Por Antonio Morales Escudero
Apolinar
Sáenz de Buruaga y Polanco había nacido en la cubana plaza de Camagüey el 9 de
junio de 1890, donde su padre se hallaba a la sazón destinado. Familia con gran
tradición militar, su padre, abuelo y bisabuelo alcanzaron el empleo de General.
Ingresó en 1907 en la Academia de Infantería, en Toledo, siendo promovido tres
años más tarde a 2° Teniente. En 1913 realizó en la Escuela de Aerostación
Militar de Guadalajara el curso de observador de globo, completándolo
posteriormente en Cuatro Vientos con estudios y prácticas de croquizado, cartografía
y fotografía aérea.
Encontrándose
el año siguiente en Marruecos, en campaña con su regimiento de infantería, fue
convocado al curso de pilotos de aeroplano que realizó en Cuatro Vientos y
Alcalá de Henares, obteniendo en 1915 el título de piloto de aeroplano de
guerra, regresando a África donde, dado el escaso material aéreo disponible,
alternó su actividad entre unidades de vuelo y de infantería hasta que en 1917
quedó definitivamente destinado en Aviación.
Dos
años más tarde, ya ascendido a Capitán y al mando de la escuadrilla mixta de
bombardeo, de bimotores Farman F-50 y monomotores Breguet XIV, desde el
aeródromo de Sania Ramel tomó parte en las operaciones de la zona de Tetuán,
bombardeando concentraciones enemigas en Uad Ras, Ben Karrik, el monte Cónico y
otros puntos.
En
1921 se creó la escuadrilla de biplanos De Havilland DH-4, con base en Sania
Ramel, y al mando de ella marchó el Capitán Sáenz de Buruaga el 2 de agosto a
Melilla para, desde el minúsculo campo de aterrizaje improvisado en la Hípica,
actuar en apoyo de los restos de la columna Navarro, sitiada en Monte Arruit
tras la retirada del campamento de Annual. Fue extraordinaria la actuación de
la unidad en aquellos días, entregándose de tal modo a aquella “misión imposible”,
que hizo dar un cambio radical al Mando en su actitud ante los aviadores a quienes,
a partir de entonces, dio bastante autonomía en lo referente al empleo del Arma
en campaña. En 1922, al mando de una escuadrilla de Havilland DH-9, se trasladó
en vuelo desde Cuatro Vientos a Melilla, realizando desde Tauima bombardeos de
las cabilas de Beni Ulixech, Tensamán y Beni Tuzín.
Un
año después, en 1923 recibió el mando del 4° Grupo de Melilla, en el que
volaría como un piloto más de sus escuadrillas. Se le abriría expediente para
su ascenso por méritos de guerra, y le fue otorgada la Medalla Militar. El 24
de julio de 1923, en un solemne acto castrense celebrado en el aeródromo de
Tauima, recibían la Medalla Militar los primeros cinco aviadores que habían ganado
dicha recompensa. Uno de éstos, a quienes el General Martínez Anido, Comandante
General de Melilla, prendía en su pecho la preciada condecoración, era el Capitán
Sáenz de Buruaga.
De
regreso a la península en octubre de 1923, sirvió en varios destinos, entre
ellos el mando de la Escuadra N° 3 (León) y la N° 1 (Getafe), ascendiendo a Comandante
por méritos de guerra en julio de 1925. Desde octubre de 1934 hasta noviembre
de 1935, fue designado Jefe de la Aviación, ascendiendo a Teniente Coronel en
enero de 1935. Finalmente, después de un breve tiempo al mando otra vez de la
Escuadra Nº 1, fue cesado por el gobierno del Frente Popular nombrándole Jefe
de Material
El
18 de julio de 1936 se adhirió al alzamiento en el aeródromo de León,
desempeñando el mando de las Fuerzas Aéreas del Norte hasta septiembre, en que,
habilitado de Coronel, fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Aire. Al crearse
en 1937 la I Brigada Aérea, se confió al Coronel Sáenz de Buruaga la
organización y mando de ella compuesta por seis grupos de bombardeo, dos de
caza y uno de reconocimiento; durante aquel año y en 1938 tomó parte, como un
piloto más, en cuantos servicios realizó su brigada en los distintos frentes y
campañas.
Una
vez terminada la guerra civil, y constituirse las Regiones Aéreas, fue
designado para mandar la 4ª Región, Pirenaica, y en 1940, ascendido a General
de Brigada, fue nombrado Subsecretario del Ministerio del Aire, cargo en el que
se le confirmó al ascender a General de División tres años más tarde y a Teniente
General en marzo de 1950
En
junio de 1950 cesó como Subsecretario y fue nombrado Capitán General de la
Región Aérea de Levante, y en febrero de 1953, Capitán General de la Región
Aérea Central y Jefe de la Jurisdicción Central Aérea, desempeñando ambos
cometidos hasta fin de junio de 1956, en que fue clasificado en el “Grupo B”
por haber cumplido la edad reglamentaria.
Desempeñó
posteriormente la presidencia del Consejo Superior del Patronato de Nuestra
Señora de Loreto, y siguió como Consejero de Estado, puesto en el que había
sido nombrado en 1945, hasta su fallecimiento en La Coruña el 26 de Agosto de
1963.
Fuente:
http://museodelaire.online/