores de patrulla marítima y de entrenamiento.
Este avión, emparentado con el famoso DC-3/C-47 por ser derivado directamente
del DC-2, con su espacioso fuselaje fue muy popular como carguero en México,
redesignado C-58, fue usado principalmente al servicio de la industria pesquera
en Baja California. Fueron muy abundantes como podemos ver en estas imágenes,
otros ejemplares conocidos fueron el XA-LUN y el XB-JAJ (que aún se preserva en
Estados Unidos).
Del B-18 se derivó el Douglas B-23 “Dragon”, más estilizado
que su rechoncho antecesor pero que tampoco tuvo éxito como bombardero, aunque
fue adaptado como un rápido avión ejecutivo bajo la designación UC-67. El
XB-PUR tuvo el número de construcción 2748, desde agosto de 1966 fue operado en
México por Sharmex S.A., pero en 1970 se registró en Panamá donde fue
abandonado y posteriormente destruido.
El XB-LOX fue el único Martin B-26C “Marauder” usado en
México, operado como veloz transporte ejecutivo por PEMEX, con el nombre “Ay
Jija”, desde septiembre de 1961 hasta octubre de 1965, cuando regresó a los Estados
Unidos, donde recibió la matrícula N5546N. Este avión, número de serie
41-35071, que los pilotos apodaban “Widow Maker” durante la guerra, fue
restaurado y preservado por la famosa Confederate Air Force (ahora
Conmemorative Air Force), pero desafortunadamente se destruyó en un accidente
fatal en Harlingen, Texas, el 28 de septiembre de 1995.
La legendaria Compañía Mexicana de Aerofoto operó una
variopinta flota de ex aviones de combate, entre ellos estos bombarderos
navales en picada Douglas, que aunque son comúnmente referidos como SBD
“Dauntless” son con más exactitud la versión del Ejército A-24B “Banshee”. El
XB-QUC, que en las fotos tiene la matrícula tapada, es el serial USAAF 42-54532
y número de construcción 17371 que actualmente preserva y opera la
Conmemorative Air Force (CAF) con la matrícula N54532, mientras el XB-ZAH,
serial 42-54682 número de construcción 17521, regresó a los Estados Unidos en 1964
donde actualmente se encuentra en Galveston, Texas, propiedad del Lone Star
Flight Museum, con el registro N93RW.
México operó varios ejemplares del famoso bombardero pesado
Consolidated B-24 “Liberator” como cargueros, entre ellos los de TAMSA, en uno
de los cuales se accidentó mortalmente el ídolo mexicano Pedro Infante, o el
famoso LB-30 “Diamond Lil” que actualmente la CAF conserva en los Estados Unidos y
que fue operado por PEMEX. Menos conocido es “Moby Dick”, una versión naval del
B-24 con una sola deriva, denominada PB4Y-2 “Privateer”. Este avión se
construyó con el bureau number 59946 de la US Navy y fue vendido a un
particular en diciembre de 1957, por 6,600 dólares, poco después recibió la
matrícula civil N6815D. En 1959 fue exportado a México donde se usó como
transporte de pescado.
El bombardero mediano North American B-25 “Mitchell”, famoso
por ser usado en el ataque a Tokio liderado por “Jimmy” Doolittle, fue un muy
popular transporte privado en México, incluso se conservan un par de planeadores,
uno que perteneció al Museo Tecnológico de la CFE en Chapultepec y ahora está
en manos privadas, así como otro en el museo de la Fuerza Aérea Mexicana en
Santa Lucía. “Cuauhtémoc” fue un B-25H que operó el Banco de México, su número
de serie USAAF es 43-4645 y previamente portó la matrícula N123A, antes de
registrarse en México como XB-BIV. El TB-25N serial 44-30323 usó la matrícula
civil estadounidense N9656C antes de recibir la mexicana XB-GAR. El XB-DAD es
también un TB-25N serial 44-29724 y tuvo la matrícula norteamericana N7706C.
El empresario Jorge Pasquel adquirió alrededor de 1953
varios Douglas Invader, entre ellos el B-26B Invader XB-LAX al que bautizó “El
Fantasma”, avión que después fue vendido
a Francia.
Aunque en algunas fuentes se ha dicho que unos 10 ejemplares
del bombardero Douglas A-26/ B-26 Invader fueron usados por la Fuerza Aérea
Mexicana (FAM), esta solo utilizó uno, los demás llegaron a México a manos
civiles modificados como veloces transportes ejecutivos, como el B-26B XB-PEK,
bautizado “Sierra Hermosa” y usado entre 1950 y 1963, avión previamente
registrado en los Estados Unidos como N65121 y que se dice fue prestado al
Presidente de la República por el empresario Jorge Pasquel, aparato que fue el
único en eventualmente pasar al servicio de la FAM.
El XA-JUA fue un bombardero Lockheed A-29 (Hudson) que
perteneció al ejército estadounidense, convertido posteriormente en avión
comercial, cuya matrícula evoca un grito muy mexicano.
El Lockheed 18 Lodestar fue un transporte comercial del que
se derivó la versión de bombardero Hudson para la Real Fuerza Aérea británica
(RAF), varios de los cuales se transformaron en aviones privados después de la
guerra, como es el caso XB-MAK bautizado “Cuauhtémoc”.
El XC-CAZ fue un Douglas A-26C convertido a TB-26B y luego
hermosamente transformado en transporte VIP para uso de funcionarios de PEMEX,
que antes perteneció a Altos Hornos de México con la matrícula XB-COM, fue el
número de serie 27435 y regresó a Estados Unidos donde recibió el registro
N190M alrededor de 1970.
Del Canadá llegaron a México más de 50 bimotores ligeros de
entrenamiento de navegantes y bombarderos de diseño inglés Avro Type 652A
Anson, en versiones Mk IV y Mk V, los cuales fueron muy útiles en manos civiles
mexicanas como aviones recreativos, de trasporte ligero y hasta de aerolíneas;
aquí mostramos algunos de ellos, tanto con matrículas privadas como
comerciales.
Otros veloces bombarderos de ataque Douglas A-26
transformados en aviones ejecutivos usados en México fueron los XB-KUX y
XB-JAV, aviones que sirvieron a exitosos empresarios con gran efectividad
gracias a su gran velocidad y alcance.
El XB-TOX es bien conocido, se trata del legendario
bombardero inglés deHavilland Mosquito, en su versión B Mk. 35, fabricado con
el número de serie TA717, convertido tras la guerra en aparato de fotogrametría
y operado en México por la McIntyre & Quiros en 1954 y a partir de 1957 por
Fotogramex de la familia Pérez Caram. Fue abandonado en la Ciudad de México
hasta que en 1979 lo rescató Mike Meeker, para que algunas de sus partes se
usaran en restaurar otro Mosquito.
Un derivado modernizado para uso naval del Lockheed A-29
Hudson fue el PV-2 Harpoon, dos de ellos se usaron en México, el primero con la
matrícula XB-REX decorado con una hermosa y llamativa águila (modelo PV-2H) y
el XB-BUS, que rigurosamente era un PV-1 Ventura.
La familia Lockheed Lodestar modelo 18 fue muy popular en
México, como lo atestiguan estos ejemplares, los cuales fuero modelos
originalmente de transporte militar designados C-56, C-60 y R5O.
El famoso anfibio de patrulla naval Consolidated PBY-5A
Catalina también llegó al servicio civil mexicano, como los ejemplares aquí
ilustrados, XB-NUT y XB-LEX, este último fue posteriormente adquirido por la
Armada de México.
Versiones más modernas del Catalina, como el PBY-6A XB-PIB
(número de serie 2116) y el OA-10A XB-YUP equipado con radar, fueron usadas en
tareas privadas en México en los años cincuenta, la mayoría de estos anfibios
civiles pasaron finalmente al servicio de la Armada mexicana.
Fuente: https://www.vuela.com.mx