Por
Guillermo Carvajal
La catapulta vista desde el aire | foto MOLA
Investigadores
británicos han documentado con gran detalle una catapulta experimental de la
Segunda Guerra Mundial, antes de que se lleven a cabo obras de desarrollo en el
Campus Científico e Innovador de Harwell.
La catapulta,
bautizada como Catapulta Mark III del Real Establecimiento Aeronáutico (RAE por
sus siglas en inglés), fue desarrollada para literalmente catapultar aviones
bombarderos al aire.
Existen
varias razones por las que se estaban desarrollando este tipo de catapultas,
incluyendo poder lanzar aviones utilizando pistas más cortas y con más
combustible a bordo, que ahorrarían durante el despegue.
¿Cómo
funcionaba la catapulta?
Este
prototipo fue construido entre 1938-1940 en Harwell, Oxfordshire, después de
tres años de trabajo de diseño. La catapulta consistía en una gran plataforma
giratoria que dirigía a los aviones hacia una de las dos pistas de hormigón de
sólo 82 metros de largo. Para el lanzamiento, el avión se enganchaba a un
ariete neumático enterrado mediante un gancho de remolque.
12 motores Rolls-Royce Kestrel, situados debajo de la plataforma giratoria, comprimían aire a 2.000 psi para accionar el ariete. Este aire a alta presión se forzaba hacia el ariete neumático, el cual se expandía rápidamente a lo largo de la pista guiada, catapultando literalmente a los grandes aviones bombarderos hacia el cielo.
Esta
catapulta formaba parte de una serie de innovaciones y experimentos que
ocurrieron antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Desafortunadamente, esta
fue una idea que literalmente nunca despegó. El prototipo de catapulta tenía
varios problemas, incluyendo el desgaste prematuro de los motores y un diseño
que no se ajustaba a los aviones bombarderos para los que estaba destinado.
Como
nunca llegó a lanzar un avión, el proyecto fue rápidamente abandonado. Una vez
abandonado, se retiró el mecanismo, se rellenó la estructura y para 1941 se
construyó una pista normal sobre el extremo del brazo sur. No obstante, allanó
el camino para otros diseños de lanzamiento como el sistema CAM utilizado a
principios de la Segunda Guerra Mundial para proteger buques mercantes.
¿Qué
encontraron los investigadores?
Como
parte de los trabajos recientes, se excavó completamente el hormigón que
quedaba de la catapulta, que había estado mayormente enterrada desde la década
de 1940. Aunque se conocía su existencia a través de registros históricos, este
trabajo permitió registrar la estructura con increíble detalle por primera vez.
Susan Porter, oficial de proyecto de MOLA, afirma: “Esta fascinante estructura nos recuerda la rápida experimentación e innovación de los años de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. Registrar la ubicación y apariencia de cada centímetro significa que la catapulta queda preservada para las generaciones futuras”.
Ahora,
reuniendo cientos de fotos y miles de puntos de datos, han recreado fielmente
una réplica digital 3D de los restos. Esto permite al público y futuros
investigadores explorar la Catapulta Mark III desde la comodidad de su hogar.
Las
excavaciones también descubrieron hallazgos de una pista cercana más reciente,
incluyendo enormes luces de pista de aproximadamente 1 metro cuadrado, y una
posición de artillería previamente desconocida que originalmente defendía la
pista de ataques aéreos.
La
catapulta ya ha sido desmantelada para permitir que continúen las obras de
construcción. Sin embargo, los investigadores aún están trabajando
cuidadosamente en toda la información capturada y los hallazgos excavados. Una
vez completado este trabajo, todo se archivará proporcionando un registro
permanente y detallado de esta inusual pieza de la historia de la Segunda
Guerra Mundial.
Fuente:
https://www.labrujulaverde.com