2 de septiembre de 2020
AVIADORES DISTINGUIDOS DE LA FUERZA AÉREA MEXICANA - RALPH O´NEIL
Nació: El 17 de diciembre de 1896 en Durango,
Durango, México
Murió: El 23 de diciembre de 1980 en Redwood City,
California, Estados Unidos
Apodo: Rodolfo
O'Neill
Lealtad:
Estados Unidos
México
Rama
militar: United States Army Air Service
Jerarquía: Teniente
Unidad: 147th Aero (EEUU)
Condecoraciones: Cruz por Servicio Distinguido
Conflictos:
Primera Guerra Mundial
Rebelión delahuertista.
Ocupaciones: militar y aviador
Ralph Ambrose O'Neill nació en Durango, Durango,
México, aunque declaró a las autoridades estadounidenses que nació en San
Francisco, California. Fue de padre irlandés, estadounidense y madre mexicana.
Teniendo doble ciudadanía (estadounidense y mexicano), se enlistó en el
Servicio Aéreo del Ejército estadounidense en Essington, Pensilvania en
septiembre de 1917, recibiendo su entrenamiento en Texas y posteriormente en
Francia para ser comisionado Subteniente (2° Teniente), el 7 de febrero de 1918
con el empleo de piloto de persecución.
De 1920 a 1925, O'Neill asistió de manera destacada
a modernizar la Fuerza Aérea Mexicana.
Primera Guerra Mundial
Durante la I Guerra Mundial, fue asignado al
Escuadrón Aéreo N° 147 del Primer Grupo de persecución de las Fuerzas
expedicionarias americanas en Francia, volando primeramente los Nieuport 28C.1
y después los Spad XIII.
En operaciones entre mayo y noviembre de 1918,
O’Neill reclamó el derribo de 11 aviones enemigos, 6 de los cuales fueron
confirmados, siendo ascendido a Teniente el 16 de octubre de 1918 y nombrado As
de la aviación. Hacia el final de la guerra, O'Neil había completado noventa y
nueve misiones y ochenta y siete combates. Regresó a los Estados Unidos y fue
dado de baja del US Air Service el 19 de febrero de 1919.
O'Neill
en México
El General
O'Neill con el Presidente Obregon
O’Neill viajó a México tras los sucesos que
provocaron la caída del presidente Venustiano Carranza, rebelión conocida como
Plan de Agua Prieta, en cuyo frente se encontraban tres importantes líderes: el
General Álvaro Obregón, el General Plutarco Elías Calles y el licenciado Adolfo
de la Huerta, todos nacidos en el estado de Sonora.
Tras la muerte de Carranza el 21 de mayo de 1920,
De la Huerta fue designado Presidente interino de la República hasta el 4 de
junio de 1920, cuando Álvaro Obregón fue elegido Presidente.
Meses antes de la rebelión, De la Huerta conoció a
O’Neill en Nogales, Arizona en una recepción en honor al gobernador de Sonora y
trató de contratarlo como mercenario para combatir a Carranza. O’Neill rechazó
la oferta, pero le dijo que, si la rebelión resultaba exitosa, iría con gusto a
México para reorganizar el servicio aéreo, empleando para ello su experiencia.
Dado los hechos, O’Neill llegó a la Ciudad de México a mediados de agosto de
1920 y tuvo una audiencia con el General Calles, entonces Secretario de Guerra
y Marina, para enterarse del estado de la aviación mexicana.
En ese entonces, las actividades aéreas en México
se encontraban concentradas en los campos de Balbuena, en las afueras de la
Ciudad de México. En estos llanos se albergaban todos los aviones que había en México,
así como la Escuela de Aviación y los Talleres Nacionales de Construcciones
Aeronáuticas (TNCA), fundados el 15 de noviembre de 1915 y dedicados a la
construcción y reparación de sus propios aeroplanos dada la escasez producida
por la Guerra en Europa.
El servicio aéreo entrenaba sus propios pilotos,
pero utilizando métodos obsoletos comparados con los empleados por las naciones
participantes en Europa. Cuando O’Neill inició sus servicios, se le dio un
contrato por cinco años con ingresos reportados de 20.000.00 pesos al año, más
una póliza de seguro de vida y un automóvil para su uso personal. El 27 de
agosto de 1920, O’Neill envió su reporte al General Calles con una copia al
presidente De la Huerta, en donde sin ningún rodeo, expresaba el mal estado de
la fuerza aérea y urgía su pronta reorganización. En ese reporte se hacía
hincapié en que la mayoría de la flota disponible (13 aviones en servicio y 5
en reparación) debía ser reemplazada ya que no podía seguirse usando por ser
obsoleta y estar desgastada.
O’Neill apreciaba a los pilotos y al personal de
tierra de la escuela y los talleres, también consideraba que sólo requerían de
las herramientas adecuadas para modernizar el servicio aéreo, al que él ya
llamaba Fuerza Aérea Mexicana. Sus recomendaciones se basaban en la organización
del servicio aéreo norteamericano, con elementos tomados de los servicios
aéreos franceses e ingleses.
El 9 de septiembre, Ralph O’Neill fue designado
jefe del departamento de Aviación del Ejército Mexicano con el rango de Coronel
Asimilado; cargo que desempeñó hasta febrero de 1921 cuando el departamento
pasó a las órdenes del General Gustavo Salinas. Durante su período como jefe de
la FAM, O’Neill viajó a Europa con el fin de adquirir aviones de entrenamiento.
Durante su estancia en Inglaterra usó el auto-impuesto título de "Mayor
General". Adquirió 35 aviones de entrenamiento ingleses Avro 504, los
cuales serían después fabricados en México con el nombre de Avro Anáhuac.
O'Neill también exigió se compraran seis aviones Morane-Saulnier.
O'Neill fue responsable de la invención de nuevas
tácticas, procedimientos estándar y protocolo de implementación para todos los
posibles escenarios militares. Su primera decisión fue descentralizar la fuerza
aérea y organizar y clasificar escuadrones de combate, bombardeo, observación y
reconocimiento.
O’Neill regresó a México a principios de febrero de
1921 y el 11 de febrero fue nombrado instructor en jefe de la Escuela Militar
de Aviación. Su trabajo consistía en poner a los pilotos mexicanos a la par de
los de cualquier parte del mundo, aunque esto significaría reentrenar a los
pilotos veteranos. O'Neill operó con mano de hierro, criticando no a los
hombres sino a su mal criterio y errores.
El re-entrenamiento fue conducido por O’Neill con
la ayuda de los instructores extranjeros, el alemán Fritz Bieler y el
franco—americano Joe Ben Lievre. O’Neill empezó dicho adiestramiento efectuando
vuelos de chequeo a los alumnos en uno de los cuatro biplanos Brown Special.
Quedó demostrado durante el re-entrenamiento que O’Neill tenía la razón al
ordenarlo, ya que muchos de los pilotos habían adquirido malos hábitos, que
después fueron corregidos gracias al establecimiento del adiestramiento de
doble control en la Fuerza Aérea Mexicana.
El 1° de noviembre de 1921 O’Neill recibió el
título de Consultor Técnico del Departamento de Aviación. Para finales de 1923,
algunas de sus recomendaciones fueron escuchadas, como la formación de
escuadrones clasificados de caza, de bombardeo, de observación y de
reconocimiento, así como la descentralización de las unidades de la Fuerza
Aérea, mandando aviones bombarderos Farman F-50 a su nueva Base en Guadalajara,
Jalisco.
El principal problema para la adquisición de
aviones de combate, desde el punto de vista de O’Neill, consistía en que los
recursos eran desviados para el diseño y construcción de modelos locales en la
TNCA bajo la dirección del Ing. Angel Lascurain. O’Neill pensaba que este
dinero estaría mejor utilizado si se compraran aviones extranjeros en lugar de
invertirlo en diseños que, según él, eran deficientes.
Esta situación lo llevó a una fuerte disputa con el
General Salinas quien apoyaba la construcción de aviones nacionales.
Un caso concreto fue concerniente al parasol TNCA
4-E-131 Quetzalcoatl, un biplaza de observación y bombardeo equipado con motor
BMW 185 hp construido en 1923 y probado por Joe B. Lievre quien encontró
problemas menores los cuales fueron corregidos. Sin embargo, O’Neill
consideraba inseguro al "Quetzalcoatl" argumentando que no se había
realizado ninguna prueba de resistencia estructural de las alas.
De la Huerta se rebela
En diciembre de 1923, el expresidente Adolfo de la
Huerta se levantó en armas contra el gobierno, iniciando una rebelión y
forzando a O’Neill (según sus escritos) a realizar un bombardeo sobre la ciudad
de Oaxaca el día 22 de ese mismo mes, utilizando el Quetzalcoatl con bombas
modelo "Chapultepec", y llevando como artillero al futuro héroe de la
aviación mexicana Pablo Sidar.
O’Neill no completó la misión argumentando que
escuchó ruidos de rompimiento dentro de las alas del avión y lo reportó como
inseguro para cualquier misión. Sin embargo, al día siguiente voló en una
misión de bombardeo, donde el Quetzalcoatl resultó destruido en un accidente en
el vuelo de regreso, muriendo sus dos ocupantes. Se organizó una comisión para
investigar el accidente dirigida por el diseñador del avión Ángel Lascurain y
el General Salinas con la participación de los instructores extranjeros Bieler
y Lievre, quienes determinaron como causa del accidente, la explosión de una de
las bombas de a bordo, pero O’Neill consideraba que el avión había sufrido una
falla estructural en vuelo, basado en su interpretación de los restos del
accidente.
Durante la rebelión delahuertista de 1923-1924,
O’Neill asistió a reequipar y reorganizar la aviación militar en la campaña,
notando que el Presidente Obregón reciba ayuda de los Estados Unidos y de
aviones de combate. Los únicos disponibles y los mejores en opinión de O’Neill,
eran los De Havilland DH-4B con motor Liberty, armados con ametralladoras Lewis
y Vickers y capaces de llevar bombas.
Un grupo de personal norteamericano fue el
encargado de ensamblar e instalar el armamento de los aviones. Cuando O’Neill
tuvo suficientes aviones operativos, los mandaba continuamente a ametrallar al
enemigo hasta agotar las municiones. Tras cada misión, él mismo le reportaba al
presidente Obregón.
O'Neill logró una victoria tras otra en el aire,
incluida la liberación personal de un tren de pasajeros completo que había sido
secuestrado por los rebeldes.
Ascenso a General
En junio de 1924, la Rebelión delahuertista fue
derrotada. Algunos de sus principales líderes huyeron al extranjero y a otros,
no tan afortunados, se les ejecutó.
El Presidente Obregón ordenó ascender al grado
inmediato superior a todos los miembros de la Fuerza Aérea, incluyendo a
O’Neill quien ascendió a General Brigadier Regular, después de haber servido
como Coronel Asimilado.
El 19 de diciembre de 1924, Ralph O’Neill renunció
a su nacionalidad norteamericana para recibir el grado de General, aunque no
recibió sus órdenes sino hasta noviembre de 1925. El 1° de diciembre de 1925,
su contrato por cinco años de servicio venció y el General O’Neill se separó
del Ejército Mexicano para dirigirse a los Estados Unidos con el argumento de
arreglar asuntos personales. En su libro publicado en 1973, O'Neil explica que
renunció debido a "supresión política de la fuerza aérea". En
realidad, México estaba todavía en la última década de revoluciones y no
contaba con los fondos necesarios para construir una flotilla con las
dimensiones que a O'Neill le hubiera gustado.
O’Neill continuó su carrera aeronáutica en la
compañía Boeing y en 1929, hizo realidad uno de sus sueños, crear la aerolínea
Nueva York-Río-Buenos Aires (NYRBA) pero fue forzado a venderla a Pan Am en
1930. Después de 1936, O’Neill dedicó más de 35 años a la minería de oro en
Bolivia, usando como apoyo un avión Sikorski S-38; y de allí, fijó su retiro en
Atherton, California, donde murió el 30 de octubre de 1980.
Legado
O’Neill fue uno de los que contribuyeron a la
aviación en México.
Con la asistencia del General Gustavo Salinas,
Fritz Bieler, y Joe Ben Lievre, entrenaron a pilotos mexicanos legendarios
como:
Pablo Sidar
Luis Farell Cubillas
Roberto Fierro Villalobos
Ismael Aduna
Emilio Carranza
Luis Boyer
Arturo Jiménez Nieto
Antonio Cárdenas Rodríguez
Carlos Rovirosa
Rodolfo Torres Rico
Gustavo León González
Rafael Montero Ramos
Rafael Ponce de León
Alfredo Lezema Álvarez
Eliseo Martín del Campo
Guillermo Monroy
Manuel Solís
Julián Nava Salinas
Francisco Espejel
Alberto Vieytez
Ricardo Díaz Gonzáles
Luís Rojas
Samuel Carlos Rojas
Alfonso Cruz Rivera
Fuente: https://es.wikipedia.org