Por Carlos Lázaro
Nació:
El 3 de noviembre de 1917 en Santoña (Cantabria
Murió:
El 12 de octubre de 1942 en Bakú (Azerbaiyán)
Ocupación:
Aviador militar
El
15 de noviembre de 1934, el mecánico santoñés Manuel Zarauza, hijo de un Alférez
retirado, se incorpora a la Aviación Militar como soldado voluntario en el
aeródromo de Cuatro Vientos, donde llegó a alcanzar los empleos de Cabo y Sargento
antes de iniciarse la Guerra Civil. Después del 18 de julio, Zarauza se
inscribió en los cursos de pilotos convocados por el Gobierno de la República,
superó los exámenes teóricos, físicos y médicos establecidos en la convocatoria
y fue enviado a Los Jerónimos (Murcia) para iniciar su formación aeronáutica en
el complejo aeronáutico murciano.
Zarauza
obtuvo su título de piloto militar en octubre de 1936 y aunque a lo largo de su
vida aeronáutica demostró una enorme pericia como piloto, en la escuela de
vuelo de Santiago de la Ribera (Murcia) se especializó en los aviones de caza.
El 24 de mayo de 1937 fue integrado en una escuadrilla de Polikarpov I-15 que,
dirigida por Manuel Aguirre, iba a unirse en vuelo directo a las fuerzas aéreas
de la Zona Norte, pero una avería en el motor de su biplano le hizo volverse y
quedarse en la Zona Centro.
Zarauza
realizó el curso del Polikarpov I-16 “Mosca” en la Escuela de Alta Velocidad de
El Carmolí, donde dio muestras de su perfecto dominio de este monoplano. El 27
de agosto de 1937 es promovido al empleo de Teniente y se le asigna la
dirección de la 4ª Escuadrilla del Grupo 21, que se forma en octubre de 1937 en
el aeródromo de Castejón del Puente (Teruel) y con la que entra en combate en
la batalla de Teruel.
Según
sus compañeros, Zarauza era muy hábil dirigiendo la escuadrilla en el combate y
atesoraba un gran valor, pero en tierra tenía una personalidad voluble,
propensa a gastar bromas pesadas que le recriminaban sus amigos. No obstante,
Zarauza es considerado como uno de los ases más notables de las Fuerzas Aéreas
de la República y se le reconoce su temeraria valentía en combate. En noviembre
de 1937 es promovido al empleo de Capitán por méritos de guerra y siguió
combatiendo al frente de la 4ª escuadrilla en la batalla de Aragón hasta julio
de 1938. En ese mes, cede el mando de la escuadrilla a su segundo, Antonio
Arias Arias, para desempeñar la dirección del Grupo 21 de la caza republicana,
sustituyendo a Eduardo Claudín Moncada que había sido derribado en combate.
Junto a Manuel Aguirre y Claudín, Zarauza fue uno de los pilotos españoles que
llegaría a mandar un grupo de caza gubernamental.
Pese
a su condición de jefe de Grupo, Manuel Zarauza voló al frente de sus
escuadrillas de “Moscas” —sobre todo junto a la 4ª, su antigua unidad— durante
las duras batallas aéreas que tuvieron lugar en la ofensiva republicana del
Ebro, siendo ascendido al empleo de Mayor (comandante) en septiembre de 1938.
Zarauza, José María Bravo Fernández-Hermosa, su subalterno en el Grupo de Caza,
y Antonio Arias modificaron la formación soviética de vuelo en cuña, empleada
por la aviación republicana, para adoptar la de patrullas en pareja, más
exitosa en el enfrentamiento contra los aviones enemigos. En las postrimerías
de la batalla del Ebro (diciembre de 1938) el Mayor Andrés García Lacalle, jefe
de la Escuadra de Caza, obligó a los jefes del Grupo de Caza a tomarse un
descanso, realizando un viaje a París (Francia) en comisión de servicio con el
fin de adquirir aviones de bombardeo para la República, pero el inicio de la
ofensiva franquista sobre Cataluña les hizo regresar a España rápidamente.
Durante la campaña catalana, Zarauza tuvo que organizar los combates contra las
fuerzas aéreas franquistas con los escasos medios personales y materiales con
los que contaba. En febrero de 1939, se vio obligado a atravesar a pie la
frontera pirenaica para ser internado junto al resto de los aviadores
republicanos en los campos de Argèles-sur-Mer y Gurs.
Gracias
a la mediación de la URSS, Zarauza y otros aviadores miembros y afines al
Partido Comunista de España abandonan Francia a través del puerto de Le Havre,
desembarcando en Leningrado (URSS). Después de una estancia en una casa de
reposo de Zanki (Ucrania), Zarauza se estableció en la cercana ciudad de Járkov
donde trabajó con otros españoles en el taller de reparaciones de una fábrica
de tractores; se casó con una ucraniana y tuvo un hijo.
Al
producirse la invasión soviética en el verano de 1941, Zarauza, al igual que
muchos otros aviadores españoles exiliados a los que no se les permite ingresar
en la VVS (Aviación Soviética), se une a los grupos guerrilleros que actúan en
la retaguardia alemana. En el verano de 1942 ingresa en Aviación, mandando una
escuadrilla del 961 Regimiento del 9º Cuerpo de Ejército de Defensa Antiaérea
encargado de proteger el Volga y el Cáucaso Septentrional. Durante un vuelo de
entrenamiento en su escuadrilla se efectuó un viraje cerrado y Zarauza chocó
con su compañero de vuelo, Alejandro Riápishev, a consecuencia de lo cual
perecieron ambos aviadores.
Fuente: http://dbe.rah.es