Nació: El 6 de abril de 1879 en Barcelona
Murió: El 27 de junio de 1912 en el aeródromo de Cuatro Vientos, Madrid
Nacionalidad: Española
Ocupación: Aviador y militar
Rama militar: Ejército del Aire
Rango: Capitán
Celestino Bayo Lucía fue el
primer aviador español caído en acto de servicio, en 1912.
Su fallecimiento sensibilizó a la
opinión pública sobre los riesgos de la aviación, y llevó a la introducción de
importantes reformas en la legislación que reconocieron la peligrosidad y
penosidad de los que se dedicaban a volar aparatos más pesados que el aire.
Alumno de la Aeronáutica Militar
El Capitán de Infantería
Celestino Bayo Lucía se incorporó como alumno a la Segunda Promoción de
Aviadores Militares, en 1912. El día 27 de junio llevaba ya ejecutados 110
vuelos, 47 como pasajero y 63 solo en el aparato, considerando los profesores
que estaba preparado para intentar las próximas pruebas de piloto.
El accidente
Esa tarde recibió la orden de
realizar un ocho en el aire si encontraba buenas condiciones atmosféricas,
debiendo desistir en caso contrario. El biplano Farman N° 2 había hecho varios
vuelos por la mañana y el piloto Eduardo Barrón acababa de volar con él para
ver el estado del avión y poder apreciar las condiciones atmosféricas, como era
práctica habitual antes de los vuelos de los alumnos.
Poco después de haber despegado
de Cuatro Vientos se precipitó con el avión, falleciendo en el Hospital Militar
de Carabanchel dos días más tarde.
El Coronel Vives, Jefe de la
Aeronáutica Militar describió el accidente como literalmente sigue: "Salió
Bayo con el citado biplano elevándose a unos 15 metros, viró a la izquierda en
el punto acostumbrado y regresó hacia el punto de partida apreciándose que
efectuaba unas inclinaciones laterales que parecían indicar que venía
encabritado, pareció que empezaba a virar a la derecha e inmediatamente inició
el movimiento contrario con gran rapidez, inclinándose el aparato hasta caer de
cabeza en el suelo, casi vertical. El choque, que fue sumamente violento,
ocurrió a las 19:31 y el Capitán Bayo, echado boca abajo, tenía fracturados
ambos fémures por sus tercios inferiores, saliendo al exterior los extremos de
los huesos y estaba sin sentido por efecto de la conmoción cerebral".
Según el Coronel Vives, el
Capitán Bayo era de carácter impetuoso lo que, en ocasiones, le llevaba a
precipitarse y tratar de ir más deprisa de lo que hubiera convenido. Después de
cada una de sus caídas fue felicitado por salir ileso, pero, al mismo tiempo,
tanto su hermano Alfonso como Vives le advirtieron de que refrenara sus
ímpetus.
En cuanto a las causas, siempre
según Vives “El accidente debe racionalmente atribuirse a una falsa maniobra
del aviador, análoga a las que le ocasionó las dos caídas anteriores.
Probablemente corrigió demasiado bruscamente el encabritamiento del aparato y
provocó la caída por medio de esta falsa maniobra” y concluía: “Es un accidente
doloroso y lamentable en extremo, pero el estado actual de la aviación, si bien
con prudencia pueden esta clase de accidentes reducirse a un mínimo, no hay
medio de evitarlos en absoluto”.
Consecuencias
El accidente de Bayo provocó una
espectacular y rápida reacción que llegó al Congreso de los Diputados, donde se
dio entrada a un proyecto de ley, presentado por el Ministro de la Guerra,
“considerando de campaña el servicio de aviación militar”, que fue aprobado.
Fuente: https://es.wikipedia.org