Por Clemente Balladares Castillo
Cosimo Renella, ecuatoriano nacido en Italia,
combatió en la I Guerra Mundial y vendió aviones al dictador Gómez
Recreación de una batalla aérea en la I Guerra
Mundial
Cosimo nació en Secondigliano, en el norte
napolitano de Italia, un 15 de febrero de 1890. Cuando apenas contaba dos años,
sus padres se mudaron a Ecuador donde instalaron un pequeño taller para reparar
bicicletas en Guayaquil. Su padre Salvatore lo envió a la escuela local, pero
atendía igualmente el negocio familiar en sus tiempos libres. Igualmente, se le
inculcó el amor por los deportes. Al cumplir la mayoría de edad regresó a su
tierra natal, donde lo cautivó la aviación de esos primeros tiempos, y en
Mirafiori se graduó de piloto civil cuando tenía 22 años.
En 1913 siguió la carrera de piloto militar
obteniendo la licencia también en Mirafiori. Ecuador era su país adoptivo en el
cual seguían sus padres y allí regresó ese año llevando consigo sus habilidades
más un monoplano Chibiri que bautizó Patria 1. Desde allí comenzaría su
costumbre de viajar con aeronaves. La I Guerra Mundial comenzó al año
siguiente, pero el entró al conflicto en septiembre de 1915 en la ciudad de
Pisa, renovando su licencia y entrenamiento en febrero del año siguiente.
Comenzó a volar misiones de combate en escuadrones de reconocimiento con los
biplanos franceses Farman y posteriormente entrando a la Escuadrilla de combate
N° 78 con el grado de Sargento volando los cazas Nieuport y los italianos
Macchi HD1 Hanriot. Renella nunca se desvinculó de Ecuador, a donde enviaba
notas de prensa mientras ocurría el conflicto.
Durante la Gran Guerra, Italia lucho del lado
aliado contra el Imperio austro-húngaro en ese escarpado frente de los Alpes
surorientales entre ambas fronteras, así que esos frágiles aviones debían
soportar los gélidos y fuertes vientos alpinos. Entre abril de 1916 y agosto de
1917 sus primeros vuelos estuvieron plagados de fallas mecánicas y
ametralladoras atascadas. No fue sino hasta el 24 de septiembre cuando Cosimo
logró su primera victoria aérea contra Karl Kotzia, quien volaba un biplano
Aviatik D.I (serial 38.17) del escuadrón Flik 32/D sobre la localidad croata de
Zagorjie.
En la red informática sus hazañas se encuentran
referidas tanto en portales ecuatorianos, como venezolanos e internacionales.
No obstante, los detalles de sus combates aéreos son vagos, Paolo Varriale en
su libro de Ases Italianos de la Primera Guerra Mundial publicado en 2009 dice
que el archivo de Renella se extravió, comentario interesante que hace de
Cosimo es que tocaba muy bien la guitarra con la que amenizaba a sus compañeros
y pedía lo llamaran por su homónimo español Cosme. Sin embargo, un amigo
italo-venezolano, Giuliano Giulianelli encontró los nombres de algunos de los
contrincantes a quienes enfrentó, y los citamos acá por vez primera.
Para el 17 de abril de 1918 derribó al austriaco
Michael Gessner en su Albatros D.III del Flik 42/J. Un enfrentamiento notable,
aunque debe confirmarse, por la fama que reviste, es que Renella dañó, en
combate aéreo, al célebre as de ases austro-húngaros: Godwin Brumowski. Fue el
día 20 de ese mes en Montello y Brumowski volaba un Albatros todo pintado de
rojo emulando al famoso Barón alemán Von Richtofen.
Finalmente, el 31 de agosto del último año de la
guerra derribó en Mandre un biplaza Brandemburg C.1 del Flik 22/D pilotado por
Franz Prochazka y Emil Bauer; el artillero murió bajo las ametralladoras de
Cosimo o como consecuencia de la caída contra una fila de árboles. A Renella se
le estiman 18 victorias aéreas durante casi 600 misiones y 152 combates aéreos,
algunas compartidas con sus compañeros de ala Antonio Riva, Mario Fuccini,
Marziale Ceruti y Antonio Chiri, pero solo se le han confirmado oficialmente
siete derribos.
Además del gran número de condecoraciones que le
otorgaron durante la guerra como la Medalla al valor Miliar en sus tres
categorías, el Gobierno italiano le cedió un lote de aeronaves, entre ellos
varios Hanriot y por su parte él compró algunos Caudron G3 por 500 liras,
precio económico para la época. Inmediatamente, en 1919, regresó a Ecuador y al
año siguiente en febrero estaba en Venezuela presentando espectáculos aéreos.
Venía con un Hanriot HD.1, un Caudron G.3 y un Salmson S.2. Contratado por el
empresario Ely Pérez y acompañado por Luis Venditte y Villa como pilotos y dos
mecánicos. El día 27 presentó su show en el hipódromo de El Paraíso, luego se
fue a Maracay, posteriormente San Juan de los Morros y finalmente a comienzos
de marzo regresa a Caracas.
Cuando estuvo en San Juan se entrevistó con el
dictador Juan Vicente Gómez, quien temperaba en las aguas termales de la zona.
Cosme le contó sus acciones en la Gran Guerra y esto convenció al militar
venezolano de comprarle su pequeña flota de biplanos, estos fueron los primeros
aviones del recién creado Cuerpo Aéreo del Ejército (legalmente instituido el
10 de diciembre de 1920). Cuando regresó a la capital realizó el primer vuelo
correo en nuestro país, como pasajero o paquete extra llevaba un periquito
domestico que localmente llamamos de la especie cara sucia.
Algunos historiadores limitan su aporte y estadía
en nuestro país a solo el año 1920, sin embargo, su enlace permaneció por
cuatro años más. Volvió a su amado Ecuador donde formó la Fuerza Aérea
Ecuatoriana (FAE) a finales de ese año, diseño aeropuertos y comenzó a formar
pilotos para esa nación andina.
Doce años después viajó a los Estados Unidos para
una reunión de ases de la gran Guerra en Dayton, Ohio. Luego de su regreso cayó
enfermo. El 3 de marzo de 1937 muere de una peritonitis. El Gobierno de Ecuador
le rinde honores y un funeral militar solo reservado para héroes nacionales.
Sus restos reposan en el Mausoleo de la FAE en el Cementerio del Batán de
Quito.
Fuente: https://wsimag.com
