Nació:
El 7 de septiembre de 1888 en Corral Falso de Maenríquez, Matanzas, Cuba
Murió:
El 13 de enero de 1949 en Madrid
Eduardo
Barrón y Ramos de Sotomayor fue un militar, pionero de la aviación española.
En
diciembre de 1913 se convirtió en el primer piloto de la historia mundial que
lanzó desde un avión bombas específicamente diseñadas para ello, en misión de
combate sobre el Norte de África. Excelente piloto, es sin embargo más
recordado por su capacidad técnica para el
desarrollo y construcción de aviones, y por sus esfuerzos para desarrollar la
industria aeronáutica de España.
Carrera
militar
Aprobó
el ingreso en las academias de artillería e ingenieros en 1902, decantándose
por esta última de la que regresó en 1907 como Primer Teniente. En 1908 pasó
destinado a la Compañía de Aeroestación y Alumbrado en Campaña, en Guadalajara,
donde inició su carrera aeronáutica a las órdenes del Coronel Vives. En julio
de 1909 consiguió su título de piloto de globo libre en el globo esférico Urano
Con su unidad participó en la campaña del Norte de África de los años
1909-1910, donde tendría una destacada actuación obteniendo sus dos primeras
cruces rojas al mérito militar.
Siendo
Teniente fue seleccionado para el Primer Curso Militar de Vuelo en el que se
formarían los primeros pilotos militares de aeroplano de España;
los otros cuatro alumnos fueron los Capitanes Kindelán, Herrera y Arrillaga, y
el también Teniente Ortiz Echagüe; Barrón fue el segundo piloto por orden de
suelta.
Ascendió
a Capitán en 1912, simultaneando sus misiones como piloto tanto de globo libre
como de aeroplano, hasta el año siguiente en que quedaron separadas las ramas
de Aeroestación y la de Aviación del Servicio de Aeronáutica Militar, quedando
Barrón encuadrado en la segunda bajo las órdenes del jefe de la misma, Capitán
Kindelán.
A
finales de 1913 volvió al Norte de África, concretamente al aeródromo de
Tetuán, a cargo de la sección de aviones Lohner Pfeilflieger recientemente
adquiridos en Austria. Después de algunos vuelos de reconocimiento, llevó a
cabo junto al observador aéreo Capitán Carlos Cifuentes Rodríguez el primer
bombardeo de la historia utilizando bombas específicamente diseñadas con ese
fin, sobre el poblado de Ben Karrich, el 17 de diciembre de 1913. Barrón
permanecería en al aeródromo de Tetuán,
llegando a mandar su escuadrilla, hasta que en 1914 se le ordenó ir a Madrid
para hacerse cargo de la fabricación de aeroplanos.
Cuatro
Vientos
En
1915 adaptó los biplanos Lohner Pfeilflieger, denominando Flecha al nuevo
modelo así surgido, que voló por primera vez en abril de ese año. Cuando se
dispuso del motor Hispano Suiza de 140 CV, Barrón lo instaló en el Flecha,
volando con esta combinación de célula y motor el 27 de julio ante el Rey
Alfonso XIII. Por otra parte, la empresa zaragozana Carde y Escoriaza fue
encargada para la producción de una serie de
otros doce Barrón Flecha que no estuvieron disponibles hasta finales de 1916,
aunque algunas fuentes afirman que produjo 28 unidades entre 1915 y 1918.
A
continuación, Eduardo Barrón realizó una nueva adaptación del Flecha para
mejorar la visibilidad del piloto, denominando al nuevo modelo Barrón W,
equipado igualmente con motor Hispano Suiza. Se construyeron doce unidades en
los talleres de Cuatro Vientos. Tras un viaje a Francia, donde pudo conocer en
profundidad el avión Spad VII, realizó una versión
del mismo que se denominaría España, con motor Hispano Suiza. La fábrica
barcelonesa Pujol recibió el encargo para producir 12 Españas,
pero por defectos de fabricación nunca llegaron a
entrar en servicio.
La
Hispano
La
empresa Hispano Suiza de Barcelona, que ya fabricada afamados motores de
aviación, constituyó la sociedad La Hispano para fabricar material militar,
contando además con una sección de aviación, a cuyo frente se puso Barrón en
1917, dejando temporalmente su carrera militar. En 1918 diseñó para La Hispano
un avión de reconocimiento y otro de caza que participaron en un concurso de la
Aeronáutica Militar. El stock de aviones excedentes de la I Guerra Mundial a
precio de saldo, unido a su indudable evolución técnica durante el conflicto, evitó
el pedido de aviones de serie a la industria nacional, con lo que La Hispano
abandonó el diseño de aviones, pasando a producir modelos extranjeros bajo
licencia.
Talleres
Loring
Barrón
volvió a su profesión militar en 1920, y el 1 de enero del año siguiente se
incorporó al aeródromo de Tablada en Sevilla, aunque en agosto, ya como
Comandante, fue reclamado de nuevo a Cuatro Vientos para hacerse cargo de
Talleres y Almacenes. En 1922 fue destinado a Sevilla como Jefe de la Base
Aérea, contrayendo matrimonio el 6 de octubre con Matilde de la Vega y Martínez
de Mora. El 1 de enero de 1923 pasó nuevamente a la
situación de supernumerario, esta vez para hacerse cargo en
Cuatro Vientos de la dirección de la nueva fábrica de Loring, que había ganado
un concurso para producir en España el biplaza de reconocimiento Fokker C. IV.
En
Loring desarrolló el Loring R.I, un biplaza de reconocimiento y bombardero
ligero, del que se construyeron 30 unidades para la Aviación Militar. Y poco
después el Loring R.III, también de reconocimiento, equipado con motor Hispano
Suiza de 450 CV, del que se pidieron nada menos que 110 ejemplares, que se
fueron entregando a partir de 1929. Además de diseñar
y construir sus propios aviones, los probaba en vuelo; desarrolló asimismo una
importante labor como Ingeniero Jefe en la fábrica española de aviones Talleres
Loring. Otros prototipos suyos son el Loring R-II, el caza Loring C-I, el
Loring T.1 de escuela de transformación, el autogiro C.7 y la avioneta de
turismo E.II, equipada con motor en estrella Elizalde A6 de 110 CV, y que con
otro motor fue usada por Fernando Rein Loring en su primer viaje a Filipinas,
en 1932.
En
1930 dejó su actividad por motivos de salud, al sufrir un derrame cerebral
seguido de hemiplejía. Ello interrumpió los trabajos de
construcción del Loring B.II, un bombardero hexamotor de características
impresionantes para la época, con 4.000 kg de carga útil.
Tras acogerse a la reforma militar de Manuel Azaña se retiró del ejército en
1931, y este mismo año obtuvo su título de Ingeniero Aeronáutico, pues hasta
entonces solo disponía el de especialista en aeronaves a pesar de los múltiples
y exitosos aviones diseñados y construidos.
Guerra
Civil y posguerra
Barrón
se desplazó a Sevilla en 1933, y en julio de 1936, al estallar la Guerra Civil
Española, se presentó ante el General Queipo de Llano, que le asignó misiones
de adaptación de la industria civil para fines bélicos. Al crearse el
Ministerio del Aire, Barrón ingresó como Coronel y número 1 de la escala del
Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos. Al nombrarle Inspector de la Dirección
General de Industria y Material, se desplazó de nuevo a Madrid en 1944,
ascendiendo a General de Brigada en 1945.
Falleció
en Madrid en 1949, por las complicaciones de un nuevo derrame cerebral.
Fuente:
https://es.wikipedia.org