8 de diciembre de 2018
BOMBARDEO DE COVENTRY
El Bombardeo de Coventry de 1940 fue un famoso
ataque aéreo efectuado por el Eje en la Segunda Guerra Mundial. Más ensalzado
por la propaganda de los Aliados que los efectos reales de la incursión,
pasaría a la Historia por ser el raid más destructivo y sangriento que hasta
entonces había sufrido el Imperio Británico a manos de la Alemania
Nacionalsocialista.
Preludio
Coventry era una ciudad de Inglaterra fundada a
principios del I Milenio d.C. que al comienzo de la Segunda Guerra Mundial
contaba con un importante trazado urbano y una población concentrada que sumaba
los 180000 habitantes. Convertida en un gran centro de montaje tras la
Revolución Industrial, en el año 1940 albergaba treinta grandes fábricas de
guerra, incluyendo la Compañía “Coventry Ordenance Works”, que producían el 25%
de los aviones del país, así como una considerable cantidad de tanques,
motores, neumáticos, municiones y otros utensilios bélicos.
Por ser un importante foco de producción
industrial, la Fuerza Aérea Alemana catalogó a Coventry como un objetivo
prioritario a neutralizar durante los bombardeos alemanes bautizados como
“Blitz” que desde la derrota en la Batalla de Inglaterra llevaba efectuando
todas las noches contra las ciudades inglesas. Así lo ordenó el mismo Adolf
Hitler cuando el 8 de noviembre de 1940 se encontraba visitando la Cervecería
Burgerbräukeller de Munich y repentinamente un ataque aéreo británico le
sorprendió en la ciudad. Furioso por lo ocurrido, Hitler presionó al Mariscal
del Aire Hugo Sperrle para que seleccionase una ciudad inglesa a la que, como
represalia, se borrase del mapa. Dicha urbe situada en el centro de Inglaterra,
más concretamente en el distrito de West Midlands, fue Coventry, un centro
urbano que curiosamente entre agosto y octubre de 1940 ya había sido atacado
levemente con un resultado de 176 muertos y 680 heridos, además de haber
sufrido la destrucción de algunos edificios como el Cine Rex. Sin embargo, este
castigo infligido a Coventry únicamente iba a ser un preludio del infierno que
estaba a punto de desatarse.
Bombardeo de Coventry
Bajo el nombre en clave de “Operación Sonata Claro
de Luna” un total de 515 bombarderos alemanes Heinkel He 111 del 100º Escuadrón
Aéreo despegaron de sus bases en Francia la tarde del 14 de noviembre de 1940.
Desde el primer momento en que los aviones germanos cruzaron el Canal de la
Mancha y se aproximaron a las costas de Gran Bretaña, los radares y
descifradores del “Código Ultra” en Londres interceptaron a la formación enemiga,
aunque cometieron el error de transmitir demasiado tarde a Conventry el aviso
de que el rumbo fijado por el enemigo era su propia ciudad. Así fue como por
culpa de esta equivocación las alarmas antiaéreas de la metrópoli empezaron a
sonar a las 19:00 horas del anochecer, únicamente media hora antes de que los
bombarderos llegasen a su destino.
Restos humeantes de la ciudad de Coventry tras el
bombardeo de la Luftwaffe.
A las 19:30 horas de la noche del 14 de noviembre
de 1940, más de 500 aviones alemanes aparecieron sobre Coventry. Primeramente,
se lanzaron pequeñas bombas incendiarias en las cuatro esquinas de la ciudad que,
aunque no provocaron daños, iluminaron todo el centro de la urbe que
rápidamente se convirtió en un blanco totalmente visible en la oscuridad desde
una distancia de varias decenas de kilómetros. Acto seguido los Heinkel He 111
abrieron sus compuertas y arrojaron más de 1000 bombas equipadas con 100
kilogramos de alto explosivo cada una que pulverizaron edificaciones y
destrozaron estaciones ferroviarias, líneas de teléfonos y depósitos de agua y
gas. A esta oleada siguieron varias formaciones más de aviones que en esta
ocasión dejaron caer 36000 bombas pirotécnicas de magnesio y gasolina, además
de 50 minas aéreas en paracaídas, cuyo poder calorífico levantó una gran nube
de fuego, la cual se extendió marchitando casas y consumiendo la carne humana
de las personas. Prácticamente este proceso se repitió toda la noche hasta que
el último aparato alemán abandonó Cocentry a las 6:15 de la madrugada del 15 de
noviembre. Curiosamente de todos los aviones que tomaron parte en el ataque
únicamente un Heinkel He 111 resultó derribado por el fuego de los 36 cañones
antiaéreos presentes en la ciudad, 24 de 37 milímetros y 12 de 40 milímetros,
que apenas tuvieron efectividad en la defensa.
Resultado
Terminado el bombardeo de Coventry la mañana del 15
de agosto de 1940, las consecuencias fueron terribles porque la ciudad resultó
arrasada en su mayor parte y su industria completamente paralizada, aunque a lo
largo de la guerra se recuperaría. El mismo Ministro de Propaganda del Tercer
Reich, Josef Goebbels, calificó el suceso de la siguiente manera: “Allí hay una
ciudad prácticamente borrada. Ahora solo hay ruinas”. Sin embargo y a pesar de
que la función del raid fue desmoralizar a la población británica causó el
efecto contrario porque los británicos reforzaron su moral y aumentaron sus
ansias de venganza.
Catedral de Saint Michael en Coventry reducida a
escombros tras el bombardeo alemán.
Los británicos denunciaron 568 muertos y 1256
heridos, 863 graves y 393 leves; mientras que las pérdidas materiales
alcanzadas en Coventry fueron de 4300 edificios destruidos y otros 60000
dañados, únicamente 15000 salieron ilesos, incluyendo la Catedral de Saint
Michael, nueve fábricas de aviones, dos factorías navales y los tres grandes
complejos industriales de Daimler, Humber Hillman y Alfred Herbert Ltd entre
otros.
Sin duda Conventry fue un cambio en la manera de
hacer la guerra contra los civiles. De este bombardeo se acuñó el término “coventrizar”
para referirse a toda aquella ciudad que fuese arrasada mediante ataques
aéreos. Precisamente la experiencia de Coventry invitó a muchos otros países a
utilizar el método de bombardeo por saturación contra las ciudades durante toda
la Segunda Guerra Mundial y los conflictos posteriores, convirtiendo a esta
terrorífica táctica en una práctica de lo más normal.
Fuente: https://www.eurasia1945.com