5 de diciembre de 2019
LA ÉPOCA EN LA QUE EL HOMBRE EMPEZÓ A CONQUISTAR LOS CIELOS
Foto: https://www.eulixe.com
Por
Antonio Contreras
29
de noviembre de 1929. Hoy hace 90 años el explorador estadounidense Richard
Evelyn Byrd sobrevolaba el Polo Sur en una misión de exploración. Esto es uno
de los varios hechos que tuvieron lugar en el contexto de la llamada Edad de
oro de la aviación, período comprendido entre 1918 y 1939 y ameritado por una
serie de hazañas que tuvieron lugar entre esos años.
En
el período de entreguerras los ejércitos de los países que habían peleado
durante la Primera Guerra Mundial se dedicaron a mejorar sus propios recursos,
lo que desembocó en un auge de la aviación. Muchas de las aeronaves utilizadas
durante la Gran Guerra fueron vendidas porque en período de paz no se usaban y
además serían sustituidas por otras mejores. Esto desembocó en un acelerón
tecnológico que propició el tanto el desarrollo de la industria aeronáutica
como la consecución de varios hitos y marcas personales alrededor de ese
periodo.
HIspano-Suiza:
de dominar las tierras a hacerse con los cielos
Los
avances tecnológicos acaecidos por el interés en desarrollar máquinas de
combate mejores que las demás provocó un desarrollo de los motores en tierra,
mar… y aire. Un ejemplo de la simbiosis entre sectores fue la marca de
automóviles Hispano-Suiza. La empresa de Damià Mateu i Bisa se había hecho un
hueco en el mercado de los automóviles de competición. Un aumento de las
huelgas obreras en Barcelona, sumado al crecimiento de la demanda de sus
automóviles llevó a la marca a abrir otra fábrica en las inmediaciones de
París. En 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, la fábrica
parisina quedó destinada a fabricar motores de avión. Y en ese territorio
siguieron dominando. El talento del suizo Marc Birkigt llevó a esta sede a
salirse de la norma de los motores de seis cilindros y trabajar en motores de
ocho cilindros en V, que superaban ampliamente el estándar. Cuando los motores
de 6 cilindros no lograban superar los 150 CV, los de Hispano-Suiza llegaban a
300 CV. La compañía de origen catalán llegó a vender cerca de 50.000 motores
durante el periodo entre 1915 y 1918, lo que permitió a Francia dominar los
cielos y, de algún modo, influyeron en su victoria en la Guerra Mundial.
Al
mejorarse los aviones, surcar los cielos dejó de estar reservado a pilotos
militares. Empezaron a surgir exhibiciones y otras hazañas personales durante
la edad de oro de la aviación. La subida de potencia de los motores permitió
vuelos más largos y los pilotos más atrevidos empezaron a hacer cosas que nadie
había hecho antes.
Los
ases de la Edad de oro
El
famoso vuelo de Charles Lindbergh a través del Océano Atlántico en 1927 no fue
realmente el primer vuelo transoceánico. El 14 de junio de 1919 John Arlock y
Arthur Brown volaron desde Terranova (Canadá) hasta Connemara (Irlanda),
convirtiéndose así en los primeros en lograr un vuelo transatlántico sin
escalas. También hubo otro precedente a la hazaña de Lindbergh: el 10 de
febrero de 1926 amerizaba en el Río de la Plata el Plus Ultra, un hidroavión
Dornier Wal proveniente de Palos de la Frontera (Huelva). Este vuelo sí que
tuvo escalas.
Entonces,
¿cuál es el logro de Lindbergh? Un hotelero llamado Raymond Orteig ofreció un
premio de 25.000 dólares de la época al primer piloto que lograse volar entre
Nueva York y París (independientemente de la dirección) sin escalas. Lanzó esta
oferta en 1921 al quedar maravillado precisamente ante el vuelo de Arlock y
Brown, pero nadie consiguió el hito durante los cinco años que duró el primer
plazo que dio, así que tuvo que extenderlo durante cinco años más. Finalmente,
el Spirit of St. Louis aterrizó el 20 de mayo de 1927 en las proximidades de
París, siendo el primer avión en unir los dos continentes.
El
20 de mayo de 1932 la estadounidense Amelia Earhart se convirtió en la primera
mujer en realizar un vuelo transatlántico en solitario, cruzando desde
Terranova a París. Pero su gran logro, el de categoría absoluta, fue el de
cruzar de América al otro lado, hacia Oceanía. Fue la primera persona en cruzar
el Pacífico en solitario cuando voló de Honolulu (Hawái) a Oakland (California)
el 11 de enero de 1935.
La
aviación como negocio
Pero
no toda la Edad de oro de la aviación fueron hitos y marcas personales. También
empezaron a surgir las primeras compañías de vuelos comerciales, aunque la
primera de todas no era más que un sustituto de un transbordador. La bahía de
Tampa (Florida) separa por agua las ciudades de San Petersburgo y Tampa. Ahí se
creó la primera aerolínea con vuelos comercialmente programados. En enero de
1914 el piloto Anthony H. Jannus realizó el primer vuelo comercial, en un
Benoist modelo 14, de San Petersburgo a Tampa. Este primer avión no tenía nada
que ver con los aviones comerciales de hoy en día.
En
1919 nacía la primera compañía aérea europea con vuelos internacionales: la
holandesa KLM, a la que se añadieron la TWA en 1925, Lufthansa en 1926 o Air
France en 1933. Y no sólo nacieron compañías comerciales de vuelo, sino que
además volar permitió al ser humano alcanzar nuevas zonas de la tierra que
antes habían permanecido inexploradas. Un ejemplo de ello fue Richard Evelyn
Byrd, el hombre que nos trae a hablar de este tema, que sobrevoló ambos Polos. Visitó el Ártico en 1926 y el Antártico en 1929.
Fuentes:
– Commemorations held
in Galway for first transatlantic flight, Jack Power, The Irish Times
(15/06/2019)
–
El hidroavión “Plus Ultra”, Osvaldo Sídoli y Carlos Mey, Historia y Arqueología
Marítima (2006)
- Charles A. Lindbergh
Orteig Prize Collection 1925-1927, Smithsonian National Air and Space Museum
- Achievements,
Amelia Earhart
- St. PetersburgTampa
Airboat Line: World’s First Scheduled Airline Using Winged Aircraft, Historynet
Fuente:
https://www.newtral.es